Los apologistas del Partido Comunista del Perú Sendero Luminoso, integrado
en su mayoría por jóvenes intelectuales, aparecieron en la ciudad de
Huaraz, Ancash, durante el año de 1975; no eran muchos pero aparecían en las calles y en los colegios, repartían folletos y revistas,
era un grupo que aparentaba ser clandestino y como tal actuaban con cierta
cautela. En aquellos tiempos de grandes cambios en lo social, el General de división del Ejército Juan Velasco Alvarado, se encontraba como Presidente de la República del Perú, yo a mis 17 años de edad me encontraba cursando el segundo año de
educación secundaria en el histórico Colegio Nacional “La Libertad” de Huaraz, en aquellos
tiempos la sociedad vivía en un aparente estado de calma, pienso que el gobierno
de turno se encontraba preocupado mas en los
problemas del Frente Externo con Chile, tal vez por eso se descuidó todo lo relacionado al Frente Interno; en consecuencia a nadie le preocupó la presencia de los
apologistas del grupo subversivo PCP Sendero Luminoso; la policía no intervino oportunamente.
En el mes de julio de 1975 aprovechando las vacaciones del medio año viajé desde la ciudad de Huaraz con destino al distrito de Chavín de Huántar, me embarqué en el camión "Amanecer Andino" donde también viajaban 18 personas, en su mayoría campesinos de la zona del Callejón de Conchucos; en el distrito de Catac subió al vehículo como simple pasajero un joven de 25 años de edad, mestizo y de apariencia costeño; quien desde el momento que subió nos hablaba todo lo relacionado a la historia del Perú, sobre todo de los presidentes civiles y militares desde los primeros años de la República, hablaba de política, economía, de las clases sociales, de la revolución del líder campesino Pedro Pablo Atusparia en Huaraz, la revolución de Túpac Amaru II, del “taita” Cáceres, Leinismo, de la República Popular China y del Maoísmo, etc. En aquellos tiempos el viaje desde el distrito de Catac hasta Chavín duraba cinco (5) horas aproximadamente, algunos campesinos chacchando sus cocas le escuchaban sin darle la debida importancia y otros se quedaron dormidos, mientras yo puse todo mi interés y le escuché atentamente hasta llegar a mi destino, este joven también fue apologista de Sendero Luminoso.
En el mes de julio de 1975 aprovechando las vacaciones del medio año viajé desde la ciudad de Huaraz con destino al distrito de Chavín de Huántar, me embarqué en el camión "Amanecer Andino" donde también viajaban 18 personas, en su mayoría campesinos de la zona del Callejón de Conchucos; en el distrito de Catac subió al vehículo como simple pasajero un joven de 25 años de edad, mestizo y de apariencia costeño; quien desde el momento que subió nos hablaba todo lo relacionado a la historia del Perú, sobre todo de los presidentes civiles y militares desde los primeros años de la República, hablaba de política, economía, de las clases sociales, de la revolución del líder campesino Pedro Pablo Atusparia en Huaraz, la revolución de Túpac Amaru II, del “taita” Cáceres, Leinismo, de la República Popular China y del Maoísmo, etc. En aquellos tiempos el viaje desde el distrito de Catac hasta Chavín duraba cinco (5) horas aproximadamente, algunos campesinos chacchando sus cocas le escuchaban sin darle la debida importancia y otros se quedaron dormidos, mientras yo puse todo mi interés y le escuché atentamente hasta llegar a mi destino, este joven también fue apologista de Sendero Luminoso.
En el me de noviembre de 1979 participé en
una reunión del Partido Comunista del Perú Sendero Luminoso.- Unos jóvenes que llegué a conocer en las canchas de
fútbol del Club Electro Perú, en una oportunidad me invitaron para participar en
una reunión nocturna para integrar un equipo
fútbol de Segunda División en Huaraz, a lo que acepté y fui a dicha
reunión; me dirigí a la Avenida Centenario a cuadra y media, pasando el local
de la Universidad Santiago Antunez de Mayolo, dirección sur a norte; cuando
llegué a la dirección que me habían indicado, específicamente en la puerta
logré ver a jóvenes con atuendos campesinos “sombrero y poncho” que controlaban
el ingreso y salida, me dejaron ingresar, luego me condujeron al segundo piso,
el local era una casona de construcción antigua de adobe y con techo de teja;
en el salón se encontraban hombres en su mayoría adultos, algunos jóvenes y
adolescentes; entre la gente que se encontraba divisé por todo lado al amigo que me había invitado y no lo hallé, en esas circunstancia al sentirme extraño quise retirarme, pero alguien me dijo “no te
retires muchacho que ya viene el expositor”, entonces sin decir nada volví a
sentarme y tal es así que siendo las nueve de la noche aproximadamente salieron
al frente tres personas y no tenían atuendo campesino, quienes se presentaron
dando sus saludos a los presentes uno de ellos rápidamente comenzó hablar de los
problemas políticos del Perú, así mismo de los problemas sociales, económicas y
culturales; grande fue la sorpresa que
recibí al ver que nadie hablada de fútbol, así un poco decepcionado por este inconveniente continué escuchando los
discursos, claro que me interesó escuchar temas relacionado a problemas
sociales, económicos y culturales; en esas circunstancias siendo las once de la
noche aproximadamente ingresó al local un viejito vestido completamente con atuendos
de campesino (ojotas, poncho, sombrero y con barba larga) solamente unos pocos
le aplaudieron y le saludaron, quien en seguida rápidamente se puso al frente y
comenzó a dar su discurso relacionado a temas específicamente del
marxismo-leninismo y maoísmo, al escucharla la gente se quedó sorprendido,
porque este supuesto viejito obviamente era un filósofo y poeta, realmente era
un líder preparado y de hecho convencía a cualquiera y daba ganas de
escucharle toda la noche, entonces yo en mi inocencia me preguntaba “como un
campesino tan andrajoso puede expresarse tan elocuentemente y además ser tan
convincente”, cavilando en todo esto permanecí hasta el final de la reunión que
culminó siendo las 01:30 horas aproximadamente. Pasaron los años y analizando los hechos me di cuenta que este supuesto viejito habría sido un hombre adulto,
disfrazado para esa ocasión, pienso que los líderes que participaron en dicha reunión habrían estado disfrazados, quien sabe también el amigo
que me invitó tal vez de esa manera pasaría por desapercibido, en fin cuando se
terminó la reunión todos raudamente nos retiramos y nunca más volví a
participar en este tipo de reuniones.
El Partido Comunista del Perú Sendero Luminoso, diez años antes de iniciar la lucha armada, trabajó políticamente en forma abierta y subrepticia haciendo apología y propaganda, al mismo tiempo reclutando y preparando activistas, propagandistas, oradores y organizadores. El peruano común y corriente poco conocía del accionar de este grupo subversivo, en la ciudad de Lima pensaban que todo esto era un asunto de serranos allá en la lejana Ayacucho. Justamente por esos años yo también me había olvidado de todo y recién en el año de 1982 cuando me encontraba como alumno de segundo año en la Escuela Técnica del Ejército al ver el cambio de colación de Oficiales, Técnicos y Suboficiales a la zona de Ayacucho y además al escuchar los relatos de sus experiencias de algunos Técnicos que retornaban de las Zona de Emergencia, mas con la organización de una guardia de reacción inmediata y el “bombardeo” de los medios de información de los acontecimientos y enfrentamientos en las zonas de Ayacucho y Huancavelica me di cuenta de la real dimensión de esta organización que años atrás había visto transitar a sus seguidores en la ciudad de Huaraz.
El Partido Comunista del Perú Sendero Luminoso, diez años antes de iniciar la lucha armada, trabajó políticamente en forma abierta y subrepticia haciendo apología y propaganda, al mismo tiempo reclutando y preparando activistas, propagandistas, oradores y organizadores. El peruano común y corriente poco conocía del accionar de este grupo subversivo, en la ciudad de Lima pensaban que todo esto era un asunto de serranos allá en la lejana Ayacucho. Justamente por esos años yo también me había olvidado de todo y recién en el año de 1982 cuando me encontraba como alumno de segundo año en la Escuela Técnica del Ejército al ver el cambio de colación de Oficiales, Técnicos y Suboficiales a la zona de Ayacucho y además al escuchar los relatos de sus experiencias de algunos Técnicos que retornaban de las Zona de Emergencia, mas con la organización de una guardia de reacción inmediata y el “bombardeo” de los medios de información de los acontecimientos y enfrentamientos en las zonas de Ayacucho y Huancavelica me di cuenta de la real dimensión de esta organización que años atrás había visto transitar a sus seguidores en la ciudad de Huaraz.
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