miércoles, 22 de noviembre de 2017
LAS CUATRO ETAPAS DE LA CAMPAÑA DE LA BREÑA REALIZADAS DURANTE LA GUERRA CON CHILE (1881-1884)
martes, 3 de octubre de 2017
DISTRITO DE YAUYA PROVINCIA CARLOS FITZCARRALD CONSTRUCCIÓN DE CARRETERA A SAN NICOLÁS (1997-1998)
Los trabajos se inició en el mes de marzo de 1997, trasladaron desde la guarnición del distrito de Caraz, diversos modelos de maquinarias de fabricación China, además un tractor mediano Catarpillar de fabricación norteamericana y un tractor Komatsu de fabricación brasileña.
lunes, 25 de septiembre de 2017
LA HISTORIA DE INFILTRADOS SENDERISTAS EN LAS FILAS DEL EJÉRCITO PERUANO (1982 - 2000)
Uno de los casos más divulgados fue el del sargento 1° EP conocido con el seudónimo “Cholo negro”, quien tras cumplir su Servicio Militar Obligatorio se reenganchó en el Ejército peruano con el grado de sargento 1°, ganándose la confianza del personal de Oficiales, Técnicos y suboficiales del Batallón Contrasubversivo “Mariscal Cáceres” N° 43 del distrito de Pampas, provincia de Tayacaja, departamento de Huancavelica. En esta Base Contrasubversivo el sargento infiltrado recibió el curso de operación de material de comunicaciones de alta frecuencia (HF) Thomson TRC 372 y cifrado y descifrado de mensajes enclavados, es decir tenía acceso a documentación “Estrictamente Secreto”.
En los años de 1980 y 1990, se dieron un sinnúmero de deserciones del personal de Tropa Servicio Militar Obligatorio, sobre todo durante el primer gobierno del doctor Alan García Pérez y durante el gobierno del régimen de Alberto Kenya Fujimori Fujimori y terminaron enrolados en el Partido Comunista de Perú Sendero Luminoso, como combatientes. Como es de conocimiento general en las zonas de la Selva los grupos subversivos aliados con los narcotraficantes, hasta la fecha mueven millones de dólares para la compra de adeptos, quienes a través del dinero captan al personal licenciado del Ejército, en su mayoría este personal luego de finalizar el Servicio Militar quedan como desocupados y abandonados por el Estado peruano.
viernes, 15 de septiembre de 2017
AVANCE PATRIOTA DESDE POMABAMBA A LA CIUDAD DE HUAMACHUCO CAMPAÑA DE LA BREÑA 26 DE JUNIO 1883
El jueves 28 de junio, en la madrugada, los secretarios del General Cáceres, acompañados del subprefecto de Pomabamba don Mariano Delgado, se adelantaron a Chullin, encontrando al coronel Recavarren que había marchado sin contratiempos. Ordenaron entonces la preparación del rancho para el ejército del Centro y del Norte, que entró en ese pueblo a las 08:00 horas. El descanso fue muy breve, pues a las 10:00 horas se prosiguió la marcha, hacía Mitobamba, fundo situado en la rivera opuesta del riachuelo que corre bajo Chullín, propiedad de la familia Sifuentes. Al abandonar Chullin, el General ordenó fusilamiento de un desertor. Hubo grata atención en Mitobamba, hecho que el General Cáceres recordaría por su singularidad: "Yo, mis ayudantes y los jefes que me acompañaban, fuimos agasajados con un suculento almuerzo, el primero y último que tomé en el largo trayecto de Yungay a Huamachuco. Sus propietarios, el señor y la señora Sifuentes, esmeraron sus atenciones para con nosotros, y luego partimos, muy agradecidos, en pos de las tropas". En este mismo lugar Cáceres ordenó al subprefecto Delgado que le solicitó en vano seguir con el ejército, regresar a Pomabamba con la misión de observar los movimientos que pudiese efectuar el enemigo por esa zona y apresar a los desertores Marticorena y Patrón. A todo esto, el coronel Recavarren siempre en vanguardia con el destacamento del Norte, se hallaba ya camino con destino a Urcón. Siendo las 15:00 horas del mismo 28 de junio el ejército del Centro ingresó en Andaymayo; hacienda de los Cisneros, adeptos al traidor de Cajamarca Miguel Iglesias Pino, donde el General Cáceres y sus tropas fueron tratados con total indiferencia y de manera miserable, a pesar de estos inconvenientes, Cáceres decidió pasar allí la noche, pues hasta la lejana localidad de Urcón no había otro sitio adecuado para descanso de las tropas. Inexplicablemente, en Andaymayo Cáceres recibió una nota firmada por el coronel Recavarren, donde se recomendaba no perjudicar a la hacienda, tan absurda solicitud, apuntó Pedro Manuel Rodriguez.
El día viernes 29 de junio, siendo las 08:00 horas, se emprendió la marcha con destino a Urcón. Desgraciadamente 70 mulas quedaron completamente aniquiladas por el cansancio y hambre no pudieron ya ponerse en pie, razón por la que hubo de dejarse en Andaymayo, en este lugar bajo recibo quedó todo el archivo de Cáceres, algunos de sus instrumentos personales y varias cargas de municiones. Queda demostrado que en la zonas del Norte entre Ancash y parte del departamento de la Libertad el grueso poblacional y los hacendados se mostraron totalmente indiferentes con la causa nacional, no hubo apoyo con animales de carga para transporte de municiones y piezas de artillería, nadie se presentó como voluntario a las filas de los patriotas, esa es la lógica consecuencia de la indiferencia mostrada por los hacendados de esa zona de los Conchucos que en su mayoría ya se habían plegado a las causas de derrotismo del traidor Miguel Iglesias Pino. Siendo las 17:00 horas de ese 29 de junio, el ejército del Centro llegó a Urcón, hacienda de los Therry, que se hallaba ausente. Allí se encontró al destacamento del Norte al mando del coronel Recavarren, cuyas patrullas de exploradores se movían más allá de Pallasca, procurando informarse del movimiento del enemigo. Fue realmente inconcebible la forma en que el mayordomo de los Therry, fiel adepto del traidor Miguel Iglesias Pino, trató como enemigo a las fuerzas patriotas; resulta increíble que Cáceres, no obstante ser tratado como enemigo, se inhibiese de proceder con rigor, como lo exigían las circunstancias de guerra. Como es de conocimiento general en su “Proclama de Montán” del 31 de agosto de 1882, el General Miguel Iglesias Pino había aceptado la cesión territorial de Tarapacá, Taca y Arica y otras exigencias chilenas; mientras se producía la heroica resistencia patriótica, las predicas de "paz" del traidor de Cajamarca había calado hondamente en los terratenientes serranos y la clase dominante en crisis de identidad y patriotismo en todo el Perú. En diciembre de 1882 el general Miguel Iglesias convocó la Asamblea Constituyente de Cajamarca y con el apoyo de la clase dominante se hizo proclamar “Presidente Regenerador del Perú”. Por los motivos expuestos en Urcón los pobladores se negaron a brindar apoyo a las tropas del ejército del Centro, el mismo General Cáceres fue tratado en términos irrespetuosos.
El día sábado 30 de junio, durante la Tercera Etapa de la Campaña de la Breña, los exploradores patriotas llegaron a este bello distrito y retornaron donde el General Cáceres con la información de que las tropas chilenas al mando del coronel Alejandro Gorostiaga había entrado al distrito de Pallasca, tras doblegar a la resistencia guerrillera, cometiendo en venganza crímenes inauditos: "Las fuerzas chilenas saquearon las casas, incendiaron algunas, asesinaron a muchos vecinos, entre ellos dos niñas, y se llevaron preso a otros". El General Cáceres, sitió mucho por aquella población patriota que había sido arrasada a sangre y fuego, pero se felicitó de que al fin resurgiera valerosa la resistencia guerrillera. Ambas circunstancias exigían su pronta marcha sobre el enemigo, y a fin de acortar la distancia que lo separaba de él, proyectó entonces el avance por la cordillera, hacia Conchucos. A las 07:00 horas de 30 de junio la hueste patriota dejó Urcón y tomó la difícil ruta de alturas que llevaba al distrito de Conchucos.
viernes, 1 de septiembre de 2017
SEÑORA ANTONIA MORENO LEYVA CAMPAÑA DE LA BREÑA (1881 - 1883)
viernes, 25 de agosto de 2017
DESPLAZAMIENTO DEL EJÉRCITO PERUANO DESDE YUNGAY A POMABAMBA CAMPAÑA DE LA BREÑA JUNIO DE 1883
El día jueves 21 de junio, en la mañana, en el distrito de Yungay, el Ejército procedente de Tarma al mando de Cáceres con 2240 hombres, en su mayoría con experiencia de combate, armados con fusiles muy anticuados; y el Ejército del Norte al mando del coronel Isaac Recavarren con 830 hombres en base a la tropa ancashina, sin experiencia de combate, pésimamente mal armados, en su mayoría conformado por campesinos analfabetos, mal entrenados, con sus vestimentas de bayeta y ojotas, armados con rejones, lanzas y machetes. Unidos forman un ejercito de 3070 hombres de las tres armas. Libres de la persecución chilena por los tres frentes, iniciaron el desplazamiento por un camino empinado y pedregoso con destino a la quebrada de LLanganuco, ubicado a 25 kilómetros de distancia. Este hermoso escenario natural se encuentra en un estrecho valle glaciar, entre los Nevados Huascarán (6768 metros de altura) y Huandoy (pico sur 6,160 metros de altura). La hermosa quebrada de LLanganuco, se encuentra a 4600 metros de altura sobre nivel del mar y comprende dos lagunas: Chinancocha (laguna hembra) y Orcococha (laguna macho). Durante el desplazamiento del ejército patriota desde el distrito de Yungay el mayor obstáculo fue el terreno empinado, montuoso y muy pedregoso, sobre todo entre los sectores del caserío de Huashao, donde los aguerridos combatientes de la Breña no se doblegaron, se desplazaron con la moral al tope para pasar el temido sector conocido como la "Calzada de Barbacoas". El General Cáceres abandonó el distrito de Yungay después de cuatro horas, pero tomó rápidamente la delantera gracias a la agilidad y fuerza de su caballo "elegante" y ordenó descanso a sus Tropas en el caserío denominado Antuco, al pie del imponente masa de hielo de la Cordillera Blanca, al respecto escribió el combatiente huamachuquino don Abelardo Gamarra lo siguiente: "El nevado Huascaran permanece cubierto de su eterno manto de nieve secular y de aspecto salvaje, lúgubre y sombrío, con oscuros grupos graníticos, que se elevan cortados a pico en medio de estos desolados páramos".
Al reanudarse el desplazamiento ingresaron en un estrecho valle glaciar, un estrecho desfiladero trabajado sobre inmensas rocas cortadas casi a pico, que conducía a la cabecera de las hermosas lagunas de LLanganuco, teniendo a la izquierda los nevados de Huandoy y a la derecha los nevados de Huascarán. Luego continuaron el recorrido por el estrecho sendero bordeado las lagunas, siguiendo una senda estrecha abierta en las rocas, camino abierto por la fuerza del hombre en base a puntales de barreno de acero, y que tiene a un lado las peñas y al otro las profundas lagunas. Pese a las grandes dificultades en el camino tan estrecho, los combatientes lograron pasar con éxito la artillería y el ganado. Aquella tarde el General Cáceres quedó en la retaguardia en previsión de que el personal enemigo, por lo menos sus exploradores, los hubiesen seguido. Allí permaneció el General toda la noche, soportando los rigores del frío y de hambre: Relacionado a este desplazamiento en sus memorias el General dijo lo siguiente: "Yo con mi escolta pernocté en el lado occidental para atender a las emergencias que pudieran sobrevenir. Pasamos la noche sin comer, por carecer de víveres, los cuales no pudieron ser adquiridos con la debida anticipación por carecer de fondos para ello". El personal de Tropa con sus respectivos Oficiales habían acampado en la parte oriental, en la cabecera de las lagunas, tampoco probaron alimentos. Cuando todas las fuerzas patriotas ocuparon la cabecera de la laguna de Llanganuco denominado (orco cocha) laguna macho, en la tarde del 21 también dinamitaron el camino estrecho abierto entre las rocas en las inmediaciones de la laguna, de esta manera dejó aislado a las fuerzas del coronel Arriagada que ya se encontraba en el distrito de Carhuaz, donde recibió la falsa información de que las fuerzas al mando del General Cáceres contramarchaban hacía el Sur y como consecuencia abandonó la persecución. Las fuerzas de Arriagada, engañados, desorientados y desmoralizados retornaron a Huaraz, donde descansaron algunos días, luego retornaron hacía el centro del Perú.
El día viernes 22 de junio de 1883, siendo las 13:00 horas, el Ejército del Centro pasó desde el Callejón de Huaylas con destino al Callejón de los Conchucos, en esos momentos difíciles para la patria no hubo tregua en la marcha y se prosiguió hacia la hacienda Tingo de la familia Calonge, pasando frente a los cerros Omocucho y Santa Isabel para plantar campamento una legua antes de esta hacienda, a punto de caer la noche. El General Cáceres, que marchaba a la retaguardia y por la izquierda, llegó al campamento siendo las 21:00 horas, y tras un breve descanso continuo hacia Tingo, aprovechando la luz de la luna, entrando en ese pueblo cercana a la medianoche.
El día sábado 23 de junio, en horas de la madrugada, en circunstancias que las tropas ingresaban en la hacienda Tingo, se le presentó al General Cáceres un joven patriota procedente de la provincia de Huari, apellidado López, portador de un paquete de comunicaciones que con sus guerrilleros había logrado decomisar diversos sobres con los correos del Coronel chileno Marco Aurelio Arriagada que procedían de la ciudad de Huaraz; por las informaciones obtenidas a través de estos mensajes decomisados, se confirmó de que el plan chileno fue encerrar a las Tropas peruanas por tres frentes en el distrito de Yungay en el callejón de Huaylas. En recompensa por sus servicios prestados López fue nombrado Comandante Militar de la provincia de Huari. Tras consumir un reconfortante rancho en la hacienda de Tinco, siendo las 08:00 horas, se reanudó la marcha hacia el distrito de LLumpa por la quebrada llamada "Demanda". Pernoctaron en la hacienda de la familia Roca, cercana a este pueblo, donde fueron bien atendidos; pero la Tropa tuvo que permanecer en pie al desatarse un persistente aguacero.
El día domingo 24 de junio, siendo las 08:00 horas, el General Cáceres y sus ayudantes se adelantaron al caserío de Seccha, hacienda ubicada sobre los 2400 metros sobre el nivel del mar, donde residían la familia del hacendado Roca, quienes brindaron cordial acogida al General. Allí se esperó al grueso del Ejército, que entró poco después sin haber sufrido contratiempo. Esa noche siendo las 23:00 horas, llegó a Seccha el piquete de caballería comandado por los coroneles Alcázar, y la Puente quedó en el distrito de Llumpa en misión de observación y/o vigía. Dichos jefes trasmitieron la alarmante noticia de que el enemigo había llegado a la hacienda Tingo. El General Cáceres dudó del informe y al recabar detalles, los mayores Zavala y Urbina dejaron en claro que solo se había visto a unos 100 hombres con poncho, unos montados y otros a pie, que por hallarse bastante lejanos no se pudo precisar si se trataba de chilenos aliados con partidarios del traidor Miguel Iglesias Pino o simplemente paisanos de la zona. De cualquier forma, no se podían correr riesgos y de inmediato el General Cáceres dio orden al coronel Borgoño de contramarchar con el batallón Zepita hasta situarse en las alturas de Cruz Jirca, como avanzada, en tanto que el batallón Tarapacá, al mando del coronel Espinoza, saldría a tomar posiciones en la orilla opuesta del río Seccha, como segunda línea de resistencia, mientras el resto del ejército se trasladaba a Acobamba. Además el coronel Leoncio Prado Gutierrez bajaría hasta Llumpa, para averiguar lo que hubiera de cierto y proteger el traslado del parque que veía bastante retrasado.
El día lunes 25 de junio, siendo las 09:00 horas, en Acobamba, luego de comprobarse que la alarma había sido infundada, pues los presuntos enemigos no eran otros que pacíficos lugareños que, en número de ciento, iban del distrito de Yanama a la hacienda Tingo, con el objeto de recoger las municiones dejadas en la cordillera y que el General Cáceres recomendó fueran a buscarlos; las huestes patriotas pasaron la noche en este lugar para recuperar energías.
El día martes 26 de junio, siendo las 06:00 horas, las fuerzas patriotas dejaron Acobamba; cruzaron el río, tras dos horas de tranquila marcha llegaron al distrito de Pomabamba capital de la provincia del mismo nombre. En este distrito fueron recibidos por el subprefecto Mariano Delgado, quien sobreponiéndose a la pobreza y todas las limitaciones económicas mandó preparar rancho para el personal de Tropa, cuyo campamento se plantó en la plaza, soportando por la tarde una lluvia intensa. Un día duró allí el descanso, y hubo oportunidad para que el secretario Daniel de los Heros, emocionado por la extrema pobreza de Pomabamba, filosofara sobre la realidad y el destino del país: "Esta población bastante miserable, revela el estado de atraso en que se encuentran generalmente los pueblos del interior y la necesidad de que los poderes del Estado se ocupen seriamente de su mejora, principiando por el fomento de la instrucción primaria que tanto se ha descuidado, a pesar de las inmensas riquezas de que se ha dispuesto y las instituciones liberales que nos rigen, desde la época de la independencia. Es necesario que todos comprendan, que sin instrucción primaria no hay república, ni adelanto posible, y si después de los desastres que hemos sufrido no se pone particular interés en que se fomente la instrucción popular por toda clase de medios y haciendo clase de sacrificios, el Perú no se levantará de la postración en que se encuentra, y más tarde, quizá experimentares mayores males". Dichas reflexiones, increíblemente, mantienen total vigencia en el Perú de nuestros días, a 134 años de la Campaña de la Breña.
En Pomabamba, el General Cáceres nada supo sobre el movimiento de las fuerzas del ejercito chileno al mando del coronel Marco Aurelio Arriagada, pero por las comunicaciones interceptadas al enemigo era posible creer que desde la ciudad de Huaraz se retiraba hacía el Sur, como sucedió en efecto. Y del coronel Alejandro Gorostiaga se supo que a su vez contramarchaba al Norte, convirtiéndose de perseguidor en perseguido. Así, pues, la retirada de las huestes patriotas había concluido, porque burlando al enemigo, el General Cáceres se hallaba nuevamente en posición de ataque.
viernes, 4 de agosto de 2017
LA HISTORIA DEL PATRULLAJE CONTRASUBVERSIVO EN ALTO SAPOSOA HUALLAGA SAN MARTIN OCTUBRE 1994
En el lado Sur del distrito de Agua Blanca, existe un cerro muy alto, en este lugar existe una mina de sal que los pobladores de las diferentes zonas la explotan para su consumo, en ese sector hay trochas muy antiguas por donde también transitan los combatientes del Partido Comunista del Perú Sendero Luminoso; por ende, las patrullas siempre se movilizaron hacia el sector en mención en un terreno empinado y muy difícil de transitar. En la segunda semana del mes de octubre del año 1994, realicé el último patrullaje en dicha zona, en esta oportunidad las informaciones de inteligencia relacionado a la presencia de las columnas subversivas del Partido Comunista del Perú Sendero Luminoso en estas alturas parecieron certeras. En este patrullaje nos acompañaron cinco civiles del pueblo que eran ronderos, ellos transportaron a la espalda las municiones y granadas de reserva, provisiones y otros. En aquel patrullaje me desplacé como hombre en punta, 100 metros adelante de los grupos de asalto, seguido de cerca de 10 metros de distancia por un sargento 2do; en la inmensa subida con pequeñas entradas y salidas dentro de una densa vegetación, caminé tenso, a pesar de mi fortaleza física mis piernas ya no daban más, me cansé, sin embargo, superando todos los inconvenientes cumplí la misión, en estas situaciones el combatiente siempre está al borde de la muerte, el soldado que avanza está en total desventaja, pues el adversario que está a la defensiva siempre está en cubierta y abrigo y observa todo sin ser visto; ergo, ubicado en un lugar muy estratégico con amplio campo de vista en su condición de francotiradores en estas situaciones no fallan y te eliminan en cuestión de segundos, también uno está expuesto a los encuentros inopinados, en este tipo de desplazamientos el primero en morir es el hombre en punta, ese es el riesgo de ser hombre en punta en terrenos de la Selva, pero gracias a Dios todos llegamos a la cumbre más alta de esta cadena de montañas sin novedad. Siendo las 14:30 horas todos ocupamos una loma debajo de unos árboles de gran tamaño donde procedimos a descansar, mientras el personal de ronderos cada uno con sus respectivas escopetas salieron a casar unos aves de color negro con cresta y pico rojo parecido a un pavo, creo que se lama paujil, habían casado cuatro aves, estos ronderos acostumbrados a la vida en el monte rápidamente lo pelaron y lo prepararon a la brasa, con esa carne en total 47 hombres de la patrulla nos alimentamos aquella tarde.
La tarde era muy agradable y soleado por lo que decidimos pasar la noche en la cima de este cerro, el más alto de esta cadena de montañas, cubierto de una densa vegetación de inmensos arboles; en este lugar tendimos ramas y lo cubrimos con plásticos, ahí nos acostamos tapados también con plásticos que nos servían como si fueran ponchos de jebe, en esa circunstancias siendo las 01:00 horas, nos sorprendió una lluvia torrencial e imparable, era como un diluvio, nada nos protegía, en esos momentos todos nos pusimos de pie con el uniforme mojado, cinco minutos permanecimos acomodando las mochilas y cubriendo el cañón del fusil con bolsas de plástico para protegerlo del agua, luego decidimos bajar por esa trocha angosta al borde de inmensos y profundos acantilados, la oscuridad era total, nuestro destino fue el distrito de Pasarraya del Alto Saposoa. Siempre nos dicen que en las noches para no delatar de nuestra presencia no deberíamos prender nada de luces, pero durante esa marcha todos rompimos esas normas que muchas veces salen del escritorio de tácticos mediocres, si no es por las luces de la linterna de mano aquella madrugada muchos hubieran terminado en esos abismos de más de mil metros de profundidad, los restos de los caídos difícilmente lo hubieran rescatado. Tapamos nuestras espaldas y las mochila con los plásticos que nos servía como si fuera poncho de jebe y continuamos bajando con intervalos de hombre a hombre a una distancia de medio metro, en este tipo de patrullajes, el soldado siempre debe pensar en su fusil, pues sin ella no es nada; siempre protegiendo el fusil así como dice el instructor Gamboa en la película "Ciudad y los Perros" el arma nunca debe caer al suelo, es preferible romperse la cara antes que soltar el fusil, para el soldado el arma es tan importante como sus huevos, ¿usted cuida mucho sus huevos soldado?"; con las palabras del instructor Gamboa que alguna vez habíamos escuchado en la mencionada película, con las mismas frases casi al pie de la letra le inculcamos y advertimos a la tropa para el cuidado del armamento durante la marcha con el correaje del fusil bien asegurado y con el cañón hacia abajo para proteger de la intensa lluvia, en una trocha sinuoso y muy resbaladiza, donde también corría mucha agua, rodaban piedras, se nos presentaba también inmensos árboles caídos que sobre estos teníamos que pasar como si fueran obstáculos de pistas de combate, para estos tipos de desplazamiento no contamos con pochos de jede ni bolsón de primeros auxilios para cualquier accidente.
Siendo las 06:00 horas, en la bajada llegamos a una chacra con plantaciones de piña, ahí algunos nos sentamos y comimos piña verde que luego nos originó sangrado en la lengua, pero el hambre no era para poca cosa. En la bajada continuamos la marcha, siendo las 07:45 horas, llegamos al lado Este del distrito de Pasarraya, las montañas circundantes de este hermoso valle amanecieron cubiertos por una densa neblina que permaneció a largo de la mañana abrazado con la densa vegetación, a los lejos también se sentía el rugir amenazante del caudaloso y turbulento río Saposoa que nos separaba con el distrito en mención. En medio de la densa vegetación hallamos dos casas con techos de hojas de plátanos y lo ocupamos, era un hermoso lugar, el inmueble habría sido de presuntos narcotraficantes, quienes ante la proximidad de la patrulla del ejército escaparon dejando montón de hojas de coca que estaba en proceso de secado, tres sacos de arroz de buena calidad y 15 gallos de pelea en sus corrales, aquella maña los animales nos sirvieron de sustento para saciar el hambre, todos los gallos terminaron en las ollas, desde este lugar los cinco ronderos retornaron al distrito de Agua Blanca, pues ya habían cumplido su misión.
martes, 1 de agosto de 2017
LLEGADA DEL EJÉRCITO CHILENO A LA PUNA TORRES DISTRITO DE HUALLANCA BOLOGNESI 15 DE JUNIO DE 1883
El día viernes 15 de junio de 1883, mi abuelo tenía la edad de 8 años, quien junto con sus familiares, entre ellos mi bisabuelo don Gaspar Ramírez Cotrina y mi abuela doña Sebastiana Cadillo y otros, todos ellos muy asustados, desde el cerro Ucrucanchapunta en una tarde soleada habían presenciado cuando las tropas chilenas ocuparon la hacienda ganadera de la puna Torres de la propiedad de don Genaro Llanos.
Durante la tercera etapa de la Campaña de la Breña, el día viernes 15 de junio de 1883, siendo las 17:00 horas, procedente del distrito de Huallanca, Huánuco, las fuerzas chilenas de 3200 hombres de las tres armas, es decir la infantería, caballería y la artillería, bajo el comando del coronel Marco Aurelio Arriagada Palacios, ocuparon la puna Torres. Las fuerzas chilenas llegaron a esta hacienda guiado por grupos de traidores peruanos entre ellos el coronel huancayino Luis Milón Duarte. Casi a la misma hora el General Cáceres al mando del Ejército del Centro hacía su ingreso triunfal a la ciudad de Huaraz, capital de Ancash.
En la noche del 15 de junio, los principales mandos de las fuerzas chilenas instalados en la casa hacienda ganadera de la puna Torres deliberan sobre las rutas a seguir con destino a Huaraz, los mandos decidieron dividir sus fuerzas en dos, porque temían que el General Cáceres en hábil maniobra podría contramarchar hacia el Centro del Perú; ergo, para evitar cualquier sorpresa del "brujo" de los andes el tercio de su ejército de 1200 hombres de las tres fuerzas se desplazaría con destino al distrito de Chavín de Huántar, guiados por militares y civiles peruanos adeptos al traidor de Cajamarca Miguel Iglesias Pino, hay que tener en cuenta que en esta etapa de la guerra los chilenos ya contaban entre sus filas con el apoyo incondicional de muchos traidores; fuerzas chilenas apoyados por oficiales y tropas peruanas formaron el ejército que denominaron "El Ejército Pacificador del Perú".
El día sábado 16 de junio antes de las 08:00 horas, el tercio del ejército chileno de 1200 hombres de las tres fuerzas al mando del Coronel Juan León García, se desplazó por las rutas de la puna Mashra, Huanquin y el caserío de Qunin con destino al distrito de Chavín de Huántar, provincia de Huari; en la misma hora el grueso del Ejército de 2000 hombres de las tres fuerzas al mando del Coronel Marco Aurelio Arriagada Palacios se desplazó por la subida de Yanashallas, cordillera de Huarapasca, Puncu, zona de Pastoruri; después de penosa marcha de 12 horas ocuparon la hacienda Pumapampa dentro del ámbito territorial del distrito de Cátac, lugar donde descansaron y esperaron a las tropas rezagadas que terminaron de llegar recién en las horas de madruga del día 17.
El día domingo 17 de junio, siendo las 08:00 horas, el coronel Juan León García movió sus fuerzas desde el caserío de Qunin hasta el distrito de Chavín de Huántar; a la misma hora el coronel Marco Aurelio Arriaga Palacios movió a sus fuerzas desde la hacienda Pumapampa del sector de Pasto Ruri con destino al distrito de Ticapampa lugar donde ocuparon la hacienda de los judíos.
El día lunes 18 de junio en penosa marcha las fuerzas del coronel Juan León García se desplazan desde el distrito de Chavín de Huántar con destino a la ciudad de Huaraz, por las rutas del caserío de Chuna, caserío de Lanchan, caserío de Chichucancha, suben por la ruta de la puna Shongo, cruzan la cordillera, paso de Yanashallash a 4,750 m.a.s.n.m y bajaron por la puna Arhuaycancha, por el caserío de Huaripampa para ocupar la hacienda del francés Dupon en el caserío de Canray Chico, lugar donde recibieron abundante rancho.
El martes 19 de junio en horas de la mañana, las poderosas fuerzas chilenas se mueven simultáneamente, las fuerzas del coronel Arriaga desde Ticapampa y las fuerzas de León desde Canray Chico, antes del medio día ambas fuerzas se unen en el distrito de Olleros y continuaron la marcha a la ciudad de Huaraz, capital del departamento de Ancash. Cuando las fuerzas chilenas se juntaban en el distrito de Olleros casi a la misma hora las fuerzas patriotas del Centro al mando de Cáceres hacían su ingreso al distrito de Yungay.
En el año 1966 mi abuelo Eliceo Ramírez tenía 90 años, recuerdo que tenía tez blanca y de mediana estatura, como hombre andino se encontraba en lucidez total, quien me narró lo siguiente: Dijo, "Hijo, en la tarde del 15 de junio de 1883, las tropas del Ejército chileno llegaron a la puna Torres persiguiendo al General Cáceres que se había escapado desde la ciudad de Tarma, Junín, con destino al Norte. Allí en la pampa que lo tenemos a la vista las tropas invasoras ocuparon los corrales, donde todos pasaron la noche a la intemperie, sus jefes ocuparon la casa hacienda, toda la noche cocinaron los productos que habían traído desde el distrito de Huallanca. Ellos robaban los animales, asaltaban, incendiaban las chozas, por eso nosotros anticipadamente nos escapamos desde la puna Pukaraju y permanecimos escondimos en las partes altas como éste y también escondimos todo los animales en lugares estratégicos. Además me dijo, que cuando pasaron algunos años su papa (mi bisabuelo) le había contado que algunas familias conocidas de los distrito de Agua Miro y Huallanca se habían unido a las tropa del enemigo, algunos de manera voluntaria y otros a la fuerza, presionados con amenaza de fusilamiento, ellos sirvieron como cargueros, informantes y guías de los chilenos", así concluyó su histórica narración en la tarde del 15 de junio de 1966. También me narró que en las pampas de la puna Torres y en la subida de Yanashallas, como consecuencia del intenso frío del mes de junio, perdieron la vida 15 soldados invasores y también algunos caballos que fueron abandonados por las tropas chilenas con su montura y todo, los mismos que fueron enterrados por mi bisabuelo don Gaspar Ramírez Cotrina y demás familiares.
En los años de 1960 los cerros que se ven al frente aun mantenían el nevado sobre todo en las partes superiores, ahora como se ve en la imagen todo la blancura de la nieve ha desaparecido, todo es negro; en las partes altas del cerro Ucrucancha el agua ha desparecido por completo. Por la proliferación de la gran minería irresponsable en complicidad con los gobernantes traidores todo el ecosistema se ha contaminado, como consecuencia en los ríos de la puna Torres ha desaparecido las truchas y la laguna Contaicocha se ha convertido en botadero de basura de la Empresa Minera "Santa Luisa" Huanzala. También han desaparecido las ranas, cóndores, perdices y las viscachas, la gran ganadería que existió en estas punas, principalmente de la familia Llanos, que yo vi con mis propios ojos ya no existe.
Hoy 15 de junio del 2017 al cumplirse los 134 años de la llegada de las tropas chilenas de 3200 hombres a la Puna Torres, que pertenece a Huallanca, he puesto mis pies nuevamente en el mismo lugar del Cerro Ucrucanchapunta, he permanecido parado en el mismo punto donde permanecí parado en el año de 1966, en aquella oportunidad permanecí parado al lado de mi abuelo don Eliceo Ramírez Cadillo, quien ya está descansando en paz; el punto de la referencia sigue siendo el mismo, el infaltable ichu de la puna en nada ha cambiado. Desde este cerro hay amplio campo de vista que domina a las pampas de la puna Torres y la subida de Yanashallash que está más al fondo, este cerro Ucrucanchapunta está sobre los 4600 metros de altura sobre el nivel del mar.