martes, 25 de febrero de 2020

COMBATE DE CHILIA PATAZ LA LIBERTAD PERÚ 1992

En la última Guerra Interna (1980 – 2000), el personal del Ejército ha sostenido grandes combates contra los grupos subversivos del Partido Comunista del Perú Sendero (PCP-SL) y el Movimiento Revolucionario Túpac Amaru, uno de los tantos se llevó a cabo el 26 de febrero de 1992 en el distrito de Chilia "perla escondida de los andes", provincia de Pataz, departamento de la Libertad.

Gobernaba el Perú el Ingeniero Alberto Kenya Fujimori. Desde el año 1988, en los andes del departamento de La Libertad, los combatientes del Partido Comunista Peruano Sendero Luminoso comenzaron sus acciones con mucha fuerza convirtiendo estas zonas del Norte como Ayacucho de los años 1980; ergo, el Comando del Ejército ordenó cambio de colocación extraordinario para el personal de Oficiales, Técnicos y Suboficiales de todas las armas. Por los motivos expuestos con memorándum  N° 170 - CP - JAPE.F del 01 de julio 1992, me cambiaron de colocación del Batallón de Infantería "Iquique" N° 31 del distrito de Lobitos, Talara, al Batallón Contrasubversivo N° 323 acantonado en el distrito de Huamachuco, provincia José Faustino Sánchez Carrión. En la primera semana del mes de julio, un grupo de oficiales y suboficiales por primera vez llegamos a un batallón contrasubversivo, nos recibió el comandante San Roman jefe del batallón, quien en su breve exposición nos habló de patrullajes, emboscadas y de las bases contrasubversivas instalados en los diferentes distritos de la provincia de Pataz. Desde el primer momento de mi incorporación a este batallón comencé ver mucho movimiento de personal, algunas patrullas de combate salían y otros retornaban después de patrullar una semana en las altas punas de Angasmarca, Quesquenda, Qushuro, Sarin, Sanagoran, Convento y otros; en su mayoría retornaban en horas de la madrugada golpeados por la marcha en caminos abruptos y sinuosos del ande. En aquellos días curioseando me acercaba al personal de las patrullas que permanecían formados en el patio de armas para la revista de sus fusiles y equipos, algunos combatientes presentaban semblante de cansancio y hambre, ante mis preguntas en su mayoría me decían: "Normalmente patrullamos en las altas punas bajo implacable frió, caminamos en las montañas entre los roquedales y en los extensos humedales bajo lluvia, para descansar a veces se pernocta en las chozas de los humildes campesinos, quienes también nos proporcionan comida"

El Fuerte "Mayor Santiago Zavala" que ocupa el Batallón Contrasubversivo N° 323, se encuentra ubicado en el sector denominado "La Cuchilla" en el lado Este del distrito de Huamachuco, en un extremo de la Llanura de Purrumpampa que está ubicado entre el cerro Toro, cerro Cuyulga y el cerro Sazón; recuerdo que en el patio de armas de este Batallón siempre amanecían los fusiles FAL en pabellones, las fornituras y las mochilas de las diferentes patrullas que llegaban; luego para ser revistados por el personal técnico de la Unidad.

El mes de julio del verano serrano en Huamachuco, los días transcurría con mucho movimiento; algunas patrullas de combate salían, otros regresaban. En aquellos días comencé a escuchar muchos comentarios relacionado al exitoso combate ocurrido en el distrito de Chilia, entre el personal de las patrullas del Ejército y personal de la DINOES de la policía Nocional del Perú contra los combatientes de Partido Comunista del Perú Sendero Luminoso, es ahí que comencé a indagar entre el personal de Tropa Servicio Militar Obligatorio que había participado en dicho enfrentamiento y obtuve la siguiente información del sargento 2do EP Julio Aponte Rebaza, quién me narró lo siguiente: "En la Base Contrasubversivo de Marsa, desde la primera semana del mes de enero de 1992, mes de constantes lluvias y nevadas en las zonas de la Sierra, el servicio de inteligencia nos alertó relacionado al desplazamiento de 150 combatientes de la fuerza principal del Partido Comunista del Perú Sendero Luminoso, en su mayoría constituido por campesinos cocaleros de la Sierra y Selva, procedente del departamento de San Martín. El 24 de febrero en horas de la madrugada el personal subversivo había llegado al distrito de Chilia; aprovechando las fiestas por los carnavales, pretendieron pasar desapercibidos confundidos con la población, se habían instalado en un colegio y comenzaron a descansar, mientras sus mandos elaboraban planes para atacar al personal militar de la Base Contrasubversiva de la mina Marsa y al personal de la DINOES de la Policía Nacional del Perú que también custodiaba a la mina aurífera de la empresa minera; por ende, ante tantos rumores y habladurías de los civiles de la zona por si acaso se organizan dos patrullas, una del Ejército y la otra con el personal de la Policía Nacional del Perú. En horas de la mañana del 26 de febrero una patrulla del Ejército con 31 hombres y la patrulla de la Policía Nacional de Perú también con 31 hombres, en total 62 hombres, la patrulla de apoyo que solicitamos a la Base Contrasubversiva del distrito de Tayabamba no llegó. Tomando todas las medidas de seguridad, en silencio nos desplazamos con destino al distrito de Chilia, en el camino un civil nos informó que los subversivos se encontraban cómodamente instalados en el colegio, los hombres de la vanguardia vestidos con prendas civiles de la zona, emponchados y con sombrero, conformado por soldados y policías, sorprendieron a los vigías subversivos, es ahí que los jefes de las patrullas decidieron atacar por diferentes frentes, donde combatimos hasta que la oscuridad nos cubrió por completo, le causamos 68 muertos a los Senderistas y aprovechando la oscuridad muchos escaparon completamente heridos, en la mochila de la mayoría de los fallecidos se encontró dólares y coca". Así fue la declaración testimonial del sargento 2do Julio Aponte, natural del distrito La Esperanza, Trujillo, departamento de la Libertad, quien había permanecido en la Base militar de la mina Marsa durante un año.

La patrulla de 25 hombres procedente de la Base Contrasubversivo del distrito de Tayabamba, se desplazaba a pie en plena puna bajo intensa lluvia, este personal se anocheció en los caminos empinados en las alturas del distrito de Buldibuyo. En marcha forzada la patrulla llegó a la Base de la mina Marsa siendo las 23:00 horas, hambrientos y cansados. 

Oficiales, Suboficiales y Tropa Servicio Militar Obligatorio que hemos tenido la oportunidad de patrullar a pie en estas zonas del ande liberteño, somos testigos de la gran distancia que existe desde el distrito de Tayabamba hasta la Mina Marsa; es una geografía muy difícil, en especial la subida desde el distrito de Huaylillas y el distrito de Buldibuyo y las partes altas es totalmente puna donde la lluvia y el nevado es constante, sobre todo en los meses de octubre hasta abril.

Desde los primeros días del mes de enero de 1992, el servicio de inteligencia había informado relacionado al desplazamiento de 150 combatientes de la Fuerza Principal del PCP Sendero Luminoso, con destino al distrito de Chilia, provincia de Pataz, todos procedentes del departamento de San Martín, con la finalidad de atacar a la Base Contrasubversivo del Ejército y al puesto policial de la DINOES que brindaba seguridad a la Mina aurífera de Marsa. En esta oportunidad la información de inteligencia había sido bien acertado. Los subversivos habían llegado al distrito de Chilia aprovechando la fiesta por los carnavales, de esta manera ellos confundidos con los pobladores, trataron de distraer a las fuerzas del orden. El (S-2) del Batallón Contrasubversivo N° 323, del distrito de Huamachuco, con las informaciones obtenidas por canales de inteligencia, le ordenó al jefe de la Base Contrasubversivo de la Mina Marsa, para que tome todas medidas de seguridad del caso, dando cuenta de las medidas y acciones adoptadas.

En horas de la mañana del 26 de febrero, mañana nublado con ligera llovizna, la patrulla del Ejército con 31 hombres y la patrulla de la Policía Nacional de Perú con 31 hombres, tomando todas las medidas de seguridad, en completo silencio se desplazan por las partes altas con destino al distrito de Chilia, los hombres en punta se desplazan disfrazados con vestimenta de campesinos del lugar, utilizan poncho y sombrero, en el camino un campesino les informa de la presencia de los subversivos, quienes se encontraban cómodamente instalados en las aulas del colegio. Con la información del campesino aceleraran los pasos y en la tarde los mandos de las patrullas deciden atacar por diferentes flancos, las tropas del ejército y de la policía  sorprenden a los combatientes subversivos de 150 hombres, bien armados con fusiles y ametralladoras que se habían instalado cómodamente en el Colegio, los centinelas y los hombres vigía de los subversivos fueron sorprendidos y neutralizado rápidamente y se produce un combate infernal que duró varias horas, se anochecieron combatiendo, casa por casa y en las calles, donde el grupo subversivo fue derrotado por completo, todos los heridos fueron repasados y como consecuencia perdieron la vida 68 combatientes del Partido Comunista del Perú Sendero Luminoso. En las filas del personal del Ejército y de la Policía Nacional del Perú no hubo bajas ni heridos, ni siquiera un soldado con rasguños. Hubo 68 muertos del PCP- Sendero Luminoso, además recuperaron 47 fusiles, entre AKM, FAL y otros.

De este gran enfrentamiento nadie ha escrito como parte de la historia de nuestro país, no se menciona en los periódicos de la época y tampoco no se menciona en los informes de la Comisión de la Verdad y Reconciliación (CVR), solamente ha quedado en la retina y en el baúl de los recuerdos de soldados, policías y subversivos que participaron en dicho enfrentamiento, y de los pobladores del distrito testigos que presenciaron derramamiento de mucha sangre. 

Aquellos combatientes de las patrullas del Ejército y de la policía Nacional del Perú, que combatió en el distrito Chilia, provincia de Pataz, con resultado por demás admirable, todos quedaron en el anonimato, nadie reclamó ascenso, nadie reclamó beneficios, ni siquiera permisos ni rotaciones de puesto, no hubo ceremonias, felicitaciones ni condecoraciones; todos continuaron en sus puestos a más de 4500 metros de altura sobre el nivel mar, en plena puna, esta zona normalmente permanece cubierto de nieve en las temporadas de lluvia.

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