El día domingo 31 de octubre, una mañana nublado, siendo las 06:30 horas, nos constituimos al colegio César Vallejo donde se llevó a cabo la votación para el proceso de referéndum, aquel día muchos campesinos empobrecidos durante el primer gobierno del doctor Alan García Pérez, bajaron muy temprano desde sus caseríos y se reunieron en la puerta del colegió, muchos de ellos, es decir los varones con sus vestimentas de bayeta y ojotas y las mujeres con sus polleras y también utilizaban ojotas en vez de zapatos y yo les observaba desde mi ubicación en la puerta principal del citado inmueble, ya habían más de 200 personas entre hombres y mujeres, circunstancias que me atreví hablarles de la historia de la república desde el 28 de julio de 1821 hasta el gobierno de Alberto Fujimori, con el puñal en la mano a todos le di un "lavado de cerebro" con las siguientes palabras: " El 28 de Julio de 1821 el Perú criollo celebra el separatismo de España. Pero para el Perú profundo carece de sentido, pues las guerras entre el General San Martin, Bolívar, Sucre, La Cerna, Canterac y Rodil, fueron la continuidad de las habidas entre los Pizarros, Almagros, La Gasca y Centeno; sin embargo, se engaña a los estudiantes y al pueblo en general en crisis de identidad con que con las mágicas palabras del General San Martín el 28 de Julio de 1821 logramos la independencia nacional. Lo cierto es que aquel entonces la ciudad de Lima estaba sitiada por las guerrillas autóctonas, a quienes el español peninsular José de La Cerna, como el español americano José de San Martín, detestaban ancestralmente. Para el General José de San Martín era urgente liberar a los criollos del yugo hispano, pero de ninguna manera a los autóctonos del yugo criollo y español". Durante 30 minutos les hablé la historia de los presidentes que gobernaron el Perú y de nuestras riquezas saqueados por los grandes capitalistas del extranjero en complicidad con estos traidores, en esos momentos cuando les pregunté ¿José de San Martín está más cercano al visitador José Antonio de Areche o a Túpac Amaru?, ante la pregunta como es normal todos me miraban estupefacto, nadie me refutó, y como consecuencia de la reeducación de la historia In Situ y delante del local de votación, todos los campesinos y campesinas ingresando a la cámara secreta votaron en blanco, en el distrito de Urpay nadie votó a favor del proyecto de Alberto Fujimori. Pero a nivel nacional triunfó el "chino" Fujimori, y la fujiconstitución desde el año 1993 comenzó a reinar y es intocable por los políticos que cada cinco años se hacen más ricos, manteniendo el continuismo la derecha codiciosa no aporta nada y los pseudo partidos políticos de los últimos tiempos han dejado de producir ideas y la robocracia continua con total impunidad.
El 31 de octubre, finalizado las
labores del Proceso de Referéndum en el Colegio César Vallejo, durante el
gobierno de Alberto Fujimori, siendo las 18:30 horas, la patrulla
"Huascarán" de 21 hombres ocupó el segundo piso de la municipalidad.
Eran épocas del terrorismo y las patrullas del ejército luchaban contra las
huestes del partido Comunista del Perú Sendero Luminoso.
Organizado los tres turnos de servicio nocturno, siendo las 21:00 horas, el personal de primer turno ocupó sus puestos en los exteriores del local municipal; el turno de reten y la reserva procedió a descansar, en esas circunstancias pensando recuperar energías para el repliegue a pie sobre las escarpadas punas hasta el distrito de Tayabamba, procedí a tender al piso una frazada que me servía como colchón y me acosté tapado con mi capotin de campaña. Siendo las 12:00 horas, se produce el relevo del servicio, el personal de tropa de guardia de segundo turno bajó del segundo piso y ocupó sus puestos en los exteriores del local municipal; en este pequeño distrito del ande liberteño el frio de la madruga se nos presentaba intenso e insoportable, pese a todo el servicio se encontraba sin novedad.
Uno de noviembre en el Perú es
día de los muertos; siendo las 01:45 horas, comencé a sentir fuerte dolor
estomacal, el dolor intenso ya no podía soportar, la patrulla no contaba con
bolsón de primeros auxilios; ergo, decidí ir al rustico baño del pueblo para
defecar, procedí a bajar al primer piso llevando consigo mi fusil FAL
abastecido con una cacerina con 20 cartuchos, cargado, es decir con un cartucho
en la recamara, además por si acaso llevé otra cacerina abastecida con 20
cartuchos en uno de los bolsillos de mi capotin.
Dejando a los seis centinelas del
segundo turno en las inmediaciones del local municipal, con la intensión de
defecar para calmar el dolor intenso, a paso largo comencé alejarme caminando
por medio de la humilde plaza de armas con dirección a un rústico baño público
(letrina) que se encontraba en un lugar oscuro y desolado; a esa hora había
total silencio y la oscuridad fue parcial debido a los efectos de la Luna que
se encontraba en su Cuarto menguante, hubo claridad como para caminar sin riesgo
de caídas ni tropiezos.
Después de caminar más de 100
metros de distancia a lo largo de la plaza de armas, doble la curva por un
camino estrecho e ingresé a un terreno desolado, reinaba el silencio, me
aproximé con mucho cuidado a una de las letrinas sin puerta, sin techo, sin
agua, ni desagüe, dividido por muros de adobe. Obligado por el intenso dolor,
como única alternativa para calmar el dolor estomacal quise defecar lo más
rápido posible; por ende, a tropezones ingresé al pequeño y oscuro espacio
(baño) con la mirada puesta hacía abajo para no pisar el hueco del silo,
ubicando mis pies sobre el piso firme volteé hacía mi retaguardia, antes de
bajar mi pantalón levanté la mirada y encontré a mi frente parado a una
distancia de 4 metros a un ser extraño de 1.60 de estatura aproximado que tenía
la vestimenta de color negro parecido a la de una monja, era una mujer blanca
de mirada fija, estaba vestida con una ropa negra, era algo así como una falda
que le llegaba hasta las pantorrillas, su tez muy blanca se notaba con
claridad, sus ojos no se movían, no tenía pies, permanecía en el aire, todo su
cuerpo se movía ligeramente en ambos lados, pero siempre permanecía en el mismo
sitio, es decir no se alejaba.
Desde el primer instante este ser
paranormal anuló por completo mis movimientos, no pude mover mis pies ni los
brazos, intenté gritar a todo pulmón y pedir auxilio, no pude; completamente
mudo y sin reacción alguna permanecí en el mismo sitio como si fuera una
estatua con el fusil FAL en el hombro derecho (al porta fusil); momentos que
comencé a expulsar cantidad de babas en forma de espuma que se deslizaba hacía
mi pecho, me salían lágrimas en cantidad y comencé a orinar en mi pantalón.
En total silencio permanecimos
frente a frente por lapso de 20 minutos aproximadamente, la vista y el oído en
todo momento me funcionó con normalidad, es por eso que lo observé
detenidamente, miraba su rostro blanco redondo bien tapado y también miraba sus
pantorrillas sin pies que en todo momento permanecía ligeramente inestable,
siempre se movía con el viento. Pasé los minutos muy aterrorizado y permanecí
haciendo mucho esfuerzo intentando gritar y por momentos también pensada
emplear el fusil, pero solo fue una idea nada más, pues mi cuerpo estaba
paralizado, en esas circunstancias de casualidad ladró un perro desde una de
las casas que se encontraba a una distancia de 80 metros y el ser extraño gira
alrededor de sí mismo y sobre las chacras se fue a velocidad con dirección al
distrito de Santiago de Chayas, no camina, se desplazó por el aire a ras del
suelo como si fuera un papel arrastrado por el viento, aún paralizado me quedé
siguiendo con la mirada hasta una distancia de 300 metros aproximadamente,
momentos que los perros de otras casas también ladraron, los animales salieron
y le persiguieron por la chacras y desapareció, en las chacras los perros comenzaron
a aullar.
Aterrorizado procedí a salir de
la letrina, mi cuerpo que había permanecido durante varios minutos como
anestesiado, gradualmente volvía a su estado normal, no defequé, sin embargo,
el dolor estomacal había desaparecido; con abundantes babas espumoso a lo largo
del pecho y con el pantalón húmedo por la orina, por el estrecho camino entre
magueyes volteé la curva a toda velocidad, me faltaban piernas para correr,
corrí por el medio de la plaza con dirección al local municipal a donde llegué
con el cuerpo sudoroso y medio adormecido, de a pocas recobré la conciencia.
Retornando al segundo piso de este inmueble sin hacer ningún comentario me
acosté sobre la misma frazada, mi pantalón seguía mojado, parte de mi uniforme
por el sector del pecho aun mostraba el espumoso babas que había quedado
impregnado, ya no pude dormir, pasé las horas muy pensativo presagiando malos
augurios sobre mi vida.
El día lunes uno de noviembre, es
el día de los "muertos"; Urpay amaneció con lluvia, una mañana fría
con abundante nubosidad, sobre todo en los cerros circundantes; el empobrecido
y silencioso plaza de armas aun mostraba algunas casas pintarrajeadas por los
combatientes del Partido Comunista del Perú Sendero Luminoso, cuando estos
incursionaron en el mes de julio. Aquel momento, siendo las 08:30 horas,
empezamos a salir de este pequeño distrito; que como consecuencia de la lluvia
de la madrugada la nubosidad baja cubría gran parte del sendero sinuoso, en
este tipo de terrenos el ascenso es muy exigente y agotador, pero continuamos,
nosotros con los pulmones acostumbrados en este tipo de terrenos continuamos la
marcha entre eucaliptos, magueyes y pastos naturales, pero las subidas son cada
vez más empinadas, así que las paradas para recuperar el aliento se repiten
cada 15 a 20 minutos.
Aquel día, durante el repliegue
estuve muy pensativo, mientras caminaba por los cerros, sentía que mis pasos no
eran los mismos; en el camino sinuoso, entre arboles de eucalipto y magueyes
como si estaría escapando en la madrugada avanzaba entre tropezones, sin
voltear al distrito de Urpay, cargando en mi mundo interno el mal recuerdo del
encuentro con el fantasma, me alejé. En mi condición de soldado andino de
acuerdo a mi cosmovisión por muchos años a nadie le informé ni comenté de este
encuentro paranormal.
Pasaban los años, la tortura en
sueños siempre se me presentaba en imágenes parecidas al fantasma de Urpay, en
algunos casos ensangrentado, ya era casi iterativa; en mis sueños incontables
veces he luchado para no ser secuestrado, me perseguía en lugares desconocidos
y desolados, pero lograba escapar volando hacia el espacio infinito, o también
volaba de un cerro a otro cerro, todo este mal recuerdo se me presentaba en
forma de pesadilla, en los instantes que estaba a punto de secuestrarme me
despertaba sudoroso, jadeado, respirado con cierta agitación por efectos del
cansancio, mi corazón latía intensamente, ya no podía dormir, me levantaba de
la cama y procedía a caminar, amanecía despierto viendo televisión.
Cuando se cumplió los 20 años de
aquel encuentro paranormal comencé a contarles a mis familiares y también a mis
colegas de labores del ejército en los diferentes cuarteles, pero nadie me
cree, algunos lo toman en forma de burla y otros simplemente me dicen que estoy
loco, otros dicen que para la ciencia este tipo de seres no existen.
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