La
victoria parecía sonreír a las fuerzas patriotas; sin embargo, tanto la
logística como la disciplina jugaron en su contra. Después de dominar la
llanura de Purrumpampa y superar los parapetos preincas del monumento arqueológico de Marca Huamachuco en el cerro Sazón,
haciendo retroceder a las tropas chilenas hasta la cima, se produjo un
repliegue desesperado en busca de municiones. Según las memorias del general Cáceres y
el historiador Jorge Basadre: "Seis horas de combate habían consumido los
suministros peruanos y, además de la escasez de municiones, también carecíamos
de bayonetas, esenciales para el combate cuerpo a cuerpo".
Las fuerzas chilenas alertados del repentino repliegue peruano por falta de municiones y bayonetas, en el acto la caballería y la infantería chilena realizó un contrataque fulminante y efectivo capturando a una parte de la artillería peruana que había bajado hasta el sector de los llanos de Purrumpampa y luego comenzó la carnicería de rendidos, capturados y heridos.
Una de estas tristes y amargas lecciones de traiciones en la historia del Perú, fácilmente se puede comprobar desde el momento que el presidente Mariano Ignacio Prado abandonó el país escapando a Europa en noviembre de 1879, finalizado la batalla de Tarapacá; desde ese momento el Perú presenció la sucesión de cuatro presidentes hasta 1884:
1. El traidor Nicolás de Piérola Villena después del desastre en los arenales de San Juan y Miraflores se escapó al centro del Perú y luego se fue a Europa.
2. El presidente de la Magdalena, García Calderón, nombrado por los chilenos para negociar la sesión territorial de Tarapacá, Tacna y Arica, no aceptó el pedido de los invasores y como consecuencia fue apresado y enviado a una cárcel en Valparaíso, Chile.
3. El Contralmirante Lizardo Montero, el traidor del sur, no se movía de Arequipa pese a tener a su mando 8000 mil hombres bien armados, con las armas enviadas desde Bolivia, quien ante la proximidad de las fuerzas chilenas, el 25 de octubre de 1883 se escapó a Bolivia, luego pasa a Buenos Aires, Argentina e inmediatamente después viajó a Europa.
4. El 25 de diciembre del año 1882 la asamblea soberana de los siete departamentos del norte del Perú nombró como presidente del Perú al traidor de Cajamarca Miguel Iglesias Pino, quien, el uno de enero del año 1883 recibe la banda presidencial del vicepresidente de la asamblea de los pueblos soberanos del norte del Perú, Vidal García y García, diputado por Moyobamba, de esta manera el traidor se convierte como presidente Regenerador del Perú, apoyado y protegido por las poderosas fuerzas chilenas y sus alados peruanos del norte.
Todos ellos, sin duda, no habían tenido la mínima visión de cómo enfrentar al enemigo invasor, entonces comenzaron a surgir las traiciones, los egos, la mezquindad, las rivalidades políticas y la
falta de unión frente al bien común y terminaron hundiendo al país.
Hoy
al cumplirse 140 años de la batalla de Huamachuco no puede pasar desapercibida el
sacrificio de miles de vidas entregadas en los llanos de Purrumpampa. Es
importante destacar la participación del solado andino, soldado anónimo que es
representado por el soldado Lorenzo Yupanqui Berrios del Batallón Concepción,
no puede pasar desapercibido la participación de los oficiales de la Marina de
Guerra representado por el capitán de navío Germán Astete Fernández y de las fuerzas terrestres por Máximo
Tafur, Pedro Silva, el coronel Leoncio Prado Gutiérrez y el abogado Emiliano José Vila Licera; también es digno de resaltar la heroica participación de los 200 guerrilleros de Santiago de Chuco comandos por el patriota Santiago Calderón y los hermanos Porturas.
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