En el distrito de Tayabamba, la calle donde está ubicado el local de la municipalidad se prolonga hacia una curva donde se inicia el camino a pie hacia el caserío de Collay, en esta curva desde muchos años existe una iglesia con un crucifico al fondo y siempre permanecía sin puerta, parecía una inmensa cueva, relacionado a este lugar los lugareños comentaban de historias de fantasmas, demonios y otros fenómenos paranormales que aparecían sobre todo en las altas horas de la noche, a este lúgubre rincón, los militares y los policías frecuentaban en citas de amoríos y lo conocían como el "rincón quita calzón". Para mi primer encuentro carnal, en una noche del mes de marzo, bajo lluvia torrencial, salí de la Base Militar, uniformado y armado con el fusil FAL y en el cinto con un puñal de combate; cumpliendo las normas de seguridad, por si caso, dejé la consigna de mi ubicación a los centinelas de la puerta principal, después de caminar en la oscuridad llegué a la iglesia y me ubiqué en el fondo pegado a la pared lateral donde permanecí en completo silencio, como si fuera una emboscada; en esas circunstancias cubierto con su poncho negro apareció la cholita Margarita de 19 años de edad a quien yo le había citado para las 20:30 horas, a su llegada inmediatamente entré en acción, besos, caricias apasionados e intensos van y vienen, cuando ya estaba iniciando el coito, apareció en mi búsqueda mi perro negro “cuto” cruce de raza dóberman y se le fue encima a la fémina, el animal con la ira incontrolable con todo su fuerza le cogió de la cintura y la sacudió, le mordió las manos, las piernas; ella confundida y adolorida salió despavorida, gritando muy asustada, diciendo: "¡escapen, hay un diablo negro!, ¡escapen, hay un diablo negro!, ¡escapen, hay un diablo negro!", en ese momento, oyendo la voz, dos o tres parejas mas que se encontraban por las inmediaciones, muy asustados cortaron sus momentos de placer y corrieron en diferentes direcciones. Aquella noche el "cuto" me hizo pasar un mal momento, no pude culminar el acto sexual, y procedí a retornar por la misma calle y los soldado de servicio (centinelas) me decían, mi suboficial su perro salió de la Base y se fue corriendo hacía la curva ¿le encontró? y yo pasé sin decirles ni una palabra. En aquellos tiempos el distrito de
En el año 1988, durante el gobierno del doctor Alan García Pérez, en los caseríos y distritos de la provincia de Pataz, la violencia política se incrementó, grupos subversivos del PCP Sendero Luminoso, en su mayoría procedentes del departamento de San Martín, con efectivos de 120 a 200 combatientes bien armados, comenzaron transitar por estas zonas del ande patacino; por ende, los militares y los policías como defensores permanentes del Estado peruano comenzaron a luchar en defensa de la democracia y el sistema político.
El día jueves 28 de octubre de 1993, para el proceso de referéndum ordenado por el presidente Alberto Kenya Fujimori Fujimori, desde
las instalaciones del Batallón Contrasubversivo N° 323 acantonado en el distrito de Huamachuco, provincia Faustino Sanchez Carrión, dos helicópteros MI 8 del Ejército, comenzó trasladar
varias patrullas de 21 hombres con destino al distrito de Tayabamba, capital de
la provincia de Pataz y al distrito de Bambamarca, capital de la provincia de Bolívar.
El 28 de octubre, siendo las 11:45 horas, en el aeródromo del distrito de Huamachuco, encendieron el motor del helicóptero ruso MI 8 EP-620, las hélices comenzaron a girar como si fuera inmenso ventilador en el sector la Cuchilla, extremo Este de la llanura de Purrumpampa. La patrulla “Huascarán” de 20 hombres que ya estaba listo en las inmediaciones comenzó a subir, una vez adentro el personal se ubicó en los asientos laterales con el cañón del fusil FAL hacia abajo; circunstancias que en mi condición de jefe de la patrulla ocupé un asiento junto a una de las ventanas, cuando la nave levantó el vuelo con rumbo a la provincia de Pataz, yo iba observando el vello paisaje de la Cordillera de los Andes, donde las caprichosas formaciones geológicas dibujan hermosas llanuras, montañas, quebradas y los ríos cristalinos que se abren paso entre los cerros para tributar con el caudaloso río Marañón, los mismos que pasaban delante de mis ojos como si fuera una película; y comencé a recordar mis vivencias del mes de marzo al 31 de agosto en la Base Contrasubversiva del distrito de Tayabamba. Escuchando el sonido que provoca la hélice del helicóptero, piloteado por hombres que luchan por la vida y la libertad, algunos pobladores salen de sus casas y otros en sus chacras dejan a un lado sus herramientas, curioseando levantan la cabeza y se quedan observando a la nave que siempre avanza en misiones de mucho riesgo, mientras yo cavilaba centrando mi pensamiento en Jaqueline, una muchachita tayabambina de 22 años estudiante de pedagogía a quien le gustaba jugar a doble cachete, ella era la enamorada del suboficial de la policía nacional Eulogio Rivas y cuando se peleaban por motivos de celos, ella inmediatamente me buscaba para consolarla y como es normal yo también le daba curso en las noches en la curva que lo conocíamos como el “rincón quita calzón”. En mis recuerdos también se hacía presente la imagen de Piri Villanueva de 21 años, una muchachita que en horas de la noche disimuladamente merodeaba por las inmediaciones de la Base y luego terminaba desfilando por esos rincones oscuros; y en la lista no podía faltar la linda cholita Margarita que también era una “cachaquerita” que estudiaba para profesora en el instituto pedagógico. Las tres “cachaqueritas” estaban en mis recuerdos, entonces me hice la siguiente pregunta: ¿Llegando al distrito de Tayabamba a cuál de ellas le daré curso esta noche en el "rincón quita calzón"?. En este tipo de misiones el piloto así como el personal de la patrulla a bordo en todo momento piensa que la nave puede ser acribillada por los subversivos, hay muchos riesgos que vencer, de pronto el helicóptero MI 8 ya estaba sobre las montañas que dominan a los distritos de Buldibuyo, Huaylillas y Tayabamba, entonces comencé a recordar los viejos tiempos sobre todo cuando se presentaron antes mis ojos los caseríos de Pachacrahuay y Arcaypata, lugares donde pasé las horas sorteando los peligros en patrullaje diurno y nocturno. Aquel día, el helicóptero que había sobrevolado bajo el infinito cielo azul sobre las inmensas montañas comenzó a descender, aterrizando en el aeródromo de tierra afirmada del caserío de Gochapita que está ubicado en la parte alta, sobre los 3,800 metros de altura sobre el nivel del mar, ahí nos desembarcaron. Inmediatamente la nave se retiró, pues tenia la misión de trasladar más personal a otros lugares. Siendo las 12:30 horas la patrulla conformado por 21 hombres comenzó a bajar a pie con destino al distrito de Tayabamba; en esas circunstancias, en las faldas del cerro en una pequeña escuela de educación primaria varios niñas y niños nos recibieron con toda su alegría que les brotaba desde su pequeño corazón, decían: ¡soldados del Perú!, ¡soldados del Perú!, ¡soldados del Perú!; corrieron casi todos, se nos acercaban unos y otros nos abrazaban.
El día 29 de octubre, siendo las 05:00 horas, la patrulla de 21 hombres salió al pequeño patio de armas con sus fusiles FAL en la mano, esperando, tan solo la orden para el desplazamiento a pie, nos esperaba por tercera vez el pequeño distrito de Urpay con sus 2688 m.s.n.m, en las dos anteriores llegamos por motivos del terrorismo y el narcotrafico; pero antes procedí a pasar revista a todo el personal, aquella mañana no hubo rancho caliente para nadie, tampoco recibimos viaticos ni rancho frió embolsado, no contamos con bolsón de primeros auxilios. El personal de tropa de origen costeño y serrano formó con sus armas y mochilas, algunos cargaron a la espalda el material para el proceso de referéndum. Saliendo de la base los hombres en punta comenzaron subir por el camino muy empinado que está por las inmediaciones del Estadio Municipal y el cementerio, como es normal en este tipo de terrenos el ascenso exige al soldado mucha fortaleza y resistencia física, es pues el cerro que vigila al distrito de Tayabamba y es un excelente mirador. Después de cinco horas de penosa marcha, siendo las 10:00 horas llegamos a la parte mas alta de esta cadena de montañas donde descansamos por lapso de una hora, contemplando el ichu que soplado por el viendo forma ondulante vaivén, la nubosidad constante que cubre los verdes cerros, bosques y pajonales. Aquel día el clima nos fue muy favorable, desde la cumbre a paso lento descendimos en plena puna de hermoso paisaje, llegando al distrito de Urpay siendo las 15:00 horas y ocupamos el local municipal que aun mostraba la antena parabólica destruida y muchos documentos quemados por los combatientes del PCP-Sendero Luminoso, durante la incursión del mes de julio de 1993.
El día lunes uno de noviembre, el día de "Todos los Santos"; amaneció con lluvia, una mañana fría con abundante nubosidad, sobre todo en los cerros circundantes; el empobrecido y silencioso plaza de armas aun mostraba algunas casas pintarrajeadas por los combatientes del Partido Comunista del Perú Sendero Luminoso, cuando estos incursionaron en el mes de julio. Después de pasar la noche en el segundo piso del local de la municipalidad, soportando el intenso frió de la madruga, la gran mayoría amanecimos con las piernas endurecidas, todos sin rancho desde el día anterior. Aquel momento sin perder mas tiempo el sargento mas antiguo de la patrulla mandó formar el personal en las inmediaciones de la plaza para el inmediato repliegue a pie con destino al distrito de Tayabamba, nos esperaba ocho horas de marcha en las altas cumbres, habíamos elegido una de las principales rutas por donde también transitan a pie los llamados "traqueteros" enmochilados que trasladan droga (cocaína) a la espalda desde el departamento de San Martín, vía la ruta del distrito de Ongon, la ruta de Guacamayo, la ruta del distrito de Huancaspata y otros, pero todos los caminos conducen al distrito de Urpay donde hay un aeropuerto, desde este lugar "la merca" sale en avionetas a Colombia con el visto bueno de las autoridades del Estado, principalmente alcaldes y policías. Siendo las 06:00 horas, cuando los hombres en punta comenzaban a dar los primeros pasos, observamos a lo lejos a un campesino que se dirigía hacía la plaza de armas, se aproximaba por la calle principal, momentos que pensé que este venía con alguna información muy importante relacionado al terrorismo, pero no, a su llegada el campesino sudoroso y jadeante manifestó que un abigeo le había robado dos toros de cinco años (yuntas) animales utilizado para el arado de la tierra, lugar donde se había producido los hechos quedaba a una distancia de dos kilómetros, en ese momento decidí enviar al sargento de seudónimo "rata" acompañado por el soldado Barahona, quienes guiados por el mismo civil denunciante, partieron con la misión de capturar al delincuente, después de dos horas retornaron con el detenido amarrado las manos, el abigeo llegó con su señora esposa; ellos reconocieron su delito y propusieron un arreglo con el dueño, pues los animales ya estaban sacrificados y una parte de la carne ya lo había vendido. En ese momento mandé llamar al gobernador del distrito para que testifique el acuerdo de las partes, pero el representante del Estado no fue ubicado, por lo que les propuse para que lleguen a un acuerdo salomónico, momentos que las partes no cedieron y como consecuencia decidí trasladar al detenido con destino a Tayabamba, quien cargó a la espalda todo el material del proceso de referéndum.
Siendo las 08:30 horas, empezamos a salir de este pequeño distrito; que como consecuencia de la lluvia de la madrugada la nubosidad baja cubría gran parte del sendero sinuoso, en este tipo de terrenos el asenso es muy exigente y agotador, pero continuamos, nosotros con los pulmones acostumbrados en este tipo de terrenos continuamos la marcha entre eucaliptos, magueyes y pastos naturales, pero las subidas son cada vez más empinadas, así que las paradas para recuperar el aliento se repiten cada 15 a 20 minutos. Ahí en la columna también estaba el delincuente (abigeo) cargando a la espalda todo el material del proceso de referéndum, el denunciante también iba junto con nosotros y la señora del abigeo con lágrimas en los ojos, quien constantemente se colocaba en mi costado y me preguntaba: ¿Jefe, hasta donde lo llevaras detenido a mi esposo?, por favor suéltalo, aquí tienes trescientos soles para tus gastos”, ella sabía que todo el personal de la patrulla estaba de hambre; por ende, en todo momento trataba de tentarme mostrándome los billetes que lo llevaba en el bolsillo derecho de su chompa de lana de oveja, tejido de manera artesanal. Ella habría pensado comprarme con el sucio billete y no sospecho mi negativa, de nada le sirvió sus constantes suplicas; quien después de algunos minutos de silencio nuevamente me preguntó, “seguro que lo llevas a la Base Militar de Tayabamba por abigeo nada mas o por terruco, dígame la verdad”. Por la exigencia de la marcha en la subida todo el personal embadurnado con el sudor ingresó a un sendero estrecho cubierto de pequeños árboles, al salir se dio la sorpresa, llegamos a una laguna muy profunda y fría, rodeado de pastizales y pequeños árboles de color verde oscuro, en este lugar al delincuente le ordené que se desnude, luego le amarré las manos hacia atrás con una soga larga y le aventé a la parte más profunda, cuando estaba por ahogarse lo sacamos y le ordené al civil demandante para que descargue todo su ira y este comenzó a golpearlo con todo hasta sacarle sangre por todo lado, la mujer lloraba y daba gritos pidiendo auxilio a Dios, momentos que el delincuente pedía perdón comprometiéndose a pagar el precio de los toros en lapso de seis meses, después de escuchar el compromiso verbal del delincuente el dueño de los animales se retiró a su caserío. Finalizado la tortura con golpes y latigazos en la orilla de la laguna, con el rostro ensangrentado y con heridas en el cuerpo el detenido se vistió, nuevamente cargó a la espalda el material del proceso de referéndum y proseguimos la marcha, cuando la tarde empezó a caer bajo el cielo de oscuros nubarrones, una ligera llovizna se nos presentó alertando de la proximidad de una fuerte tempestad, en plena puna se nos presentó una lluvia torrencial con granizada y truenos potentes que sacudía las montañas, pese a las condiciones meteorológica tan adversa el personal de la patrulla continuó ascendiendo con el uniforme totalmente húmedo, sin poncho de jebe. En todo momento el delincuente se comportaba muy sumiso, sobre todo muy respetuoso, después de soportar intensa granizada en plena puna, nos faltaba solamente medio kilómetro para llegar a la cumbre y como su conjugue no paraba de llorar me compadecí de él, después de meditarlo, nuevamente lo desnudé, todo su ropa y sus zapatos quedó confiscado, a quien le dije lo siguiente: "En Tayabamba me está esperado un helicóptero, si te hago llegar a la Base Militar de hecho diré que eres un terrorista y le mostré la bandera del Partido Comunista del Perú Sendero Luminoso y un par de dinamitas con su mecha lenta que siempre llevé en mi mochila para amenazar, para intimidar a este tipo de delincuentes que solo acusados por terroristas pueden ser encarcelados caso contrario la justicia lo deja libre, diré que este material ha sido encontrado dentro de tu casa y con esta prueba mínimo te iras preso por 30 años", escuchando estas amenazas la mujer se desmayó y los soldados comenzaron echarle aire para reanimarla y cuando ella reaccionó le dije al delincuente: " las lágrimas de tu mujer ablandó mi corazón; por ende, voy a cerrar mis ojos contando hasta 10 al abrirlas ya no quiero verte, tienes que hacerte humo, caso contrario te llevo por terrorista", cuando comencé a contar, el hombre totalmente desudo y sin zapatos salió a toda velocidad y atrás salió su esposa, ambos corrían con dirección a distrito de Urpay, como para asustarlo le solté una ráfaga de disparos de 20 cartuchos con mi fusil FAL "mochito" que fue muy famoso por su eficacia. Muy asustados sin voltear desaparecieron por una quebrada. En aquellos tiempos este tipo de torturas a los civiles fue una de las formas de combatir a la delincuencia común, que por cierto a mi parecer fue muy eficaz, otros aplicaban otros métodos como por ejemplo: Le rapaban la cabeza, lo desnudaban, lo bañaban con agua fría y la tropa les daba una pateadura hasta que pidan perdón y luego le liberaban totalmente desnudo, en estas situaciones los detenidos por el gran miedo de ser denunciados por el delito de terrorismo permanecieron en total silencio. En este tipo de torturas que realizó el personal del ejército para frenar el accionar de los terroristas y de la delincuencia común, perdieron la vida algunos inocentes, épocas en que el personal civil de todos los estratos sociales permanecieron en completo silencio, nadie reclamó, nadie protestó ni siquiera los abogados mafiosos que por el dinero hasta venden su alma se asomaban a una dependencia militar, porque también peligraba sus vidas. Por ejemplo, en los tiempos que labore en el Frente Huallaga, departamento de San Martín, dentro del monte las patrullas se desplazaban a pie, en las carreteras se confiscaba vehículos, se ordenaba bajar a todos los pasajeros y los civiles bajaban en completo silencio, nadie no abría la boca y el personal de la patrulla subía, en estas situaciones el chófer nos decía, " jefe, estoy bajo de combustible" entonces nos dirigíamos al grifo más cercano y se le ordenaba al grifero, "tanquea el vehículo que la patrulla necesita trasladarse" y como es obvio el grifero también cumpliendo la orden sin dudas ni murmuraciones lo llenaba el tanque de combustible; cuando las patrullas se trasladaban a través del río se confiscaba los "peque, peques" con el mismo procedimiento. Ahora muchos dirán, que este tipo de accionar del personal militar fue ilegal, informal, abusivo, que atentaron contra los derechos humanos, etc, pues bien, si las operaciones se hubieran llevado a cabo de acuerdo a los parámetros de la democracia y respetando a los derechos Humanos, la Guerra Interna lo ganaba el Partido Comunista del Perú Sendero Luminoso; y el Movimiento Revolucionario Túpac Amaru se auto eliminó por sus propios errores, fracasó en su fortín del departamento de San Martín, donde fueron derrotados por el Ejército.
Aquel día en la tarde llegamos a la cumbre sobre los 4000 m.a.s.n.m, nos encontrábamos mas de 48 horas de hambre; desde la cumbre procedimos a bajar al distrito de Tayabamba por el mismo camino que utilizamos durante el despliegue, es la ruta que baja hacía el Cementerio del distrito, es el único camino. En las zonas de la Sierra del Perú a las tres de la tarde las campesinas comienzan a colocar sus ollas para preparar la cena, a esa hora como una señal, de todas las casas salen humo blanco si están cocinando con leña seca, si están cocinando con leña húmeda el humo es blanco oscuro, la costumbre del campesino andino de la Sierra Norte del Perú es muy parecido, sean de Ancash, Cajamarca y La Libertad, la gastronomía lo varían de acuerdo a las estaciones del año, en las épocas de invierno normalmente consumen papa sancochado con su ají molido con huacatay, sopa de papa y como bebida agua de huamanripa, muña, etc, esto abarca entre los meses de febrero hasta mayo aproximadamente; en los meses de verano consumen sopa de trigo, mazamorra de calabaza, mote de trigo, oca sancochado, mazamorra de caya, mazamorra de cebada, en ocasiones también preparan el picante de cuy con papa, caldo de gallina, caldo de cordero, etc. Después de una hora y media de marcha en la bajada, siendo las 17:00 horas llegamos a un caserío aproximadamente de 40 casas, exigido por el hambre ya habíamos coordinado para ingresar a las casas en parejas, estando en las inmediaciones algunos dijeron, a esta hora de hecho la cena está lista, previamente a la tropa le ordené para ingresar a las casas y pedir comida con mucho respeto: "Van ha ingresar a las casas en pareja y pidan comida con mucho respeto, sin forzarlas" en ese momento la mayoría del personal ingresó a la carrera, ingresaron de sorpresa, pues estos inmueble por tradición y costumbre de los pobladores del ande permanecen sin puerta, tal es así que los humildes campesinos quedaron muy sorprendidos viendo a los intrusos uniformados y hambrientos que les pedían comida, y yo entré a una casa que estaba sobre el camino, donde encontré a una campesina muy humilde, ella estaba sentaba delante de sus ollas de barro "allpa manca", quien estaba dando los últimos toques de sabor a la comida colocando algunos condimentos, a quien le pedí un poco de comida, pero ella me dijo: "soldado, no te puedo invitar la cena por que he cocinado para mis hijos que esta noche llegaran desde la ciudad de Lima", pero yo no aguante ni comprendí los argumentos de la señora, sin mediar mas palabras de un solo salto abrí las tapas de sus ollas, las abrí uno por uno, en la olla grande de barro encontré hirviendo el famoso puchero serrano, (jamón de chancho con coliflor", eran dos piernas seccionados, ante la mirada sorprendida de la señora saqué dos pedazos, uno grande y el otro mediano, inmediatamente procedí engullir para saciar el hambre, ya un poco satisfecho con el primer trozo, le dije a la campesina, "muchas gracias señora, me retiro" y abandoné el inmueble a paso largo llevando consigo en la mano el otro trozo, luego caminado por la bajada como para saborearla comencé deshilacharla la fibra y grande fue mi sorpresa que la carne estaba lleno de gusanos, había cantidad de gusanos, entonces cuando el personal de tropa que me vio con el pedazo de jamón en la mano, me decían: "usted si, jefe de patrulla pues ¿que buen pedazo de jamón le ha tocado?, en ese momento sin decirle nada a uno de los soldados se lo regalé, ellos se repartieron entre cuatro, en un par de segundos se lo engulleron. Por costumbre en la zonas de Sierra sobre todo los campesinos consumen jamón agusanado, pues dicen que el gusano es parte de la carne y no hace daño, mas al contrario da mas sabor.
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