El día domingo 4 de abril de 1993, siendo las 13:30 horas, se produce una embosca en la zona de Frailones, Quesquenda, distrito de Huamachuco, provincia José Faustino Sánchez Carrión. La embosca lo ejecutan los combatientes del Partido Comunista del Perú Sendero Luminoso, contra una patrulla mixta, conformado por personal policial y del ejército. En esta emboscada perdieron la vida 18 efectivos de la Policía Nacional del Perú, tres miembros del Ejército peruano y un civil (chófer de la cisterna). Después de esta emboscada, hubo mucho miedo entre los transportistas de carga y pasajeros. Los camioneros se rehusaban en prestar apoyo con sus unidades para el traslado de patrullas del Batallón acantonado en Huamachuco, así como a las patrullas de las diferentes Bases Contrasubversivas.
El día jueves 8 de abril, siendo las 08:00 horas, en un camión contratado trasladamos desde la Oficina de Reclutamiento del distrito de Tayabamba a 60 reclutas (civiles) con destino al Puesto de Comando del Batallón Contrasubversivo N° 323 acantonado en el distrito de Huamachuco. Después de un viaje que duró 22 horas, en horas de la mañana del día 9 llegamos sin novedad a nuestro destino final, atrás había quedado el temido sector del Molino Viejo en el distrito de Cochorco, en este sector los subversivos del Partido Comunista del Perú Sendero Luminoso, siempre le arrebataban sus armas a los efectivos de la Policía Nacional del Perú; por ende, estaba considerado como zona de mucho peligro.
En
11 de abril de 1993, la patrulla "Huascarán" de 21 hombres, inicia el
desplazamiento a pie desde el Puesto de Comando del Batallón Contrasubversivo N° 323 con sede en el distrito de Huamachuco hasta el distrito de
Tayabamba, Pataz, son 227 kilómetros de distancia. Ante el peligro de
emboscadas en desplazamiento vehicular, la patrulla se desplazó a pie por las
rutas del caserío de Yanasara, caserío El Pallar, distrito de Chugay, distrito
de El Molino Viejo, Cochorco, distrito de Chagual, distrito de Retamas, la Mina
Marsa, distrito de Buldibuyo, distrito de Huaylillas y como punto final la Base Militar
del distrito de Tayabamba, este desplazamiento duró cinco días.
Aquel día en el patio de armas del batallón, una mañana nublado, el teniente César Cáceres (Oficial de Intendencia), me entregó provisiones para el personal de Tropa SMO destacado en la Base Contrasubversivo N° 323 del distrito de Tayabamba, provincia de Pataz. Recibí lo siguiente: tres sacos de arroz, tres sacos de azúcar, tres sacos de harina, tres sacos de trigo, dos sacos de fréjol, tres sacos de avena, cinco cajas de leche, dos cajas de manteca, fideos, atún, tres cajas de manteca blanco, etc. Para el transporte de la carga no recibí ni un céntimo de parte del comandante del batallón, cuando lo solicité, el comandante me dijo las siguientes frases: "Ya tu veras como lo trasladas, dinero no hay", en esas circunstancias ante la indiferencia del comando de este batallón, mandé sacar todas las provisiones al frente de la guardia de prevención, ahí esperé a los camiones que venían de la ciudad de Trujillo y desde la ciudad de Lima que tenían como destino el distrito de Tayabamba y las zonas de Huacrachuco. Los camioneros siempre colaboraban con las patrullas bajo mi comando; por ende, por la sensibilidad que ellos me habían mostrado en las rutas por donde transitaban, les esperé con paciencia; cuando aparecieron les solicité para que me apoyen con el transporte de mis provisiones, el primer camión llevó los sacos de arroz, el segundo camión los sacos de azúcar, así pidiendo favores a los camioneros pude enviar todo los artículos de clase 1 para rancho del personal de la Base Militar. A los los chóferes les indiqué para que la carga sea entregado en la Base de Tayabamba, en este caso yo solamente anoté en mi libreta de apuntes el nombre de chófer y el numero de la placa del vehículo. Finalizado todo el envió de las cargas, pasado el medio día con todo el personal de la patrulla bajo mi comando, inicié el repliegue a pie con destino a la ciudad de Tayabamba. Aquella tarde nos desplazamos a pie hasta el caserío de "El Pallar", a donde llegamos siendo las 19:00 horas, en este caserío amanecimos sentados en la vereda de la casa de la familia Gaytan, quien nos prestó pellejos de carnero y frazadas para pasar la noche.
El día lunes 12 de abril, siendo las 06:45 horas, una mañana nublado, tomamos desayuno en el centro poblado mayor de El Pallar, el suculento caldo de cabeza de carnero, acompañado con el rico papa huayro sancochado y su respectivo ají con huacatay, preparado por la señora Juana, esposa del licenciado del Ejército peruano de seudónimo "tacora". Después de este reconfortante desayuno, siendo las 08:00 horas iniciamos el desplazamiento a pie a través de un cerro empinado, utilizamos los antiguos caminos intermedios de ascenso con destino al distrito de Chugay, a donde llegamos pasado el medio día, como es normal en este pintoresco distrito tomamos un merecido descanso de una hora aproximadamente, luego, después de aprovisionarnos con paquetes de galletas, latas de atún y otros, continuamos el desplazamiento, esta marcha a pie que lo denominamos la segunda etapa, fue en plena puna a mas de tres mil quinientos metros de altura sobre el nivel del mar, a marcha forzada siendo las 21:00 horas llegamos al centro poblado mayor conocido como el Molino Viejo, el cansancio y el hambre no era poca cosa. Este centro poblado que tiene malos antecedentes por los constantes asaltos a los transportistas y la proliferación del narcotrafico está ubicado al pie de un inmenso cerro, con casas con paredes de tapial y techo de teja, donde reinaba la oscuridad, el silencio era total. Tocamos algunas puertas para pedir apoyo de pellejos de carneros y frazadas para pasar la noche, pero nadie abrió sus puertas; por ende, amanecimos sentados en la vereda, soportando intenso frío.
El día martes 13 de abril, siendo las 06:00 horas, una mañana nublado y de frió intenso, abandonamos el centro poblado mayor El Molino Viejo, nuestro destino es la localidad de Chagual a orillas del caudaloso río Marañon, siempre a pie bajamos a través de la carretera sinuoso ante impresionante y hermoso paisaje andino, todo el recorrido es en bajada. En las zonas del distrito de Cochorco en los meses de marzo, abril y mayo, hay abundante cosecha de papas y choclos de buena calidad, así que llegamos a una chacra donde los campesinos estaban iniciando la cosecha de papa blanca, nos apersonamos donde ellos y pedimos apoyo para que nos regalen medio saco de papa, gracias a Dios inmediatamente accedieron y nos apoyaron con todo, nos proporcionaron abundante leña, ollas, ají molido con su respectivo huacatay, la tropa comenzó a sancochar el tuberculo en una paila grande, esa mañana el desayuno fue el riquísimo papa blanca sancochado. Finalizado el desayuno, todo el personal de la patrulla con el estomago lleno le brindamos todo tipo de agradecimiento al dueño de la chacra y reiniciamos la marcha, todo el recorrido es en bajada hasta el puente metálico que cruza el caudaloso río Marañón; siendo las 13:00 horas llegamos al caluroso distrito de Chagual, lugar de escasa población, donde descansamos 30 minutos, en este lugar no conseguimos apoyo de la población para rancho, permanecimos de hambre.
Cuando el personal de la patrulla reiniciaba la marcha a pie con destino a la Base Contrasubversiva de la Mina Retamas, nos alcanzó un camión de carga y a este vehículo subimos, luego llegamos a una zona muy peligrosa, donde había cantidad de piedras y tierras deslizadas desde las partes altas, parte de la carretera estaba tapado, al pie del inmenso cerro el camión se desplazaba tambaleado y totalmente inclinado hacía el inmenso río Marañón, en ese momento todos permanecimos asustados, en total silencio e implorando a Dios, sentados sobre las cargas vimos de cerca la muerte con nuestros fusiles en la mano, porque por una mala maniobra del chófer o por una falla mecánica todos hubiéramos terminado tragados por este río que es uno de los mas grandes del Perú que por estas zonas pasa amenazante y muy turbulento sobre todo en las épocas de lluvia; que valentía del chófer, fue admirable su osadía para pasar casi trescientos metros de carretera muy peligroso. Después pasar este peligroso tramo superado el gran susto, el sargento 2do EP Puntillo Conco, demostrando iniciativa ordenó dar tres vivas para el chófer, a lo que todos contestaron a una sola voz. Este camionero valiente nos trasladó gratis hasta el cruce de la carretera hacía el distrito de Chilia. Desde este cruce la patrulla se desplazó a pie a marcha forzada obligado por el hambre que nos acosaba, cuando el hambre ataca a un ser humano o cualquier animal se puede hacer cualquier cosa, el hambre no perdona, alargamos los pasos pensando llegar a la mina Retamas antes de las 12 de la noche para encontrar algo de comida, pero todo el esfuerzo no dio frutos, la distancia que nos separa era interminable, recién arribamos a la mencionada mina siendo las 03:00 horas del día 14. Como es normal la Base Militar que se encontraba en este estrecho lugar conocido como Retamas, tenía todas las comodidades del caso, todo proporcionado por la mina, en este centro minero descansamos un día completo donde el jefe de la Base Militar nos brindó alojamiento y comida en abundancia.
En la Mina Retamas, el personal de la Base del Ejército y de la Policía Nacional del Perú, controlaban el ingreso y salida de los trabajadores por los túneles, desde las 18:00 horas hasta las 06:00 horas. El personal de Seguridad se encontraba ubicado en la puerta de la boca de los túneles, este servicio se cumplía durante el día y la noche, por turnos durante doce horas. En las noches el personal militar y policial permitía el ingreso clandestino de civiles conocidos como los "parqueros" y robaban minerales en bruto a medias en costales, en horas de la madrugada lo trasladaban a la Base Militar. A simple vista este mineral parece insignificante (parecían piedras de color plomo) y los escondían en un almacén, los mismos que durante el día lo molían de manera artesanal, si hay suerte a veces sacaban 3 a 4 gramos de oro, la mitad era la ganancia del Jefe de la Base y la otra quedaba para el soldado del servicio saliente. Los civiles "parqueros" en las noches cada uno se matriculaban con un gramo de oro para continuar con el robo del mineral en bruto de la empresa minera, de esta manera el jefe de la Base por día recibía aproximadamente sus 35 gramos de oro, a veces hasta mas. En aquellos tiempos el gramo de oro en Retamas costaba S/. 25.00 soles, permanecer en esta Base era muy rentable, además este personal tenía todas las comodidades del caso, la mina les proporcionaba rancho a discreción, buen alojamiento y otros beneficios. En esta foto se observa la pobreza de las patrullas, en aquellos tiempos carecíamos de uniforme, la mayoría del personal de tropa no tenía borceguíes, la imagen habla por si solo.
El día 15 de abril, siendo las 08:00 horas, una mañana con el cielo despejado, la patrulla "Huascarán" de 20 hombres de Tropa bajo mi comando, después de un buen desayuno, reiniciamos el desplazamiento a pie con destino al distrito de Tayabamba. Con la moral en lo mas alto, pasamos por las inmediaciones de los distritos de Parcoy y Llacuabamba, para impresionar a los pobladores a todo pulmón cantamos canciones de guerra, canciones de muerte, canciones de sangre. Iniciamos el ascenso por el inmenso cerro empinado de la Mina Marsa, en aquellos tiempos a nosotros nadie nos superaba en las marchas forzadas en este tipo de terrenos en las zonas del ande peruano, todos acostumbrados a la supervivencia, sin pocho de jebe, sin rancho frio, sin bolsón de primeros auxilios, superando todo tipo situaciones adversas siendo las 11:45 horas llegamos a la zona conocida como la "punta olímpica", mas o menos a 4500 mil metros de altura sobre el nivel del mar, la lluvia y la neblina nos cubría con su manto blanco, por lo que acudimos al pequeño inmueble de los vigilantes de la mencionada empresa minera, bajo el techo de esta caseta descansamos media hora para recuperar energías. Desde este cerro todo el desplazamiento a pie es en plena puna, en esta oportunidad todo el terreno era en bajada hasta el pintoresco distrito de Buldibuyo, pasando este distrito ingresamos a las chacras de maíz donde mascamos cantidad de caña que aquel día nos sirvió como almuerzo, pero como la meta era llegar hasta el distrito de Huaylillas, zona muy abrigado, a este lugar llegamos siendo las 18:00 horas, ahí pasamos la noche en el local comunal proporcionado por el gobernador del distrito, pero no nos apoyaron con rancho, por ende en su mayoría el personal permaneció de hambre, por ahí algunos consiguieron algo de comer con el apoyo de los civiles, quienes les había regalado cancha con queso, papa sancochado y otros.
El día 16 de abril, siendo las 06:00 horas, bajo un cielo azul, abandonamos el abrigado distrito de Huaylillas, no hubo desayuno para nadie (rancho), así en esas condiciones reiniciamos el desplazamiento siempre a pie a través de la polvorienta carretera con destino a la Base Militar del distrito de Tayabamba, cuando ya habíamos caminado por lapso de una hora y media, en esas circunstancias de sorpresa apareció el camión Unimog del Ejército, vehículo de la Base Contrasubversivo de la mina Marsa, que en transcurso de la semana había llegado al distrito de Tayabamba transportando provisiones de apoyo para el personal militar, dicho vehículo lo envió el capitán Jorge Sánchez Flores mas conocido con el seudónimo de "águila", lo había enviado como "auxilio" para recoger al personal de mi patrulla, todos subimos a este vehículo, en aquel momento sobre todo el personal de Tropa se sentía muy feliz y contento porque nos habían informado que el distrito de Tayabamba se encontraba de fiesta en honor a su patrón Santo Toribio de Mogrovejo. Llegamos al distrito de Tayabamba siendo las 10:30 horas, la pequeña plaza de armas se encontraba lleno de gente de todas las condiciones sociales, y la banda de músicos amenizaba la fiesta con lo mejor de sus repertorio; para la fiesta, desde la Mina Marsa había bajado el teniente Castañeda acompañado por el sargento 1° Agreda (chofer del vehículo Unimog). Después de cinco días de desplazamiento a pie desde la guarnición de Huamachuco llegamos sin novedad a la Base Contrasubversivo del distrito de Tayabamba, para este desplazamiento la patrulla a mi mando no recibió viáticos ni rancho frió, no contamos con bolsón de primeros auxilios ni poncho de jefe; en algunos lugares amanecimos sentados en las veredas cubiertos solo con nuestros capotines y una frazadas, es decir habíamos superado todo tipo de riesgos e inconvenientes, reunido toda la patrulla en el pequeño patio de la Base Contrasubversivo mandé revistar las armas, se verificó el estado físico de los fusiles, cacerinas, municiones, granadas, etc, le di parte al capitán de todas las ocurrencias durante el desplazamiento y luego me retiré a mi alojamiento, después de un duchazo con agua helada, me cambié de civil y salimos con el teniente Catañeda, recuerdo que durante tres días participamos en la fiesta junto con las autoridades del distrito, bailamos, estuvimos en la corrida de toros, como en todas las zonas de la Sierra no nos faltó comida y la cerveza helada abundó en todas as reuniones, brindado por los alferados, fueron días inolvidables que hasta la fecha lo guardo en un rincón de mi corazón. Recomendación, en las Zonas de Emergencia sino quieres ser emboscado por los grupos subversivos, el desplazamiento tiene que ser a pie, de acuerdo a las informaciones, sobre todo en las punas es recomendable utilizar caminos no convencionales y siempre por las partes altas.
No hay comentarios.:
Publicar un comentario