miércoles, 21 de septiembre de 2016
martes, 13 de septiembre de 2016
LA HISTORIA DE LA PATRULLA "HUSCARÁN" DESPLAZAMIENTO A PIE DESDE HUAMACHUCO A TAYABAMBA 1993
El día jueves 8 de abril, siendo las 08:00 horas, en un camión contratado trasladamos desde la Oficina de Reclutamiento del distrito de Tayabamba a 60 reclutas (civiles) con destino al Puesto de Comando del Batallón Contrasubversivo N° 323 acantonado en el distrito de Huamachuco. Después de un viaje que duró 22 horas, en horas de la mañana del día 9 llegamos sin novedad a nuestro destino final, atrás había quedado el temido sector del Molino Viejo en el distrito de Cochorco, en este sector los subversivos del Partido Comunista del Perú Sendero Luminoso, siempre le arrebataban sus armas a los efectivos de la Policía Nacional del Perú; por ende, estaba considerado como zona de mucho peligro.
En 11 de abril de 1993, la patrulla "Huascarán" de 21 hombres, inicia el desplazamiento a pie desde el Puesto de Comando del Batallón Contrasubversivo N° 323 con sede en el distrito de Huamachuco hasta el distrito de Tayabamba, Pataz, son 227 kilómetros de distancia. Ante el peligro de emboscadas en desplazamiento vehicular, la patrulla se desplazó a pie por las rutas del caserío de Yanasara, caserío El Pallar, distrito de Chugay, distrito de El Molino Viejo, Cochorco, distrito de Chagual, distrito de Retamas, la Mina Marsa, distrito de Buldibuyo, distrito de Huaylillas y como punto final la Base Militar del distrito de Tayabamba, este desplazamiento duró cinco días.
Aquel día en el patio de armas del batallón, una mañana nublado, el teniente César Cáceres (Oficial de Intendencia), me entregó provisiones para el personal de Tropa SMO destacado en la Base Contrasubversivo N° 323 del distrito de Tayabamba, provincia de Pataz. Recibí lo siguiente: tres sacos de arroz, tres sacos de azúcar, tres sacos de harina, tres sacos de trigo, dos sacos de fréjol, tres sacos de avena, cinco cajas de leche, dos cajas de manteca, fideos, atún, tres cajas de manteca blanco, etc. Para el transporte de la carga no recibí ni un céntimo de parte del comandante del batallón, cuando lo solicité, el comandante me dijo las siguientes frases: "Ya tu veras como lo trasladas, dinero no hay", en esas circunstancias ante la indiferencia del comando de este batallón, mandé sacar todas las provisiones al frente de la guardia de prevención, ahí esperé a los camiones que venían de la ciudad de Trujillo y desde la ciudad de Lima que tenían como destino el distrito de Tayabamba y las zonas de Huacrachuco. Los camioneros siempre colaboraban con las patrullas bajo mi comando; por ende, por la sensibilidad que ellos me habían mostrado en las rutas por donde transitaban, les esperé con paciencia; cuando aparecieron les solicité para que me apoyen con el transporte de mis provisiones, el primer camión llevó los sacos de arroz, el segundo camión los sacos de azúcar, así pidiendo favores a los camioneros pude enviar todo los artículos de clase 1 para rancho del personal de la Base Militar. A los los chóferes les indiqué para que la carga sea entregado en la Base de Tayabamba, en este caso yo solamente anoté en mi libreta de apuntes el nombre de chófer y el numero de la placa del vehículo. Finalizado todo el envió de las cargas, pasado el medio día con todo el personal de la patrulla bajo mi comando, inicié el repliegue a pie con destino a la ciudad de Tayabamba. Aquella tarde nos desplazamos a pie hasta el caserío de "El Pallar", a donde llegamos siendo las 19:00 horas, en este caserío amanecimos sentados en la vereda de la casa de la familia Gaytan, quien nos prestó pellejos de carnero y frazadas para pasar la noche.
El día lunes 12 de abril, siendo las 06:45 horas, una mañana nublado, tomamos desayuno en el centro poblado mayor de El Pallar, el suculento caldo de cabeza de carnero, acompañado con el rico papa huayro sancochado y su respectivo ají con huacatay, preparado por la señora Juana, esposa del licenciado del Ejército peruano de seudónimo "tacora". Después de este reconfortante desayuno, siendo las 08:00 horas iniciamos el desplazamiento a pie a través de un cerro empinado, utilizamos los antiguos caminos intermedios de ascenso con destino al distrito de Chugay, a donde llegamos pasado el medio día, como es normal en este pintoresco distrito tomamos un merecido descanso de una hora aproximadamente, luego, después de aprovisionarnos con paquetes de galletas, latas de atún y otros, continuamos el desplazamiento, esta marcha a pie que lo denominamos la segunda etapa, fue en plena puna a mas de tres mil quinientos metros de altura sobre el nivel del mar, a marcha forzada siendo las 21:00 horas llegamos al centro poblado mayor conocido como el Molino Viejo, el cansancio y el hambre no era poca cosa. Este centro poblado que tiene malos antecedentes por los constantes asaltos a los transportistas y la proliferación del narcotrafico está ubicado al pie de un inmenso cerro, con casas con paredes de tapial y techo de teja, donde reinaba la oscuridad, el silencio era total. Tocamos algunas puertas para pedir apoyo de pellejos de carneros y frazadas para pasar la noche, pero nadie abrió sus puertas; por ende, amanecimos sentados en la vereda, soportando intenso frío.
En la Mina Retamas, el personal de la Base del Ejército y de la Policía Nacional del Perú, controlaban el ingreso y salida de los trabajadores por los túneles, desde las 18:00 horas hasta las 06:00 horas. El personal de Seguridad se encontraba ubicado en la puerta de la boca de los túneles, este servicio se cumplía durante el día y la noche, por turnos durante doce horas. En las noches el personal militar y policial permitía el ingreso clandestino de civiles conocidos como los "parqueros" y robaban minerales en bruto a medias en costales, en horas de la madrugada lo trasladaban a la Base Militar. A simple vista este mineral parece insignificante (parecían piedras de color plomo) y los escondían en un almacén, los mismos que durante el día lo molían de manera artesanal, si hay suerte a veces sacaban 3 a 4 gramos de oro, la mitad era la ganancia del Jefe de la Base y la otra quedaba para el soldado del servicio saliente. Los civiles "parqueros" en las noches cada uno se matriculaban con un gramo de oro para continuar con el robo del mineral en bruto de la empresa minera, de esta manera el jefe de la Base por día recibía aproximadamente sus 35 gramos de oro, a veces hasta mas. En aquellos tiempos el gramo de oro en Retamas costaba S/. 25.00 soles, permanecer en esta Base era muy rentable, además este personal tenía todas las comodidades del caso, la mina les proporcionaba rancho a discreción, buen alojamiento y otros beneficios. En esta foto se observa la pobreza de las patrullas, en aquellos tiempos carecíamos de uniforme, la mayoría del personal de tropa no tenía borceguíes, la imagen habla por si solo.
LA HISTORIA DE LA BASE CONTRASUBERSIVO N° 323 HUACRACHUCO PROVINCIA DE MARAÑÓN HUÁNUCO 1992
En los años de 1988 y 1989 en las zonas del distrito de Huacrachuco la Policía Nacional del Perú fue derrotado por los combatientes del Partido Comunista del Perú Sendero Luminoso; por ende, ante el incremento del accionar subversivo en dicha zona, con urgencia se envió al personal del Ejército y se creó una Base Contrasubversivo al mando de un oficial, dos suboficiales y 60 hombres de Tropa Servicio Militar Obligatorio.
En el año de 1992, en la Base Contrasubversivo N° 323 del distrito de Huacrachuco, trabajó el subteniente de infantería Francisco Javier Costa Gallegos, natural del departamento de Cuzco; el suboficial operador de comunicaciones Juan Moreno Salazar, natural de la provincia de Huaraz, departamento de Ancash y el suboficial mecánico de armamento Castro Quipusco, natural de la ciudad de Trujillo; el último de los mencionados siempre bajaba al Puesto de Comando del Batallón Contrasubversivo N° 323 acantonado en el distrito de Huamachuco, por motivos de regularización de cargos en el almacén de armamentos, granadas y municiones. En aquellos tiempos de mucha violencia política, en las Bases Contrasubversivas no había rotación, bienestar, ni permiso para el personal destacado, hechos que incomodaba a muchos oficiales y suboficiales, sobre todo por el exiguo sueldo, propinas de hambre, pésimo racionamiento y falta de uniformes. A estos lugares el abastecimiento de víveres no llegaba a tiempo; por ende, el rancho siempre fue muy pobre para todo el personal.
Entre los meses de agosto y setiembre del año 1992 sin autorización del Comando de Batallón abandonan la Base Contrasubversivo del distrito de Huacrachuco el subteniente Costa Gallegos y el suboficial Moreno Salazar, es decir ambos se desertaron; quienes habían viajado a sus respectivos lugares de origen sin permiso y no habían retornado a tiempo. Ante la negativa del Comandante del Batallón de concederles permiso a cuenta de sus vacaciones AF 1992, ellos mismos firmaron sus papeletas y se fueron; en esas circunstancias aplicando el espíritu de cuerpo el sargento 2do Tropa EP Rudecindo Vásquez Gonzales, había asumido la responsabilidad como jefe de la Base Militar (interino); este sargento desde el uno de agosto hasta el 13 de octubre, durante dos meses consecutivos y trece días, en las horas del reporte (08:00 horas, 14:00 horas y 20:00 horas) se colocaba en la estación de radio y daba cuenta al Puesto de Comando de Huamachuco de todas las ocurrencias y novedades del personal y material; cuando le preguntaban sobre la situación del oficial y el suboficial, este sargento mostrando total lealtad a sus superiores le "cubría" las espaldas y contestaba manifestando lo siguiente: "El subteniente Costa y el suboficial Moreno se encuentran de patrulla en los sectores del distrito de Cholón, San Pedro de Chonta y otros. El suboficial Castro se encuentra en la ciudad de Huamachuco", armamentos y personal se encuentran sin novedad. Todos los días informaba las mismas ocurrencias, por lo que presumieron que este sargento estaba ocultando información relacionado a sus superiores.
El 8 de octubre de 1992, siendo las 05:00 horas, una mañana nublado y con ligera llovizna, el señor Teniente Coronel de Infantería Riki Santos Román, en su condición de comandante del Batallón Contrasubversivo N° 323 del distrito de Huamachuco, acompañado por tres oficiales, tres suboficiales y Tropa SMO se desplazaron para relevo del personal con destino al distrito de Huacrachuco, en convoy militar conformado por 4 vehículos, dos vehículos tipo LA 1113 y 2 vehículos Unimog, todos los vehículos de apoyo de combate fueron conducidos por los experimentados sargentos reenganchados.