lunes, 8 de diciembre de 2014

LA MUERTE DEL CABO SMO ERNESTO CABRERA EN EL CAMPAMENTO MILITAR "EL PALLAR" HUAMACHUCO 1978

En el Campamento Militar "El Pallar", el día sábado 16 de setiembre de 1978, siendo las 07:00 horas, finalizado el (rancho) de la mañana, el cabo EP Ernesto Cabrera nos decía lo siguiente: “He soñado que en la zona del trabajo me había caído del cerro y tenía un fuerte dolor de cabeza y luego he viajado en un helicóptero bajo un inmenso cielo azul, ¿Qué significado tendrá este sueño, qué significado tendrá este sueño?”, preguntaba a uno y otro cuando nos dirigíamos apresurados a nuestras cuadras para guardar nuestros útiles de rancho, luego salimos a formar al patio con nuestras herramientas de trabajo de todos los días, picos, palas y barretas.

Los diferentes grupos de trabajo salieron corriendo hacia el patio de armas, entre ellos los cuatro grupo de trochadores se encontraban con sus herramientas sobre el hombro, rápidamente el oficial de día pide parte, constata a los efectivos y desfilamos con dirección a la zona de trabajo, a nadie le interesó las preguntas que hacía el cabo Cabrera, recién cuando ocurrió el accidente el personal de Tropa de todos los grados hacía comentarios una y otra vez relacionado al sueño premonitorio del mencionado clase; así como soñó sucedió el accidente, aquel fatídico día él se cayo del cerro a una profundidad de 60 metros y se golpeo la cabeza y el helicóptero que soñó por la constante lluvia de la tarde y la densa neblina nunca llegó para socorrerlo para ser conducido al Hospital Militar Central con sede en la ciudad de Lima. Por las condiciones meteorológicas adversas, la nave, un helicóptero Ruso MI 8 había aterrizado en las alturas de Huamachuco por la zona conocida como "Los Frailones". Con el mencionado cabo integramos el mismo grupo de trabajo de trochadores, conformado por 15 individuos de Tropa entre clases y soldados.

Este día, cansado por los trabajos forzados en la carretera, con mi promoción Wenceslao Ramírez, decidimos no asistir al trabajo, es decir, hablando en términos militares del Perú nos "cabreamos". En la mañana salimos del Campamento Militar junto con el grueso del personal, llevando consigo nuestras herramientas de siempre que eran palas, picos y barretas; pasando el puentes "Pallar" en el camino con dirección a la zona de trabajo, en las inmediaciones de la casa del empleado civil conocido como la "cresta del gallo" suegro del sargento 1° reenganchado Anco Mamani Leónidas, simulando arreglar nuestras ojotas, adrede nos retrasamos y en seguida nos escondimos entre los árboles, cuando todos desaparecieron por la curva conocido como la curva del "viento", aprovechamos para cruzar el río y luego caminamos por un hermoso sendero de amplio campo verde hasta llegar al frente de la zona de trabajo, ahí echados plácidamente sobre el gras, bajo la sombra de hermosos arboles, pasamos las horas conversando del Colegio Nacional de La Libertad de Huaraz, colegio que habíamos abandonado antes de culminar la educación secundaria para cumplir con el Servicio Militar Obligatorio, y teníamos amplio campo vista, al frente se notaba con claridad los ajetreos del trabajo en la trocha polvorienta.

Desde lunes a viernes en las partes altas del trazo de la carretera hacíamos varios huecos de gran profundidad ( 2 metros) a puro "pulmón", utilizamos barretas, picos, lampas y con baldes sacamos tierra desde las profundidades. Los días sábado en horas de la mañana en los huecos se colocaba las cargas de dinamita con 200 kilos de anfo en cada uno, luego, el hueco lo cubríamos con tierra húmeda bien compacto y se prendía la mecha lenta, la voladura en las faldas del cerro rocoso originaba la bajaba de toneladas de piedra y tierra en un tramo de 200 metros de largo aproximadamente. Aquel fatídico día, siendo las 11:00 horas prendieron las mechas y la explosión fue espectacular, se sacudió todo el cerro, la zona se cubrió de nubes de polvareda por lapso de varios minutos, pero cuando todo quedó despejado el personal de tropa comenzó a bajar amarrado con sogas portando sus barretas para remover las piedras y tierra suelta en las partes alta del acantilado, en esas circunstancias el cabo Ernesto Cabrera de manera negligente no se amarró bien la cintura con la soga de seguridad y saltó sobre una piedra movida que se desprendió forzado por el peso del cuerpo, desatándose la soga; por ende, el mencionado cabo cayó aproximadamente a una profundidad de 60 metros, impactando su cuerpo sobre la tierra suelta y piedras, no murió en el acto, en todo momento trató de levantarse, pero el golpe que recibió en la cabeza ya era mortal. En ese momento el jefe de trabajo mandó parar toda la actividad y procedieron a rescatar el cuerpo para ser conducido con destino al campamento militar, como el rescate fue tan rápido el personal de soldados y civiles peones que se encontraban en las partes alta del cerro no se habían percatado de quien era el cuerpo, en su mayoría decían que el cuerpo es del sargento 2do Miguel Pineda Ramírez, preguntaban ¿Dónde está Pineda?, ¿Dónde está Pineda?, ellos no sabían que yo me encontraba bien cabreado, descansando al frente, bajo la sombra de los arboles. Cuando la camioneta llegó al campamento militar bajaron el cuerpo y recién se dieron cuenta que era el cabo Cabrera, a quien le dejaron tendido por algunos minutos delante de la enfermería, donde el mencionado cabo mostrando valor trataba de levantarse, pero su esfuerzo fue negativo.

Con mi promoción Wenceslao Ramírez habíamos observado todo el repliegue del personal, de manera apresurada se replegaron en su mayoría a pie los oficiales y suboficiales en la única camioneta; sin saber del accidente, finalizado el descanso de la mañana procedimos a retornar al Campamento Militar; caminamos lentamente por el principal camino que está entre las chacras del hacendado Francisco Pinillos, luego ingresamos al campamento por el sector del Puesto de vigilancia N° 7 para no ser visto por el Oficial de Día, viendo a mis compañeros de labores que se encontraban muy asustados le preguntamos, ellos en el acto nos informan del accidente del cabo Cabrera.

Siendo las 12:30 horas, en la misma camioneta el herido fue trasladado de emergencia con destino al Hospital "Leoncio Prado" de la ciudad de Huamachuco, lugar donde falleció en horas de la noche. 
  
El día 17, en las primeras horas de la mañana, se organizó una comisión, el suboficial de 3ra OEI EP Tuñoque Tejada Segundo (jefe de sección) y tres elementos de Tropa SMO, viajamos con destino al Hospital "Leoncio Prado" de Huamachuco, ingresando a la morgue le encontramos al clase fallecido tendido sobre una plataforma de cemento, su cabeza se encontraba totalmente hinchado, le colocamos uniforme nuevo y le introducimos al cajón con gran dificultad pues había muerto con las extremidades totalmente extendidas, esa noche hubo velorio en el Club de Tiro de la ciudad de Huamachuco donde asistieron las principales autoridades políticas y el pueblo en general. Durante el velorio todos chacchamos harta coca toda la noche, al tercer día, día del entierro, hubo feriado en la ciudad, pues los colegios y el pueblo en general asistieron al entierro. Los restos del mencionado Cabo momentáneamente quedó en uno de los nichos del cementerio general de la ciudad, pero al mes sus familiares se lo llevaron a su lugar de origen, Cabana, Ancash, donde también había sido sepultado con honores. 

5 comentarios:

  1. el cabo fallecido no es de ancash si ,no de trujillo de la 1ra promocion de la libertad,de la cual pertenesco soy tte,e,p en retiro.me gustaria contacrme contigo para cambiar experiencia,saludos

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  2. Durante el año 1978 falleció en cabo SMO Ernesto Cabrera, él fue de Cabana, con él partimos desde Caraz. A la primera promoción de Tropa que llegó de la "Libertad" en mi condición sargento semana yo les recibí, de ustedes tengo muchos recuerdos porque jugamos fútbol en Cochabamba, Chugay, El Pallar, etc. El segundo muerto si es de Trujillo, él murió mas abajo, cuyo nombre no recuerdo.

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    1. entonces es el 2do frio,ya que el que murio mi promo hera de laredo,tu promocion creo es pantoja un colorado q le encontre una vez en trujillo,tu estuviste cuando le clavaron rigor a tuñoque,por llegar borracho y masacrarlo a mi promo nureña,y nosotros le fuimos a levantar al my machivelo quien le ordeno que le encierren en el calabozo,sabias q de la 2da promocion de trujillo salio un renganchado que luego fue sub oficial nos reconocimos en tumbes,y el actual alcalde de huamachuco es de la 1ra promo de huamachuco.saludos.

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  3. BIEN AMIGO PINEDA SI ASI FUE, Q, NO TE ACUERDAS DE MÍ .

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  4. Yo, soy Miguel Pineda, llegué al caserío de Pallar con el grado de sargento 2do, soy mas antiguo que Pantoja, me licencié en el mes de diciembre de 1978. Hubo un problema para este licenciamiento, en esos días habían detectado la infiltración de tropas de Ecuador al territorio peruano en la Cordillera del Cóndor en el departamento de Amazonas; por ende, suspendieron la baja del personal hasta nuevo orden, el mayor Walter Machiavelo Corcuera había viajado a la 7ma División de Lambayeque, pues administrativamente pertenecimos a Lambayeque y operativamente al batallón de Caraz. Resulta que ya finalizaba el año 1978 y no llegaba el mayor Machiavelo, según comentarios iba a retornar después del año nuevo trayendo consigo la ropa civil, medalla de bolognesi, diploma de los licenciados etc. Pero también había comentarios que la baja se suspendería hasta nueva orden por posible Guerra con Ecuador, pero ya no había dotación de rancho para nosotros. En esas situaciones de incertidumbre e la mañana del 22 de diciembre de 1978 se reunió todo mi promoción y juntos fuimos donde la oficina del S-1 y le obligamos al teniente Gustavo Espinoza para que nos entregue de inmediato todo nuestros documentos, como: La libreta Militar, certificado de Servicio Militar y la Constancia, nos lo entregaron sin problemas, bueno lo que queda como anécdota es lo siguiente: Para mi promoción que se licenció en el campamento Militar de El Pallar, no hubo ceremonia, no recibimos la medalla de Bolognesi, no recibimos la ropa civil, zapatos, y otros. Nadie nos dio la mano, nadie nos dijo gracias por los servicios prestados, nos retiramos en total silencio.

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