miércoles, 19 de septiembre de 2018

LA BANDERA ECUATORIANA CAPTURADA POR LAS TROPAS DEL PERÚ EN EL FALSO PAQUISHA 1981

La bandera ecuatoriana capturada por los peruanos en el Falso Paquisha, es exhibida en uno de los museos del Ejercito del Perú. Al pie de esta puede leerse: "trofeo de guerra " bandera ecuatoriana conquistada en el conflicto de 1981 en La Cordillera del Cóndor por las tropas de la QRM y la aviación del ejército en el puesto que a la fecha se denomina "CAPITÁN PONCE" sector del Alto Cenepa.
Fotografía de la bandera de los invasores ecuatorianos, capturada a sangre y fuego durante los combates que permitieron la recuperación para la patria del PV N° 22 (falso Paquisha). Los valientes soldados del glorioso Ejército del Perú que tuvieron el éxito de capturarla y cambiarla por el victorioso bicolor nacional, posan con ella teniendo como fondo un helicóptero MI 8T de la Aviación del Ejército.

jueves, 6 de septiembre de 2018

MEMORIAS DE UN VETERANO DE GUERRA Y DE LA PACIFICACIÓN NACIONAL LEY N° 30826 19 JULIO 2018

La última Guerra Contrasubversiva, comprendido entre los años de (1980 - 2000). En la postrimería del gobierno del General Francisco Morales Bermudes, en la víspera de las elecciones presidenciales, en el distrito de chuschi, provincia de Cangallo, departamento de Ayacucho, el 17 de mayo de 1880 el Partido Comunista Peruano Sendero Luminoso inició su acción armada contra el Estado peruano.

Durante los cinco años del segundo gobierno del arquitecto Fernando Belaunde Terry (28 de julio de 1980 al 28 de julio de 1985), por la ineficacia de las autoridades políticas, policiales y militares, la acción del Partido Comunista del Perú Sendero Luminoso, se incrementó, principalmente entre los departamentos de Ayacucho y Huancavelica.

Durante el primer gobierno del doctor Alan García Pérez, el Partido Comunista del Perú Sendero Luminoso incrementa sus acciones armadas y peligrosamente abre nuevos frentes a nivel nacional, durante este gobierno aparece el Movimiento Revolucionario Túpac Amaru (MRTA) y el narcotráfico aumenta su producción, principalmente en los departamentos de San Martín y Huánuco, en complicidad con las autoridades del gobierno y en algunos casos también protegidos por los grupos subversivos.

El 12 de setiembre de 1992, durante el primer gobierno del ingeniero Alberto Kenya Fujimori Fujimori, con la captura del jefe del Partido Comunista del Perú Sendero Luminoso Abimael Guzmán Reynoso se frena el accionar subversivo en algunos frentes de la zona sierra y selva, pero el narcotráfico continuó sus labores con total normalidad, principalmente en el frente Huallaga. Durante su segundo gobierno se derrota por completo al Movimiento Revolucionario Túpac Amaru.

Entre los años de 1980 hasta el año 2000, la clase política peruana conformado en su mayoría por sectores pudientes, vivieron siempre dando las espaldas a la paupérrima vida del soldado Servicio Militar Obligatorio de estrato social pobre que subsistió en las Zonas de Emergencia en condiciones muy duras. Los políticos de ayer y hoy en su mayoría son antimilitares y como no son sus hijos los que pierden la vida en defensa de la patria; ergo ningún representante del Estado se preocupa si el soldado tiene provisiones para rancho, si tiene buenos uniformes y buenos armamentos, ellos por tradición son indiferentes y normalmente se presentan en la televisión objetando todo pedido de mejoras para las Fuerzas Armadas, en estos casos los argumentos de siempre son que no hay presupuesto y a todo esto tenemos que agregar la corrupción del Servicio de Intendencia en complicidad con los Generales del Ejército; ergo, durante las luchas contra los grupos subversivos, ante la constante carencia de víveres, para rancho del personal de Tropa destacado en las diferentes Bases Contrasubversivas, para poder subsistir, el personal militar destacado, sobre todo en las zonas de la zona Sierra, cometió diversos tipos de robos en las chacras y en las punas de los humildes campesinos del ande; se enviaba personal de Tropa a las punas para fusilar animales bovino para abastecerse de abundante carne, así mismo se incursionaba en las chozas y manadas para robar ganado ovino, caprino, cerdos, alpacas, etc. En aquellos tiempos los malos elementos sobre todo el personal de oficiales de origen costeño fueron una pesadilla y carga constante para los humildes campesinos, tiempos en que el personal de Oficiales, Técnicos y Suboficiales, permanecimos durante las luchas Contrasubversivas con miserable sueldo y el personal de Tropa Servicio Militar Obligatorio con propina de vergüenza, ahora la clase política peruana y los civiles ya se imaginaran como sobrevivimos patrullando y combatiendo en las zonas de la Sierra y Selva en defensa de la Democracia y el Estado de Derecho. Ocupamos Bases Contrasubversivas improvisadas, había escasez de víveres, había escasez de uniformes, no había colchones, no había ollas, faltaba frazadas, no había leña, etc. 

Desde el año 1987 hasta el año 2000, la Base Contrasubversivo "Rayo" del distrito de Agua Miro que hoy se conoce como el distrito de la Unión, provincia de Dos de Mayo, departamento de Huánuco, en sus instalaciones siempre tenía más de 70 animales ovino para la alimentación de su personal, todos llevados a la fuerza desde las manadas de los humildes campesinos por las patrullas del Ejército, en las zonas de la Sierra se robaba y en las zonas de la Selva se vivía de la mano con los narcotraficantes. 

Hasta el año 2003 el Estado peruano a través del Servicio de Intendencia del Ejército, diariamente proporcionaba la insignificante suma de dos soles con ochenta céntimos (S/. 2.80) para rancho de un soldado, destinados para su desayuno, almuerzo y cena; con dos soles y cincuenta (S/2.50) centimanos, el Servicio de Intendencia compraba víveres secos y abastecía trimestralmente a los batallones y a las bases contrasubversivas en todas las regiones del Perú, y los treinta (S/.0.30) céntimos que correspondía para la compra de víveres frescos como: Verduras, carne, tubérculos, ect se entregaba en efectivo a los comandantes de Unidad y jefes de base contrasubversivo, dinero que muchas veces se quedaba en el bolsillo de los jefes.

BATALLÓN CONTRASUBVERSIVO “CORONEL OSCAR DE LA BARRERA” Nº 323 HUAMACHUCO (JULIO 1992 – FEBRERO 1994)

El Batallón Contrasubversivo “Coronel Oscar de la Barrera” Nº 323, acantonado en el distrito de Huamachuco, se encuentra en el sector La Cuchilla, al Este de la ciudad, provincia José Faustino Sánchez Carrión, departamento de La Libertad. Entre los años de 1988 a 1995 en la zona Sierra del departamento de La Libertad, el Partido Comunista del Perú Sendero Luminoso se hizo presente con mucha fuerza y peligro para los interés del Estado, en muchas zonas del departamento, los combatientes de dicho grupo Subversivo comenzó atacar a las Fuerzas de la Policía Nacional del Perú, derrotándolo por completo, por este motivo de manera apresurada se mandó construir el Fuerte "Mayor Santiago Zavala Galarreta" donde quedó establecido el personal de este batallón con el efectivo de 650 combatientes entre Oficiales, Técnicos, Suboficiales y Tropa SMO. El punto más alto del accionar Subversivo se lleva a cabo entre los años de 1990 a 1994; por ende, desde el Cuartel General del Ejército en Lima, el Comando del Ejército dispuso cambios de colocación extraordinario para el personal de Oficiales, Técnicos y Suboficiales de diferentes armas. En los enfrentamientos con los subversivos el batallón siempre tuvo éxito, menciono algunos: En el mes de julio de 1991 una patrulla de la Base Contrasubversiva del distrito de Tayabamba se enfrenta a 200 combatientes de PCP- Sendero Luminoso en el caserío de Asia en el distrito de Buldibuyo, con el resultado de 38 muerto en las filas subversivas y un muerto de la patrulla del teniente Rivera. En el mes de febrero de 1992 una patrulla del ejército de la Base Contrasubversivo de la Mina Marsa, apoyado con el personal de la DINOES de la policía se enfrenta a 150 combatientes de PCP- Sendero Luminoso en el distrito de Chilia con el resultado de 68 muertos en las filas subversivas. En el mes de julio de 1993 la patrulla del subteniente López Palomino y la patrulla "Huascarán" bajo mi comando perseguimos desde el distrito de Ongon hasta Tayabamba a 120 combatientes del Partido Comunista del Perú Sendero Luminoso al mando del "camarada" Gerardo, en todo momento los subversivos eludieron combate. En el mes de abril de 1993, en el paraje de Frailones una columna subversiva de 30 combatientes del Partido Comunista del Perú Sendero Luminoso, embosca a la patrulla del policía apoyado con personal del Ejército con el resultado de 18 muertos de la policía, tres soldados del ejército y un civil, en total pierden la vida 22 personas. En aquellos años en las diferentes zonas hubo muchos enfrentamientos y emboscadas, pero los mencionados fueron de mayor relevancia. En este batallón trabajé desde 01 de Julio de 1992 hasta el 28 de febrero de 1994.

Purrumpampa Huamachuco.- Durante mi permanecía en el Batallón Contrasubversivo N° 323, como oficial de guardia, sentado en una de las rusticas bancas, me ponía a pensar en aquella historia trágica ocurrido el martes 10 de julio de 1883; el cerro Santa Bárbara, el cerro Cuyulga y el cerro Sazón, ante mis ojos anochecía y amanecía guardando sus secretos como eternos testigos del efímero triunfo peruano, y permanecen día tras día rabiando de dolor por la derrota y del repase de los soldados chilenos que aplicaron contra los heridos, prisioneros y rendidos peruanos. En la llanura de Purrumpampa el alma del soldado Lorenzo Yupanqui Berríos del Batallón Tarma, aún permanece impregnado, gritando con furia sobre el frio campo con su uniforme de bayeta y poncho de lana en la cintura, persiguiendo al “roto” invasor por las faldas del cerro Sazón, sin municiones y sin bayoneta, cayó herido, peleando a culatazos; luego repasado, él fue uno de los soldados que cumplió con el juramento en la llanura de Tres Ríos el 7 de julio de 1883, de pelear hasta vencer o morir. El soldado Lorenzo Yupanqui Berríos, representa al soldado desconocido, uno de los héroes olvidados de todo el país, el civil que tomó las armas para hacerse soldado y defender a la patria en peligro, el soldado que, muchos libros de Historia lo ignoran por completo. La llanura de Purrumpampa, es un lugar de alto valor histórico que nadie cuida ni protege, muchas veces caminé sobre sus pastos de gran verdor en las épocas de invierno tratando de buscar explicaciones de los secretos que guarda este santuario. Purrumpampa, conocido por todos simplemente como la pampa, el cual es una inmensa huella geológica de una milenaria laguna, en cuyas orillas se asentaron los primeros habitantes de Huamachuco. Como es de conocimiento general, en este espacio pantanoso, durante la tercera etapa de la Campaña de la Breña, el Ejército del Centro al mando del General Cáceres, combatió contras las fuerzas invasoras de Chile al mando del coronel Alejandro Gorostiaga, en esta inmensa llanura muchos heridos y prisioneros peruanos fueron rematados en el famoso "repase" que aplicaron los soldados chilenos. En Huamachuco perdieron la vida en el campo de batalla más de mil hombres, los sobrevivientes, dispersos, marcharon en diferentes direcciones, no sometiéndose ninguno al enemigo que en vano pretendió su capitulación, ofreciendo no sólo garantías, sino aun recompensas. Muchos de ellos permanecieron ocultos a la espera de que el General Cáceres organizara el nuevo Ejército de la Resistencia Nacional. Contra lo que supusieron los chilenos e iglesistas, Huamachuco no fue el fin de la Breña, sino todo lo contrario. El sacrificio de los que batallaron y se inmolaron en día martes 10 de julio de 1883 marcó la senda para que se multiplique la resistencia a nivel nacional, salvo Lima, capital, que se encontraba en poder de mando chileno, Arequipa y Puno en poder del traidor Montero.

La llanura de Purrumpampa, es el campo santo altar de la Patria, donde el país pagó los afanes de la traición e incomprensión; pero también es el campo del heroísmo, cuyo ejemplo se proyecta en la historia para lograr la grandeza de la Patria con la unión de todos los peruanos. La batalla de Huamachuco, fue una demostración de patriotismo, arrojo y valor de nuestros combatientes, la escasez de armas hizo que estando en retirada los chilenos al observar que el ataque peruano perdía fuerza, volvió a envalentonarse y reorganizado cargó a la bayoneta, realizando un feroz contra ataque, atacando a unas fuerzas armados con fusiles viejos, sin municiones y sin bayonetas para su defensa. En Huamachuco faltó fusiles, municiones y bayonetas, lo que no faltó fueron los traidores pertenecientes a la clase dominante, que en esta etapa de la guerra comenzaron a colaborar como aliado de las fuerzas chilenas. En aquellos momentos difíciles para la patria, la clase política nacional se disputaba el puesto de la presidencia, por otro lado, los traidores hacendados y grades comerciantes cuidaban sus propiedades con total avaricia, negándose a colaborar con las fuerzas patriotas, incluso participaron junto con los sanguinarios chilenos en el “repase” de soldados indígenas peruanos. Durante la permanencia de las Tropas chilenas en Huamachuco, los comerciantes pro iglesistas abastecían con provisiones a las tropas del invasor parapetados en el inexpugnable cerro Sazón y otros traidores escaparon en vez de apoyar a las fuerzas patriotas. En esta etapa de la guerra, muchos oficiales peruanos traidores colaboraron con los chilenos como el caso del General Miguel Iglesias, coronel Luis Milón Duarte, coronel Manuel Encarnación Vento, coronel Relayse, coronel Ramón Iglesias, coronel Lorenzo Iglesias, coronel Segundo Leyva, etc. En esas circunstancias el contralmirante Lizardo Montero escapó a Bolivia dejando en Arequipa 8 mil fusiles, dos millones de balas, caballos, entre otras cosas que hubiera servido al General Cáceres durante la Campaña de la Breña. Las damas de la alta sociedad, principalmente la limeña, tomaban té cómodamente sentadas y otras también eran amantes de los oficiales chilenos, mientras las mujeres indígenas del ande enterraban a sus esposos en los campos de batalla. La batalla de Huamachuco es el último episodio de aquella gloriosa Campaña de la Breña, que empezó en el Centro del Perú en el mes de febrero de 1881. La Guerra es un acto político, una decisión de medir las armas con el enemigo se hace luego de observar el objetivo por alcanzar, en el presente caso no había razón de enfrentar a Chile de fuerza a fuerza, el enfrentamiento debió seguir siendo mil combates diarios, con pequeños grupos, en una hostilización permanente hasta cansarlos, con una unidad de comando y no con intereses de grupo político. La historia sirve para esto, para analizar los hechos históricos y no sólo para recordarlos sin ningún sentido.

Teniente Coronel de Infantería Ricardo San Román Ruíz Comandante del Batallón 1992.- Oficial nacido en el distrito de Chorrillos el 17 de Agosto de 1953, alto, fornido y buen deportista, como Comandante de Unidad llegó a tener éxitos en las Operaciones Contrasubversivos, quien para mantenernos contentos y cohesionados para el personal de Oficiales, Técnicos y Suboficiales, proporcionaba rancho gratis y cada 15 días había reuniones de camaradería, donde no faltaba parrilladas, polladas y licores de todo tipo, todo era gratis, así  de esta manera este comandante compartía sus “cutras” para evitar la desafección de su personal, pues el dinero de los diversos robos era asombroso, este comandante no pagó a nadie el dinero por permanencia en la Zona de Emergencia, dinero enviado por el Comando del Ejército (bono); en aquellos tiempos este dinero extra, fuera de la planilla, se pagaba a todo el personal que luchaba contra los subversivos, era un dinero tipo bono que nadie controlaba. En una oportunidad yo me apersoné a la tesorería para recibir mi sueldo, en ese momento el Comandante le llamó al Teniente Castañeda, tesorero de la Unidad de seudónimo “Pantro”, como este oficial se demoraba, comencé a verificar sus documentos y hallé el Oficio Nº 395 SECO – 32ª División de Infantería de Trujillo, que textualmente decía: “ Se remite el cheque Nº 54972901 del 18 de agosto de 1993 por la cantidad de Once mil quinientos cincuenta y dos soles con  sesenta y cuatro céntimos (S/11,552.64), como concepto de pago de bienestar del personal militar, firmado en Trujillo el 18 de agosto de 1993, para el personal de Oficiales, Técnicos y Suboficiales destinaron la suma de (S/ 4,760.64), en mi condición de Suboficial a mí me correspondía la suma de S/ 43.20 nuevos soles por mes, para los Técnicos la suma de S/51.84 nuevos  soles por mes y para los Oficiales la suma de S/ 73.44 soles por mes y para el personal de Tropa SMO la suma de S/.25.00 nuevos soles por mes; para el personal de tropas remitieron la suma de: (S/ 6,792.00), todo este dinero era una de las tantas “cutras” del mencionado Comandante de Unidad, muy aparte de las “cutras por combustible, mantenimiento y Convenio Minero, en aquellos tiempos el personal militar daba seguridad a las minas de Marsa y Retamas, por este convenio minero al personal de Oficiales le correspondía la suma de S/120.00 nuevos soles por mes, al personal Técnicos la suma de S/.80.00 nuevos soles por mes y al personal de Suboficiales la suma de S/70.00 nuevos soles por mes, este concepto también le correspondía al personal de Tropa SMO de acuerdo al grado, todo el dinero se lo llevó el mencionado comandante en complicidad con el General de Brigada Comandante General de la 32ª División de Infantería de Trujillo, General EP Ismael Cornejo Alvarado, el "feo".

El comandante San Roman, por lo menos nos brindó rancho gratis y reuniones gratis, otros son peores, se lo llevan todo el robo y nadie les dice nada, haber quien se enfrentaría a este tipo de corrupción en el Ejército peruano si en esto están metidos los mismos Generales, si por ahí reclamas o protestas prácticamente sales perdiendo, es decir todos te buscan la sinrazón, te dan la espalda y al final se vengan con la nota del fin de año y si denuncias sufres hostigamiento laboral, te intimidan en las inspectorías, hasta podrías ser asesinado.

El comandante Ricardo San Roman se la daba de mujeriego, le sacándole la vuelta a su esposa con una mujerzuela de Huamachuco, prostituta cachaquera que pasaba de mano en mano, mujer que no valía la pena, con esta mujer se relevaron todos los comandantes que pasaron por este batallón, para este tipo de puteríos el Estado les dota con un vehículo a los Comandantes de Unidad, pero también era un tipo peleador callejero, muchas veces a los policías faltosos les pegábamos en las discotecas y en el club San Francisco.

En un batallón la prioridad número uno es el rancho, si la alimentación para la Tropa y para el personal de Oficiales, Técnicos y Suboficiales marcha bien, todos están felices y contentos, así este Jefe se ganó el apreció de todo su personal, hubo parrilladas, polladas y canastas navideña, todo fue gratis, con esto no estoy justificando la gran corrupción que hubo en este Batallón; claro, si nos paramos dentro de la honestidad, transparencia y honradez, este Comandante de Unidad fue un gran ladrón, en complicidad con el General de Brigada EP Ismael Cornejo Alvarado, conocido como el "feo" Comangral de la 32va División de Infantería de Trujillo.

En el mes de Junio de 1992, en el distrito de Quiruvilca, provincia de Santiago de Chuco, en las alturas, en una mina abandonada, participan dos patrullas del Ejército procedentes de Huamachuco, comandado por el capitán de Infantería de apellido Miguel, con seudónimo "chinchinela” con 30 hombres de Tropa y la otra patrulla del Ejército al mando del capitán de infantería Sánchez con el seudónimo “águila” al mando de 30 hombres de Tropa, en total sesentaidos (62) hombres, entre oficiales y personal de Tropa Servicio Militar Obligatorio, este personal militar asesinó a tres combatientes del Partido Comunista del Perú Sendero Luminoso, entre ellos había una mujer subversiva de nacionalidad Norte Americana, una joven estudiante de pedagogía de Huamachuco y un campesino de la zona abastecedor de víveres que fue capturado en la puna cuando se trasladaba montado en un caballo y con provisiones cargados en el otros, este campesino fue intervenido de casualidad, a quien bajo amenaza de muerte le interrogaron y este declaro ser parte del grupo subversivo y que cumplía la función como abastecedor de provisiones y medicinas, justamente este campesino guió a las patrullas donde se encontraba la gringa. La información de inteligencia daba cuenta que en las minas abandonadas en las alturas del distrito de Quiruvilca, en Santiago de Chuco, sobre los 4500 masnm, existía aproximadamente 30 combatientes del Partido Comunista del Perú Sendero Luminoso, que entre sus integrantes había una mujer de nacionalidad estadounidense, pero aquel día el grupo subversivo no fue hallado, solamente se había quedado la “gringa” por tener heridas en los pies y su asistente una joven huamachuquina. La tropa trujillano y chimbotano en su mayoría me comentaba diciendo lo siguiente: Dijeron, "El indio nos llevó hacía el campamento de los “terrucos”, cuando llegamos a las inmediaciones se percataron de nuestra presencia, como se encontraban en la parte alta, comenzaron a dispar, resistieron bien, por más de una hora aguantaron el ataque nuestro, la mujer estadounidense salía disparando con dos fusiles AKM una en cada mano y en ráfaga, mientras la estudiante humachuquina lanzaba dinamitas en tarros de leche, ante tanta resistencia por más de una hora, nos silenciamos, mientras, los capitanes coordinaron y luego dispararon una granada con el lanzacohete RPG en la boca del túnel, con este disparo se rindieron totalmente, la joven huamachuquina salió con los brazos en alto, y procedimos a subir, a la “gringa” la encontramos tendida con la columna destrozada, ella aún estaba con vida, en un rincón del túnel la tropa inmediatamente le bajó el pantalón y procedieron a violarla sexualmente hasta dejarla muerta, y la joven huamachuquina quedó capturada. En el mismo lugar los oficiales interrogaron a la joven prisionera hasta las 11 de la noche, en esas horas, ella sin presagiar su muerte cantó varios temas de huayno; luego también comenzamos a violarla, toda la noche la tropa repetidas veces la violó sexualmente, absolutamente todos participaron; en seguida, siendo las cinco de la mañana primero le cortaron el cuello al campesino abastecedor de provisiones y medicina y a la chica con una pistola le dieron un tiro en la cabeza, los tres cuerpos fueron enterrados en la misma mina abandonada en las alturas del distrito de Quiruvilca”. Este fue la versión de la mayoría de la Tropa que participaron como parte de la patrulla “Águila”. En uno de los almacenes de la companía "C" del Batallón, almacenaron todo lo incautado de los terroristas, yo encontré dos costales conteniendo trapos rojos pintados con la hoz y el martillo, latas con dinamita y abundante mecha lenta, sogas para caballo y cuatro radios portátiles, a los receptores transmisores portátil en mi condición de mecánico de comunicaciones lo reparé y puse al servicio de la guardia.

En los primeros días del mes de Agosto de 1992, antes de la fiesta patronal en honor a la Virgen de Alta Gracia, patrona del distrito de Huamachuco; desde el G-2 de la 32ª División de Infantería con sede en la ciudad de la "Eterna Primavera" Trujillo, enviaron un sobre de clasificación secreto para el S-2 (Oficial de Inteligencia) del Batallón, a lo que tuve acceso, el sobre manila contenía una relación con nombres y apellidos de supuestos integrantes del PCP Sendero Luminoso, por ende ordenaron realizar un operativo a gran escala, con 62 hombres bien armados, divididos en dos patrullas, cada patrulla de 31 hombres comandados por oficiales con el grado de mayor. Una noche, en varios vehículos de apoyo de combate las patrullas salen del cuartel y se dirigen a las zonas de Santiago de Chuco, Angasmarca y alrededores, donde la primera patrulla al mando del mayor del Ejército de apellido Mayor, cometió violación a los derechos humanos, de este problema se enteró la prensa y la Cruz Roja, el Jefe de la Patrulla, el segundo jefe de patrulla y el Técnico de Inteligencia fueron puestos a disposición del Comando de la 32ª División de Infantería de Trujillo y dados de baja del servicio activo del Ejército, el mayor de infantería de apellido Mayor a quien le conocí en el Batallón de Infantería “Glorioso Ayacucho” N° 3 de Lobitos, el Subteniente de Material de Guerra de apellido Atuncar con quien trabajé en el Regimiento de Servicios N° 51 de la 1ra División de Caballería en Sullana y el otro era un Técnico de Inteligencia enviado desde Trujillo solamente para este operativo, para este personal algunos decían que les habían dado de baja, otros decían que el Ejército les protegía con otro nombre y apellido, lo cierto es que desaparecieron de Huamachuco, la patrulla de este personal que menciono asesinó a una mujer en estado de gestación con 8 meses y a su menor hijo de 5 años, además asesinaron a 17 campesinos. La segunda patrulla al mando del mayor de infantería de apellido Dávila de seudónimo “Duma” retornó sin novedad, con él no hubo problemas. En el operativo también participó un helicóptero MI 8 del Ejército, el día que llegó la nave con los prisioneros yo estuve de servicio de guardia en la puerta principal del cuartel, al medio día hicieron llegar a nueve (09) jóvenes prisioneros con las manos bien amarrados hacia atrás y lo depositaron en el calabozo bajo mi custodia, dentro del calabozo también le amarraron los pies y dejaron tendidos como si fueran sacos de papa sobre el piso de tierra completamente húmedo, en la noche al ver este triste sufrimiento en este grupo de humanos me compadecí de ellos, con dos de ellos llegué a conversar, quienes me dijeron que eran jóvenes estudiantes y totalmente inocentes, les coloqué debajo del cuerpo unos cartones y pellejos de carnero que me prestó una señora campesina que vivía al frente del cuartel, quien era mi “cacerita” porque siempre me preparaba mi caldo de cabeza de carnero, en las noches el frio de Huamachuco no es poca cosa, hasta se puede morir de hipotermia, pero así amanecieron echados de costado y juntos. Durante su permanecía en el cuartel los detenidos no probaron alimentos, al día siguiente siendo las 13:00 horas aproximadamente, una tarde soleada, les sacaron del calabozo y lo llevaron al pequeño  helipuerto y les subieron al helicóptero MI 8, dos oficiales y dos suboficiales llevaron fusiles, palas y picos, es por eso que presumo que por las alturas les habrían asesinado y enterrado los cuerpos para siempre, siendo las 15:00 horas el helicóptero retornó sin novedad y permanecía en el cuartel para cualquier emergencia.

En los meses de julio a diciembre de 1992, durante mi permanencia en este Batallón aparte de mis funciones en la especialidad de M.C.E, jefe de patrulla y otros, también según rol establecido por el (S-1), me nombraron para cumplir funciones como oficial de guardia en la puerta principal del cuartel y también como oficial de día por la Companía Comando y Servicios. En una oportunidad como oficial de guardia entrante, como parte de relevo recibí a un campesino autóctono de 40 años de edad, depositado en el calabozo como prisionero, él había sido capturado en la zona del Convento próximo al Caserío de “El Pallar”, este campesino vestía (pantalón, camisa, casaca y sombrero) de lana de oveja tejido de manera artesanal y en vez de zapatos utilizaba ojotas de jebe, desde la fecha que me relevé este campesino permaneció como depositado en el calabozo por lapso de varios meses, por orden el Oficial de Inteligencia (S-2) lo mantenían amarrado los pies y las manos, pobre hombre permaneció varios meses así en esas condiciones, solamente para pasar sus alimentos el personal de tropa le soltaba la soga que amarraba sus manos, este campesino había sido adoctrinado hasta el tuétano, quien cada vez que finalizaba de pasar rancho (alimentos), daba vivas al PCP Sendero Luminoso, decía las siguientes frases: “Carajo, con Sendero Luminoso hasta la muerte”. Este campesino permaneció como depositado por lapso de tres meses, muchas veces me había relevado con él, muchos servicios lo pasé custodiando día y noche a este humilde campesino del ande, finalizado mi servicio yo me retiraba y él se quedaba en el calabozo sentado sobre un pellejo de carnero que en algo le protegía del intenso frió que emanaba el piso de tierra húmeda; algunos oficiales de guardia le decían " terruco de mierda, indio de mierda por cuidarte toda la noche no puedo darme ni una pestañada", así pasé los meses, entre servicios en el cuartel y patrullajes en las punas por las altura de la Laguna del Toro, Quesquenda y Frailones. Un día cuando retorné de servicio como oficial de guardia, al asomarme al recinto húmedo y oscuro ya no lo hallé al campesino, entonces me daba muchas corazonadas, entre mi decía ¿que habrá pasado con él?, cuando hice las indagaciones del caso, por ahí la tropa que trabajaba con el Oficial (S-2) me decían, que lo habían fondeado en la laguna de Sausacocha, pero no puedo afirmar la verdad de este caso.

A un costado del alojamiento del personal de Oficiales, Técnicos y Suboficiales, en la parte posterior izquierda de la comandancia del batallón, existía un almacén de recuperación, en dicho recinto desde el mes de enero de 1992 hasta el mes de febrero de 1993, durante catorce meses permaneció como prisionera una campesina pollerona de 30 años de edad, vestía una pollera tejido con hilos de lana de oveja de color rojo y en vez de zapatos tenia puesto un par de ojotas de jebe de llanta de camiones, a ella constantemente le cuidaba un soldado, especialmente adiestrado por el capitán (S-2) Oficial de Inteigencia, pocas veces que la vi fuera de su cautiverio, siempre quise entrevistarla, pero el soldado de seguridad no me lo permitía, quien me amenazaba con informar al (oficial con seudónimo águila); por ende, no logré mi objetivo. Cuando llegué a Huamachuco en el mes de julio de 1992 allí la encontré, de vez en cuando la vi cuando la sacaban a los Servicios Higiénicos, a veces también le sacaban para que tome un poco de sol, cuando esta prisionera se bañaba en el almacén a este recinto solamente ingresaba el oficial de Inteligencia. El día 01 de marzo de 1993, fecha en que viajé a la Base Contrasubversiva del distrito de Tayabamba, provincia de Pataz, como relevo, a esta prisionera la dejé en el cuartel y cuando regresé del distrito de Tayabamba al Puesto de Comando de Huamachuco el 30 de agosto de 1993 ya no la encontré, no sé cuál habría sido su final. ¿Los cuatro caballos? estos animales chuscos, todos de baja estatura, según los comentarios había sido de esta campesina, como en el cuartel había abundante pasto natural, los animales estaban gorditos y muy acostumbrados, trotaban de un lado a otro y se correteaban tratando de aparearse, pues había dos yeguas y dos caballos, pero una noche misteriosamente estos animales se desaparecieron, todos le echaban la culpa al Técnico de 2da mecánico de comunicaciones Julio Cayo Atayupanqui, así de manera misteriosa desaparecieron los animales.

Servicio de guardia para el personal de Tropa.- En aquellos tiempos el personal de Tropa Servicio Militar Obligatorio (TSMO), nombrado por el S-1 (Oficial de personal) para el servicio de guardia, cumplía funciones como centinelas en todo el perímetro del cuartel, el servicio duraba las 24 horas, este personal se relevaba cada tres horas. En las noches, en los diferentes puestos de vigilancia el personal permanecía con prendas totalmente inadecuadas, en su mayoría no tenían capotines ni frazadas, en esta zona el frío del "verano serrano" entre los meses de junio, julio y agosto es intenso, en el mes de setiembre empieza el "invierno serrano" y la lluvia es constante durante 8 meses consecutivos, es decir hasta el mes de mayo del año entrante, permanecer de servicio con el clima tan adverso es solo para los hombres del Ejército peruano, por la total indiferencia de los Comandos y de la clase política que nos gobernó en aquellos tiempos, en estas zonas de alto friaje permanecimos sin capotines y con frazadas viejas. Como es de conocimiento general, en la llanura de lado Este de Purrumpampa, durante la tercera etapa de la Campaña de la Breña, el Ejército del Centro al mando del General Cáceres se enfrentó a las Tropas de Chile al mando del coronel Alejandro Gorostiaga, la batalla se llevó a cabo el día martes 10 de julio de 1883, donde murieron muchos soldados de ambos bandos, en estas inmensas pampas muchos prisioneros y heridos peruanos fueron rematados en el famoso repase, justamente los torreones rústicos hechos de adobe y con techos de calamina se encontraban en lugares y sectores muy oscuros, muchos soldados me comentaban que cosas extrañas se les presentaba dentro de la oscuridad en forma de sombras y cuando les ganaba el sueño sobre todo durante las horas del segundo y tercer turno les daba pesadillas, pues en sus sueños se les presentaban personas ensangrentadas gritando de mucho dolor y pidiendo auxilio, especialmente en los torreones N° 7, 8, 9 y 10, a estos torreones los soldados no querían ir solos, se rehusaban totalmente, siempre solicitaban ir en parejas, cuando les exigía con rigor me decían, "mi suboficial en esos lugares penan mucho se escucha quejidos de dolor y aparecen sombras".
 
La historia del Alférez de Caballería José Soto.- Este oficial subalterno dicen que era hijo de un General del Ejército, que por cosas de la vida militar llegó a laborar en el batallón Contrasubversivo N° 323 del distrito de Huamachuco, provincia José Faustino Sánchez Carrión, departamento de La Libertad, a este oficial subalterno lo conocí en los primeros meses del año 1992 en la Primera Brigada de Caballería, provincia de Sullana, departamento de Piura (RMN); era un joven alto con apariencia de modelo, así como se ven a los jóvenes de "cabeza vacía" que abunda en los programas de la televisión peruana basura como "Esto es Guerra" y "Combate", pero para ser un buen soldado no se necesita una buena pinta ni buena estatura, para este oficial su señora madre abogó ante el señor comandante para que no le envíen a una Base Contrasubversiva y además para que no lo nombren para los patrullajes, por ende siempre permanecía en el cuartel, cumpliendo solamente funciones administrativas y servicios de capitán de día, ni siquiera le nombraban como oficial de guardia que es una función más exigente y agotador. Un día en la hora de lista el capitán Azalde le sugirió al señor Comandante de Unidad para que el alférez Soto sea nombrado como jefe de una patrulla, eso fue casi a los finales del mes de noviembre de 1992, pero el Comandante dijo: " Yo, no quiero tener problemas, él es hijo de un señor General, la señora madre de este oficial me llama todos los días preguntando por su hijo, me ha suplicado, no puedo enviarlo a una base y mucho menos como jefe de una patrulla". Así pasaron los meses de julio a diciembre, en esos días él mismo alférez se había presentado donde el comandante del batallón pidiendo ser enviado de patrulla, porque ya le habían comunicado que con fecha uno de enero de 1993 salía cambiado de colocación a la guarnición de Lima, y como es normal él se sentía frustrado porque nunca había salido de patrulla y le dijo al Comandante: " Mi Comandante pronto me iré a la guarnición de Lima y que le voy a contar a mis familiares, promociones y amigos de mi permanencia en un Batallón Contrasubversivo, si nunca me enviaron de patrulla", ante su pedido el Comandante San Roman como para complacer su pedido le envió de patrulla por las zonas del distrito de Curgos y distrito de Sarín, pero como adjunto del subteniente de infantería Costa Gallegos y experimentados 30 hombres de Tropa Servicio Militar obligatorio, a este personal personalmente lo trasladé en vehículos Unimog hasta el distrito de Curgos, ellos llevaron para comunicarse un equipo de radio de alta frecuencia (HF) Thomson TRC 340. En la plaza de armas del distrito de Curgos los desembarqué y retorné al cuartel. La patrulla se desplazó a pie por las alturas del distrito de Curgos y distrito de Sarin por lapso de cinco días, cuando retornaron el personal de tropa me informó lo siguiente: Dijeron, "Mi suboficial, el alférez Soto es una desgracia, a él teníamos que cuidar en todo el recorrido caminado a su paso porque no podía avanzar en las alturas, el primer día permaneció de hambre todo el día, el segundo día probó un poco de comida que nos invitaron los campesinos, usted sabe que el campesino nos brinda lo que tiene, principalmente papa sancochado con ají, oca sancochado, sopa de papa, sopa de trigo, nada más, pero él nada que ver con este tipo de comidas, por ahí ha sobrevivido en base a gaseosa y galletas que hacia cargar a la tropa". Oficiales costeños que he conocido, en su mayoría son flojos para los patrullajes fuertes, sobre todo en las punas, ellos son bravos en el cuartel nada más, ellos son puro floro, muchos oficiales de grados de subteniente y tenientes con quienes laboré en los batallones contrasubversivos acantonados en las zonas de la Sierra y Selva, ahora son pues Coroneles y Generales expertos en escritorio.

Patrullaje Contrasubversivo en la zona de Quesquenda "Laguna el Toro".- Muchas veces permanecí con mi patrulla entre las zonas de frío intenso de Quesquenda y Frailones, sobre los 4000 metros de altura sobre nivel del mar, y uno de ellos fue en el mes de noviembre de 1993. En el ande liberteño la temporada de lluvia se hizo presente con mucha fuerza, normalmente el cerro Huaylillas y el cerro Cuyulga permanecían cubierto de neblina. Recuerdo que un sargento 2do de apellido Mantilla por "relajado" como castigo había sido destacado desde el Batallón de Servicios N° 32 del cuartel Ramón Zavala de Trujillo al Batallón Contrasubversivo N° 323 acantonado en el distrito de Huamachuco. El 27 de noviembre, es una fecha inolvidable para los hombres de la gloriosa infantería del Perú, esta fecha tan importante no podía pasar por alto; por ende, el comandante ordenó organizar una ceremonia en la plaza de armas. El 26 en la tarde recibí la orden para salir de patrulla en las primeras horas de la mañana del día 27; por ende, siendo las 05:30 horas comencé a organizar la patrulla con el personal de Tropa de la Companía "C", con la lluvia de la madrugada el patio de armas se encontraba con agua y el cielo huamachuquino nublado con ligera llovizna, en esas circunstancias se me presenta el sargento Mantilla, en ese momento él muy entusiasta se ofreció integrar la patrulla, accedí a su petición. Formado el personal de la patrulla, cuando me dirigía a la oficina del mayor Manuel Dávila jefe de operaciones (S-3) para darle cuenta que ya estábamos listos para salir, el capitán jefe de línea para el desfile por el día de la infantería me comunica de la contra orden; ergo, se pospone mi salida hasta finalizado la ceremonia en la Plaza de Armas donde participé en el desfile como jefe de la primera sección. Después del desfile en la plaza de armas del distrito de Huamachuco, una mañana casi nublada, siendo las 11:00 horas abandonamos el cuartel, nuestro destino fue la zona de Quesquenda, por las alturas de la laguna "El Toro". Saliendo del cuartel, como siempre recorrimos por toda la avenida 10 de julio, en este recorrido inicial este sargento costeño iba sonriente y contando chistes, además le fastidiaba a sus promocionales de Huamachuco con palabras como: "serranos come mote, serranos come cancha, etc", luego pasamos por la plaza de armas, puerta de la discoteca Aruba y pasando el puente sobre el río Grande, el mencionado sargento ya se iba apagando, el fusil FAL puesto con la cacerina abastecida, la fornitura, más las cuatro cacerinas abastecidas en las cananas y sobre la espalda la mochila con los 200 cartuchos de reserva, el capotin y la frazada le había agotado por completo. En aquellos tiempos el personal de Tropa del batallón acostumbrado a las caminatas a largas distancias, soportaba los rigores de la vida extrema en los patrullajes en las altas punas; siempre nos desplazábamos a paso largo, en esas circunstancias cuando ya estábamos en el camino por las inmediaciones de la central eléctrica de Yamobamba, él sargento "burlón" se sentó y se ponía pálido, me decía: "mi suboficial me falta aire, mi suboficial me falta aire" y no se movía para nada, en ese momento entre mi dije ¿qué hago con este pobre huevon?, en el acto le quité el fusil, todas las cacerinas, las municiones y le ordené que se regrese al cuartel, no me intereso si se desertaba. 

El Oficial de Inteligencia (S-2) del Batallón, diariamente reunía diversas informaciones de los transportistas de la ruta Trujillo, Huamachuco, Tayabamba y otros, sobre la presencia de grupos armados de combatientes del Partido Comunista del Perú Sendero Luminoso (PCP-SL) que permanecían ocultos en las partes altas del sector Quesquenda y Frailones. Según la información a partir de las 12 de la noche los subversivos bajaban a la carretera para pedir cupo a los camioneros y chóferes de buses interprovincial, nos decían que los "tucos" en su mayoría portaban fusiles AKM y para asustar a los transportistas y pasajeros tenían en la mano un cartucho de dinamita con su mecha lenta, si alguien se rehusaba a colaborar, colocaban el artefacto (cartucho de dinamita) debajo del vehículo con la intención de dinamitarlo. Ante esta información la patrulla "Huascarán" de 20 hombres de Tropa SMO bajo mi comando se desplazó a esta zona, siempre a pie para evitar las emboscadas. A paso largo pasamos por las zonas de Yamobamba y trepamos como si nada por el sector del caserío la Ramada, no había cansancio ni hambre en esta inhóspita puna. Llegando a la parte alta todo el recorrido es casi en terreno llano, salvo algunos cerros de mediana altura. Ocupando las partes altas de los cerros, entre el pasto del ande y el infaltable ichu, durante el día permanecíamos sentados, observado desde puntos estratégicos el desplazamiento de los vehículos por la llanura y sinuosas curvas, mientras algunos soldados dormían para reponerse de la caminata. En horas de la tarde a partir del medio día los camioneros procedentes de Huamachuco ya van subiendo con sus cargas de papa, a estos camioneros le paramos y le pedíamos colaboración, cada camionero nos regalaba un saco de papa, a veces reuníamos hasta cinco sacos de papa y oca; por ende, la papa y la oca era nuestro alimento todos los días, estos productos la tropa lo trasladaba hasta la choza de los campesinos ganaderos, ahí lo sancochaban, papa con ají era nuestro desayuno, almuerzo y cena. La patrulla bajo mi comando normalmente permanecía siete días en estos lugares, siempre móvil, patrullando en la carretera día y noche, por estos patrullajes nunca recibimos viáticos ni raciones de campaña, no hubo dotación de ponchos de jebe, no había bolsón de primeros auxilios, en las noches pernoctamos en las chozas de los campesinos ganaderos soportando un frío infernal, no era poca cosa, en estas situaciones de vida extrema, en algo cubría nuestro cuerpo el capotin de campaña y una frazada vieja. El repliegue siempre fue de noche, para finalizar el último patrullaje de estas zonas en el año 1993, recuerdo que una noche entera bien oscura nos replegamos a pie desde las alturas de la laguna "El Toro" hasta el cuartel. Bajo el silencio de la noche, bajamos por el sector Frailones, La Ramada, la Arenilla y luego por la carretera en la llanura de Yamobamba. Siendo las 05:00 horas la patrulla "Huascarán" retornaba por el mismo itinerario de siempre, la plaza de armas y el inolvidable y larga avenida 10 de Julio, son testigos eternos el histórico cerro Cuyulga, el cerro Sazón y la llanura de Purumpampa. Nuestras botas estaban cubiertas de barro, la chompa verde tipo Jorge Chávez y el pasamontaña verde totalmente humedecidos. Durante los patrullajes en estas zonas nunca encontré terrucos ni delincuentes comunes, pues ante la presencia de las patrullas del ejército todos se escondían. 

La llegada del señor Teniente Coronel de Infantería Jorge Agreda Vargas 1993.- , En aquellos tiempos que Fujimori y Vladimiro Montesinos Torres, manejaban a las Fuerzas Armadas del Perú a su mejor parecer, en esas circunstancias en los primeros días del mes de Enero de 1993 llegó como Comandante de Unidad el señor Teniente Coronel de Infantería (huamachuquino) Jorge Agreda Vargas (0-216107655-0), quién permaneció como Comandante del  Batallón Contrasubversivo Nº 323, solamente por el lapso de un mes, luego fue relevado. 
      
La llegada del Teniente Coronel de Infantería Manuel León Rocha nombrado como Comandante del Batallón Contrasubversivo "Coronel Oscar de la Barrera" N° 323 Huamachuco 1993.- El dos de febrero de 1993, una tarde nublado con ligera llovizna, cuando el personal de Oficiales, Técnicos y Suboficiales se encontraban jugando fulbito, de sorpresa ingresó por la guardia de prevención un oficial superior y venía como relevo del Comandante Jorge Agreda Vargas. Este oficial se llamaba el Teniente Coronel de Infantería Manuel León Rocha, un oficial de tez blanca, usaba bigotes, quién desde su llegada tuvo como su amante preferida a la hija mayor de 19 años de edad del Tco2 mecánico de comunicaciones Julio Cayo Atayupanqui, este Técnico prácticamente le puso en “bandeja” a su hija “charapita” al mencionado comandante de Unidad. El Comandante tenía su alojamiento en el mismo cuartel a un costado de la comandancia, allí la tenía como si fuera su mujer todas las noches, en las mañanas con total normalidad el chofer del Comandante (un sargento 1° reenganchado) la llevaba a la chica hasta su colegio y en las noches la hacía ingresar al cuartel donde ella dormía en la cama del mencionado comandante. El Técnico de 2da Julio Cayo Atayupanqui, quién es natural de Cusco y su esposa era loretana, su hija mayor era de tez trigueña, alta y bien agraciada, quién aún cursaba quinto año se educación secundaria en el distrito de Huamachuco, pero también tenía otra hija de 17 años de tez blanca, pero no era tan movida como la otra. La amante preferida tampoco no le era tan fiel al Comandante, pues cuando éste Oficial bajaba a la ciudad de Trujillo en comisión de servicio, ella aprovechaba para acostarse con los tenientes y subtenientes, ella ingresaba en las noches al alojamiento de los oficiales y se retiraba en las horas de madrugada. Así pues, este Técnico le entregó a su hija al Jefe y como recompensa manejaba toda la cantina de Oficiales, Técnicos, Suboficiales y Tropa, además fue el oficial de rancho permanente de Oficiales y Tropa, en estos puestos se manejaba gran cantidad de dinero.

El Técnico de 2da MCE Julio Cayo Atayupanqui, siempre se encontraba en la mira de todos, sobre todo del oficial de inteligencia (S-2), pero nadie le decía nada para evitar problemas con el comandante del Batallón, pues de por medio estaba la hija mayor, pero un día el capitán (S-2) Jorge Sánchez “águila” le agarró con todos los robos en un inmueble fuera del cuartel, se halló toneladas sacos de arroz, azúcar, avena, harina, fideos, cajas de atún, frazadas, uniformes, colchones, bandejas y otros, todo lo incautado como medio probatorio se llevó al centro del patio de formación, todo estaba ahí como si lo hubieran bajado de un convoy del Servicio de Intendencia. Descubrieron y recuperaron todo lo robado, pero al mencionado Técnico no le pasó nada, ni siquiera le pusieron un día de castigo de arresto simple, como premio lo enviaron como destacado a la Base Militar acantonado en la Mina de Marsa. En la Mina de Marsa, en las noches el personal del Ejército y de la Policía Nacional del Perú permanecían de seguridad en la puerta de los túneles para evitar el robo de minerales en bruto, que los mismos trabajadores a veces robaban. El personal militar y policial, controlaban el ingreso y salida de los trabajadores; pero a partir de las 12 de la noche ingresan los "parqueros" (persona civil ajeno a la mina que se dedica a robar minerales) en complicidad con los jefes de la Base Militar, estos civiles conocidos como los "parqueros" se encontraban matriculados en la Base, lo conformaban 35 hombres a veces hasta más, este personal en las horas de la noche robaba mineral en bruto, normalmente por persona sacaban un saco, lo trasladaban a sus casas y durante el día lo molían en los molinos artesanales que tienen en sus caseríos, a veces si tenían suerte sacaban hasta cinco gramos, un gramo era destinado para sobornar al Jefe de la Base, así nuevamente regresaban a robar el mineral. En el mes de abril de 1993 el gramo de oro en Retamas costaba S/.25.00 soles. En las Bases Contrasubversivas de las minas Marsa y Retamas los Jefes "sin mover ni un dedo" recibían diariamente 35 gramos de oro, algunos que permanecieron en estas minas, las aprovecharon bien y otros se lo gastaron solo en cervezas y mujeres de mala vida que nunca faltan.

En el cuartel de Huamachuco cerca al helipuerto existía un blader conteniendo cantidad de combustibles para el Helicóptero MI 8 fabricado en Rusia, este combustible es un kerosene blanco, dotación para funcionamiento de la mencionada nave durante el apoyo de las operaciones contrasubversivas. En aquellos tiempos este combustible era muy solicitado en los mercados de la localidad para hacer funcionar las cocinas convencionales de las "mamachas" que preparaban el rico caldo de cabeza de carnero y el guiso de carnero con arroz que la Tropa lo conocía como "desmonte". Este combustible, todas las noches, de manera subrepticia lo robaba el Técnico de 2da Mecánico de Comunicaciones Luís Mendoza Salas, conocido con el seudónimo "pico de oro" por la labia que se dominaba para convencer sobre todo a los incautos a fines a sus trabajos ilícitos, quien diariamente sacaba del cuartel dos bidones conteniendo este combustible y los fines de semana un cilindro completo, además hacía otros robos siempre en complicidad con el Oficial de Logística (S-4) el capitán de Infantería Armando Boroncle Macevoy. En el año 1993, dos bidones llenos de kerosene blanco se vendían en el mercado de comidas a S/60.00 nuevos soles, y el cilindro completo a S/400.00 nuevos soles. En los años de 1992 y 1993 no había energía eléctrica permanente en el cuartel, y los mecánicos de comunicaciones para mantenimiento de los equipos de radio de Alta Frecuencia, Muy Alta Frecuencia, teléfonos y otros, acondicionamos un taller en la amplia casa del coronel de infantería Rebaza Armas que en aquellos tiempos era el Jefe de Estado Mayor de la 32va División de Infantería; por ende, al mando del Técnico Salas, todos los días, después de la Lista de Diana salíamos con dirección a la ciudad, llegando al citado inmueble se trabajaba cómodamente, es ahí que siendo las 11:00 horas en los momentos precisos cuando el estómago ya te pedía algo de refuerzo, el Técnico, mi superior inmediato le ordenaba al soldado José Ocas Raico para que compre en el mercado el rico ceviche de trucha, toda la compra se hacía justamente con el dinero de la venta de kerosene del helicóptero, en cinco oportunidades el mencionado Técnico me participó de este negocio ilícito y siempre me invitaba el rico ceviche por mi silencio, el encargado de sacar los bidones con kerosene en las noches y luego venderlos en el mercado era el soldado incondicional José Ocas, quien era uno de los secuaces del Técnico Salas. Con este dinero mal habido en las noches el mencionado Técnico se alardeaba de tener dinero en la discoteca Aruba y otros, donde él pagaba todo el consumo de licores para algunos oficiales de su entorno.

Permanecer por mucho tiempo en el Puesto de Comando del Batallón en el distrito de Huamachuco, bajo el comando del Teniente Coronel de Infantería Manuel León Rocha, a ningún Oficial, Técnico y Suboficial le convenía. Este Comandante de Unidad fue un gran ladrón y desleal con todos sus subordinados, el mencionado oficial durante todo el año 1993 mensualmente robó Once mil quinientos cincuenta y dos soles con sesenta y cuatro céntimos (S/11,552.64) por concepto de pago de bienestar del personal militar por permanencia en la Zona de Emergencia, era un pago en forma de bono. La suma de S/ 4,760.64, el Comando del Ejército lo destino para el personal de Oficiales, Técnicos y Suboficiales, a mi persona como suboficial me correspondía la suma de S/ 43.20 nuevos soles por mes, a los Técnicos la suma de S/51.84 nuevos  soles por mes y a los Oficiales la suma de S/ 73.44 soles por mes y para el personal de Tropa SMO la suma de S/.25.00 nuevos soles por mes, de la tropa mensualmente robó la suma de: (S/ 6,792.00), todo este dinero era una de las tantas “cutras” del mencionado Comandante de Unidad, muy aparte de las “cutras por combustible y mantenimiento. Por el Convenio Minero con las minas de Marsa y Retamas también hubo pago extra para todo el personal, por este convenio minero al personal de Oficiales le correspondía la suma de S/120.00 nuevos soles por mes, al personal Técnicos la suma de S/.80.00 nuevos soles por mes  y al personal de Suboficiales la suma de S/70.00 nuevos soles por mes, este concepto también le correspondía al personal de Tropa SMO de acuerdo al grado, todo el dinero se lo robó el mencionado Comandante de Batallón en complicidad con el General de Brigada General EP Ismael Cornejo Alvarado, conocido como "el feo" Comandante General de la 32ª División de Infantería de Trujillo, este General delincuente siempre visitaba a la Virgen de la Puerta en Otuzco para borrar sus pecados. Con el Comandante Manuel León Rocha, el rancho para el personal de Tropa Servicio Militar Obligatorio fue muy miserable, ya no había rancho gratis para los Oficiales, Técnicos y Suboficiales, entonces de mi exiguo sueldo me descontaban la suma S/120.00 nuevos soles por derecho a rancho, evidentemente había malestar general que ya no se podía ocultar más, en las horas de lista al señor mayor ejecutivo Carlos Chumpitazi More, sobre todo los subalternos le reclamamos para que le diga al Comandante para que le ordené al tesorero para que nos  pagué por derecho a la Zona de Emergencia y Convenio Minero, pero este mayor también más pensaba en sus galones y nunca accionó a favor de sus subalternos, con todo el dinero el Comandante miserable nos “cerro” a todos, nadie reclamó, nadie protestó y la rutina continuo igual, en el Ejército más vale permanecer con la boca cerrada para ser recompensado con buenas notas de calificación a fin de año, sobre todo el personal de oficiales hacen carrera en esas condiciones de total inmoralidad y que más tarde por su silencio serán recompensados y llegaran al grado máximo de General.

El Oficial es muy difícil que presente un reclamo ante la superioridad, este tipo de atrevimientos será para que lo lapiden de los ascensos y otros beneficios, ellos más piensan en sus galones y también esperan con paciencia su turno para robar, pues para ellos por si solo todo esto les llegará en su momento, es por eso que hasta en las peores situaciones ellos cierran el “pico”. Algunos Técnicos y Suboficiales por ahí le rogaban al mayor de Artillería Carlos Chumpitazi More (Ejecutivo de la Unidad) para que él hable en la hora de lista para el pagó por derecho a la Zona de Emergencia y Convenio Minero, pero nada que ver, este oficial en su condición de Ejecutivo también se acobardaba, entonces nos acercamos donde el Mayor Manuel Dávila  (Oficial de Operaciones) él en su condición de oficial de procedencia de reserva si presentó el reclamo así de manera diplomática, pero no le hicieron caso, nada se logró. Pero nadie como hombre se puso al frente para decirle al Comandante que por qué no pagaba los beneficios por labores en la Zona de Emergencia y el Convenio Minero. Al respecto yo presenté informes vía conducto regular, ante mi capitán Jefe de la Compañía Comando y Servicios de apellido Azalde, quien en vez de apoyarme un día me dijo lo siguiente: “Cuto (mi apelativo de combate), no pelees con el tema (NPT) y vive feliz porque tú ya sabes cómo acciona el Inspector de la 32a División de Infantería, pues tu solo contra todos saldrás perdiendo y el coronel te arrimará tu sanción de rigor y nadie te la sacará". Como había total malestar en el Cuartel, el personal de Oficiales, Técnicos y Suboficiales comenzaron a presionar al Mayor de Artillería Carlos Chumpitazi More (ejecutivo de la Unidad) para que el personal rote en las diferentes bases contrasubversivas, la sugerencia de este oficial ante el Comandante tuvo efecto y por ende el Comando del Batallón aprobó el relevo en todas las bases. Se realizó los preparativos del caso, en la mañana del 01 de marzo de 1993 siendo las 05:00 horas el convoy militar conformado por vehículos de apoyo de combate, camiones LA y Unimog se desplazaron transportando personal, víveres y armamentos, para las Base de Retamas, Marsa, Tayabamba y Huacrachuco, en este relevo me nombraron para la base contrasubversiva de distrito de Tayabamba. En la época de lluvia la carretera en algunos sectores es sumamente difícil de transitar, es por eso que el primer día solamente llegamos hasta el cruce del distrito de Chilia, allí esa noche pernoctamos. El día 2 de Marzo siendo las 05:00 horas de la mañana se reinició el desplazamiento, se dejó personal de relevos en la Base de Retamas y Marsa; en horas de la tarde siendo las 17:00 horas aproximadamente en plena lluvia llegamos al distrito de Tayabamba, en este lugar todos los vehículos pernoctaron. El día 03 de marzo siendo las 05:00 horas los vehículos LA y Unimog partieron con destino al distrito de Huacrachuco. Así, durante la ida y vuelta el convoy se demoró por lapso de seis días para retornar al Puesto de Comando, Huamachuco. Aquellos transportistas que van y vienen siempre se acordaran de los lugares como las curvas antes de llegar a El Pallar, la bajada del Molino Viejo, el pasaje de Chagual, las bajadas de Buldibuyo, etc lugares que dan miedo porque el vehículo pasa a las justas al borde de los acantilados y lentamente para no irse al fondo. Para finalizar reafirmo todo lo mencionado en la presente; ergo, el Comandante Manuel León Rocha, fue un gran delincuente, desleal a sus subordinados, ladrón como el General de Brigada Ismael Cornejo Alvarado, Comandante General de la 32va División de Infantería de Trujillo.

Combate de Buldibuyo provincia de Pataz (julio 1991).- Durante la Guerra Interna, en el mes de julio de 1991, un contingente de la fuerza principal, conformado por 200 combatientes del Partido Comunista del Perú Sendero Luminoso, todos con vestimenta negra y armados en su mayoría con fusiles AKM, bajo el comando de "La Camarada Cinthia", de manera subrepticia llegó al distrito de Buldibuyo, provincia de Pataz, departamento de La Libertad. Los combatientes subversivos, en su mayoría campesinos cocaleros de la selva y algunos de la sierra, se desplazaron desde la provincia de Tocache, San Martín. El grupo subversivo se desplazó por la ruta del distrito de Ongon, caserío de Pampa Seca, caserío de Utcubamba, paraje conocido como la Puerta del Monte, caserío de Pachacrahuay y Llegaron al distrito de Buldibuyo. En este distrito el grupo subversivo algunos días permaneció escondido, protegido bajo el silencio cómplice del pueblo y de las autoridades locales, en esas circunstancias después de ciertas coordinaciones entre los mandos militares deciden confiscar cuatro camiones para el traslado del personal y optaron por atacar a la Base Contrasubversiva del Ejército con efectivo de 63 hombres y de la Policía Nacional del Perú con efectivo de 12 hombres, acantonados en el distrito de Tayabamba, Pataz.

Los subversivos se equivocaron, pues para la mala suerte de ellos, aquella mañana, de casualidad se había desplazado a pie una patrulla del Ejército desde el distrito de Tayabamba con destino a la Base Contrasubversiva de la mina Marsa para pedir apoyo de víveres a dicha Base que normalmente era abastecido por los dueños de la mencionada empresa minera. La patrulla del Ejército se desplazó a pie desde el distrito de Tayabamba hasta el distrito de Huaylillas, desde este distrito continuaron la marcha a pie en terreno llano ocultado por pequeños arboles de molle y eucaliptos que crecen al borde de la angosta carrozable, llegando sin problemas hasta el puente Bambas. Desde el puente comienza la subida en un terreno muy escarpado, el camino sinuoso y angosto entre chacras de maíz sigue su curso hasta el distrito de Buldibuyo. El personal de la patrulla, en esta larga marcha, realizaba un desplazamiento de rutina, conformado por 30 hombres, armados con fusiles FAL y un lanzacohetes RPG comandado por el Teniente de Infantería Rivera, se desplazaban sin respetar la columna táctica, en esas circunstancias uno de sus hombres en punta se percató que en dos camiones bajaban por la carretera muchos hombres con vestimenta negra. El oficial que había recibido la información oportuna como para adoptar una buena posición para una emboscada, no le dio la debida importancia presumiendo que serían personal de la Policía Nacional de la Mina Marsa. Con total tranquilidad, sin presagiar del peligro, continuaron subiendo por el angosto camino cubierto de magueyes y pequeños arbustos por donde siempre han transitado los arrieros a pie y a caballo. Los camiones continuaron bajando, en esas circunstancias llegan a una de las curvas, como es normal en este tipo de terrenos, desde la parte alta, los subversivos que se desplazaban trepado en la canastilla de los vehículos tenían amplio campo de vista, se percatan que el personal del Ejército subía por las inmediaciones, sorprendidos, ordenan parar a los vehículos, luego todos comenzaron a bajar a la volada desde la baranda de los dos camiones; convencidos de la presencia de los subversivos, el teniente voltea y le pide al sargento tirador de lanzacohetes RPG hacer el disparo a los vehículos, pero el soldado cargador de granadas se encontraba atrás entre los últimos, mientras el personal de fusileros de la patrulla trepó el cerro a toda velocidad y se lanzó al ataque, trabándose un combate violento dentro de las chacras de maíz en el sector del caserío de Asia jurisdicción del distrito de Buldibuyo, provincia de Pataz.

El combate fue sangriento y duró aproximadamente 45 minutos, donde perdieron la vida 38 combatientes del Partido Comunista del Perú Sendero Luminoso, en la patrulla del Ejército murió un sargento 2do hijo de un humilde campesino. Haciendo más averiguaciones me informaron que esta columna de Sendero Luminoso había sido comandado por una joven mujer de 25 años “gringa” estudiante de la Universidad Mayor de San Marcos, ella se encontraba junto al camión cuando uno de los soldados le aventó una granada de mano y las esquirlas le abrieron la piel del estómago como si fuera un bisturí, por donde comenzó a salir los intestinos, entonces ella a gritos había pedido hojas de plátanos para cubrir sus heridas, según manifestación de la Tropa, ella estando herida con los intestinos colgados continuaba comandando a sus huestes, con gritos que decía: “no se rindan, estamos ganando; no se rindan, estamos ganando; no se rindan, estamos ganando” pero ante la potencia de fuego del personal militar los subversivos comenzaron a escapar dejando a sus muertos y heridos, luego la tropa a manera de repase les dio el tiro de gracia a todos los heridos y rendidos, no hubo prisioneros; en esas circunstancias por allí entre los maizales había quedado un subversivo totalmente herido manteniendo bajo su pecho su armamento y cuando se acercó un sargento para darle el tiro de gracia, este reaccionó de sorpresa, levantado la cabeza le había soltado una ráfaga de disparos con su arma AKM matando en el acto al sargento 2do Eulogio Ríos Valderrama, hijo de un campesino muy pobre; este subversivo también fue ultimado por otros soldados, quienes hasta le habían cortado el cuello, sacando la cabeza. En el mismo campo de batalla mueren 38 subversivos y muchos escapan heridos, el personal herido fue trasladado por sus camaradas en camillas improvisadas por las rutas del caserío de Pachacrahuay, puerta El Monte, Utcubamba, Pampa Seca, Ongon, Puerto Pizana. En el desplazamiento de repliegue muchos subversivos heridos perdieron la vida a quienes se les enterró en las inmediaciones del camino, en el caserío de Pampa Seca había muerto la camarada "Cinthia" joven de pelo pintado, conocida también como la “gringa” junto a ella murieron tres subversivos, quienes fueron enterrados en la parte baja del mencionado caserío cerca al riachuelo, entonces se calcula que por lo menos habrían muerto 60 Senderistas como consecuencia de dicho enfrentamiento. Pocos retornaron hasta la provincia de Tocache, vencidos y desmoralizados, obtuve información que el famoso “Manco” que fue perseguido por Alberto Kenya Fujimori, perdió la mano en el combate de Buldibuyo, que en aquella oportunidad había sido segundo mando militar, quien retornó desde Tocache hasta el caserío de Pampa Seca para desenterrar a la "gringa" porque su Jefe en el Huallaga le había dicho “me entregas el cadáver de mi esposa o te fusilo”.

Sargento 2do Eulogio Ríos Valderrama, falleció en combate en el caserío de Asia del distrito de Buldibuyo. Llegué a conocer a sus padres, en una oportunidad cuando me encontraba como Oficial de Guardia en las Instalaciones del Batallón Contrasubversivo "Coronel Oscar de la Barrera" N° 323 de Huamachuco, llegó un campesino y una campesina, indagando por los beneficios que les correspondía por la muerte de su hijo en acción de armas, eran unos campesinos autóctonos y muy humildes, vestían prendas de lana de oveja muy rustico, el campesino utilizaba pantalón negro de "bayeta" tejido en telares de madera con hilos de lana de oveja y camisa blanca también de "bayeta", en vez de correa utilizaba un "wachuco" tejido con hilos de lana de oveja, en vez de zapatos utilizaba ojotas hecho de las llantas de camión  y cubría su cuerpo para protegerse del intenso frío serrano con un poncho "habano" y en la cabeza llevaba un sombrero también hecho de la lana de oveja; de igual manera la campesina también utilizaba sus faldas "ruripas" tejido con lanas de carnero, su mata "jacu". Qué triste es la vida para los deudos cuando pierde la vida un soldado del Ejército peruano en acción de armas, más si eres hijo de un campesino de los pueblos de la serranía, como en este caso, en el cuartel a ellos nadie le hacía caso, llegaban y permanecían sentados en las bancas de la guardia, quienes me decían, "señor queremos conversar con el señor Comandante" en este caso en mi condición de oficial de guardia lo único que hice es comunicar de manera inmediato al Comandante de Unidad, pero el jefe siempre contestaba diciendo "estoy ocupado", luego se apersonaba el oficial de personal (S-1) y este les decía lo siguiente: “Señor usted tiene que viajar a la ciudad de Lima para reclamar el beneficio de su hijo, porqué aquí nosotros no estamos facultados para el pago por fallecimientos” con esa respuesta siempre le silenciaban, este par de campesinos muy humildes, al final optaban en total silencio retornar a su caserío. Una y otra vez regresaban y nadie les orientó para realizar los trámites, hechos que observé lamentablemente durante mi permanecía en el Batallón Contrasubversivo N° 323 de Huamachuco, provincia José Faustino Sánchez Carrión La Libertad.

El suboficial de 3ra OC José Moreno Salazar, nacido en la provincia de Huaraz, Ancash, recientemente egresado de la Escuela Técnica del Ejército en Chorrillos, Lima, había llegado como cambiado de colocación al Batallón Contrasubversivo “Coronel Oscar de la Barrera” N° 323 del distrito de Huamachuco, era su primera Unidad. Cuando este suboficial se encontraba ingresando a la guardia de prevención con todo sus equipajes, el helicóptero Ruso MI 8 había encendido sus motores para dirigirse al distrito de Buldibuyo, provincia de Pataz y como faltaba personal para la patrulla de refuerzo a este suboficial novato inmediatamente le entregaron un fusil, cacerinas, municiones y granadas, y lo subieron a la nave, él con su ropa civil y totalmente asustado cumpliendo las ordenes de la superioridad de un momento a otro estaba inmerso en una operación contrasubversivo. Cuando la nave llegó al caserío de Asia en el distrito de Buldibuyo, todo estaba concluido, a este suboficial novato le dan la misión de enterrar a todos los subversivos muertos, el impacto que habría sentido este suboficial habría sido muy fuerte, quien después de poco tiempo se enfermó mentalmente, no podía dormir y se convirtió en alcohólico. Su jefe de compañía y otros oficiales superiores en vez de ayudarle y/o enviarlo a la Especialidad de Salud Mental del Hospital Militar Central de la ciudad de Lima, le hacían la vida imposible, por alcohólico y descuidado en su personalidad le sancionaban constantemente, quien al final no pudo soportar tanta presión e hizo abandono de destino, se fue del cuartel y nunca más retornó.
 
Combate de Chilia, provincia de Pataz (1992).- El personal del Ejército ha sostenido grandes combates contra los grupos subversivos del Partido Comunista del Perú Sendero (PCP-SL) y el Movimiento Revolucionario Túpac Amaru, uno de los tantos se llevó a cabo el 26 de febrero de 1992 en el distrito de Chilia "perla escondida de los andes", provincia de Pataz, departamento de la Libertad.

Gobernaba el Perú el Ingeniero Alberto Kenya Fujimori. Desde el año 1988, en los andes del departamento de La Libertad, los combatientes del Partido Comunista Peruano Sendero Luminoso comenzaron sus acciones con mucha fuerza convirtiendo estas zonas del Norte como Ayacucho de los años 1980; ergo, el Comando del Ejército ordenó cambio de colocación extraordinario para el personal de Oficiales, Técnicos y Suboficiales de todas las armas. Por los motivos expuestos con memorándum  N° 170 - CP - JAPE.F del 01 de julio 1992, me cambiaron de colocación del Batallón de Infantería "Iquique" N° 31 del distrito de Lobitos, Talara, al Batallón Contrasubversivo N° 323 acantonado en el distrito de Huamachuco, provincia José Faustino Sánchez Carrión. En la primera semana del mes de julio, un grupo de oficiales y suboficiales por primera vez llegamos a un batallón contrasubversivo, nos recibió el comandante San Roman jefe del batallón, quien en su breve exposición nos habló de patrullajes, emboscadas y de las bases contrasubversivas instalados en los diferentes distritos de la provincia de Pataz. Desde el primer momento de mi incorporación a este batallón comencé ver mucho movimiento de personal, algunas patrullas de combate salían y otros retornaban después de patrullar una semana en las altas punas de Angasmarca, Quesquenda, Qushuro, Sarin, Sanagoran, Convento y otros; en su mayoría retornaban en horas de la madrugada golpeados por la marcha en caminos abruptos y sinuosos del ande. En aquellos días curioseando me acercaba al personal de las patrullas que permanecían formados en el patio de armas para la revista de sus fusiles y equipos, algunos presentaban semblante de cansancio, ante mis preguntas en su mayoría me decían: "en las punas bajo implacable frío las patrullas se desplazan en inmensas montañas en caminos de roquedales y en los extensos humedales bajo lluvia en caminos cubierto de ichus, para descansar los pies a veces se pernocta en las chozas de los humildes campesinos". Entre el cerro el Toro, cerro Cuyulga y el cerro Sazón, está la llanura de Puprrumpampa, en el sector Este de la ciudad está La Cuchilla, lugar donde se encuentra el "Fuerte Ramón Zavala", ocupado por el personal del Batallón Contrasubversivo N° 323; en su patio de armas siempre amanecían los fusiles en pabellones, las fornituras y las mochilas empapados de sudor, para la revista, utilizados por las patrullas constituidas en su mayoría por jóvenes del Perú profundo.

El mes de julio del verano serrano en Huamachuco, transcurría con mucho movimiento; algunas patrullas de combate salían, otros regresaban. En aquellos días comencé a escuchar muchos comentarios relacionado al exitoso combate ocurrido en el distrito de Chilia, entre el personal de las Fuerzas del Orden contra los combatientes de Partido Comunista del Perú Sendero Luminoso, es ahí que comencé a indagar entre el personal de Tropa Servicio Militar Obligatorio que había participado en dicho enfrentamiento y obtuve la siguiente información del sargento 2do EP Julio Aponte Rebaza, quién me narró lo siguiente: "En la Base Contrasubversivo de Marsa, desde la primera semana del mes de enero de 1992, mes de constantes lluvias y nevadas en las zonas de la Sierra, el servicio de inteligencia nos alertó relacionado al desplazamiento de 150 combatientes de la fuerza principal del Partido Comunista del Perú Sendero Luminoso, en su mayoría constituido por campesinos cocaleros de la Sierra y Selva, procedente del departamento de San Martín. El 24 de febrero en horas de la madrugada el personal subversivo había llegado al distrito de Chilia; aprovechando las fiestas por los carnavales, pretendieron pasar desapercibidos confundidos con la población, se habían instalado en un colegio y comenzaron a descansar, mientras sus mandos elaboraban planes para atacar al personal militar de la Base Contrasubversiva de la mina Marsa y al personal de la DINOES de la Policía Nacional del Perú que también custodiaba a la mina aurífera de la empresa minera; por ende, ante tantos rumores y habladurías de los civiles de la zona por si acaso se organizan dos patrullas, una del Ejército y la otra con el personal de la Policía Nacional del Perú. En horas de la mañana del 26 de febrero una patrulla del Ejército con 31 hombres y la patrulla de la Policía Nacional de Perú también con 31 hombres, en total 62 hombres, la patrulla de apoyo que solicitamos a la Base Contrasubversiva del distrito de Tayabamba no llegó. Tomando todas las medidas de seguridad, en silencio nos desplazamos con destino al distrito de Chilia, en el camino un civil nos informó que los subversivos se encontraban cómodamente instalados en el colegio, los hombres de la vanguardia vestidos con prendas civiles de la zona, emponchados y con sombrero, conformado por soldados y policías, sorprendieron a los vigías subversivos, es ahí que los jefes de las patrullas decidieron atacar por diferentes frentes, donde combatimos hasta que la oscuridad nos cubrió por completo, le causamos 68 muertos a los Senderistas y aprovechando la oscuridad muchos escaparon completamente heridos, en la mochila de la mayoría de los fallecidos se encontró dólares y coca". Así fue la declaración testimonial del sargento 2do Julio Aponte, natural del distrito La Esperanza, Trujillo, departamento de la Libertad, quien había permanecido en la Base militar de la mina Marsa durante un año.

La patrulla de 25 hombres procedente de la Base Contrasubversivo del distrito de Tayabamba, se desplazaba a pie en plena puna bajo intensa lluvia, este personal se anocheció en los caminos empinados en las alturas del distrito de Buldibuyo. En marcha forzada la patrulla llegó a la Base de la mina Marsa siendo las 23:00 horas, hambrientos y cansados.

Oficiales, Suboficiales y Tropa Servicio Militar Obligatorio que hemos tenido la oportunidad de patrullar a pie en estas zonas del ande liberteño, somos testigos de la gran distancia que existe desde el distrito de Tayabamba hasta la Mina Marsa; es una geografía muy difícil, en especial la subida desde el distrito de Huaylillas y el distrito de Buldibuyo y las partes altas es totalmente puna donde la lluvia y el nevado es constante, sobre todo en los meses de octubre hasta abril.

Desde los primeros días del mes de enero de 1992, el servicio de inteligencia había informado relacionado al desplazamiento de 150 combatientes de la Fuerza Principal del PCP Sendero Luminoso, con destino al distrito de Chilia, provincia de Pataz, todos procedentes del departamento de San Martín, con la finalidad de atacar a la Base Contrasubversivo del Ejército y al puesto policial de la DINOES que brindaba seguridad a la Mina aurífera de Marsa. En esta oportunidad la información de inteligencia había sido bien acertado. Los subversivos habían llegado al distrito de Chilia aprovechando la fiesta por los carnavales, de esta manera ellos confundidos con los pobladores, trataron de distraer a las fuerzas del orden. El (S-2) del Batallón Contrasubversivo N° 323, del distrito de Huamachuco, con las informaciones obtenidas por canales de inteligencia, le ordenó al jefe de la Base Contrasubversivo de la Mina Marsa, para que tome todas medidas de seguridad del caso, dando cuenta de las medidas y acciones adoptadas.

En horas de la mañana del 26 de febrero, mañana nublado con ligera llovizna, la patrulla del Ejército con 31 hombres y la patrulla de la Policía Nacional de Perú con 31 hombres, tomando todas las medidas de seguridad, en completo silencio se desplazan por las partes altas con destino al distrito de Chilia, los hombres en punta se desplazan disfrazados con vestimenta de campesinos del lugar, utilizan poncho y sombrero, en el camino un campesino les informa de la presencia de los subversivos, quienes se encontraban cómodamente instalados en las aulas del colegio. Con la información del campesino aceleraran los pasos y en la tarde los mandos de las patrullas deciden atacar por diferentes flancos, las tropas del ejército y de la policía  sorprenden a los combatientes subversivos de 150 hombres, bien armados con fusiles y ametralladoras que se habían instalado cómodamente en el Colegio, los centinelas y los hombres vigía de los subversivos fueron sorprendidos y neutralizado rápidamente y se produce un combate infernal que duró varias horas, se anochecieron combatiendo, casa por casa y en las calles, donde el grupo subversivo fue derrotado por completo, todos los heridos fueron repasados y como consecuencia perdieron la vida 68 combatientes del Partido Comunista del Perú Sendero Luminoso. En las filas del personal del Ejército y de la Policía Nacional del Perú no hubo bajas ni heridos, ni siquiera un soldado con rasguños. Hubo 68 muertos del PCP- Sendero Luminoso, además recuperaron 47 fusiles, entre AKM, FAL y otros.

De este gran enfrentamiento nadie ha escrito como parte de la historia de nuestro país, no se menciona en los periódicos de la época y tampoco no se menciona en los informes de la Comisión de la Verdad y Reconciliación (CVR), solamente ha quedado en la retina y en el baúl de los recuerdos de soldados, policías y subversivos que participaron en dicho enfrentamiento, y de los pobladores del distrito testigos que presenciaron derramamiento de mucha sangre.

Aquellos combatientes de las patrullas del Ejército y de la policía Nacional del Perú, que combatió en el distrito Chilia, provincia de Pataz, con resultado por demás admirable, todos quedaron en el anonimato, nadie reclamó ascenso, nadie reclamó beneficios, ni siquiera permisos ni rotaciones de puesto, no hubo ceremonias, felicitaciones ni condecoraciones; todos continuaron en sus puestos a más de 4500 metros de altura sobre el nivel mar, en plena puna, esta zona normalmente permanece cubierto de nieve en las temporadas de lluvia.

Patrullaje Cotrasubversivo en el distrito de Ongón, provincia de Pataz (julio 1993).- El día jueves 08 de julio de 1993, siendo las 08:00 horas; durante el verano serrano, una mañana soleado y cielo despejado, la patrulla "Huascaran" del Ejército peruano de la Base Contrasubversivo N° 323 del distrito de Tayabamba, Pataz, al mando del SO2 EP Miguel Pineda Ramírez con 20 hombres de Tropa Servicio Militar Obligatorio, como acción disuasiva se desplazó a pie con destino al distrito de Ongón, con la misión de dar seguridad al personal civil a cargo del IX Censo Nacional de población y IV de vivienda. En el caserío de Huanapampa, siendo las 09:00 horas, una señora que recién había llegado desde la provincia de Tocache, departamento de San Martín; viendo a la patrulla que pasaba por las inmediaciones, salió apresurada desde un inmueble ubicado en la parte baja del camino, se colocó delate de los hombre en punta y nos informó sobre el desplazamiento de una columna de 120 combatientes del Partido Comunista del Perú Sendero Luminoso, este grupo subversivo se dirigía desde el distrito de Ongón con destino a la zona Sierra de la provincia de Pataz, para llevar a cabo acciones armadas. La dama campesina en todo momento nos suplicó para desistir la marcha, manifestando lo siguiente: Dijo lo siguiente: “Jóvenes no vayan, ellos son más que ustedes, en armas y personal”, a pesar de esta información decidimos continuar la marcha, trepamos el cerro que está al frente de este caserío, hemos caminado todo el día, en estos lugares ya no hay habitantes, solamente se ven ichus y pastos naturales propios del ande peruano, desde las altas punas bajamos para llegar a la Puerta del Monte donde existe un tambo que viene a ser un pequeño inmueble con techo de calamina donde se hospedan los viajeros, en este lugar la patrulla pernoctó el 8 de julio en la noche, todos de hambre, soportando el frió y los peligros de la naturaleza, gracias a Dios amanecimos sin novedad. También es digno de resaltar el acompañamiento leal del perro "cuto", la perra "cucurucha" y la perra "blanca" estos animales admirables que conformaban como parte de la patrulla contrasubversivo, en las noches permanecieron en alerta permanente a todo movimiento de extraños en las inmediaciones, ladraban por aquí, ladraban por allá y amanecieron haciendo ronda; durante los desplazamientos iban delante de los hombres en punta y detenían a todo extraños que venía en sentido contrario, se ponían muy bravos hasta que alguien de la patrulla interceda para que pasen los civiles, ahora que escribo todo esto han pasado más de 22 años, simplemente por ser perros se nos fueron hace muchos años de este mundo, pero estoy seguro que un pedazo de sus huesos en algún lugar de la tierra descansará en paz.

El día 09 de Julio 1993, siendo las 06:00 horas, reiniciamos la marcha desde la Puerta del Monte con destino al caserío de Utcubamba. Desde la puerta del Monte se ingresa a un callejón que viene a ser una ruta troncal, por el medio se desplaza el río Mishollo de gran caudal, es el principal camino de herradura para los viajeros a las zonas de la Región San Martín y zona Sierra de la Región La Libertad. En el camino adornado de un manto verde como es normal el paisaje es muy hermoso, en el camino no se ven casas salvo en lugares conocidos al borde del camino se ubican algunos caseríos de poca población; eso sí, a los mochileros con droga se les encuentra a cada pasó, estos "traqueteros" desde muchos años han transitado por estos caminos con su cocaína sobre la espalda con destino al distrito de Urpay. El personal de tropa hambriento ingresaba a las chacras y conseguía principalmente plátanos y papayas, comiendo frutas y tomando agua sobrevivimos durante las horas del día, así avanzamos por este sendero de entradas y salidas con acantilados profundos que en algunas partes presentan mucho peligro; después de caminar por más de cinco horas siendo las 11:15 horas llegamos al caserío de Utcubamba, donde descansamos por lapso de 30 minutos. Desde el caserío de Utcubamba se realizó una marcha forzada con destino al caserío de Pampa Seca, en este tramo del camino no hay chacras ni frutas en las inmediaciones, por lo que personal permaneció de hambre, lo único que nos quedaba era alargar el paso pues se hacía tarde para llegar al ansiado caserío. Como en cualquier zona tropical durante las horas del día hace intenso calor, originando fatiga en el personal, pasamos por un lugar muy hermoso donde encontramos una hermosa catarata, es muy impresionante este bello paisaje, pasando la zona de la catara se nos presentó un camino angosto de pequeñas curvas de subida y nos condujo hasta el caserío de Pampa Seca, a donde llegamos siendo las 19:30 horas, hambrientos, extenuados y escaldados; desde sus humildes viviendas salen las personas mayores y los niños a curiosear, procurando enterarse con cierto disimulo de nuestra presencia, en esas circunstancias se nos presentó el Presidente de la Comunidad, a quien le pedimos alimentación y alojamiento, él sin dudas ni murmuraciones mandó preparar caldo de gallina y plátanos sancochado para todo el personal de la patrulla, después de la cena recién volvimos al estado normal. Para pasar la noche ocupamos la casa comunal, bajo este techo algunos comenzaron a descansar, mientras el servicio de primer turno siendo las 21:00 horas ocupó sus puestos, en estas situaciones para el jefe de la patrulla es preocupante las horas de la noche, pues uno no se pude confiar en una tropa cansada y el riesgo es constante, pero gracias a Dios amanecimos sin novedad.

El día sábado 10 de Julio permanecimos en el mismo lugar para recuperarnos del cansancio, era un día soleado y reinaba la tranquilidad, los pobladores a pesar de su pobreza nos apoyaron con abundante comida; en esas circunstancias siendo las 15:00 horas una columna de combatientes del PCP Sendero Luminoso, había llegado hasta la esquina del lado norte, a 80 metros de distancia, ahí ellos se enteran que la patrulla del Ejército se encontraba en Pampa Seca y como es normal ellos retroceden silenciosamente y se esconden en el monte enviando tres vigías a las faldas del cerro y desde este lugar nos habrían observado, la tropa que estaba bien alerta a estas situaciones me informó de hombres sospechosos con vestimenta negro en el cerro y como tenía un aparato óptico (binocular) constaté a las tres personas quienes durante 15 minutos permanecieron sin armas, luego, no le dimos la debida importancia. Siendo las 15:40 horas aparecen 15 individuos jóvenes de 20 a 28 años edad aproximadamente y me dijeron que eran profesores del caserío de San Francisco y me proponen para jugar un partido de fulbito en la pequeña "canchita" de este caserío y además como bienvenida querían invitar a la patrulla 2 cajas de cerveza y algunos tragos más, constantemente me preguntaban si habían otras patrullas y de la cantidad de la tropa, en ese momento mi sexto sentido comenzó a funcionar bien, les engañé diciendo que atrás venía un capitán con 50 hombres y que estaban por llegar y además les dije que el día de mañana llegará un helicóptero con las Fuerzas Especiales para realizar un gran operativo, ante mi respuesta se quedaron asustados y me dijeron, “jefe nosotros pensamos que ustedes eran los únicos, si viene otros no se podrá jugar, mejor nos retiramos”, y se fueron, hasta ahí nadie de la patrulla se imaginaba que estos eran combatientes del PCP Sendero Luminoso, pienso que la gente civil si sabía de la presencia de los senderistas, pero se callaron. Esa noche los campesinos del caserío de Pampa Seca en su totalidad desaparecieron, entonces les pregunté a los niños por sus padres, quienes me dijeron que se habían ido a la chacra ¿a la chacra de noche para qué? entonces presentí algo malo y tomé las medidas de seguridad del caso y por ende amanecimos en alerta total.

El día domingo 11 de julio de 1993, siendo las 08:30 horas, una mañana muy soleada, iniciamos el desplazamiento con destino al distrito de Ongon, desde las horas de la madrugada detuvimos a todos los viajeros que se dirigían al distrito en mención y alrededores, en total reunimos a 15 viajeros, entre hombres, mujeres y niños, este personal civil se desplazó dentro de la patrulla con sus tres burros de carga, con ellos volteamos la curva del caserío de Pampa Seca. Desde esta esquina hasta la siguiente curva que tiene la forma de un morro hay una distancia aproximado de dos kilómetros y medio, en esas circunstancias uno de los hombres en punta que portaba el aparato óptico (binocular) me informa que nuevamente había observado a tres hombres vestidos de negro, dos en la parte alta del morro y uno debajo del camino, así como en el día anterior no le dimos la debida importancia y continuamos con la marcha a ritmo de paso lento de las mujeres y niños. Volteando la curva  hallamos una sola casa que al lado tenía una chacra con abundante plantas de plátanos, en la puerta de este inmueble los hombres en punta y el grupo de asalto se habían reunido, pedían agua y plátanos, cuando llegué les encontré reunido en la puerta, la señora dueña de la casa estaba totalmente asustada, quien me suplicó para que el personal de tropa se retire, ante la insistencia de la Tropa ella sacó una cabeza de plátanos, repartió a ocho hombres de Tropa, mientras yo subí a un muro de piedra tratando de ver a los hombres vestidos de negro, pero solo observé cantidad de achupallas en la parte alta, al bajar le increpé a la tropa ordenando para que se desplacen a paso largo por que habíamos perdido demasiado tiempo, los hombres en punta y el grupo de asalto se fueron a prisa por un camino angosto y sinuoso entre muros de piedra, detrás de ellos a paso de camino el grupo de seguridad y los civiles nos desplazamos con total tranquilidad, divisando un hermoso paisaje de esta parte de la Selva del Perú. Caminando lentamente llegamos al medio de una inmensa pampa, donde los civiles me dijeron: “jefe este es el distrito de Ongón” y eran las 13:00 horas, donde inmediatamente observamos que los subversivos habían realizado ejercicios de tiro en círculos hecho en una de las paredes de la iglesia, había cantidad de impacto de bala y casquillos en las inmediaciones, posiblemente el ejercicio de tiro se realizó dos días antes de mi llegada, en este lugar también los civiles que acompañaron a la patrulla se retiraron y siguieron su camino con destino a su lugares de origen.

En el distrito había total silencio, ni por curiosidad nadie se asomó por las inmediaciones, este tipo de conductas en los pobladores te hace pensar en muchos peligros, y uno como comandante de patrulla tiene que tomar las medidas se seguridad en forma inmediata. La plaza de armas que es una pampa cubierto de pasto natural de forma casi rectangular lo ocupamos en sus cuatro esquinas, siempre en cubiertas y abrigos para estar protegidos en casos de ataques de los grupos subversivos. Las autoridades políticas brillaron por su ausencia, ningún civil se nos presentó, ante la presencia del personal militar la población permaneció muy indiferente y se escondieron es sus viviendas, pienso que les éramos incómodos; por ende, inmediatamente informé al Puesto de Comando del Batallón Contrasubversivo N° 323 de Huamachuco, les informé a través de las ondas del equipo de radio de HF/BLU Thomson TRC 372, detallando que toda la población se mostraba indiferente ante nuestra presencia y que no había rancho ni alojamiento para el personal, y como respuesta el señor Comandante me ordenó para replegarme inmediatamente al caserío de Pampa Seca. Pero aquella tarde había alta radiación solar, motivo por el cual nos sentamos bajo la sombra de los árboles en la parte posterior del templo, lugar donde coordinamos posponiendo el retorno para las 18:00 horas, en esas horas de la tarde siendo las 16:00 horas se nos presentó una lluvia infernal que no paró hasta las 23 horas, impidiendo la marcha, por lo que decidimos quedarnos ahí toda la noche. Si me hubiera desplazado en las horas de la tarde con destino al caserío de Pampa Seca, con total seguridad me enfrentaba a las huestes del camarada "Gerardo" que en esas horas ya descansaban en este caserío ocupando el mismo local comunal que mi patrulla en horas de la mañana había abandonado. ¿porque decidimos quedarnos bajo la sombra, aduciendo mucho calor?, ¿porque la lluvia no paró hasta las 23:00 horas?, no habrá sido un milagro de la santa Virgen del Carmen del distrito de Ongon que de esta manera evitó una matanza entre hermanos, han pasado 25 años, aun sido pensando en este caso. Siempre en la parte posterior de la iglesia, soportando los embates de la naturaleza y la indiferencia de los pobladores amanecimos sentados al pie de los árboles, aquella madrugada soñé mucha sangre derramada en el camino y un hombre muy humilde iba limpiando el camino y las manchas de sangre se borraban, siendo las 04:00 horas me desperté muy asustado, en el acto me levanté, procediendo a verificar a los centinelas e sus puestos, gracias a Dios todo estaba sin novedad.

El día lunes 12 de julio, siendo las 06:00 horas, bajo la sombra fresca de la mañana a paso lento reiniciamos la marcha de retorno con destino al caserío de Pampa Seca; en el camino no hallamos ningún personal civil viajero que normalmente en su mayoría son viajeros que transitan en ambas direcciones, los que salen de las zonas de la selva en su mayoría cargan cocaína refinada o en bruto, es decir algunos salen a la zona Sierra y otros ingresan a la Selva, aquí no hay carros, no hay motos, todo el transporte es a pie y en algunos sectores el camino es muy difícil de transitar; así, caminando bajo el silencio cubierto por un hermoso paisaje, siendo las 11:00 horas, nuevamente retornamos al humilde caserío de Pampa Seca, olvidado por el Estado peruano. El caserío de Pampa Seca es de escasa población, este humilde caserío se convirtió en mi Puesto de Comando (PC), a mi arribo nuevamente se me presenta el presidente de la comunidad, quien todo asustado me dice lo siguiente: “Jefe recién se han ido, jefe recién se han ido”, a quien le pregunté ¿dime, quienes se han ido recién? y contestó “los de Sendero Luminoso, los de Sendero Luminoso; jefe están bien armados, dicen que la columna lo conforman dos ex sargentos reenganchados y 30 licenciados del Ejército, recién han volteado la curva, esas pintas sobre las piedras lo pitaron hace media hora. Ante esta inesperada información, nuevamente puse en funcionamiento el equipo de radio de Alta Frecuencia Thomson TRC 372, esta vez informé directamente al G-3 (Operaciones) de la 32ª División de Infantería con sede en la ciudad de Trujillo. Les informe todo detalladamente vía las ondas de radio frecuencia y como respuesta me aconsejaron esperar refuerzo de un oficial con 20 hombres. Aquella tarde el cielo se nubló por completo, y el helicóptero no pudo aterrizar, la nave pasó sobre las nubes. Los viajeros a pie que nunca falta en este camino me informaban diciendo que los Senderistas me estaban esperando en el puente antes del caserío Utcubamba, al día siguiente me decían que me estaban esperado en la pampa (plaza de armas) del caserío de Utcubamba. Los combatientes del Partido Comunista del Perú Sendero Luminoso, tenían un efectivo de 120 hombres, armados con 57 fusiles AKM, 15 fusiles FAL, 02 ametralladoras MAG, 01 lanzacohetes RPG con una sola granada, 01 transmisor receptor Thomson TRC 372, 25 retrocargas y diversos tipos de granadas de mano y de fusil, el grupo lo completaban los cargadores de provisiones, cargadores de medicinas y leñadores, en cuanto a municiones se encontraban muy limitados, el camarada "Gerardo" el mando tenía dos cacerinas con 60 cartuchos, en su mayoría los combatientes tenían solo 30 cartuchos, esta columna se había desplazado procedente de Tocache, departamento de San Martín, entre sus columnas contaba con 2 ex sargentos reenganchados del Ejército y 30 licenciados también del Ejército. El día domingo en la noche el mando durmió en el pequeño cuarto junto al local comunal donde dormí el sábado en la noche y sus combatientes durmieron en el local comunal, en estas situaciones los campesinos del lugar no se hacen problemas, con normalidad ellos colaboran con ambos bandos, no se hacen problemas, para ellos también les prepararon comida sobre todo le sancocharon harto plátano. Recibido toda la información del caso, mande instalar el equipo de radio Thomson TRC 372 para realizar un QSO con el Centro de Comunicaciones de la 32va División de Infantería de Trujillo, el oficial G-3 Operaciones se puso en la cabina a quien le informé todo lo relacionado de la presencia de los elementos subversivos, dicho oficial de Operaciones me ordenó para no moverme de este lugar mientras no reciba el refuerzo de un oficial y 20 hombres de Tropa. En la Selva las condiciones del clima varían de un momento a otro acompañado de tormentas y neblinas que cubren toda la zona, aquel día siendo las 14:00 se escucha a lo lejos el sonido de los rotores del helicóptero MI 8, pero era imposible su aterrizaje, la nave pasó sobre Pampa Seca y se había dirigido a Tocache para pasar la noche, el día martes y miércoles la zona permaneció nublado todo el día, pero a pesar de estos inconvenientes el helicóptero sobrevoló la zona pero no pudo aterrizar, recién el día jueves 15 el cielo amaneció soleado y totalmente despejado, tal es así que siendo las 10:30 horas el helicóptero MI 8 apareció por la parte alta del lado Éste, en una maniobra digno de elogio el piloto guió a la nave en picada y se fue hasta el fondo de la quebrada para posar en el aire sobre una chacra de plátanos, donde saltó el personal de la patrulla "judío" al mando del subteniente de infantería López Palomino Reynaldo, luego el helicóptero se fue, el personal de la patrulla subió desde la quebrada y llegaron al mencionado caserío, inmediatamente le informó al oficial todo lo relacionado a la presencia de los subversivos.

15 de julio de 1993, una mañana de intensa radiación solar, siendo las 11:00 horas, se inicia el repliegue desde el caserío de Pampa Seca con destino al caserío de Utcubamba.- Después de hacer un planeamiento detallado con el subteniente de Infantería Reynaldo López Palomino (judío), quien había llegado procedente del Batallón Contrasuversivo N° 323  del distrito de Huamachuco al mando de 20 hombres de Tropa SMO como refuerzo a mi patrulla. La patrulla "Huascarán" conformado por 20 hombres de Tropa bajo mi comando, como elementos de vanguardia inició el desplazamiento de repliegue con destino al caserío de Utcubamba, nuevamente se nos presentó la hermosa catarata en las inmediaciones del camino con una impresionante caída, donde aprovechamos la oportunidad para esta foto de recuerdo, por las inmediaciones pasa el único camino en ambas direcciones; por ende, en este lugar de alguna manera todos se mojan, pasando este sector hallamos pintas dejados por los combatientes del Partido Comunista del Perú Sendero Luminoso, este grupo subversivo durante su desplazamiento con destino a los distritos de la provincia de Pataz, había dejado pintas con la hoz y el martillo en las piedras de todo el recorrido. En desplazamientos de este tipo el jefe de la patrulla tiene que tomar todas las medidas de seguridad del caso a fin evitar encuentros inopinados, sobre todo para no ser emboscado, el desplazamiento fue más lento porque en ciertos lugares se realizó reconocimiento del terreno para el paso del grueso de la patrulla, así avanzamos distanciados con la segunda patrulla con un intervalo de 200 metros, en el camino un campesino nos informó lo siguiente: Dijo " ayer los compañeros se encontraba en el puente cerca al caserío de Utcubamba", ante esta información adopté la siguiente medidas, separé al personal de la patrulla en parejas, primero llegaron hasta el puente dos sargentos quienes verificaron las inmediaciones detalladamente, mientras el grueso del personal se encontraba atrás listo para intervenir ante cualquier contingencia, pero los subversivos ya se habían dirigido a la puerta del Monte, límite con la zona Sierra. Al pasar el puente subí a un inmueble que se encontraba sobre el camino al patear la puerta encontré solo a un anciano de edad muy avanzada. Durante este desplazamiento nadie ingresó a las chacras, el personal de alguna manera velaba por su seguridad porque en mi condición de jefe de la patrulla les había advertido de los peligros, como es normal durante el recorrido por la misma tensión no sentimos hambre ni sed, pero gracias a Dios se avanzó y llegamos al caserío en mansión siendo las 18:00 horas, no hubo rancho para nadie, después de media hora apareció el subteniente y su personal, todos dormimos en la pampa tapados solo con nuestros capotines de campaña.

Desplazamiento de repliegue desde el caserío de Utcubamba con destino a la Puerta del Monte.- El día 16 de julio, siendo las 07:00 horas, soportando los rigores del hambre de más 36 horas, reiniciamos la marcha con destino al paraje conocido como la Puerta del Monte. avanzamos tomando todas las medidas de seguridad del caso en vanguardia, los flancos y retaguardia. Después del mediodía cuando la patrulla bajo mi comando se encontraba aproximadamente a un kilómetro de distancia de la Puerta del Monte, los hombres en punta ya no querían avanzar, a cada 100 metros solicitaban ser relevados, algunos se quedaban echados y otros sentados, aduciendo estar muy cansados se negaron avanzar; ante tal actitud del personal de Tropa estando próximo al enemigo como es normal les increpé a todos. Los campesinos viajeros nos habían informado que los subversivos nos esperaban en la Puerta del Monte; por ende, adrede, el personal de Tropa quería ver mi reacción, querían que les demuestre mi valor; pues bien, demostrando valor me coloqué delante de ellos, es decir en mi condición de comandante de Patrulla me puse como hombre en punta. Inicie el desplazamiento confiado en Dios y en mi fusil FAL "mochito" que nunca me había fallado, con este fusil varias veces maté a los gavilanes en pleno vuelo a más de 400 metros de altura, dispar con este fusil era tiro seguro, le puse el nombre de "mochito" por qué la manivela de la palanca de armar estaba rota, solamente tenía un tetoncito que servía para jalar la palanca para cargar el cartucho en la recamara del fusil. Cuando inicié el desplazamiento se me adelantaron por lejos el perro "cuto" y las perras "cucurucha y blanca", estos animales que formaban como parte de la patrulla atacaba con bravura a todo extraño y nos alertaba de todo peligro. Confiado en estos animales caminé por un camino empinado de curvas cerradas, seguido por el personal de tropa a 300 metros de distancia. Al subir las últimas curvas me coloqué detrás de una piedra, donde permanecí como cinco minutos meditando, luego decidí avanzar a paso largo aproximadamente 500 metros hasta que logré salir de la selva, colocando mis pies en la Puerta del Monte siendo las 13:45 horas. Como para bajar la tensión acumulada solté ráfagas de disparos como señal de mi llegada, liberando de esta manera la tensión acumulada de largas horas. Este lugar es el límite entre la zona andina y la selva, en las inmediaciones existía dos chozas donde vivía un campesino a quien le sorprendí con dos piernas de toro, costillas y dos cabezas, cuando le pregunté al respecto, me dijo lo siguientes: "Jefe, ayer los compañeros llegaron en horas de la mañana, la mayoría permaneció en las trinchera, otros fusilaron dos toros grandes en la pampa y han cocinado harta carne para su personal, han comido hasta saciarse, pasaron la noche aquí en las inmediaciones; hoy, siendo las 11:00 horas se han desplazado con destino al caserío de Pachacrahuay, recién acaba de voltear aquel cerro del frente". Finalizado la conversación con el campesino me percato que en las inmediaciones del lugar todo mi personal se había ubicado como para entrar en acción de combate, se encontraban en cubiertas y abrigos, por parte baja, por la parte alta del cerro. En estas situaciones uno tiene que dudar hasta de la sombra; por ende, se realizó reconocimientos sobre todo de la parte alta, en ese momento también el campesino me juraba de su información inicial, ergo tomando todas las medidas de seguridad del caso le ordené a la tropa a bajar y reunirse en las inmediaciones de la choza. Como consecuencia del hambre de más de 36 horas en las inmediaciones de la choza el personal de Tropa comenzó a cocinar la carne sobrante de los "terrucos" carne de res medio crudo cominos en caldo y asado en piedras, pero todos quedamos muy satisfechos, que luego en el camino nos dio mucha sed por haber consumido carne salada y con mucha grasa. Siendo las 15:00 horas, el subteniente López Palomino Reynaldo apareció con su patrulla, habían confiscado una mula, en este animal habían cargado las mochilas de su personal, el equipo de radio Thomson TRC 340, borceguíes de la Tropa y otras cosas más, también habían robado dos gallinas, este personal en vez de borceguíes se había puesto ojotas de jebe y otros usaban zapatillas, posiblemente robados a los campesinos viajeros, muchos cojeaban y presentaban en sus pies ampollas que por el largo trajinar se habían convertido en heridas sangrante, hasta el mismo oficial caminaba con mucha dificultad por las heridas y como consecuencia del cansancio, en ese momento le dije: Mi subteniente me iré adelante porque ya les esperé como tres horas, además ya no hay peligro y me desplacé con destino al caserío de Huanapampa.

Desplazamiento de repliegue desde la Puerta El Monte con destino al caserío de Huanapampa.- Desde el paraje conocido como la Puerta del Monte, siendo las 15:10 horas iniciamos el repliegue con destino al caserío de Huanapampa, el personal de Tropa me decía lo siguiente: "Mi suboficial hay fiesta en el caserío de Huanapampa, ahí nos invitaran comida en abundancia y harta chicha de jora". Desde la Puerta del Monte hay un camino ascendente hacía la parte alta de la puna, en este paraje en las partes altas encontramos trincheras de los subversivos hechas de piedra, a una de esas trincheras disparé una granada de fusil Strin que al momento del impacto origino una gran explosión; en ese momento el subteniente de infantería López Palomino Reynaldo habría estado en la choza de los campesinos mandando preparar su suculento caldo de gallina y su personal de Tropa habría estado descansando plácidamente, pero fueron sorprendidos por la gran explosión, por ende rápidamente se habían colocado sus mochilas y cogieron sus fusiles, ellos pensando que habían emboscado a la patrulla bajo mi comando, reaccionaron bien, corrieron, otros por el camino, otros por la parte baja donde había una pampa pantanosa, y lo más triste según la versión de los soldados de la patrulla del oficial, habían dejado la olla del caldo de gallina hirviendo, dejaron la mula cargado con los borceguíes de la tropa, dejaron una batería del equipo de radio Thomson TRC-340, pero ya no nos alcanzaron, pues el personal de mi patrulla ya se encontraba en la parte alta. Caminar en este lugar es solo para los hombres de Infantería de a verdad, caminado 15 a 20 metros nos quedábamos "clavados" en el camino totalmente extenuados, en las piernas, en la parte posterior de las rodillas ya no había fuerza, que interminable fue el camino en esta subida en plena puna, así subiendo lentamente llegamos a la parte alta del cerro, un paraje totalmente desolado de frío intenso, donde descansamos durante 20 minutos. Desde este lugar todo el camino es en bajada hasta el caserío de Huanapampa que se encontraba de fiesta patronal, donde llegamos siendo las 19:30 horas, inmediatamente se nos presentan las autoridades y al vernos se quedaron totalmente absortos, algunos curiosos preguntaban si habían muertos, a mí se me presentó una chica estudiante de pedagogía de Tayabamba y me decía “suboficial todos comentaban diciendo que habías muerto, gracias a Dios te veo vivo” y me abrazó. En esos momentos las autoridades nos conducen hacía el local comunal, donde nos invitaron abundante comida y chicha de jora a todo el personal de la patrulla, además nos prestaron pellejos de carnero y frazadas para pasar la noche. Aquella noche yo dormí sobre los pellejos de carnero en la puerta de la pequeña iglesia que vemos en la presente fotografía, la iglesia es tan igual como de hace 25 años, en nada ha cambiado y la tropa del servicio de reten descaso dentro de una pequeña sala de un inmueble al frente de la iglesia y el personal de la reserva descansó en un inmueble en la parte lateral de la pequeña iglesia, para engañar al enemigo siempre permanecíamos dispersados por turnos para evitar sorpresas.

Desplazamiento de repliegue desde el caserío de Huanapampa con destino al distrito de Tayabamba.- El día 17 de julio, una mañana soleado y cielo muy despejado, siendo las 09:15 horas, el personal de la patrulla bajo mi comando se desplazó con destino a la Base Contrasubversivo del distrito de Tayabamba a donde llegamos siendo las 10:50 horas, gracias a Dios todos sin novedad, durante 10 días habíamos permanecido en el sector del distrito de Ongon provincia de Pataz, soportando todo tipo de peligros y sobre todo de hambre y frío. Formando a mi patrulla en el pequeño patio de armas de la Base Contrasubversivo le di parte de las novedades de la patrulla "Huascarán", al capitán de infantería Jorge Sánchez Flores (Jefe de la Base Contrasubversivo), conocido con el seudónimo de capitán "águila", quien me dijo lo siguiente: "por gusto arriesgaste la vida del personal de la patrulla, si en el caserío de Huanapampa recibiste la información relacionado al desplazamiento de 120 combatientes del Partido Comunista del Perú Sendero Luminoso (PCP-SL) ¿por qué no retornaste?, inmediatamente hubiéramos dado cuenta al Puesto de Comando de Huamachuco para que se desplacen dos patrullas en helicópteros", concluyó. La patrulla del subteniente López Palomino Reynaldo, llegó a la Base siendo las 15:00 horas y grande fue la sorpresa que encontró el capitán "águila" pues al realizar la verificación de las mochilas de este personal se halló droga de las buenas, había un kilo de cocaína pura escondido en la gamela de campaña del personal de Tropa, más de la mitad de la patrulla fue sorprendido con droga camuflada en sus útiles de rancho, se confiscó en total 12 kilos, no sé cuál habría sido el destino final de todo lo incautado, en estas situaciones el capitán en mención era tan hipócrita mostrando su doble personalidad, nos hablaba de la moral y de las buenas costumbres cuando el mismo era tremendo inmoral, pues él también estaba inmerso en recibir las coimas de los narcotraficantes, pues la zona de Pataz y principalmente el Distrito de Tayabamba vive del narcotráfico, donde están involucrados todo los efectivos de la Policía Nacional del Perú, el alcalde, el gobernador. 

                                                   BATALLÓN CONTRASUBVERSIVO N° 28 RIOJA SAN MARTÍN 1994 - 1995

El 06 de marzo de 1994, siendo las 17:45 horas, una tarde nublado y lluviosa llegué al distrito de Rioja, departamento de San Martín y me incorporé como cambiado de colocación al Batallón Contrasubversivo N° 28. 
En este distrito, un vetusto ex campamento del Ministerio de Transportes y Comunicaciones, había sido acondicionado provisionalmente como un cuartel y servía como Puesto de Comando del Batallón Contrasubversivo N° 28, desde este lugar el comandante del batallón dirigía todas las operaciones contrasubversivas en las diferentes bases como: Yuracyacu, Zoritor, Tabalosos, San José de Sisas, Yurimaguas, Yarina, distrito de Pelejo, San Martin de Alao, distrito de Agua Blanca, Santa Rosa, Naranjos, distrito de Huimbayoc, Chazuta, distrito de Pampa Hermosa, Pongo de Caynarichi, Nueva Cajamarca, Etc.

Cuando puse mis pies dentro del cuartel inmediatamente me condujeron a la oficina del personal (S -1) donde previa verificación del PC 15 me registraron y firmaron mi llegada en la papeleta de tránsito, en seguida el mismo soldado me guió para apersonarme a la oficina de inteligencia (S-2) donde recibí de manera verbal algunas recomendaciones de medidas de seguridad, así mismo me entregaron una libreta Electoral con nombres y apellidos falso para identificarme en las diferentes bases militares. Como llegué por primera vez a una zona de la Selva inmerso en Guerra Contrasubversiva, me sentía muy asustado, en esas condiciones me condujeron hacía el alojamiento del personal de Técnicos y Suboficiales, este inmueble había sido un galpón de vehículos (volquetes) y maquinaria pesada, lo habían acondicionado como alojamiento para el personal subalterno, donde hallé cantidad de camarotes y roperos del personal, ahí en un rincón armé un catre y me acosté, no pasó mucho tiempo y comencé a escuchar conversaciones relacionado a las Bases Contrasubversivas donde abundaba el narcotráfico, la mayoría del personal de Técnicos y Suboficiales, muchos de ellos muy experimentados en trabajos en este tipo de batallones solo buscaban el dinero ilícito que según ellos en esas bases "rentables" abundaba, mientras yo al escuchar este tipo de conversaciones me sentía totalmente sorprendido.

El día 07 de marzo, siendo las 08:00 horas, en la hora de Lista de Diana, el oficial de operaciones (S-3) me nombra como destacado a la Base Contrasubversivo de distrito de Huimbayoc, esta Base había sido el sueño de muchos Oficiales, Técnicos y Suboficiales; yo, en mi condición de novato no sabía de lo que había en estos lugares, al respecto los Técnicos me decían lo siguiente: "Pinche, estas envarado con el oficial de operaciones, pues a esa base solo van los conocidos, los más influenciados, los recomendados", mientras ellos sentían envidia por mí, yo sentía miedo a las emboscadas dentro del monte, así transcurría el día, ese día no pude viajar porque los buses procedentes de la ciudad de Lima y Chiclayo pasaron lleno de pasajeros con destino a la ciudad de Tarapoto, por ende nuevamente me dirigí al alojamiento de Técnicos y Suboficiales y ocupé la misma cama.

El día 08 de marzo, siendo las 01:00 horas, los combatientes del Partido Comunista del Perú Sendero Luminoso atacan a las instalaciones de la Base Contrasubversivo del distrito de "Yuracyacu". Siendo las 01:30 horas, me despierta un soldado de la guardia para salir como apoyo, integrado una patrulla de 20 hombres, comandado por un oficial del grado de teniente, cuando salí de mi alojamiento este oficial ya se encontraba en la puerta de la guardia con su patrulla sobre un vehículo (camioneta 4 x 4 de doble cabina), inmediatamente subí al vehículo pensando en mil situaciones que podría ocurrir durante el desplazamiento, siempre pensaba en una posible emboscada; en la oscuridad el vehículo comenzó a recorrer por un sendero cubierto de vegetación por todo lado, ahí estuve junto con el personal de tropa con mi fusil FAL puesto una granada de fusil "Strin"; siendo las 03:00 horas, llegamos a la Base Contrasubversivo de Yuracyacu, donde constatamos que el hostigamiento había sido breve, pero todos amanecimos en alerta. 

El día 8 de marzo, siendo las 08:00 horas, el teniente con el seudónimo "Rolando" con el personal de la patrulla retornó al Puesto de Comando del distrito de Rioja y yo me quedé como destacado en la Base Contrasubversivo del distrito de Yuracyacu, donde permanecí desde el mes de marzo hasta el 31 de mayo de 1994, desde esta base salí destacado a la base del distrito de Agua Blanca.
                                                     
La historia de la Base Contrasubversivo N° 28 del distrito de Yuracyacu, Rioja, San Martín 1994

EL Distrito de Yuracyacu, es uno de los nueve distritos que conforman la Provincia de Rioja, departamento de San Martín, ubicado en las inmediaciones del Río Mayo, es un valle agrícola especialmente del cultivo de arroz.
 Durante la Guerra interna, entre los años de 1987 hasta el año de 1992, este distrito fue el principal fortín del Movimiento Revolucionario Túpac Amaru (MRTA), según testimonio de los subversivos arrepentidos en este distrito existió más de 500 combatientes comandados por el camarada “muchachón” quien fue abatido por el personal del Ejército y como consecuencia de constantes derrotas sus cuadros depusieron sus armas y se acogieron a la Ley del arrepentimiento ordenado por el presidente Alberto Kenya Fujimori. Tal como lo manifestó su líder Sistero García Torres (comandante Ricardo) el Movimiento Revolucionario Túpac Amaru por sus propios errores había fracasado en su fortín del departamento de San Martín, a partir del año 1993 el territorio abandonado por ellos lo invadieron los combatientes del Partido Comunista del Perú Sendero Luminioso.

El 7 de marzo de 1994, una noche de intensa lluvia torrencial, la fuerza de la naturaleza golpeaba con tanta fuerza el techo de calamina y hacía tambalear las viejas estructuras del precario alojamiento del personal de Técnicos y Suboficiales del Batallón Contrasubversivo N° 28 de Rioja, San Martín. El ruido de las calaminas y el trueno perturbaba mi estado emocional, así en esas condiciones algo pensativo me acosté y no pude conciliar el sueño, en esas circunstancias, para mi pesar, siendo las 01:30 horas, ingresó al alojamiento un soldado de la guardia, quien me comunicó para equiparme lo más rápido posible para salir como integrante de una patrulla de refuerzo con destino al distrito de Yuracyacu, donde se encontraba una Base Militar que en esos momentos de la noche soportaba intenso hostigamiento de parte de los combatientes del Partido Comunista del Perú Sendero Luminoso.

Mientras preparaba mi equipo, verificaba el fusil, las cacerinas, las municiones y las granadas, miles de pensamientos con diversos interrogantes reinaba en mi cabeza, así salí al paso ligero con dirección a las inmediaciones de la guardia de prevención donde hallé una camioneta de doble cabina (4x4) con personal de Tropa y un Oficial de grado de teniente a bordo, ahí también subí, cuando el vehículo salió por la tranquera de la guardia entre mi dije, este puede ser una emboscada; definitivamente una cosa es patrullar en la zona Selva y otra en las zonas de la Sierra, dentro de la oscuridad el pequeño vehículo recorría por una carrozable cubierto de una densa vegetación por ambos flancos, era pues mi primera salida como integrante de una patrulla en este tipo de terrenos. Después de recorrer por lapso de una hora y media llegamos al mencionado distrito y todo era silencio, en la Base Militar una parte del personal se encontraba en sus trincheras y otros dentro de la instalación, todos estaban equipados, el teniente de seudónimo "Voltaire" quién fue el jefe, nos dijo que habían disparado una ráfaga de ametralladoras desde el monte y que había sido breve, sin resultados que lamentar, en la pequeña instalación de esta Base Contrasubversivo todos amanecimos despiertos.

El día 8 de marzo, siendo las 08:00 horas, mediante un radiograma el Oficial del Operaciones (S-3) del Batallón Contrasubversivo N° 28 de Rioja, me ordenó para permanecer como destacado en esta Base Militar hasta el 31 de mayo de 1994, el teniente y su Tropa retornaron al Puesto de Comando de Rioja. En esta Base Contrasubversivo encontré como jefe a un subteniente de infantería con el nombre de combate "Voltaire", un suboficial y 40 hombres de Tropa Servicio Militar Obligatorio (tropa netamente de la selva). El oficial y el suboficial permanecieron hasta el 31 de marzo del mismo año, el mencionado subteniente se fue al 5to CIR y el suboficial retornó a la ciudad de Lima para afrontar sus problemas con la Justicia Militar.

Desde el momento de mi llegada a esta Base Contrasubversivo observé hechos de mucha indisciplina en el personal de Tropa Servicio Militar Obligatorio, la verdad que me causó mucha impresión negativa; resulta que en la Base el mando lo tenía un sargento 2do con el nombre de combate "Tigre" apoyado por el sargento 2do "Alpashira". El subteniente y el suboficial ambos sin experiencia de combate, no ejercían su autoridad al 100 %, hasta les tenían miedo a los mencionados sargentos, el personal de Tropa se levantaba en las mañanas si el sargento Tigre daba el visto bueno, salían a formar si el sargento Tigre les daba el visto bueno, es decir, hablando en términos militares del Perú, el personal de Tropa le hacían "llorar al novato subteniente y al suboficial, mediante la resistencia pasiva".

En la segunda semana del mes de marzo, el subteniente "Voltaire" salió de patrulla al mando de 20 hombres de Tropa por las zonas del Valle de la Conquista y por las zonas altas de Nuevo Cajamarca, y tuvo problemas con el personal bajo su comando, sobre todo durante el desplazamiento y los altos (descanso). Retornando a la Base, el mencionado oficial me manifestó lo siguiente: Dijo, "durante el patrullaje he tenido problemas con este personal de Tropa, resulta que descansan con la orden el sargento 2do Tigre, continuaban la marcha hasta que el mencionado sargento hacía el alto". Quedó demostrado que el oficial simplemente había estado "pintado" como uno más de la patrulla.

El personal de Tropa con la conducta que nos mostraba, según la creencia de ellos, el oficial y el suboficial sin experiencia de combate no les podía comandar; ergo, la indisciplina del personal de Tropa diariamente a mí me tenía preocupado, como es mi forma de ser quise emplear la fuerza y mediante el empleo del palo pensé dominar a los dos líderes, pero después de meditar algunos días, un día me apersoné a la cocina de tropa, donde una señora preparaba rancho para todo el personal, con ella conversé todo lo relacionado al personal de Tropa, ella me dijo: "Suboficial no se ponga exigente ni abusivo con este personal, porque a punta de balazos vas a bailar, como lo hicieron con el teniente Jhonatan, sobre todo mucho cuidado con el sargento Tigre y Alpashira, le suplico suboficial, no se meta con ellos, porque le irá muy mal", bueno, luego de esta advertencia simplemente hice pasar por alto todo tipo de indisciplina, informando de las ocurrencias a oficial al mando de la Base Militar. Un día al subteniente le propuse para poner a disposición del Puesto de Comando del Batallón a los 5 clases más antiguos, con el argumento de que ellos tenían demasiado tiempo en la Base y necesitaban rotación, pero el oficial subalterno que cuida sus galones como si fuera oro de una tonelada, me dijo: "No, imposible, el comandante va a decir que no tengo comando, y eso es negativo para mi foja de servicios y si me hace relevar sería peor porque al final del año me calificarían mal", así el oficial por cuidar sus galones no se atrevió a dar solución la indisciplina del personal de Tropa, al final todo continuo igual.

El 17 de marzo, siendo las 08:00 horas una mañana de intenso sol, salí de  de patrulla al mando de 20 hombres de Tropa Servicio Militar Obligatorio, por el mismo itinerario que transitó la patrulla del subteniente de infantería de seudonimo "Voltaire", la ruta (Valle de la Conquista y partes altas de Nuevo Cajamarca), ahora el problema se había presentado para mí, el sargento 2do "tigre" y el sargento 2do "alpashira" clases muy experimentados en combates contrasubversivos, una vez más formaron en la patrulla bajo mi comando, pero gracias a Dios no hubo problemas en el desplazamiento ni durante los altos (descanso), después de caminar durante todo el día sobre palos, troncos y trocha seca cubierto por una densa vegetación, en horas de la tarde llegamos a una comunidad nativa, donde hallamos "hombres y mujeres casi no contactados con la civilización" esa gente se alimenta con yuca, papaya, plátano, masato, etc, criaban sajino (animal parecido a un chancho), gallinas, patos, pavos, etc; no hablaban quechua ni idioma español, ellos tenían su propio lenguaje que algunos soldados les entendía, nos decían que entre ellos no había ladrones por eso todo sus rusticas viviendas permanecían abiertas, en este lugar pasamos la noche, donde los zancudos nos atacó día y noche.

El día 18 de marzo, segundo día de desplazamiento, este día si fue como para no olvidar nunca, este personal de Tropa de la Selva acostumbrado a transitar en este tipo de terrenos, tal vez para probar mi capacidad y resistencia, me guió por unas trochas de difícil acceso, casi todo el trayecto presentaba muchos pantanos de trocha angosta, donde el agua me llegaba hasta el pecho, cubierto de barro, bajo la intensa lluvia, yo les seguía a ellos por donde se desplazaba los hombres en punta, quisieron dejarme en las trocha, pero no pudieron, así mojado les seguí por todo lado y hasta me hicieron pasar el río Mayo en una canoa chiquita, así después de largas horas de marcha, en una tarde lluviosa llegamos a una casa de madera, donde el dueño nos apoyó con comida y cama para todo el personal, ahí amanecimos.

El día 19 de marzo, siendo las 17:00 horas la patrulla bajo mi comando retornó sin novedad a la Base Contrasubversivo del distrito de Yuracyacu. El dos de abril de 1994, en horas de la mañana, se incorporó a la Base Contrasubversivo el subteniente de infantería Marco Moran Gonzales con el apelativo de combate "Franco", con el mencionado oficial en el año de 1990 trabajé en el glorioso Batallón de Infantería Motorizado "Iquique" N° 31 en la 8va División de Infantería con sede en el distrito de Lobitos, provincia de Talara; a partir de esa fecha el mencionado oficial asumió la responsabilidad como Jefe de la Base Militar, un oficial subalterno también sin experiencia, no pudo hacer nada para corregir la indisciplina del personal de Tropa Servicio Militar Obligatorio, igual que su antecesor solo esperó que pasen los días para no hacerse problemas.

El 15 de abril llegó el licenciamiento para la promoción del sargento "Tigre" y "Alpashira" con ellos se fueron de la Base, entre clases y soldados 12 individuos de Tropa. Una mañana llega el radiograma donde daban orden para que el mismo Jefe de la Base pase revista de prendas a este personal, pero el personal de Tropa en horas de la madruga ya habían preparado sus maletines y los mantenían bien asegurado con candado, cuando el subteniente "Franco" ingreso a la cuadra para la revista, el sargento "Tigre" le hizo el pare al oficial y se negaron a ser revistados, el oficial una vez mas no pudo ejercer su comando contra ellos y se retiró de la cuadra en completo silencio, luego en el patio de formación me dice "suboficial Diego saca a este personal al patio para la revista", la orden del subteniente no las cumplí para evitar quedar mal delante de personal de Tropa reten, y como el vehículo ya se encontraba estacionado con el motor prendido en las inmediaciones, los embarqué trasladando hasta el Puesto de Comando del Batallón Contrasubversivo N° 28 acantonado el distrito de Rioja, para ser entregados al oficial de personal (S-1). En la puerta del cuartel de Rioja nos había esperado el mismo Comandante Miguel (Jefe del Batallón), el Comandante inmediatamente mando formar a este personal y le ordenó abrir sus maletines, mandó vaciar todo al suelo y grande fue la sorpresa que encontró, se encontró dos granadas de fusil instalaza, cinco (05) granadas de mano, municiones de FAL en cantidad, uniformes "parchis" completamente nuevo etc, ante este hecho como es normal el Comandante dio gritos al cielo, me dijo. ¿Por qué el subteniente Franco no ha pasado revista?, al respecto yo simplemente me quedé en completo silencio, al día siguiente me enteré que al mencionado subteniente le había llegado una sanción de arresto simple por falta de comando.

El Movimiento Revolucionario Túpac Amaru (MRTA), en los años de 1988 hasta el año 1992 aproximadamente, fue una organización Político Militar de ideología Marxista, Leninista, de carácter nacionalista y latinoamericanista, que trataba de acumular fuerzas para tomar el poder mediante la lucha armada. En aquellos años el distrito de Yuracyacu, jurisdicción de la provincia de Rioja, San Martín, fue el Cuartel General de uno de los Frentes de lucha del mencionado grupo subversivo, según informes de Inteligencia, aproximadamente 500 combatientes uniformados y bien armados, comandado por el tupacamarista conocido con el seudónimo "muchachón" permaneció en este distrito, este mando militar tupacamarista murió durante un combate con las patrullas del Ejército peruano. Este grupo subversivo convocó a mucha gente, sobre todo (obreros, campesinos y desocupados), pero a sus combatientes les faltaba buena base ideológica, por ende, rápidamente fracasaron en sus luchas; por ende, rápidamente fueron derrotados militarmente, al final muchos de sus militantes se acogieron a la Ley del arrepentimiento decretado por el gobierno de Fujimori.

Desde el año de 1988, el departamento de San martín fue el fortín inexpugnable del Movimiento Revolucionario Túpac Amaru, sin embargo a partir de 1992 su poderío comenzó a decaer por la buena acción de las patrullas de los batallones contrasubversivos del Ejército; mientras combatía el Ejército contra los tupacamaristas, subrepticiamente los combatientes del Partido Comunista de Perú Sendero Luminoso (PCP-SL) habían ocupado el territorio dejado por las huestes de Víctor Polay Campos, para el año de 1993 todo el departamento de San Martín fue ocupado por las huestes del Senderista Abimael Guzmán Reynoso, también conocido como el seudónimo de presidente "Gonzalo", cuando el Comando del Ejército se dio cuenta los senderistas se hicieron presente con mucha fuerza en todas las provincias del departamento de San Martín, como venganza los mandos y combatientes del Movimiento Revolucionario Túpac Amaru, comenzaron a colaborar con el Ejército peruano para luchar juntos contra los combatientes de Partido Comunista de Perú Sendero Luminoso, el mando militar tupacamarista con el seudónimo de “grillo” fue uno de ellos, a él llegué a conocerlo personalmente en el cuartel de la ciudad de Tarapoto, cuando salían las patrullas del Ejército para combatir contra los senderistas, el camarada “grillo” integraba las patrullas de ejército, uniformado y armado como cualquier soldado.

En el año de 1994, en el distrito de Yuracyacu había 102 combatientes arrepentidos del Movimiento Revolucionario Túpac Amaru, registrados en la Base Militar, este personal todos los días domingo pasaba lista en la Base y participaban en la ceremonia de izamiento del pabellón nacional.

La historia de la Base Contrasubversivo N° 28 del distrito de Huimbayoc, departamento de San Martín 1994 

En los años de 1990 el distrito de Huimbayoc fue uno de los distritos empobrecidos de la provincia de San Martín, fue declarado por el Estado peruano como Zona de Emergencia, en aquellos años este distrito se había convertido en Sodoma y Gomorra, abundaban muchos narcotraficantes colombianos y peruanos; prostitutas foráneas y de la localidad, homosexuales según su identificación en su mayoría de Sullana, Chiclayo y Tabalosos; abundaban delincuentes comunes y alcohólicos, era un distrito donde la presencia del Estado peruano era totalmente nulo.

En los años de 1980, durante el primer gobierno del doctor Alan García Pérez (1985 - 1990) y parte del gobierno del ingeniero Alberto Kenya Fujimori Fujimori, el distrito de Huimbayoc había sido una de las Zonas Liberadas por el Partido Comunista del Perú Sendero Luminoso. Cuando el Estado peruano comenzó a instalar Bases Militares en todos los distritos y provincias del departamento de San Martín, las fuerzas principales del ejército guerrillero popular (EGP) huyen a las partes altas, convirtiéndose en grupos errantes. Como en todo grupo subversivo sus cuadros son escalonados por ende sus Base de Apoyo a través de sus comités populares continuaron en los distritos y zonas rurales del ande y de la selva, no se sabía quién es quién, para identificarlos se requería de mucha paciencia o colaboración de “soplones” a sueldo.

En el año de 1992 en el distrito de Huimbayoc, San Martín, el narcotraficante colombiano de seudónimo "ministro" había armado su residencia de lujo, meses después en este mismo lugar fue capturado por una patrulla de la policía Nacional del Perú, comandado por un coronel y 24 subalternos, según la narración de los pobladores de esta zona, esta captura efectuado por los efectivos de la policía solo había sido una finta, pues este delincuente previo pago de un rescate de Quinientos Mil ($500,000) mil dólares americanos había sido liberado en las inmediaciones del distrito de Pelejo. En las horas de la madrugada, todos los efectivos de la Policía Nacional retornaron a Yurimaguas sin el detenido, el jefe de la operación argumento que durante el trayecto río abajo en el caudaloso río Huallaga por la oscuridad reinante en el lugar el detenido había sido rescatado por los sicarios bien armados, por este delito, todos los efectivos de la patrulla fueron denunciados quienes para su defensa presentaron argumentos falsos; por ende, no creíble para la fiscalía, finalizado la investigación los 25 efectivos recibieron sentencia para permanecer en la cárcel  por lapso de 25 años. Durante mi permanencia en la Base Contrasubversivo N° 28 de Yurimaguas, el 02 de mayo de 1995 acompañé al cabo EP Servicio Militar Obligatorio Josué Izuisa Chasnamonte para visitar a su hermano que se encontraba detenido en la cárcel del mencionado distrito, circunstancias que aproveché para indagar la verdad sobre este caso, con el mencionado clase nos desplazamos a pie, dicho penal se encontraba solo a trescientos metros de la Base Militar. Ingresado a dicho penal constaté que todos los detenidos se dedicaban en su mayoría a trabajos de carpintería, todos trabajan libremente en un espacio grande, cuando se apersonó el detenido, hermano del cabo, entablé una conversación fluida con él, justamente este individuo estaba realizando trabajos con el grupo de ex policías detenidos, así por medio de él me contacté con otros tres ex policías con quienes también conversé y les pregunté el motivo de su encarcelamiento, uno de ellos me dijo, " indicando con el dedo índice derecho, dijo, obligado por el viejo huevon que está sentado al fondo, coronel durante la captura del narcotraficante "ministro", recibí la suma de cuatro ($4,000.00) mil dólares americanos, por lo que estoy sentenciado para permanecer en este penal hasta el año 2017".
En la mañana del 5 de noviembre del año 1994, llegué al distrito de Huimbayoc, San Martín, típico distrito de la selva del Perú, caminé por sus calles de tierra donde los perros vagos abundaban, en la plaza de armas con pasto crecido había manada de chanchos de todos los tamaños; observé muchas casas sin veredas, a simple vista se notaba que había mucha pobreza, luego constaté que no había agua potable, no había desagüe, no había servicio de energía eléctrica, no había canales de televisión, la posta médica se encontraba al mando de un solo enfermero, donde los medicamentos básicos eran escasos, no había médicos ni de los que hacen sus prácticas (SERUM), el servicio telefónico era muy restringido. La población en su totalidad se dedicaba a la pequeña agricultura legal e ilegal (había muchas chacras de coca en las partes altas).

Finalizando mis servicios en la Base Contrasubversiva del distrito de Agua Blanca, provincia de "El Dorado", departamento de San Martín, cumpliendo con el rol de rotación de personal de Oficiales, Técnicos y Suboficiales, con fecha 5 de noviembre de 1994 me incorporé a la Base Contrasubversivo N° 28 del distrito de Huimbayoc, donde encontré como jefe al capitán de infantería de seudónimo "Clover" al mando de 40 hombres de Tropa Servicio Militar Obligatorio y un suboficial de inteligencia que fungía de vendedor ambulante de artículos plásticos como baldes, platos, bidones, etc, el informante con rasgos selváticos "charapa" vivía en un cuarto alquilado lejos de la Base Militar, este suboficial con rasgos autóctonos de pobladores de la selva permanecía como uno más de la población, este individuo se desplazaba por diferentes lugares encubierto como vendedor ambulante, la misión que tenía era la obtención de información de los subversivos. En horas de la tarde del mismo día de mi incorporación, el jefe de la Base Contrasubversivo en su condición de jefe político militar me nombró para presidir una reunión con toda la población y las autoridades, a esta reunión asistí acompañado por el sargento 2do EP "jaguar", en la agenda que presentaron las autoridades contemplaba solamente tres problemas que con urgencia solicitaban su erradicación, la prostitución, la delincuencia y el alcoholismo, ellos no consideraron como problema la presencia de los narcotraficantes ni del narcotráfico en todos sus niveles, finalizado los ajetreos de la reunión con las autoridades en presencia de la población, mediante un megáfono hice conocer los cinco puntos que teníamos que aplicar para erradicar los males que reinaban en el distrito, en esos momentos nadie reclamó, nadie protestó, en aquellos tiempos ante las decisiones del personal del Ejército la población obedecía las ordenes sin dudas ni murmuraciones, todos permanecieron en completo silencio, finalizado la reunión se firmó un acta, firmado por el alcalde del distrito, el gobernador, el presidente de la ronda y el representante de la Base Militar, los cinco puntos contemplados en el acta fueron:

1. Prohibir la venta de todo tipo de licor en los bares y cantinas (Ley seca).
2. Funcionamiento de las discotecas hasta las 12 de la noche con venta de licor moderado.
3. Erradicar el narcotráfico.
4. Prevenir la delincuencia mediante la ronda nocturna de los ronderos apoyados por las patrullas del Ejército.
5. Empadronamiento de las peluquerías que en su mayoría eran de propiedad de homosexuales.

Después de la reunión por lapso de una hora y media con la población y las autoridades del distrito, retorné de inmediato a la Base Militar Contrasubversivo, informando por escrito al capitán del Ejército de seudónimo "Clover" jefe político militar del distrito, de todo lo relacionado a los asuntos tratados de manera específica y detallada. En la pequeña sala del Estado Mayor de la Base Militar me senté con el mencionado oficial donde pusimos sobre la mesa que estrategias aplicar para erradicar todos los males especificados en el acta firmado, es ahí que coincidimos en todo, pues estos males no se podía combatir ni derrotar por los medios convencionales, se tenía que actuar de manera informal, es decir al margen de todas las leyes del Estado existentes. En esta Base Militar había un calabozo profundo bajo tierra, a todos los detenidos sea hombres, mujeres y homosexuales se depositaba en este recinto húmedo y con muchos roedores (ratas), así mismo cerca a uno de los torreones había un árbol grueso donde el personal de Tropa construyó una pequeña plataforma, sobre este plataforma en la parte alta del árbol, totalmente desnudos permanecieron amarrados algunos delincuentes durante el día en pleno sol, de hambre y sed, ellos permanecieron parados con las manos amarrados hacia atrás a un poste, el primer día permanecían de hambre, al segundo día se le brindaba un poco de comida y agua por una sola vez, al tercer día también se le proporcionaba un poco de comida y agua, así permanecieron hasta pedir perdón por los delitos que habían cometido. En una oportunidad en una de las discotecas intervinimos a 28 personas entre hombres, mujeres y homosexuales, todos fueron conducidos a la Base, con este personal nos amanecimos a un lado de la Base, desde las 01:00 horas hasta las 06:00 horas, les ordené para que hagan gimnasia básica sin armas de 100 repeticiones cada una, en total sumaban 1000 mil repeticiones, para levantarles la moral les decía: Si ejecutan las 1000 repeticiones se retiran a sus domicilios, caso contrario ingresaran al calabozo por lapso de una semana, ante mis requerimientos los civiles trataron de cumplir la orden pero nadie llegó ni a la mitad, al amanecer todos estaban totalmente agotados y así ingresaron al calabozo, después de tres días comenzamos a darles libertad a las mujeres bajo compromiso de honor firmado para que eviten de hacer escándalos y peleas en lugares públicos, en su mayoría los varones por las planchas que habían hecho por lapso de cinco (5) horas a muchos se les hinchó los brazos, por la cantidad de abdominales que habían ejecutado con mucho dolor movían la cintura y por la cantidad de flexiones y ranas que habían ejecutado con mucha dificultad movían sus piernas, en aquellos tiempos por estas detenciones nadie reclamaba, nadie protestaba, no se presentaba ningún abogado, ni los representantes de los derechos humamos, cuando se liberaba a los detenidos se le hacía firmar un documento que avalaba que estaban abandonado la Base sanos y en buen estado de salud; con los homosexuales fue un trato especial en el compromiso de honor, este personal para abandonar el calabozo se comprometía bajo juramento a cambiar su opción sexual, es decir bien se convertían en mujer u hombre, no había otra opción, para tal fin se les hacia la advertencia con la Santa Biblia en la mano; y muchos borrachos también después de ranear hasta quedar exhausto terminaron en el calabozo. Durante mi permanencia en esta Base Militar el control disciplinario de la población fue así, en lapso de tres semanas aproximadamente los delincuentes foráneos desaparecieron por completo, los homosexuales también desparecieron, desaparecieron los alcohólicos, desaparecieron las prostitutas, las mandas de chanchos desaparecieron de la plaza de armas, muchos de estos animales terminaron en la pailas del personal de Tropa, los perros capturados terminaron sacrificados en la Base, con estos animales el personal hacia la práctica de prueba de valor, al perro crucificado se le sacaba el corazón y las tripas, con la sangre se bañaba el personal, luego con el cuerpo ensangrentado el personal de Tropa salía a correr por las calles llevando colgado en el cuello como collar las tripas de los perros y como trofeo la cabeza. Durante el día había personal de Tropa y ronderos cazadores de chachos y perros vago, animal que era sorprendido circulando por las calles terminaba en la Base Militar. Para nosotros no fue difícil erradicar todos los males que había en el distrito de Huimbayoc, de un momento a otro todo se convirtió en un silencio total, los grandes perjudicados fueron los restaurantes, las discotecas y los bares porque ya no tenía clientela, por ende, por un lado algunos estaban feliz con el logro obtenido de la tranquilidad y orden, mientras los comerciantes de alguna manera se encontraban disconformes, pero el objetivo fue erradicar los males se logró rápidamente.

Donde está el narcotráfico abundan todos los males, pero también muchos se benefician de manera ilegal, hay trabajo para los desocupados, los cocaleros ilegales ganan, los comerciantes formales e informales  ganan, los dueños de hostales ganan, los dueños de los restaurantes tienen muchos comensales, las discotecas y bares llenan sus salones en las noches, las prostitutas tienen muchos  clientes de todas las edades, los homosexuales peinadores abundan; es decir todos ganan, hay movimiento de dinero y hay trabajo para el pueblo. En las primeras semanas del mes de noviembre en este distrito conocí al narcotraficante colombiano "Jimi" un joven de tez blanca bien presentable que siempre se desplazaba con cuatro sicarios (hombres de seguridad) colombianos bien corpulentos de buena estatura, también conocí al narcotraficante con seudónimo Cristal cuyo nombre verdadero fue Luis Pineda, llegué a conocer al narcotraficante con seudónimo Trompa de Buque, le decían así por su aspecto feo, otro narcotraficante que conocí fue el narcotraficante colombiano de seudónimo "hermano", el otro narcotraficante colombiano fue uno que tenía seudónimo "Pescado" un hombre de apariencia muy humilde pero cumplidor y muy caballero, conocí a estos narcotraficantes colombianos y peruanos porque ellos apoyaron a las Bases Contrasubersivos mensualmente con provisiones y dinero. Los oficiales y suboficiales del Ejército que pasaron por esta Base Contrasubversivo, ni el capitán del Ejército de seudónimo "Clover" que comandó a la Base durante mi permanencia, no pudo capturar a estos narcotraficantes, "decían que todo estaba arreglado con los de arriba, capturarlos era muy peligroso", por ende en su mayoría los narcotraficantes colombianos y algunos peruanos, pagando sus respectivos cupos transitaban con total normalidad, para entrar pagaban la suma de Quinientos ($ 500.00) dólares americanos y para salir la suma de Dos mil ($ 2000) dólares; pagando las sumas en mención, ellos circulaban en el río  Huallaga como "Pedro por su casa". Como nos habíamos comprometido con el pueblo y autoridades del distrito de Huimbayoc para erradicar todos los males, ergo el capitán "Clover" entró en arreglo con los narcotraficantes para que se retiren pacíficamente del distrito, y estos se retiraron con todo su personal a las zonas altas de Chasuta, Juan Guerra, Chipuruna, conocido también como Navarro, para permanecer en estos lugares los narcotraficantes mensualmente pagaban sus cupos a los jefes de las Bases Contrasubversivas, el cupo mensual fue de Quince Mil ($15,000) dólares americanos.

En la última semana del mes de noviembre, una noche nublado, siendo las 21:00 horas, el capitán de infantería de seudónimo "Clover" salió al centro del distrito para llamar por teléfono y se demoró en retornar, mientras yo me quedé al mando de la Base Militar, en esas circunstancias llegaron de sorpresa a la instalación militar cinco (05) individuos, cuando les solicité sus documentos, ellos se identificaron como ciudadanos de la nacionalidad colombiana y eran de la firma de narcotraficantes "Jimi" con sus cuatro (04) elementos de seguridad, ellos llegaron con sus maletines y se sorprendieron al verme, como me dijeron que se habían apersonado por orden del capitán, les ordené para que permanezcan en las inmediaciones de la puerta principal, el capitán retorno siendo las 22:30 horas y pasó a su oficina con los narcotraficantes, cuando los narcos se retiraron de la Base, inmediatamente le pregunté al mencionado oficial de la cantidad de dólares americanos que habían dejado para el personal militar, pero este oficial trató de engañarme, quien textualmente me dijo: "Los narcos solamente han venido para coordinar, no me han dejado nada, me han dicho que recién se van a matricular la otra semana", como ya había antecedentes que este oficial me estaba "cerrando" con los cupos que pagaban puntualmente las diferentes firmas de narcotraficantes colombianos y peruanos, pese al pago de cupos, el rancho para el personal era muy pobre, nunca hubo almuerzo de camaradería para el personal de Tropa en el tiempo que permanecí en esta Base, por ende en esta oportunidad le reclamé con fuerza y hasta le amenacé con denunciarlo. Este oficial era más vivo que otros oficiales que conocí en diferentes Bases Militares donde laboré como especialista en la operación y mantenimiento del material de comunicaciones que siempre lo alterné con las funciones de jefe de patrulla, para no dejar evidencias del cobro de cupos, cada vez que se recibía el cupo, un hermano suyo era el encargado de trasladar los dólares hasta Cajamarca, este oficial nunca deposito dinero en los Bancos de Yurimaguas ni Tarapoto, después de una semana retornaba su hermano quien para pasar como desapercibido en el pueblo vivía cerca a la plaza de armas en un "cuartucho" alquilado, donde pacientemente esperaba otros cobros de cupos que hacia el oficial. La relación de paz, concordia y entendimiento con el mencionado oficial se había acabado, habíamos coincidido en todo, pero con el dinero en la mano su comportamiento cambió totalmente, por ende, como es normal el oficial comenzó a tratarme con mucha desconfianza y por ende habría dado cuenta al Comando del Batallón Contrasubversivo N° 28 con sede en Rioja San Martín y obtiene autorización, ergo me destaca para ser Jefe de la Base Contrasubversivo del distrito de Pelejo.

La historia de la Base Contrasubversivo N° 28 del distrito de Agua Blanca, provincia de "El Dorado" 1994

En los tiempos del gobierno del ingeniero Alberto Kenya Fujimori Fujimori ( 28 de julio de 1990 hasta 21 de noviembre de 2000 ) Perú se había convertido en narco estado, como la Policía Nacional del Perú había sido derrotado por los combatientes del Partido Comunista del Perú Sendero Luminoso; ergo, el Ejército asumió el control total del narcotrafico y la lucha contra la subversión en todo el Perú, principalmente en el Frente Huallaga. En esta Guerra Interna que involucró a los efectivos de las Fuerzas Armadas, se combatió a la subversión y menos el narcotrafico, porque tanto fue la pobreza que había en las bases militares el personal en su totalidad dormía en el suelo, no había colchones, no había frazadas y sobre todo faltaban provisiones, por ende muchos jefes de las Bases Contrasubversivas convivieron con los narcotraficantes, pues estos apoyaban principalmente con víveres y dinero.

En aquellos tiempos todo el personal de Oficiales, Técnicos y Suboficiales teníamos identidad falsa, es decir para identificarnos con la población contábamos con una Libreta Electoral falso, equivalente al DNI actual, utilizamos pelo largo y barba, sobre todo nadie utilizaba galones (grados) sobre el hombro ni en la gorra, nadie sabia quien es quien, además comúnmente el personal se identificaba mediante "chapas" y/o seudónimos, el personal de Tropa también se identificaba mediante seudónimos. En las Bases todo tipo de documentos se firmaba con nombre y apellido falso y rubrica ficticio. Normalmente el personal de Oficiales, Técnicos y Suboficiales rotábamos de base en base cada tres meses, en esas circunstancias el 06 de junio de 1994 llegué como destacado a la Base Contrasubversivo N° 28 del distrito de Agua Blanca, provincia de El Dorado, departamento de San Martín, en esta base militar trabajé hasta el 30 de octubre de 1994, es decir laboré durante cinco meses consecutivos. En este distrito encontré a un oficial del grado de capitán (jefe de base) de seudónimo Manuel, un alférez con seudónimo Zeus, Técnico Lester, Suboficial de inteligencia de seudónimo Carlos y 60 hombres de Tropa Servicio Militar Obligatorio en un 99 % de origen selvático, en su totalidad jóvenes de condición muy humilde, que procedian de los diferentes caseríos y distritos de San Martín.

En el año 1994, el distrito de Agua Blanca, provincia de El Dorado, departamento de San Martín, era muy pobre, los pobladores en su mayoría eran pequeños agricultores; en el distrito no había agua potable, no había desagüe, no había energía eléctrica, no había canales de televisión, la posta médica no contaba con un médico, etc.

En el mes de octubre del año 1993, en este distrito incursionó una columna subversiva, conformado por 120 combatientes del Partido Comunista del Perú Sendero Luminoso,  en esta incursión los grupos subversivos al mando de un médico traumatologo saquean la posta medica del distrito, llevándose consigo todos los medicamentos, al respecto algunos pobladores me informaron que la agrupación maoísta había sido comandado por un doctor en medicina, pues él se había identificado manifestando ser un profesional en la especialidad de traumatología. El grupo subversivo abandona el distrito llevando consigo el medicamento incautado, se desplaza con dirección a la mina de sal, pero antes en la parte baja sacrifican un chancho donde algunos proceden a preparar comida y otros descansaban plácidamente, en esas circunstancias es sorprendido por las patrullas del Ejército, en breve enfrentamiento muere el mando subversivo y tres combatientes, otros escaparon por el monte. Dando respuesta a esta incursión el Comando del Ejército del Destacamento Leoncio Prado con sede en Tarapoto, departamento de San Martín, mando instalar una Base Contrasubversiva en el mencionado distrito.

Durante mi permanencia en esta Base Contrasubversiva, en horas de la tarde el personal de Oficiales, Técnicos, Suboficiales y Tropa jugaba fútbol contra los equipos (civiles) del distrito, en esas circunstancias en mi condición de futbolista de la base militar hice amistad con algunos deportistas de la localidad y uno de ellos fue un individuo conocido por todos como "Vily" una persona de contextura gruesa, tez blanca, quien vivía cerca a la base, resulta que este individuo había sido el coordinador y hombre enlace con los narcotraficantes colombianos y peruanos, un día finalizado el partido de fútbol me dijo "jefe habrás venido con un costal porque de aquí vas a salir lleno de dólares", palabras que desde ese momento despertó mucha curiosidad en mi mundo interno.

El 10 de junio en horas de la tarde, el capitán Manuel ordena reunión en su alojamiento, donde participó el Alférez Zeus, el Técnico Lester, Suboficial Carlos y el suscrito, el capitán nos hablaba del miserable sueldo que nos pagaba el Estado por ende teníamos que recursearnos como sea para solventar los gastos del hogar y de los hijos, entre palabreos nos decía que una firma colombiana había solicitado la carretera que está cerca al distrito de Santa Rosa para sacar un vuelo de droga, que el Técnico Lester y 20 hombres de Tropa saldrían para dar seguridad, por este trabajo los narcotraficantes pagaron la suma de TREINTA MIL ($ 30,000) DOLARES AMERICANOS, la repartición se hizo de la siguiente manera: El capitán dijo, "si pasa algo yo seré el responsable de todo esto, a mí me enviaran a la cárcel, por ende me quedaré con QUINCE MIL ($ 15,000) DÓLARES", para el alférez destinó CINCO MIL ($ 5,000) DÓLARES, para el Técnico destinó la suma de CINCO MIL ($ 5,000) DÓLARES AMERICANOS, para el Suboficial Carlos la suma de MIL ($ 1,000) DÓLARES, para el suscrito la suma de  MIL ($ 1,000) DÓLARES y para mejoramiento de rancho del personal de Tropa se destinó la suma de TRES MIL ($ 3,000) DÓLARES. Cuando finalizó la conversación sobre la repartición, yo, pedí la palabra, le dije al capitán lo siguiente: "Mi capitán. yo no estoy de acuerdo y me niego a ser partícipe de este acto delictivo, todo el ofrecimiento que usted hace mancha mi honor y mi moral de soldado", por ende, me negué a recibir el sobre conteniendo los Mil Dólares, y en el acto me retiré a la parte externa de la base. En la noche después de la lista de retreta llegué a mi alojamiento, que normalmente permanecía con la puerta sin candado, alojamiento alquilado de la señora Elvira Pérez, por el costo de S/ 10.00 soles mensuales, al lado de la iglesia del pueblo, casi junto a un torreón, ingresado prendí una pequeña velita para iluminar el pequeño cuarto, después de dejar mi fusil y todo mi equipaje al pie del catre, levanté mi almohada y bajo la sabana hallé el mismo sobre con los MIL ($ 1,000) DÓLARES AMERICANOS, bueno, dije ¿qué hago con este dinero? al respecto a nadie le pregunté, hasta el día de hoy no sé quién habría dejado el sobre bajo mi sabana, me quedé con todo el dinero.

Después de la primera repartición de miles de dólares, ellos me consideraban como una persona indeseable, me miraban con mucho recelo y total desconfianza, ya no estaba en la lista de ellos para estos negocios oscuros, por ende no sabían cómo sacarme de la Base Contrasubversivo, en esos días desde el Puesto de Comando del distrito de Rioja enviaron un radiograma, dando orden para que el Técnico Lester salga de bienestar por lapso de 15 días, quien tenía que viajar a la ciudad de Lima; pero no, en la Base Militar hicieron una contra orden y a mí me obligaron para salir de bienestar, desde el 15 hasta el 29 de junio; por ende, desde la ciudad de Tarapoto viajé vía aérea hasta la ciudad de Trujillo y desde esta ciudad vía terrestre hasta la ciudad de Huaraz. Finalizado mi bienestar retorné a la Base Contrasubversivo, a mi llegada inmediatamente el civil "Vily" me informó que en los días de mi ausencia habían sacado dos vuelos de gran tonelaje, en total habían cobrado la suma de Sesenta Mil ($ 60,000.00) dólares americanos, específicamente me dijo: "Jefe, hemos sacado dos vuelos, provecho para ti también seguramente han guardado lo que te corresponde", concluyó. En la Base Contrasubversivo los días pasaban con total tranquilidad, pero nadie me hablaba de los vuelos de las semanas pasadas, no indagué y no reclamé a nadie, en esos días constaté que el Técnico Lester, experimentado en este tipo de negocios oscuros con los narcotraficantes se había arriesgado alquilando una "casa fachada" al frente de la Base, quien había puesto un aviso que decía "se compra algodón" en si era una casa que acopiaba droga de los pequeños "traqueteros" que siempre abundaban por estos lugares. El 30 de junio una firma colombiana llegó a la Base con un equipo de fulbito, se jugó partido de fulbito con el personal de la Base y en la noche organizaron una fiesta en companía de mujeres de la localidad, donde abundó licores de todo tipo, yo no participé en el partido de fulbito, ni en la fiesta.

El 02 de julio, en horas de la tarde, se malogró el receptor transmisor HF/BLU Thomson TRC 340, por ende, el capitán Manuel con carácter de urgencia me ordenó viajar a la ciudad de Tarapoto, llevando consigo el mencionado equipo de radio para ser reparado en el taller de mantenimiento del cuartel "Mariscal Cáceres", orden que en mi condición de especialista (mecánico de comunicaciones y electrónica) lo acaté sin dudas ni murmuraciones. Para cumplir con esta comisión de servicio, en horas de la tarde me embarqué en una camioneta que cubría la ruta Agua Blanca y San José de Sisa, llegando a este último lugar siendo las 18:30 horas, caminé hasta el paradero de camionetas para la ciudad de Tarapoto, donde me informaron que ya no había vehículos hasta el día siguiente, por ende decidí caminar por las calles preguntado si había un taller de reparación de radios y televisores, por ahí me indicaron que había uno cerca a la plaza de armas, cargando a la espada el mencionado aparato de comunicaciones llegué a un taller de reparación de radios y televisores, donde le supliqué al dueño para que me preste sus herramientas e instrumentos de medición (multimetro), gracias a Dios el técnico civil me brindó todo tipo de apoyo, inicié mis labores verificando la batería ALI 116, este artículo menor se encontraba en buen estado, luego abro las tapas del artículo principal verificando los fusible, los integrados y todo estaba en buen estado, para finalizar verifiqué los cables internos del combinado microtelefónico COT 101, constatando que dos cables internos debajo del PRESTOTALK adrede habían sido cortados, este desperfecto inmediatamente lo reparé, reparado el aparato de comunicaciones, siendo las 23:00 horas retorné al distrito de Agua Blanca, llegando a la Base siendo las 01:15 horas, a mi llegada el personal de Tropa me informa que el capitán Manuel y el Técnico Lester habían capturado a dos narcotraficantes peruanos con doscientos (200 kilos de cocaína refinada) y $20,000 dolares americanos en efectivo y una camioneta de lunas polarizadas casi nuevo y que los detenidos se encontraban en el calabozo bajo tierra. La camioneta blanca permanecía estacionada en el costado de la iglesia. En la parte posterior de la Base Contrasubversivo, teníamos un calabozo rustico bajo tierra, era un hueco de tres (3) metros de profundidad ( 4 metros de largo y 3 metros de ancho), cubierto con palos gruesos y sobre estos se colocó gruesas capas de tierra y pasto natural para mantenerlo bien camuflado. Para el ingreso del personal detenido había una pequeña puerta, puerta hecho con palos amarrados, construido por el personal de Tropa y una escalera que servía para el ingreso y salida del personal detenido, cuando bajaban los detenidos cerraban la puerta, sobre la puerta día y noche dos soldados bien armados permanecían sentados. Aquella noche uno de los soldados que permanecía de servicio en la "trinchera" al costado de la iglesia me llevó hacía el calabozo a donde llegué con una linterna de mano, cuando levantaron la pequeña puerta iluminé hacia el fondo constatando que habían dos personas (civiles) sentados sobre unos troncos en un rincón, ellos inmediatamente levantaron la mirada, suplicándome para darles libertad de manera inmediata, me decían: "Jefe quédate con los $ 20,000 dólares, entréganos la merca (la droga) y la camioneta, asunto arreglado", al respecto yo no les contesté ni una palabra, a los centinelas les ordené para que tapen la puerta, en seguida me retiré.

El 3 de julio, en las primeras horas, me apersoné a la estación de radio para la instalación del Receptor Transmisor HF/BLU Thomson TRC 340, para iniciar el reporte respectivo con el Puesto de Comando ubicado en el distrito de Rioja, en esas circunstancias el capitán Manuel al verme no pudo disimular su amargura, pues su plan de despistarme había fallado, se sentía muy incómodo y me dijo ¿y la radio?, en el acto le contesté, manifestando que todo el equipo se encontraba operativo. Siendo las 08:00 horas el Suboficial de Inteligencia de seudónimo "Carlos" se presentó con el informe de detención y la declaración testimonial de los detenidos, ambos detenidos bajo juramento dijeron en sus respectivas declaraciones que les habían incautado 200 kilos de cocaína refinada, una camioneta de lunas polarizadas y la cantidad de $ 20,000 dólares americanos en efectivo, como es normal la documentación que presentó el mencionado suboficial no le gustó al capitán, quienes bajo el techo de la pequeña oficina del estado mayor, casi se agarran a golpes. El capitán mandó salir a los detenidos y con la pistola en la mano les amenazó, diciendo: "carajo, yo en ningún momento he incautado dinero en efectivo, solamente se incautó 20 kilos de droga, si continúan jodiendo les vuelo la cabeza y punto", en ese momento bajo amenaza los dos narcotraficantes declinaron su versión original, cambiando su declaración testimonial donde afirmaron que solo había sido incautado 20 kilos de droga y la camioneta, firmaron todo el documento así como les pidió el capitán. Siendo las 10:00 horas en la misma camioneta se lo llevaron a los dos detenidos con destino a la ciudad de Tarapoto, dijeron que iban a ser entregados a la Fiscalía, y todo fue una finta nada más. Antes de viajar habían hecho la repartición del dinero, en mi caso como en la primera vez en horas de la noche cuando llegué a mi alojamiento debajo de mi almohada encontré la suma de Mil Doscientos ($1200.00) dólares americanos, hasta la fecha desconozco quien habría ingresado a mi alojamiento, todo el dinero lo gasté en la segunda bajada de bienestar, pues yo era el hombre indicado para salir de bienestar en reemplazo de los demás, los otros simplemente no querían salir por estar atentos a estos negocios sucios con los narcotraficantes. El capitán Manuel, el Alférez Zeus y el Técnico Lester ya había depositado en dos oportunidades miles de dólares en el Banco de Crédito del Perú con sede en la ciudad de Tarapoto, depósitos a nombre de sus familiares. A mediados del mes de setiembre, compraron dos chanchos de gran tamaño y mandaron preparar carne ahumado y dijeron que era para el General del COPERE, en inmensas cajas se embaló la carne y estaba listo para ser transportado a la ciudad de Lima, pues en esos días iba viajar el mismo Técnico Leste, llevando consigo todo tipo de regalos para el General de tan alto cargo en el manejo del personal a nivel Ejército, pero antes deciden viajar a la ciudad de Tarapoto para hacer el tercer depósito de miles de dólares, en esta oportunidad la rutina les traicionó, pues los elementos de inteligencia les habían seguido de cerca y para coronar la mala suerte, los tres viajaron con sus respectivas amantes de companía, jóvenes mujeres del distrito, se fueron como si fuera un paseo, llegando a la ciudad de Tarapoto se habían alojado en uno de los hostales de lujo que se encontraba en las inmediaciones de la plaza de armas, que la noche les cobraban $100.00 dólares americanos, en el hostal se quedaron las mujeres y ellos se habían dirigido al Banco de Crédito, donde cada uno de ellos se habían apoderado de la ventanilla por ende los cajeros se demoraron por más de 20 minutos contando miles de billetes americanos, en esos momentos los mafiosos de la Inspectoría del Destacamento Leoncio Prado de Tarapoto y la fiscalía, intervinieron a los dos Oficiales y al Técnico, inmediatamente fueron conducidos a la Inspectoría del Cuartel, mientras ellos eran detenidos otro grupo de elementos de la Inspectoría habían intervenido el lujoso hostal, donde ingresaron y verificaron todo, las mujeres asustadas no sabían lo que ocurría, se lo llevaron todo tipo lo que encontraron. En horas de la noche la amante del Técnico Lester retornó al distrito de Agua Blanca y ella me informó todo lo relacionado a la detención de mis colegas, mientras las amantes del capitán Manuel y del alférez Zeus aún permanecían en el hostal de la ciudad de Tarapoto. En aquellos días yo quedé al mando de la Base Contrasubversivo, teniendo como mi adjunto al suboficial de inteligencia oriundo de la Selva de seudónimo "Carlos".

La sorpresiva llegada del coronel del Ejército peruano Luis Sablich Garaicoa, seudónimo (Garoso) .- Al día siguiente de la detención del capitán Manuel, Alférez Zeus y el Técnico Lester en la ciudad de Tarapoto, en mi condición de más antiguo en grado, pasé lista de Diana y realicé el reporte respectivo con el Puesto de Comando ubicado en el distrito de Rioja. Finalizado todo, siendo las 09:00 horas me dirigí a mi alojamiento, me senté en mi rustica silla y procedí a verificar mi pantorrilla derecha que se encontraba muy hinchado por los golpes que recibí en los partido de fútbol con el personal civil de la localidad, me saqué los borceguíes y cuando procedía a frotar la parte afectada de mi pierna afectada, dos hombres con vestimenta civil armados con ametralladoras "HK" se ubicaron en la puerta de mi pequeño alojamiento, me sorprendieron, cuando quise reaccionar me dijeron que eran de la Inspectoría de la ciudad de Tarapoto, en voz alta uno de ellos me dijo: "suboficial no te muevas, a partir de este momento quedas detenido, tu jefe ya está detenido en Tarapoto", en ese momento yo pensaba en mil cosas, si estos eran subversivos del Partido Comunista del Perú Sendero Luminoso o Narcotraficantes, desde la puerta también el otro integrante de la inspectoría gritó preguntando que si ya habían detenido al suboficial Carlos, al Presidente del Comité de Autodefensa y al civil de seudónimo "Vily", ahí recién me convencí que eran de la Inspeccionaría del Ejército de la ciudad de Tarapoto; en ese momento dos elementos de inteligencia ingresaron a mi alojamiento y verificaron todo detalladamente, de rincón a rincón, desarmaron mi fusil FAL, vaciaron los cartuchos de mis cacerinas, voltearon el colchón, verificaron mis libros hoja por hoja, mis libretas de apuntes, mi maletín, el morral de campaña, etc. Yo había cobrado dos sueldos completos a mi retorno de mi segundo bienestar, en aquellos tiempos percibía como sueldo la suma de Setecientos Cincuenta (S/750.00) soles, en total en mi billetera encontraron la suma de Mil Ochocientos (S/1800.00) nuevos soles, inmediatamente como justificación les mostré mis boleta de pago, pero no cuadraba la cantidad, pero yo también me recurseaba tomando fotografía a los civiles y al personal de Tropa, como medio probatorio ahí estaban sobre los paquetes de fotografías para entregar y las boletas del revelado, uno de los oficiales que se encontraba en la puerta de mi alojamiento durante las pesquisas ya se lo había metido a su bolsillo mi billetera con todo el dinero, ni siquiera levantaron el acta de decomiso del dinero, mientras el otro me tomaba manifestación relacionado al narcotrafico. En aquellos tiempos yo tenía un diario, un cuaderno donde anotaba todo lo que acontecía en los patrullajes y en la Base Contrasubversivo, lo leyeron detenidamente y se quedaron sorprendidos, este cuaderno se lo llevaron a la Inspectoría del Destacamento Leoncio Prado acantonado en la ciudad de Tarapoto, este cuaderno para ellos significó como si fuera un trofeo de guerra, pues en ella encontraron toda la información que requerían. En el interrogatorio me dijeron: " Usted ya sabe que tu jefe está capturado, él ya declaró todo, nos ha dicho que usted también ha recibido dinero del narcotrafico", pregunta: ¿Diga si has recibido dinero del narcotráfico durante tu permanencia en la Base Contrasubversivo de Agua Blanca?, mi respuesta fue, todos los detalles del caso está en mi diario, en dos oportunidades encontré dinero bajo mi almohada, yo no sé quién habría dejado el dinero, los mismos que sumaban Dos Mil Doscientos ($ 2200.00) dólares y que me lo he gastado durante mis viajes de bienestar en las ciudades de Trujillo y Huaraz". Si hubiera sido recontra astuto y sinvergüenza como el doctor Alan García, mejor hubiera negado todo, todos sabemos que los políticos peruanos se enriquecen con las coimas y otros negocios oscuros, como dice el viejo Alberto Quimper siempre son aceitados, pero lo niegan todo, pero yo no los negué. Me hicieron otra pregunta y fue lo siguiente: ¿Por qué no has denunciado al Jefe de la Base y compañeros de labores sabiendo que estaban involucrados con el narcotráfico?, mi respuesta fue, según Ley y nuestros reglamentos no puedo denunciar a un superior.

Luego apareció en la puerta de mi alojamiento el coronel de caballería del Ejército peruano Luis Sablich Garaicoa, popularmente conocido con el seudónimo (Garoso), uno de los Inspectores del Destacamento Leoncio Prado, acantonado en la ciudad de Tarapoto departamento de San Martín, él fue un tipo muy vozarrón y trató de intimidarme mediante la voz alta, quien me gritaba de todo, pero yo en todo momento mostré total tranquilidad y le escuché callado todas sus preguntas con amenazas de todo tipo. Este coronel al final me dijo lo siguiente: "El suboficial Carlos también está detenido, será conducido a la ciudad de Tarapoto, así mismo los tres detenidos en la Inspectoría ya no regresaran a esta base; por ende, usted queda al mando hasta nueva orden". En mi condición de Jefe de la Base Contrasubversivo (interino), esa misma tarde me reuní con todo el personal de Tropa SMO, a quienes les informé de los hechos ocurridos, también a esa hora mandé sacar todas las pertenencias de los detenidos, los calzoncillos, las medias, polos, borceguíes y uniformes, todo lo repartí entre el personal de Tropa, además mandé abrir los cajones que contenían los ahumados de carne de chancho, aquella tarde comimos harta carne de calidad y nos duró por lapso de ocho días. El coronel de caballería Luis Sablich Garaicoa, en su condición de Inspector solamente asustaba a todos los detenidos, nos gritaba, nos amenazaba con enviarnos a Lurigancho, cuando él mismo también se recurseaba con el dinero de los narcos, su único objetivo fue sacar todo el dinero del personal de Oficiales, Técnicos y Suboficiales involucrados con el narcotráfico, todo se arreglaba en la Inspectoría. Los altos mandos del destacamento Leoncio Prado de Tarapoto, la Inspectoría y la fiscalía, quitaban todo el dinero a los detenidos y luego les perdonaban la vida a todos, sino pues toda la Corporación de Oficiales Técnicos y Suboficiales hubieran sido dados de baja y encarcelados, pero nada de eso ocurrió. El personal del Batallón Contrasubversivo N° 28 de Rioja en un 95% se encontraban denunciados en la Inspectoría por estar involucrados con el narcotráfico colombianos y peruanos, sin embargo una vez finalizado sus labores en estas Zonas de Emergencia continuaron haciendo su carrera con total normalidad, en nada les afectó en los ascensos al grado inmediato superior, para el año 2020 los subtenientes de esa época ya ostentan grados de Coronel, los capitanes con quienes laboré hoy ostentan el grado de General de Brigada y General de División, sin embargo a mí me sancionaron con una papeleta de arresto de rigor, motivo por el cual fue causal para no ascender al grado inmediato superior.

Patrullaje Contrasubversivo por el cerro Mina de Sal, Rejis, Saposoa y otros. - En el año 1994, durante cinco meses consecutivos permanecí como destacado en la Base Contrasubversivo del distrito de Agua Blanca, provincia de El Dorado, departamento de San Martín. Desde el 01 de junio de 1994 hasta el 30 de octubre del mismo año. En tres oportunidades me desplacé como parte de la patrulla por el cerro Mina de Sal, Centro poblado mayor de Rejis, Pasarraya, San Francisco, y damos la vuelta por el cerro Sica Sica, Fausa Sapina, Fausa Lamista y Santa Rosa, este desplazamiento duró durante ocho días; siempre al mando del teniente del Ejército peruano de seudónimo "Marte" excelente oficial y muy capacitado, graduado como Comando del Ejército, en total siempre salimos al mando de 40 hombres de personal de Tropa Servicio Militar Obligatorio (Tropa de la Selva); este oficial era medio loco, a veces a manera de comentario nos decía que un ex Técnico de la especialidad de comunicaciones del Ejército había entrado en las filas del Partido Comunista del Perú Sendero Luminoso y que estaba interceptando nuestras comunicaciones en la red de Alta frecuencia (HF); por ende, en las noches salía a los servicios higiénicos bien armado con el fusil FAL en la mano, a veces llevaba consigo un lanzacohete RPG al hombro, etc. Ante la información del Servicio de Inteligencia que los grupos subversivos del Partido Comunista del Perú Sendero Luminoso (PCP-SL) siempre transitaban por las trochas que se encuentra en las alturas de la mina de sal, ubicado en el lado Sur del distrito de Agua Blanca; por ende, con la misión de realizar emboscadas, las patrullas del Ejército se desplazaron a dicha zona en un terreno muy peligroso. En la última semana del mes de octubre de 1994 realicé el último patrullaje en dicha zona, en esta oportunidad la información de la presencia de las columnas subversivos en esas alturas parecieron certeras. En este patrullaje nos acompañaron cinco civiles del pueblo que eran Ronderos, ellos transportaron a la espalda las municiones de reserva, provisiones y otros, en aquel patrullaje me desplacé como hombre en punta a 100 metros adelante de los grupos de asalto, seguido a 10 metros de distancia por un sargento 2do; en la inmensa subida con pequeñas entradas y salidas dentro de una densa vegetación, caminé totalmente tenso, a pesar de mi fortaleza física mis piernas ya no daban más, me cansé totalmente, sin embargo, superando todos los inconvenientes cumplí la misión. En estas situaciones el combatiente siempre está al borde de la muerte, el soldado que avanza está en total desventaja, pues el adversario que está a la defensiva siempre está en cubierta y abrigo y observa todo sin ser visto; ergo, ubicado en un lugar muy estratégico con amplio campo de vista en su condición de francotiradores en estas situaciones no fallan y te eliminan en cuestión de segundos, también uno está expuesto a los encuentros inopinados, en este tipo de desplazamientos el primero en morir es el hombre en punta, ese es el riesgo de ser hombre en punta en un patrullaje contrasubversivo en la Selva, pero gracias a Dios todos llegamos a la cumbre más alta, sin novedad.

Siendo las 14:30 horas todos ocupamos el cerro más alto y bajo la sombra de inmensos árboles procedimos a descansar, mientras el personal de Ronderos cada uno con sus respectivas escopetas salieron a casar unos aves de color negro con cresta y pico roja parecido a un pavo, creo que se lama paujil, habían casado cuatro aves, estos Ronderos acostumbrados a la vida en el monte rápidamente lo pelaron y prepararon a la brasa, con esa carne en total 47 hombres de la patrulla nos alimentamos aquella tarde. La tarde era agradable y soleado por lo que decidimos pasar la noche en este lugar, tendimos ramas y plásticos abajo y nos cubrimos también con plásticos, en esa circunstancias siendo las 01:00 horas, nos sorprendió una lluvia torrencial e imparable, era como un diluvio, nada nos protegía, en esos momentos todos nos pusimos de pie, a esa hora la oscuridad era total, y decidimos abandonar el lugar bajando desde el cerro por una trocha angosta al borde de inmensos y profundos acantilados, nuestro destino fue el distrito de Pasarraya del Alto Saposoa. Siempre nos dicen que en las noches para no delatar de nuestra presencia no deberíamos prender nada de luces, pero durante esa marcha todos rompimos esas normas que muchas veces salen del escritorio de tácticos mediocres, si no es por las luces de la linterna de mano aquella madrugada muchos hubieran terminado en esos abismos a más de mil metros de profundidad, los restos de los caídos difícilmente lo hubieran rescatado. Bajo lluvia torrencial, desde el cerro más alto, lentamente comenzamos a bajar; todos prendimos la linterna de mano, caminando de hombre a hombre con intervalo de medio metro de distancia, tapamos nuestras espaldas y las mochila con los plásticos que nos servía como si fuera poncho de jebe; en los patrullajes, el soldado siempre debe pensar en su fusil, pues sin ella no es nada; siempre protegiendo el fusil así como dice el instructor Gamboa en la película Ciudad y los Perros "el arma nunca debe caer al suelo, es preferible romperse la cara antes que soltar el fusil, para el soldado el arma es tan importante como sus huevos, ¿usted cuida mucho sus huevos soldado?"; con las palabras del instructor Gamboa que alguna vez habíamos escuchado en la mencionada película, con las mismas frases casi al pie de la letra le inculcamos y advertimos a la tropa para el reinicio del desplazamiento y procedimos a bajar por una trocha muy difícil, con el correaje del fusil bien asegurado y con el cañón hacia abajo para proteger de la intensa lluvia, en una trocha sinuoso y muy resbaladiza, donde también corría mucha agua, rodaban piedras, se nos presentaba también inmensos árboles caídos que sobre estos teníamos que pasar como si fueran obstáculos de pistas de combate, para estos tipos de desplazamiento no contamos con pochos de jede ni bolsón de primeros auxilios para cualquier accidente. Después de caminar dentro del monte durante cinco horas, cuando llegó el día siendo las 06:00 horas la densa vegetación estaba cubierto de neblina; en esos senderos tan angosto bajamos con el uniforme totalmente húmedo, borceguíes lleno de barro, en esa circunstancias nos topamos con unas chacras de piña, ahí nos sentamos y comimos piña verde que luego nos originó sangrado en la lengua, pero el hambre no era para poca cosa, siendo las 07:45 horas llegamos a unas casas de posibles narcotraficantes que habían escapado dejando montón de hojas de coca y 15 gallos de pelea en sus corrales, esa maña esos animales nos sirvieron de sustento para saciar el hambre, todos los gallos terminaron en la olla para rancho del personal. Desde este lugar los cinco Ronderos retornaron al distrito de Agua Blanca, pues ya habían cumplido su misión.

En un hermoso campo verde, bajo las casuchas de los narcotraficantes todo el personal comenzó a descansar, pues la gran mayoría se encontraba desgastado físicamente, ese día descansamos allí todo el día, en la noche todos uniformados y puesto nuestros borceguíes permanecimos en espera de cualquier orden, en esas circunstancias siendo las 02:00 horas apareció una avioneta, sobrevoló casi en forma circular iluminando con luces potente a todo el valle, ¿pero una avioneta porque hizo su presencia a esa hora?, definitivamente era una avioneta de narcotraficantes, por ende en plena oscuridad formó la patrulla y nos desplazamos a paso largo con destino al aeropuerto informal del Centro Poblado Mayor de Rejis, Saposoa; caminado dentro de la trocha cubierto de una densa vegetación llegamos al río Saposoa, como en horas de la madrugada del día anterior había llovido por varias horas, el rio aún estaba cargado y turbulento y se desplazaba lentamente, hallamos un pequeño puerto donde en una de las orillas encontramos una pequeña balsa hecho de madera de topa, a esta pequeña embarcación el teniente "Marte" le amarró una soga de 60 metros y en plena oscuridad se lazó al agua todo uniformado, la soga lo trasladó a la otra orilla, él ahí nos esperó, del otro lado ordenó a todo el personal de Tropa pasar nadando, cinco en cinco los clases y soldados pasaron nadando todos uniformados dentro de la oscuridad, en estos casos mis respecto para la Tropa de la Selva, ellos son muy expertos en lo que respecta a la natación en los ríos, todos uniformados nadaron aproximadamente 60 metros de distancia de orilla a orilla, mientras yo quedé en mí mismo emplazamiento con ocho hombres de Tropa, amarrando los fusiles sobre la pequeña embarcación de topa, bien amarrado, por ambos lados, mientras ellos amarraban los fusiles, las mochilas, la ametralladora Mag, el lanzacohetes RPG y el equipo de radio Thomson TRC 340, ahora el problema era para mí, por mi cabeza reina mil problemas, en ese momento sentí mucho miedo, entonces me vino a la memoria mis recuerdos de adolescente, pues en esas épocas había nadado más de 100 metros de distancia en una represa profunda por allá en la hacienda agrícola de Santa Rosa en Sayán Huacho, así mismo llegaba a mi memoria los nados que realizaba en el rio Pallar en Huamachuco, donde nadaba juntamente con mis compañeros en esos remolinos profundos, todo esos recuerdo de años llegaba en mi mente, como dándome valor, pero habían pasado muchos años, en los cuarteles me habían entrenado en unas piscinas de 25 metros de largo con ropa de baño puesto, por ende el entrenamiento básico del cuartel no me garantizaba para pasar este rio, en ese momento de desesperación hasta casi me orino de miedo, entre mi dije ¿son 60 metros?, en estas situaciones no podía justificar mi miedo delante de personal de Tropa, nunca había nadado uniformado y mucho menos en la oscuridad en horas de la madrugada, pensé subirme sobre la pequeña embarcación de topa cargado de armamentos y otros, pero sentí vergüenza delante de la Tropa, no sabía qué hacer, viendo que los ocho hombres de Tropa se colocó en cada lado de la pequeña embarcación (cuatro en cada lado) para evitar cualquier percance, momentos en que el oficial ordenó de la otra orilla para pasar, en ese momento de desesperación me colgué detrás de la pequeña embarcación, cogí una soga gruesa entre las crucetas de la madera topa y no la solté para nada, de otro lado nos arrastraron con la soga, cuando el cargamento y el personal llegó a la otra orilla el teniente dijo (¿dónde está el suboficial, dónde está el suboficial?) pues no me habían visto porque me demoré mucho en salir por la misma situación de la oscuridad, estreches y el barro por todo lado. Luego, todos con el uniforme mojado, rápidamente cogimos nuestros armamentos y nuevamente reinicié el desplazamiento como hombre en punta, el camino a lo largo se nos presentó barroso y difícil, hemos realizado una marcha forzada hasta el aeropuerto del Centro Poblado Mayor de Rejis, adonde llegamos siendo las 06:40 horas, no hallamos ninguna evidencia de haber sacado vuelo, fue una marcha agotadora por gusto, este patrullaje duro ocho días, dimos una vuelta completa por las zonas de San Francisco, Fausa Lamista, Fausa Sapina, Cerro Sica Sica donde hallamos cantidad de chacras de coca, Santa Rosa y otros. En Cerro Sicasica en la bajada llegamos a un pequeño campamento donde sorprendimos a un grupo de campesinos en pleno trabajo de elaboración de cocaína, había tres pozos con las hojas de coca con querosene y otros insumos, la dueña fue una mujer de contextura gruesa nacida en el departamento de Piura, y la mayoría de los trabajadores también fueron piuranos, aquí la señora no quiso arreglar, dijo que no tenía plata, más al contrario nos reclamaba que el personal de tropa durante las pesquisas le había robado la suma de seis cientos ($ 600.00) dólares americanos, el reclamo constante de la señora nos molestó y como consecuencia prendimos fuego a las tres pozas de maceración y fueron detenidos la señora jefa que aún tenía un bebito de un año, más tres mujeres también con hijos menores hijos, además 15 hombres que trabajan como peones, a todo este personal detenido lo trasladamos a pie, caminaron lentamente, todos caminaron cargando sus mochilas, algunos llevaron sus bidones, sus ollas, sus platos; aquella tarde llegamos a un centro poblado mayor donde pernoctamos, a los 19 detenidos lo depositamos en el local comunal, triste fue este traslado pues los niños iban llorando y las mujeres sufrieron mucho en esa trochas dentro del monte; al día siguiente siendo las 06:00 horas, reiniciamos el desplazamiento, siendo las 15:00 horas llegamos con todos los detenidos y el personal de la patrulla al cruce de carretera entre Santa Rosa y Fausa Lamista, yo inmediatamente con dos sargentos me dirigí al paso ligero hasta es distrito de Santa Rosa, lugar donde había paradero de camionetas de 4x4, a los dueños (chóferes) inmediatamente les solicité sus documentos de identidad, los documentos de los vehículos, eso fue solo para asustarlos, en aquellos tiempos ante la presencia de los militares los civiles sin dudas ni murmuraciones, todos callados obedecían, les ordené a los chóferes de 4 camionetas para que se dirijan al cruce que teníamos muchos detenidos entre ellos las mujeres con niños que no podían caminar, los sargentos y el suscrito subimos a la primera camioneta y a los demás les dije síganme que en el distrito de Agua Blanca les entrego todos sus documentos y por ende todos me siguieron y llegaron al cruce, con estos vehículos trasladamos a los detenidos y al personal de la patrulla, llegando a la Base Contrasubversiva de Agua Blanca en horas de la tarde, este personal al día siguiente se trasladó a la fiscalía de la ciudad de Tarapoto, llegando a la Base Militar a los 4 chóferes les devolví todos sus documentos.

La historia de la Base Contrasubversivo N° 28, distrito de El Porvenir Pelejo, provincia de San Martín 1994

El 05 de diciembre de 1994, procedente del distrito de Huimbayoc, como destacado, llegué al distrito de El Porvenir Pelejo, para ejercer funciones como Jefe de la Base Contrasubversivo, nombrado mediante un radiograma, transmitido desde el Puesto de Comando del Batallón Contrasubversivo N° 28 con sede en el distrito de Rioja, provincia de Rioja. Esta Base Contrasubversiva administrativa y operativamente estaba subordinado a la Base Militar del distrito de Huimbayoc, San Martín; ergo solamente contaba con 20 hombres de personal de Tropa Servicio Militar Obligatorio, todo el personal utilizó como arma de dotación a los fusiles automático ligero (FAL) de calibre 7.62 mm en su mayoría repotenciados, adquiridos en los años de 1970. Este distrito se encuentra en la margen izquierda del río Huallaga, bajando desde el distrito de Huimbayoc, a dos horas río abajo. En el año 1994, este distrito era muy pobre, de escasa población, sus habitantes en su totalidad era gente muy humilde, se dedicaban a la pequeña agricultura, ganadería y pesca. En este distrito no había servicio de energía eléctrica, no había red de agua, no había desagüe, no había canales de televisión, en la pequeña posta médica no había medicamentos ni médicos, pero si tenía un aeropuerto para las avionetas de los narcotraficantes a una hora de camino a pie. Una de las misiones que teníamos era resguardar dicho aeropuerto para evitar el transporte de droga de las firmas peruanas y colombianas. El pequeño puerto de este distrito era un paso estratégico y obligado para todo tipo de embarcaciones que ingresaban desde Yurimaguas así como para las embarcaciones que salían del distrito de Huimbayoc y otros, en este puerto día y noche bajaban todos los tripulantes y pasajeros, luego custodiados por el personal de Tropa se dirigían con sus documentos de identidad nacional (DNI) en la mano con destino a la Base Militar, ahí teníamos un registro donde se anotaba el ingreso y salida de todo el personal civil, también se verificaba las cargas y  se incautaba la madera caoba e ishpingo que día y noche los traficantes de madera trataban de sacar a través de este puerto, entre los meses de diciembre 1994 y enero 1995 se incautó 3 toneladas de madera caoba e ihspingo en cumplimiento de las disposiciones emanadas de INRENA.

Hasta antes de mi llegada, el empobrecido distrito de El Porvenir Pelejo, provincia de San Martín, había sido un centro de descanso temporal de algunas firmas de narcotraficantes colombianos y peruanos, principalmente durante la entrada de sus embarcaciones procedente de la ciudad de Yurimaguas. En aquellos tiempos en las inmediaciones del pequeño puerto había algunos restaurantes, hostales y casas de hospedajes, donde los narcotraficantes almorzaban plácidamente y pasaban algunas horas de siesta en companía de hermosas féminas, pero cuando puse mis pies en la polvorientas calles de este distrito, casi olvidado por el Estado peruano, de un momento a otro todo se convirtió en total silenció, habían desaparecido todas las lacras, por ende los restaurantes y las tiendas comerciales se quedaron sin clientela, los dueños de los negocios de comida y otros me miraban con mucho odio, por ahí mis informantes me decían que por culpa mía los negocios habían fracasado. Decían que los narcotraficantes y los delincuentes comunes me tenían mucho miedo, es por eso que antes de la navidad, los mafiosos, principalmente colombianos comenzaron "a sacarme la vuelta", durante las horas del día no transitaban por el puerto bajo mi control, para poder sacar la mercadería popularmente conocido como "merca" ellos habían armado una estrategia, en complicidad con algunos civiles del pueblo, alertados y guiados por estos civiles mediante transmisores portátiles de mano a partir de las 01:00 horas se “colgaban” río abajo apagando los motores de sus deslizadores, más o menos a 5 kilómetros antes de llegar al pequeño puerto custodiado día y noche por dos centinelas, ellos apagan los motores y a punta de remo pasaban ocultados por la oscuridad pegado a la orilla del frente (de orilla a orilla había una distancia aproximado de 120 metros de distancia). Alertado por esta situación, personalmente me instalé en la inmediaciones del pequeño puerto, ahí pasé las horas de la noche atacado por los zancudos, es ahí que sorprendí a un civil del pueblo haciendo comunicación por radio con los narcotraficantes que ya habían salido en dos deslizadores de la zona del distrito de Huimbayoc. A lo lejos se sentía el motor de los deslizadores de los narcotraficantes pero luego se silenciaba, sucedía esto porque los mafiosos apagan los motores de sus pequeñas embarcaciones y a base de remo, aprovechando la oscuridad y la lluvia pasaba por el puerto aprovechando la oscuridad. Para contrarrestar esta situación mandé comprar una batería de vehículo de 24 voltios y un reflector potente que iluminaba en el río de orilla a orilla, ahora si los narcotraficantes vieron frustrado sus pretensiones de salir con destino a Yurimaguas, como acción psicológica en las inmediaciones del pequeño puerto en las horas de la tarde ante la mirada de los pobladores instalé una ametralladora MAG, esta ametralladora sin trípode tiene un alcance de 1800 metros (gran precisión)  y con trípode su alcance es de 3000 metros máximo, además hice tiros de prueba de orilla a orilla, así mismo en las horas de la noche se realizaba tiros inopinado. Es ahí que los narcotraficantes habrían recorrido donde el capitán “Clover” jefe de la Base Contrasubversivo del distrito de Huimbayoc, tal es así que los representantes de dos firmas de narcotraficantes se me presentaron con sus "cariños" en la mano de parte del mencionado oficial, pero el cariño no era gran cosa; por ende, no permití el paso.

En la Base Contrasubversivo del distrito relevé en el puesto de Jefe de Base al Suboficial de 3ra de seudónimo “Marco”, quien me presentó una instalación completamente pobre. El inmueble que ocupaba el personal militar era el local comunal del distrito, ocupado por 21 hombres, no habían catres ni camarotes para el personal de Tropa, todos dormían en el suelo, donde habían acondicionado sus camas sobre hojas de árboles, cartones  y costales, cubiertos con frazadas viejas y algunas sabanas de tocuyo de color blanco. Para el jefe de la base había una pequeña tarima hecho con palos donde había un colchón viejo, en la pequeña cocina las ollas que disponía la Tropa en su totalidad eran prestados de los pobladores que e su mayoría vivía en las inmediaciones de la base militar, las ollas en su totalidad se encontraban obsoletos, sin asas, con huecos por todo lado. El personal de Tropa en su mayoría carecía de uniformes, es decir, había pobreza total por todo lado, ni que hablar de provisiones, el rancho para el personal era muy pobre, el personal de Tropa ranchero todos los días preparaba avena ralo con su plátano sancochado, el almuerzo consistía de arroz graneado con manteca blanca, fréjol, guiso de atún, plátanos sancochado y refresco de aguaje, la cena también se preparaba con los mismos productos que se utilizó para el almuerzo. En aquellos tiempos el Estado peruano por cada soldado invertía la suma de Dos soles cincuenta céntimos (S/2.50), equivalente a un dolar americano aproximadamente. El único medio de comunicación que teníamos en la Base Militar era el Equipo de Radio Francés Thomson de alta frecuencia “HF/BLU” TRC 340, que funcionaba solamente media hora, pues se recalentaba uno de sus integrados, cuya batería ALI 116 se recargaba mediante el generador manual ALG 106, dicho generador también presentaba desgaste total en la base de la manivela por el uso constante, este equipo de radio era un aparato antiguo de transmisión y recepción en “Claro” cuya señal de irradiación en frecuencias de 1.5 MHz a 29.999 MHz se podía interceptar fácilmente, pero era el único medio que nos permitía estar en contacto con el Puesto de Comando Avanzado acantonado en el distrito de Rioja, provincia de Rioja, departamento de San martín, este equipo de radio funcionaba 30 minutos y luego se apagaba automáticamente, por ese motivo se ponía en funcionamiento solamente en las horas de reporte, es decir: en las mañanas de  08:00 a 08:30 horas, al medio día de 12:00 a 12:30 horas y en las noches de 20:00 hasta 20:30 horas. Ante total escasez de medios de información de fuente abierta, más allá de los límites del distrito permanecimos “sordos, mudos y ciegos”.

En aquellos tiempos durante las luchas contrasubversivas, en la Base Militar, el personal de oficiales y suboficiales hacíamos los trabajos de la policía, juez, psicólogo, conciliador, etc. A las instalaciones de la Base Contrasubversiva llegaban los civiles del distrito y de los caseríos de toda condición social a poner sus denuncias de todo tipo, como: Peleas, líos familiares, robo de animales, violaciones a menores de edad, etc. En algunos casos se detenía al personal denunciado y se les depositaba en el calabozo, para los civiles permanecer en un calabozo bajo tierra por varios días les causaba pánico y mucho miedo, muchos detenidos antes de ingresar a este recinto oscuro, maloliente y lleno de roedores (ratas) "cantaban" todos sus pecados, luego con la presencia de testigos se llegaba a un arreglo salomónico entre ambas partes. En aquellos tiempos en las Bases Militares existían libros de derecho civil y penal, también algunos libros de psicología, haciendo uso de estas bibliografías el personal de oficiales y suboficiales fungían de policía, juez y psicólogo, sobre todo para explicarle a los denunciantes lo concerniente a los delitos de violaciones sexuales que en las zonas de la selva del departamento de San Martín es muy frecuentes entre las niñas de 9 a 15 años de edad. Durante mi permanencia en esta Base Militar observé que muchas niñas menores de 12 años se encontraban embrazadas principalmente en los caseríos y en el distrito de Papa Playa, a estas niñas embarazadas la tropa de la selva a manera de burla les decía "las buchizapitas" por la panza abultada que mostraban como embarazadas.

En el distrito de Pelejo, una maña del mes de diciembre, antes de la navidad del año 1994, en horas de la mañana llegó a la Base Contrasubversiva el narcotraficante colombiano de seudónimo "pescado", a quien lo recibí en la pequeña sala de visitas de la Base, casi junto a mi modesto dormitorio, en el momento del encuentro el colocho sin perder tiempo me dijo lo siguiente:  Dijo: "Jefe, nosotros sabemos de los problemas de provisiones y grandes necesidades que tiene ustedes; por ende, he venido a entregarle mi colaboración para que pasen una buena navidad, aquí te entrego una boleta de pago para que recojan sus provisiones en la tienda del señor Fasabi, y un sobre conteniendo Mil ($ 1000.00) dólares americanos", mientras sucedía todo esto la Tropa de servicio se encontraba atento durante este suceso, en esas circunstancias en el acto mandé llamar al sargento de seudónimo "chancho" el más antiguo entre el personal de Tropa a quien le hice participe de todo lo que recibí; en ese momento me sentí muy feliz por el apoyo recibido y el colombiano un hombre de apariencia humilde de baja estatura me decía "jefe, no se preocupe, mi apoyo es incondicional"; ergo, no me solicitó ningún tipo de favores, pensando que ya había cumplido su misión, se levantó de la pequeña banca, me dio la mano y se retiró con destino al distrito de Papa Playa. En ese momento cuando el colombiano cruzaba el puente, en el acto reuní a todo el personal de Tropa, ordené a diez hombres para que se apersonen con la boleta en la mano para el recojo de provisiones en la pequeña tienda comercial del señor Fasabi, este personal retornó cargando todo el pedido, el narcotraficante colombiano abasteció a la Base mejor de lo que me abastecía el Comando del Ejército a través de su Servicio de Intendencia, recibí tres sacos de azúcar, tres sacos de arroz, cinco cajas de leche, diez paquetes de fideos, dos sacos de harina, cuatro bolsas de avena cada uno de 15 kilos, cajas de condimentos, dos cajas de aceite, cinco cajas de atún, etc. A partir del 18 de diciembre de 1994 todo mi personal comenzó a pasar racho tipo A1, el desayuno, almuerzo y cena, todo era de primera calidad, con el dinero recibido todos los días se compraba gallinas, pescado, carne de sajino, carne de chancho, verduras, plátanos verdes para sancochar y otros, recién nos sentimos como soldados al servicio de la patria, bajo mi comando el personal de Tropa Servicio Militar Obligatorio se sentían muy feliz de la vida, cuando llegaban de transito algunos soldados de otras bases militares, cuando les invité el rancho que comía mi personal se sintieron muy asombrados, al respecto uno de ellos me dijo: "Mi suboficial en esta base me gustaría servir, aquí si el personal de Tropa come bien y en cantidad, mientras allá en mi base el capitán nos mata de hambre". En la base militar de Pelejo todo había cambiado de manera radical, se fomentó la disciplina, respeto a los civiles; con el dinero recibido me apersoné donde un carpintero y le pedí en el acto para que me entregue en lapso de 15 días 20 catres de madera ishpingo, además mande comprar 20 colchones, ollas, pailas y baldes y otros enseres para la cocina. En aquel año en esta base militar pasé una linda navidad junto con todo mi personal, compramos pavos, panetones, es decir hubo una buena cena. Así mismo este dinero se empleaba cuando el personal de Tropa que salía de permiso a lugares lejanos; por ende, se le entregaba la suma de S/100.00 soles para que cubran sus pasajes y alimentación. En esta Base Contrasubversiva todos mis antecesores habían trabajado cómodamente con todos los narcotraficantes colombianos y peruanos, sacaron varios vuelos desde el aeropuerto que se encontraba a una hora a pie, pero en este negocio no solo se beneficiaba el jefe de la Base Militar, este era un trabajo conjunto, para permitir el ingreso de las aeronaves también entraba al negocio el alcalde, el teniente gobernador, el presidente de comité de autodefensa (jefe de Ronderos), es decir todas las autoridades participaban. Para comprar el silencio de los pobladores del distrito abandonados por el mismo Estado peruano, los narcotraficantes compraron un grupo electrógeno, motor generador de luz de corriente alterna y una antena parabólica. Cuando llegué al mencionado distrito, hallé el motor frente de la Base dentro de un pequeño inmueble, justamente el personal de Tropa se encargaba de encenderlo y apagarlo en horas de la noche (19:00 horas - 22:00 horas), además encontré 20 cilindros de petróleo comprado por los narcotraficantes. Me decían en aquellos tiempos cada vuelo costaba la suma de treinta ($ 30,000.00) mil dólares americanos, también me dijeron que en algunas oportunidades habían sacado hasta tres vuelos, información vertida por la familia Ríos Orbe que en aquellos tiempos tenía sus chacras en las inmediaciones del rustico aeropuerto. También comentan que la misma DEA se encontraba involucrado con el tráfico de droga, pues según la versión de algunos intermediarios (hombres de contacto de los narcos), en horas establecidas se apagaban todos los radares, lapso de tiempo en que las aeronaves ingresaban y salían con destino a Colombia. No lo niego, en los lugares donde laboré recibí la propina de los narcotraficantes peruanos y colombianos, dinero que lo empleé en rancho y bienestar de mi personal.

En esta Base Contrasubversiva todos mis antecesores habían trabajado cómodamente con todos los narcotraficantes colombianos y peruanos, sacaron varios vuelos desde el aeropuerto que se encontraba a una hora a pie, pero en este negocio no solo se beneficiaba el jefe de la Base Militar, este era un trabajo conjunto, para permitir el ingreso de las aeronaves también entraba al negocio el alcalde, el teniente gobernador, el presidente de comité de autodefensa (jefe de Ronderos), es decir todas las autoridades participaban. Para comprar el silencio de los pobladores del distrito abandonados por el mismo Estado peruano, los narcotraficantes compraron un grupo electrógeno, motor generador de luz de corriente alterna y una antena parabólica. Cuando llegué al mencionado distrito, hallé el motor frente de la Base dentro de un pequeño inmueble, justamente el personal de Tropa se encargaba de encenderlo y apagarlo en horas de la noche (19:00 horas - 22:00 horas), además encontré 20 cilindros de petróleo comprado por los narcotraficantes. Me decían en aquellos tiempos cada vuelo costaba la suma de treinta ($ 30,000.00) mil dólares americanos, también me dijeron que en algunas oportunidades habían sacado hasta tres vuelos, información vertida por la familia Ríos Orbe que en aquellos tiempos tenía sus chacras en las inmediaciones del rustico aeropuerto. También comentan que la misma DEA se encontraba involucrado con el tráfico de droga, pues según la versión de algunos intermediarios (hombres de contacto de los narcos), en horas establecidas se apagaban todos los radares, lapso de tiempo en que las aeronaves ingresaban y salían con destino a Colombia. No lo niego, en los lugares donde laboré recibí la propina de los narcotraficantes peruanos y colombianos, dinero que lo empleé en rancho y bienestar de mi personal.

Los narcotraficantes colombianos a mediados de diciembre de 1994, todos habían abandonado las zonas de Juan Guerra, Chazuta, el Pongo, etc, y se fueron a su país a pasar sus placenteros días de navidad y fiestas de fin de años, todos los narcotraficantes habían pasado mi control en el distrito de Pelejo aprovechando la oscuridad y apoyados por algunos civiles del pueblo, en el pueblo comentaban que todos los "nachos" ya se habían escapado sacando en sus deslizadores toneladas de droga, y que recién regresarían a mediados del mes de enero 1995, entonces, con la información recibida de los pobladores, yo les esperé con paciencia; meses atrás algunos pobladores me habían comentado que los narcotraficantes ingresaban a sus zonas de labores en companía de lindas modelos brasileñas, colombianas y algunas peruanas, con estas féminas ellos permanecían en sus campamentos. Efectivamente el 16 de enero siendo las 15:00 horas, fueron detenidos por los centinelas dos deslizadores, en uno de ellos estaba el capo colombiano "Jimi" y sus cuatro de seguridad que los conocí en el distrito de Huimbayoc, bien acompañadas por ocho 8 hermosas féminas con acento colombiano y brasileño, el deslizador donde estaba el capo se había cuadrado en la otra orilla. Cuando me apersoné al pequeño puerto, ellos estaban en la orilla del frente, el otro deslizador que había llegado al puerto había sido detenido por los centinelas, apersonándome constaté que el deslizador había sido manejado por un individuo de contexturas gruesa que había conocido en el distrito de Huimbayoc, entonces este me suplica para dejarlos pasar, quien me dijo: "Jefe estamos llegando desde Colombia, casi sin plata, yo sé que estamos en falta, en la siguiente semana recién nos llegará el dinero, que quede como pendiente para ser regularizado a fin de mes", en esos momentos estuve a punto de soltarles una ráfaga de tiros de fusil FAL pero me contuve, pues ellos siempre decían que circulaban porque ya tenían el visto bueno de los de "arriba" y meterse en problemas con esa gente a veces es peligroso; por en, me hacia el cojudo. Aquel día pasaron sin dejar ni un céntimo, sin embargo, al día siguiente me enteré que en la Base Contrasubversiva de Huimbayoc si le había pagado al capitán. En mi condición de Jefe de la Base Contrasubversivo del distrito, todos los días permanecí despierto desde las 06:00 horas hasta la 01:00 horas aproximadamente, durante 19 horas de servicio ininterrumpido, luego procedía a descansar.

Base Contrasubversivo del distrito de El Porvenir Pelejo.-  Es uno de los 14 distritos de la provincia de San Martín, se encuentra en la margen derecha del río Huallaga, entrando desde Yurimaguas, a seis horas río arriba en deslizador o bote "peque peque", en este distrito permanecí como jefe de la Base Contrasubversivo desde el 5 de diciembre de 1994 hasta el 29 de enero de 1995.

En el año 1994, vivíamos la violencia política por la guerra contrasubversiva; en este distrito de escasa población había mucha pobreza, sus habitantes en su totalidad era gente muy humilde, para subsistir se dedicaban a la pequeña agricultura, ganadería y pesca. No contaban con servicio de energía eléctrica, no había red de agua, no tenía desagüe, no había canales de televisión, en la pequeña posta médica no había medicamentos ni médicos, pero si tenía un aeropuerto para las avionetas de los narcotraficantes a una hora de camino a pie. En las zonas de la selva, las principales autoridades políticas son cómplices de los narcotraficantes, ellos por su silencio son recompensados y los pobladores trabajaban para las firmas, ellos limpiaban la pista, otros cumplen la función de informante, otros trabajan como cargadores, en las noches para aterrizaje de las avionetas colocaban mecheros en la pista. En aquellos tiempos una de las misiones que teníamos era cuidar el aeropuerto para evitar el transporte de droga de las firmas peruanas y colombianas.

En la Base Militar el único medio de comunicación que teníamos era el equipo de radio francés Thomson de alta frecuencia “HF/BLU” TRC 340 con gama de frecuencia comprendido de 1.5 MHz a 29.999 MHz, que funcionaba solamente media hora, pues se recalentaba uno de sus integrados de potencia y se apagaba automáticamente, era un aparato muy antiguo de transmisión y recepción en “Claro” cuya señal de irradiación se podía interceptar fácilmente, pero era el único medio que nos permitía estar en contacto con el Puesto de Comando Avanzado acantonado en el distrito de Rioja. La batería ALI 116 del equipo de radio todos los días se recargaba mediante el generador manual ALG 106, dicho generador también presentaba mucho desgaste en la base de la manivela por el uso constante. Por el motivo que expongo se ponía en funcionamiento solamente en las horas de reporte, es decir: en las mañanas de 08:00 a 08:30 horas, al medio día de 12:00 a 12:30 horas y en las noches de 20:00 hasta 20:30 horas. Ante total escasez de medios de información de fuente abierta, más allá de los límites del distrito permanecimos “sordos, mudos y ciegos”. En mi condición de Jefe de la Base Militar del distrito, todos los días permanecí despierto desde las 06:00 horas, hasta la 01:00 horas,19 horas de servicio ineterrumpido, luego procedía a descansar.

El 28 de enero de 1995, en la madrugada, soñé que el Perú se encontraba en guerra contra Ecuador, nuestras fuerzas habían invadido el territorio del vecino país del norte llegando hasta Quito, había sido una victoria fácil, rápidamente toda la resistencia del enemigo había sido arrasado por el avasallador accionar de los blindados y la Fuerza Aérea del Perú. Al despertarme de este sueño me puse a pensar, presumiendo que algo malo podría suceder en la Base Militar, en este tipo de zonas el peligro es constante sobre todo en las noches, pensé que la Base podría ser atacado por los grupos subversivos y/o narcotraficantes; por ende, procedí a levantarme para verificar el servicio y amanecí en alerta. Cuando apareció la luz del día, siendo las 06:00 horas, salí a dar unas vueltas por el pequeño puerto del distrito, encontrando a los dos centinelas del tercer turno que se encontraban sin novedad, los mismos que tenían la misión de controlar el paso de toda las embarcaciones en horas de la noche; cuando me aprestaba a retornar a la base me encontré con el señor gobernador del distrito, don Julio Navarro Vásquez, nos dimos el saludo respectivo, en ese momento el señor gobernador me dijo lo siguiente: “Ecuador ha invadido nuestro territorio, en estos momentos el Ejército está en pleno combate en la zona nororiental de la Cordillera del Cóndor en Amazonas”. En ese momento sonreí y le dije: "yo también he soñado que los blindados del Ejército y la Fuerza Aérea ya están en Quito", que raro ¿mis sueños se están cumpliendo?, ante mi respuesta el gobernador me dijo: “Bueno, si no me crees vamos a mi casa para escuchar la radio”. Después de caminar 300 metros; llegando a un inmueble típico de la selva construido con madera con techo de hojas de plátanos, sacó un pequeño receptor que sintonizaba bien a una emisora ecuatoriana, todo era cierto, el narrador hablaba de movilización total de las tropas y reservistas de Ecuador con destino a la línea de frontera con Perú, en ese momento escuchando la noticia me quedé pensando en mis sueños y también muy sorprendido por lo que nos sucedía a los peruanos, entre mí dije ¿guerra?; en seguida el gobernador me dijo: “ ¿Te das cuenta o no?”, además dijo:  “¿Qué, no te ha informado tu Comando desde Rioja?” le dije que no, que hasta el momento no sabía nada, quien además me dijo: “Ya verás que más tarde te avisarán para que te repliegues de inmediato”. Finalizado la conversación, rápidamente me retiré con destino a la Base Militar; llegando, inmediatamente reuní a todo el personal de tropa y les informé de los problemas con Ecuador.

Aquel día, siendo las 08:30 horas, desde el Puesto de Comando (PC) del distrito de Rioja se escuchaba la voz de siempre del Técnico de tercera Operador de Comunicaciones Barreto Veliz Hildebrando, conocido como el Técnico “Orlando”, quien a esa hora como siempre hacía el llamado de Red, pronunciando lo siguiente: “SQ, SQ, SQ, esta es Tigre”, “SQ, SQ, SQ, esta es tigre”, “SQ, SQ, SQ, esta es tigre” a lo que las estaciones comenzaron a contestar en orden establecido en la red de radio. Una vez coordinado el enlace en la Red Múltiple, el mismo Comandante Julio Chaparro Beraún se colocó en la cabina y comenzó a dar órdenes, cuando llegó mi turno, el señor Comandante me dijo lo siguiente: “Escúchame, en estos momentos confecciona detalladamente un acta de entrega del inmueble que ocupó la Base Contrasubversivo, el gobernador del distrito tiene la misión de recibirlo para su custodia, mañana a las 08:00 horas, te repliegas con todo tu personal y material con destino a Yurimaguas y quedas bajos las órdenes del Mayor Luís Enrique Velit Sánchez, con seudónimo “Wily, QSL”, le contesté dando el acuse de recibo correspondiente de QSL . Ignorando la realidad que vivía nuestro país, en la mañana del 29 de enero, siendo las 08:00 horas me embarqué con destino al distrito de Yurimaguas, a donde llegué siendo las 13.30 horas, lugar donde me enteré que, desde los primeros días del mes de enero de 1995, las operaciones militares se habían convertido en una de las principales noticias del Perú y del mundo. Transcurrían los días, en los periódicos comenzaron a publicarse nombres de los lugares como el Puesto de Vigilancia N° 1, el Puesto de Vigilancia N° 2, Cueva de los Yayos, La “Y”, Base Sur, Helipuerto Tormenta, Tiwinza, etc. En la Base Contrasubversivo del distrito de Yurimaguas se conformó la Compañía “C” del Batallón Contrasubversivo N° 28, integrado por el personal de las Bases Contrasubversivos del distrito de Pampa Hermosa, distrito de Pelejo y del mismo Yurimaguas. Transcurrían los días, en los periódicos comenzaron a publicarse nombres de los lugares como el Puesto de Vigilancia N° 1, el Puesto de Vigilancia N° 2, Cueva de los Yayos, La “Y”, Base Sur, Helipuerto Tormenta, Tiwinza, etc.

En la Base Contrasubversivo del distrito de Yurimaguas se conformó la Compañía “C” del Batallón Contrasubversivo N° 28, integrado por el personal de las Bases Contrasubversivos del distrito de Pampa Hermosa, distrito de Pelejo y del mismo Yurimaguas. El día domingo 5 de febrero se organizaron las patrullas y todos quedamos aprestados. El día lunes 060800 febrero 1995, salimos de la base con destino al aeropuerto de Yurimaguas y siendo las 11:30 horas, partimos con destino a la base “El Valor” de Bagua, departamento de Amazonas a donde se llegó siendo las 13:00 horas aproximadamente, al mando del Mayor de infantería Luís Enrique Velit Sánchez.

Base Contrasubversiva del distrito de San Martín de Alao, provincia de "El Dorado" San Martín 1994  

En el mes de julio, durante 15 días trabajé como destacado en la Base Contrasubversivo del distrito de San Martín de Alao, provincia de El Dorado, departamento de San Martín. 

En aquellos tiempos el distrito tenía una pista grande especialmente como para aterrizaje de avionetas de los narcotraficantes que siempre transitan por estos lugares buscando como sacar sus mercaderías con destino a Colombia. 

En el lapso de tiempo que permanecí como destacado intentaron sorprenderme, enviaron a sus emisarios, quienes una tarde calurosa me visitaron, uno de ellos me ofreció la suma de $ 60,000.00 dólares americanos por dos vuelos en la noche, no lo acepté y se retiraron. Es mejor negarlos y obligarlos que se retiren a otros lugares, porque si los detienes o si les das vuelta corres el peligro porque la mafia y sus sicarios a uno le pueden buscar hasta en los últimos rincones para la venganza.

Base Contrasubversiva del Distrito de Yauya, provincia de Carlos Fermín Fitzcarrald, departamento de Áncash 1997

Llegué como relevo a la Base Contrasubversiva del distrito de Yauya, en el departamento de Ancash, el oficial había salido con su tropa a patrullar por las inmediaciones, la base lo custodiaban cinco soldados, en esas circunstancias una campesina muy humilde con mucho miedo se me acerca y me dice lo siguiente: "Jefe, el teniente Renzo ha mandado robar mis chanchos, son tres chanchos grandes, ahí lo tiene escondido", ante la queja de la humilde mujer, en el acto reuní al personal de tropa y bajo amenaza les pregunté, pero ellos bien adiestrados por el oficial se negaban, pero ante la insistencia de la mujer ingresé a todos los alojamientos, almacenes y pequeños corrales, verificando todos los rincones, en ese momento encuentro a un soldado parado delante del calabozo, abro la puerta y ahí estaban los tres chanchos grandes y gordos, por la cantidad de excrementos los animales por lo menos habrían estado depositado por lapso de una semana, bajo amenaza de denunciarlo por robo, le ordené al soldado Pedro Cutipa para que le entregué los tres animales a su dueña y en el acto, cuando los animales salieron, viéndolos, la campesina se puso feliz, con lágrimas en los ojos ella me dijo: "Jefe, muchas gracias, yo soy una mujer pobre, estos animalitos lo venderé para mi tratamiento en el hospital" y se fue feliz arriando sus tres animales. El oficial había retornado de patrulla en horas de la madrugada, inmediatamente había sido informado del hecho por el soldado Cutipa, su fiel asistente, pero como él ya me conocía por referencias, en absoluto no me dijo ni una palabra, más al contrario permanecía totalmente asustado, al final lo "revolqué" en el relevo de la base. En aquellos tiempos el campesino andino por miedo a ser denunciado por el delito de terrorismo permanecía en total silencio.