sábado, 12 de octubre de 2019

LA HISTORIA DE MI AZAROSA VIDA DURANTE MI PERMANENCIA EN LA 4TA BRIGADA DE MONTAÑA PUNO PERÚ

El 16 de enero del 2008, Perú solicitó a la Corte Internacional de Justicia de la Haya que delimite su frontera marítima con Chile. Como es de conocimiento general esta disputa duró seis años, lapso de tiempo que se especuló mucho relacionado a los resultados de la demanda y de la reacción del gobierno chileno y de sus Fuerzas Armadas.

Entre los años de 2012 y 2013 Perú movió su material bélico hacia el Sur, principalmente blindados, grupos de artillería y antitanques con los misiles israelí Spike y misiles kornet ruso. Así mismo entre los años 2012 y 2013 enviaron gran cantidad de personal profesional hacia la Región Militar del Sur para completar los cuadros de los batallones.

En el año 2013 tuve la suerte de trabajar en el Batallón de Comandos "Comandante Espinar" N° 19, Las Palmas, en este afamado batallón de combate pensé cerrar mis tres décadas y cinco años de vida militar; cuando ya había decidido pedir mi pasé a la situación militar de retiro, a mediados del mes de diciembre de dicho año me comunicaron de JATSOE Cuartel General del Ejército y me dijeron que por tener experiencia de combate en el Frente Externo me cambiarían de empleo a uno de los batallones de combate acantonados en la ciudad de Tacna, yo les dije: "mis anhelos de muchos años se ha cumplido, siempre pensé estar aprestado en la frontera con Chile"; luego me dijeron que las Unidades en este departamento ya estaban con su cuadro de personal completo y me enviaron a la Companía de Comunicaciones N° 4 acantonado en la ciudad de Puno.

Como anticipadamente habían movido cantidad de material bélico y personal hacía el Sur, remotamente pensé que Chile no iba a aceptar un fallo adverso y que se rehusaría acatar el fallo de la Corte Internacional, más al contrario nos atacarían. En la última década los chilenos habían adquirido gran cantidad de armas y aviones sofisticados de última tecnología y también realizaron grandes maniobras militares en el desierto de Tarapacá, con esta demostración de poderío bélico muchos presumían que el gobierno de Chile no aceptaría un fallo adverso de la Corte Internacional de la Haya, las habladurías relacionado a la reacción de las Fuerzas Armadas de Chile había sido un simple comentario de algunos alarmistas, al final ellos nunca se atrevieron a movilizar sus blindados hacía el norte.

El 24 de enero del año 2014, en la noche, habiendo recibido el memorándum del cambio de empleo N° 3676 DP-SJATSO del 17 de diciembre del 2013; pensando en el resultado de la Corte Internacional y sus consecuencias, comencé a llenar mis uniformes y equipos en mi vieja bolsa de impedimenta que me había acompañado desde el mes de enero del año 1984 y me desplace desde la ciudad de Lima vía terrestre con destino a la ciudad de Puno para incorporarme a la Companía de Comunicaciones N° 4 de la 4ta Brigada de Montaña, situado en las inmediaciones de lago Titicaca sobre los 3827 metros sobre nivel del mar.

El 27 de enero del 2014, solucionado el impase maritimo con Chile, el personal de las guarniciones militares de la Región Militar del Sur del Perú que habían permanecido aprestados en sus cuarteles por mucho tiempo, volvieron a la calma. Desde el uno de febrero todo el personal de la 4ta Brigada permaneció inmerso en las actividades festivas en honor a la Virgen de la Candelaria, patrona de los puneños; para estas festividades los batallones se presentaron con diversos grupos musicales y danzantes con sus vestimentas autóctonos propios de las culturas quechua, aimara y mestiza, difundido y valorado en esta parte del Perú.

En el mes de febrero presencie en las principales avenidas a miles de personas de todas las edades que se desplazaban por las calles y plazas siguiendo a los grupos musicales, dancística y religiosa, costumbre ancestral de los Collas que aún se mantiene firme en esta parte del Perú. Hubo competencia de danzantes con su vestimenta multicolor dentro y fuera del Estadio Torres Belón. En la avenida principal de la ciudad todos los días de la semana del mes de febrero hubo desfiles de diversos grupos y danzantes de la región cada cual con sus respectivas bandas de músicos de la zona Sur del Perú y algunos también acompañados por la banda de músicos de la ciudad de Oruro, Bolivia. En esta competencia de grupos de danzantes participó personal de los batallones de la 4ta Brigada de Montaña con su banda de músicos y también el personal de la Policía nacional del Perú.

El 27 de enero del 2014, en horas de la tarde, me presenté  con el uniformado A4 ante el mayor de comunicaciones Edgar López Cosco (Jefe de la Companía de Comunicaciones N° 4), quien en el acto me dijo: "Técnico, bienvenido a la companía, pero la corporación de Oficiales, Técnicos y Suboficiales  ya está completo, tengo que ponerte a disposición del Cuartel General de la Brigada, para que el G-1 disponga tu nuevo destino"; entonces nuevamente comenzó a reinar en mi cabeza todo lo ocurrido en el Comando Administrativo del Cuartel General del Ejército en San Borja, Lima, en el año 2007. Como es normal en estas situaciones nuevamente comenzó a moverse dentro de mí muchas ideas, me preguntaba ¿Qué está ocurriendo en el Ejército contra mi persona?,  en esas circunstancias pensé que para no estar caminado con mis equipajes de este cuartel a otro; ergo, en el acto le solicité al mencionado oficial para que me autorice para ocupar el alojamiento del personal de Técnicos y Suboficiales de la Sub Unidad, a dicho pedido el oficial lo aceptó, quien me dijo lo siguiente: "perfecto, instálate en el alojamiento, ahí hay roperos, hay catres, colchones; como perteneces a la companía no hay problemas, trabajarás en otro batallón y regresas a dormir". En todo momento hablamos con mucho respeto; por ende, llegamos a un acuerdo verbal. Desde los primeros momentos de mi presentación en esta Sub Unidad comenzó a reinar en mi mente que ningún jefe de batallón quería tenerme como parte de su corporación, es decir todos me tenían miedo y me miraban como a un elemento muy apestado para la institución, desde el mismo (JATSOE) mi historia lo habían difundido a nivel nacional, es cierto que a lo largo de mi permanecía en filas a dos comandantes de batallón de combate le hice dar de baja por corrupto y desleal, y al General Flores en el año 2013 lo cogí del pecho en su oficina y lo sacudí por denegar mis reclamos en la Inspectoría de la II División del Ejército, en la ciudad de Lima. Sin duda mis antecedentes era de temer en los tiempos en que los oficiales superiores siempre le roban al Estado, sobre todo combustibles para vehículos de combate, apoyo de combate, combustibles para cocción de alimentos del personal de tropa y otros. 

En el Cuartel General de la 4ta Brigada de Montaña, todo el mes de febrero el comandante G- 1 se demoró en decidir mi nuevo destino, mientras yo permanecí en la Companía de Comunicaciones formando todos los días en el dispositivo derecho de la Sub Unidad, en las horas de lista nadie daba parte por mí, me ignoraban por completo; ellos hacían sus actividades cotidianas de acuerdo a la progresión, sin tenerme en cuenta para nada. Pero yo no me sentía hundido, ni permití que me torture el tiempo, en esos momentos de indiferencia aproveché las circunstancias para ingresar al almacén de comunicaciones a cargo del Técnico Lobaton, donde comencé con la actualización en operación y programación de los equipos de radio de Alta Frecuencia HF/BLU PRC 6000, equipos de radio de Muy Alta Frecuencia Receptor Transmisor VHF/FM CNR 9000 HDR MODO GPS y del Tacter 31, que había llegado como dotación a la Región Militar del Sur para ser empleados en caso de posible conflicto con Chile por el problema maritimo. 

La ciudad de Puno está sobre los 3827 metros sobre nivel del mar, y hace mucho frió; ergo, el entrenamiento físico para todo el personal, según progresión empezaba 11:30 horas. Como no tenía ninguna responsabilidad, siendo las 11:15 horas, ya me encontraba con mi ropa de deporte merodeado por las inmediaciones del patio de armas. Después de la gimnasia básica con armas o sin armas de 10 repeticiones cada uno, empezaba la carrera de 8 kilómetros y ya no estaba en condiciones para soportar esta exigencia extrema, yo que he sido atleta de los buenos en los tiempos de mi juventud, en esta altitud me ahogaba por completo, pero no me rendía, me esforzaba al máximo para no ser superado por las mujeres. Me ponía a pensar en los años de 1980 y los años de 1990 cuando laboré en el Norte del Perú, sobre todo en la 8va División de Infantería en el desierto de Lobitos, Talara; en aquellos tiempos mis marcas en las competencias de atletismo de 8 kilómetros fue de 27 minutos, 3 mil metros en 8.20 minutos, 1,500 metros en 4. 15 minutos, 400 metros planos en 53 segundos, pista de combate con casco y fusil en 2:20 minutos, etc. Ese pasado de mi juventud me daba mucha moral; pero un día una joven oficial  de 26 años de edad me ganó en la carrera de 3000 metros; por ende, inmediatamente decidí pedir mi pase a la situación militar de retiro. 

El 18 de febrero, el Técnico Nolazco Perca se encontraba de Oficial de Día; en horas de la noche, finalizado la lista de retreta conversamos un par de horas, quien fue uno de los pocos que me conversaba con cierta confianza, quien me dijo: "Mi Técnico para usted nada más, en los primeros días del mes de enero llegó el PC-15 de la corporación para la companía correspondiente al AF 2014; el mayor López inmediatamente nos reunió a todos en su oficina, quien nos dijo: "Al Técnico Pineda no lo puedo recibir en la Companía, dicen que es terrorista y comunista, yo no quiero tener problemas con el mencionado Técnico y le pondré inmediatamente a disposición del G-1, allá ellos que vean a donde lo envían". Por la información del Técnico Perca me enteré de mi situación real en la guarnición de Puno.

El 28 de febrero, casi al mes de mi llegada, me comunicaron que el señor General de Brigada Marcelo Valverde Neyra, Comandate General de 4ta Brigada de Montaña, había dado una orden para apersonarme a su oficina, por lo que acudí con el uniforme A.1 de diario, llegué a la oficina del mencionado General ubicado en el segundo piso del Cuartel General. Ingresé a la oficina dando cumpliendo a las normas establecidas para la entrevista con un señor General. Me había esperado solo, me invitó a sentarme, luego se inició la conversación, el señor General me decía: " Técnico Pineda, me he precisado a llamarte por que hay ciertos informes relacionado a tu persona, el informe dice que eres muy hostil, en los batallones donde has laborado siempre has tenido problemas con tus superiores, hay que vivir en paz, solo trabajando en paz podemos vivir tranquilos, hay que respetar nuestros reglamentos y leyes establecidos para salir adelante en los objetivos trazados por el Comando de esta Gran Unidad de Combate. Con el G-1 estamos evaluando enviarte al Batallón de Ingeniería de Combate Motorizado N° 4 acantonado en la ciudad de Juliaca, mientras seguirás pasando lista en la Companía de Comunicaciones N° 4 ¿alguna pregunta, alguna queja". A quien le conteste manifestando lo siguiente: Mi General, si es cierto que he tenido problemas con algunos comandantes. Soy un hombre de paz, soy muy respetuoso de las leyes y nuestros reglamentos, sobre todo amo a la institución, siempre trabajo para que el Ejército sea grande y respetado. Mi General, en algunos batallones por desgracia el Comando del Ejército nombra a comandantes delincuentes, existen comandantes que no pagaban el dinero enviado por la ONPE como parte del viático para las elecciones presidenciales y municipales, he trabajado con comandantes que han robado uniformes de la tropa, he trabajado con comandantes que han robado combustibles de los vehículos de combate y apoyo de combate; he trabajado con comandantes que han permitido el robo de combustible para la cocción de alimentos que se quedaba en el Servicio de Intendencia y nunca llegó a los batallones donde laboré, este dinero terminaba en los bolsillos de los Generales; mientras yo como oficial de rancho tenía que buscar leña por todo lado para cocinar el rancho para la tropa. En algunos batallones con el dinero del personal de tropa que lo destinan para la compra de víveres frescos y carne también compré leña para preparar rancho y cuando reclamé comenzaron a tildarme de terrorista y comunista. Mi General yo soy Veterano de Guerra, participé en la Campaña Militar del Alto Cenepa 1995, soy uno de los que nada ha recibido de parte del Ejército, el 9 de diciembre de 1995 durante la celebración del Día del Ejército, siendo presidente del Perú, el ingeniero Alberto kenya Fujimori, 1200 combatientes calificados como Defensores de la Patria recibieron una medalla de oro valorizado en Mil ($1000,000) dólares americanos, además recibieron la suma de Tres Mil Soles (S/ 3000.000) como incentivo económico de parte del Estado; el otro grupo de 2800 Defensores de la Patria hemos sido engañados, hemos sido ignorados, no hemos recibimos siquiera un saludo de parte del Comando del Ejército y del Estado peruano. Cuando he presentado mis reclamos al Comando de la Institución para recibir estos beneficios lo único que he encontrado es sanciones y mas sanciones, nada mas. Mi General, por estos casos que acabo de narrar he tenido problemas con la superioridad, la superioridad siempre denegó mis reclamos, mis peticiones, de manera muy abusiva han archivado todos mis reclamos sobre todo en las inspectorías. Mi General, los malos elementos de la institución han difundido falsos informes relacionado a mi persona, sin prueba alguna, me dicen que soy terrorista, me dicen que soy comunista, me dicen de todo, ser patriota y anti corrupto para ellos significa ser terrorista". Nuevamente intervino el General, quien me dijo: "Son problemas que suceden en la vida, no estamos ajenos a estas situaciones y ataques, en mi comando hay que trabajar en paz y tranquilidad, siempre respetando nuestro reglamentos, cualquier problema me informas, estoy para actuar con justicia", concluyó. 

En el camino siempre se me han presentado personas de buenos principios con quienes también forme una linda amistad, un día domingo del mes de febrero de casualidad llegué a conocer al capitán Domiguez, este oficial pertenencia al Batallón de Infantería Motorizado N° 55, a quien le conté que me encontraba en espera de memorándum para ser destacado, entonces el oficial me dijo: "no vaya a ser que te destaquen al Batallón de Infantería N° 55, ahí vas a tener problemas con el comandante Riojas, ese huevon trata a su personal como si fueran sus domésticos, si llegas a ese batallón no te dejes pisar el poncho", prosiguiendo decía: "por los malos tratos del comandante hacía mi persona, un día decidí y pedí mi destaque al Batallón de Servicios N° 4, donde trabajo tranquilo", pasamos un par de horas conversando de mis experiencias en las operaciones militares del Alto Cenepa 1995, y él me cotaba de sus experiencias en el VRAEM.

Llegó el mes de marzo, pensé que en los primeros días de la semana llegaría el memorándum de mi destaque al Batallón de Ingeniería de Combate Motorizado N° 4, acantonado en la ciudad de Juliaca; esperado la documentación para mi traslado continué formando en el dispositivo derecho de la Companía de Comunicaciones; pasaron los días y las semanas, llegó el 31 de marzo y no salí, por todo lo que ocurría me convencí que en los batallones se negaban a recibirme. Un día del mes de marzo, en el patio de armas del Fuerte Manco Cápac, me cruce con el comandante de comunicaciones de apellido Tupayachi (oficial cuzqueño) que trabajaba en la inspectoria de la brigada, quien retrocede y viendo mi marbete, se quedó mirándome muy sorprendido y me dijo lo siguiente: "¿tú eres el famoso Pineda?, por si acaso te voy avisando que te vamos a llamar a la inspectoría porque nos ha llegado unos documentos que amerita investigación y es muy posible que te sancionen con rigor"; a quien en el acto le dije: "Si hay pruebas fusilemne, por si a caso no he robado, no he traicionado a mi ejército, si he matado gente ha sido en casos de guerra, no gasten papel por gusto", el oficial no espero esa respuesta, se retiró avergonzado. Habiendo cumplido dos meses consecutivos en la misma situación; por ende, opté a pedir mis vacaciones por 30 días correspondiente al año fiscal 2014 y con fecha 1 de abril viaje a la ciudad de Lima para permanecer junto con mis familiares.

Con fecha 30 de abril retorné a la companía de comunicaciones N° 4. Con fecha uno de mayo, la teniente Calizaya, (S-1) me entregó el memorándum de destaque para trabajar en el Batallón de Infantería Motorizado N° 55 que se encontraba bajo el comando del Teniente Coronel de Infantería Rudy Arnol Riojas Vargas. En aquellos tiempos este comandante estaba considerado como el mas "fuerte" por el trato duro a sus subordinados, era un "gorilón" de 1.85 de estatura; el Comando de la Brigada habría pensado que ante él me arrodillaría, pero no fue así. En horas de la tarde me presenté donde el mencionado comandante, quien se encontraba en su oficina, como era de esperarse, el primer contacto con este oficial superior fue un choque que echó muchas chispas, quien me dijo lo siguiente: " ¿Por qué vienes destacado al Batallón de Infantería Motorizado N° 55, debe se por algo, no?, cuidado con abrir la boca, en el primer intento te botaré del cuartel como a un perro, así como lo boté al capitán Dominguez, comprendido"; en ese momento ante la falta de respeto hacía mi persona, le contesté: Yo no le conozco a usted, ni usted me conoce a mi, su concepto hacía mi persona es de los oficiales "bravos del cuartel", oficiales valientes del cuartel como usted he conocido muchos en los diferentes cuarteles donde he trabajado, depende de usted si me recibe o no y me retiré. Pasaron un par de horas, el Técnico Choque que trabajaba en el (S-1) me mandó llamar, quien me dijo lo siguiente: "Por orden del comandante mañana pasas lista en el batallón". Al día siguiente me presenté en la Lista de Diana, formando en el dispositivo derecho del batallón, ese es la ubicación de todos los incorporados (nuevos); así como ocurrió en la Companía de Comunicaciones N° 4, en este batallón también no me consideraron en el cuadro orgánico, en nada cambio mi situación, me mantuvieron en las mismas condiciones, siempre formando en la derecha del dispositivo y nadie daba parte por mi. Cuando ingresaba de servicio de guardia un oficial del batallón en la Comandancia del Cuartel General de la Brigada, como relevo me enviaban para cubrir este servicio desde las 07:00 horas hasta las 18:00 horas, uno o dos veces a la semana realice ese trabajo, todo el mes de mayo. 

El día lunes 12 de mayo, al medio día hubo revista de alojamientos de los Técnicos y Suboficiales del Batallón de Infantería Motorizado N° 55, pasaron revista de roperos, catres y colchones, en esas circunstancias el comandante me preguntó, ¿dónde está su ropero, dónde está su catre?, a quien el dije: en el batallón no hay catres ni roperos para el personal de Técnicos y Suboficiales, en ese momento el comandante "dio gritos al cielo", en el acto le puse su sobre nombre de "boca de caramelo", pues de su boca constantemente salía lisuras de todo tipo, sobre todo en las horas de lista. En el momento de la revista el comandante no me dejó hablar, me dijo: "para usted solo, mañana le paso revista a las 13:00 horas, ropero presentable, catre pintado, colchón nuevo, sabanas y colcha, según modelo", en la hora y fecha indicada no cumplí su orden, no me presenté y continué durmiendo en el alojamiento de la Companía Comunicaciones N° 4.

En los batallones de la 4ta Brigada de Montaña en un 95% trabajan Técnicos y Suboficiales puñenos, hijos del grupo poblacional de esta zona de los andes, conocidos en términos sociológicos como los aymaras. A este personal por cualquier falta, el comandante le hacía ranear, mandaba hacer planchas, algunos rotaban por el patio de armas, etc. A mi nunca me ordenó a este tipo de sanciones. 

En Puno consumen mucha carne roja, en los concesionarios del cuartel nunca faltaba la sopa de chairo con carne de res, estofado con carne de res, el estofado con queso frito, ceviche seco, chicharon de chancho con chuño, estofado de charqui, etc. La grasa comenzó afectar mi salud y para suerte mía en el policlínico divisionario encontré como Jefe al Comandante Carpio, a quien le conocí en el hospital Militar Central en la ciudad de Lima. A este comandante le hable de mis problemas de salud, quien inmediatamente formuló documentos y me envió a la ciudad de Lima para un chequeo médico en la especialidad de gastroenterologia. Por motivos de salud con fecha uno de junio nuevamente viajé a la ciudad de Lima, donde permanecí hasta el 25 del mes en curso, lapso de tiempo que decidí pedir mi pase a la situación militar de retiro; ergo, me apersoné a JATSOE (Jefatura de Administración de Técnicos y Suboficiales del Ejército), pregunté la documentación que debía presentar; por ende de conformidad a los dispuesto en el DS N° 003-82 CCFFAA del 28 de abril de 1982, formule toda la documentación y se lo entregué el expediente al delegado de la Brigada para que lo remita por los medios mas rápido a la guarnición de Puno, donde el Comandante Riojas y el General de Brigada Marcelo Valverde Neyra, sin pensarlo dos veces lo había firmado, remitieron de inmediato toda la documentación al Cuartel General del Ejército en San Borja, Lima.


El 27 de junio en la tarde regresé a la guarnición de Puno y me presenté en el Batallón de Infantería Motorizado N° 55, donde me comunicaron que habían cesado mi destaque y que tenía que retornar a la Companía de Comunicaciones N° 4, en ese preciso instante como consuelo pensé en mi solicitud de pase a la situación militar de retiro, pero no sabía nada del resultado, era muy difícil entrar en contacto telefónico con el personal del JATSOE, en esos días y semanas viví momentos de mucha incertidumbre. A mi retornó a la Companía de Comunicaciones N° 4, le informé al mayor Edgar López Cosco, Jefe de esta subunidad, a quien le dije que había pedido mi pase a la situación militar de retiro con mas de 35 años de servicios prestados al Estado, y este oficial en todo momento me decía lo siguiente: "por si acaso en la Región Militar del Sur, no hay baja para nadie, está prohibido hasta nueva orden", mas al contrario me nombró como Jefe del Centro de Comunicaciones. Bueno, en ese momento entré en duda si procedía mi baja o no, además el mencionado oficial me manifestó lo siguiente: " a partir de la fecha por antigüedad estas nombrado como Jefe del Centro de Comunicaciones, espero que no me pidas impresora, espero que no me pidas papel, espero que no me pidas tinta, espero que no me pidas cera, usted soluciona todo, pues los anteriores jefe nunca me presentaron pedidos, ¿alguna pregunta?". Además me quitó al sargento adjunto del jefe del CECOM.

El 1 de julio siendo las 08:00 horas, asumí la función de Jefe del Centro de Comunicaciones. Para esa fecha ya había pedido mi pase a la Situación Militar de Retiro, ya me encontraba con un pie fuera del Ejército. A lo largo de los años había acumulado mucha experiencia, en operación y mantenimiento del material de Comunicaciones de tipo VHF y HF; ergo, el cargo como Jefe del Centro de Comunicaciones fue "pan comido". El oficial me había dicho para no presentar ningún pedido, pero este cuento no me lo comí y actué de acuerdo a las normas existentes; por ende, aunque le duela en el alma un día después de haber asumido tal función, finalizado la lista de Diana me presenté a la oficina del mencionado oficial con todo la lista de pedidos, en esos momentos el oficial tragaba sus salivas de cólera, quien me dijo: "Ya voy a ver de donde saco dinero para satisfacer tu pedido, mientras continua cumpliendo tus labores con lo que tienes". En ese trance, a mediados de la segunda semana del mes de julio, cuando vivía pensando en mi solicitud de pase a la situación militar de retiro, desde JATSOE me comunicaron que pronto llegaría mi resolución de pase al retiro. En el Cuartel General del Ejército mi pase a la situación militar lo habían firmado por los medios mas rápido, remitiendo de inmediato la resolución a la 4ta Brigada de Montaña de Puno.

El 8 de julio en horas de la mañana, le comunique a la teniente Calizaya, oficial de personal (S-1) de la subunidad para que ya no nombren de servicio como Oficial de Día, pues a parte de ser Jefe del Centro de Comunicaciones, también me nombraban para el servicio de día dentro del rol establecido, a quien le dije: "mi teniente mi resolución de baja ya está por llegar, pero ella me dijo: "Técnico por si acaso no hay baja para nadie, recuerda que estas en la Región Militar del Sur. En todo caso, mientras no tenga en mis manos la resolución de tu pase a la situación militar de retiro, continuas de servicio ". Esa semana me nombraron para cumplir con el servicio que lo denominan "rueda chica"; por ende, dando cumplimiento el "Orden de Cuerpo" de la Subunidad, cumplí el servicio como servicio de Oficial de Día desde el día viernes 11, sábado 12, domingo 13. Mi resolución de pase a la Situación Militar de Retiro, enviado por los delegados de la Brigada desde la ciudad de Lima se demoró en llegar a la guarnición de Puno; por ende, hasta el último día me jodieron la vida.

En el ejército del Perú, muchos Técnicos y Suboficiales, en actitud rastrero adulan a los jefe de batallón y jefes de subunidades independientes con la finalidad de obtener a fin de año una nota sobresaliente para el ansiado ascenso al grado inmediato superior, ese es fin de los rastreros que nunca faltan; por ende, para sus oficinas ellos llevan su computadora personal, compran papeles, compran tinta, llevan sus impresoras, todo son de ellos, como es normal con personas así los jefes están felices y contentos "cutreando" recursos que les da el Estado para sus bolsillos y juergas con las amantes, sino de donde sale pues el dinero para las amantes. Por lo expuesto muchos de ellos (rastreros) sin saber nada de sus especialidades convertidos en furrieles, pasado los años llegan a ser Técnico Jefe, Técnico Jefe Superior, me estoy refiriendo a los grados de nivel suboficial, grado intermedio entre el oficial y la tropa, estos casos normalmente suceden en las provincias, donde algunos comandantes se comporta como reyes.

viernes, 11 de octubre de 2019

MI LLEGADA COMO CASTIGO AL COMANDO ADMINISTRATIVO DEL CUARTEL GENERAL DEL EJÉRCITO LIMA 2007

En el año 2007 el Comando del Ejército, violando mi derecho laboral en mi especialidad como mecánico de comunicaciones y operador de comunicaciones, me envía como castigo al Comando Administrativo del Cuartel General del Ejército a la oficina de personal.

El día jueves uno de febrero del 2007, me presenté al Comando Administrativo del Cuartel General del Ejército, en San Borja, Lima. En el Comando Administrativo del Cuartel General del Ejército existen muchas oficinas, donde trabajan Coroneles, Comandantes, Oficiales Subalternos, Técnicos, Suboficiales y Empleados Civiles. La oficina del personal está ubicado en el primer piso; en un rincón de este inmenso inmueble permanecí sentado en una pequeña silla durante cinco meses consecutivos, sin hacer nada, donde a cada instante me preguntaba ¿Cómo he llegado a esta oficina donde la gente permanece todo el día sentado y concentrado en las pantallas de los monitores con sus papeles en la mano?; ergo, la Institución violando mi formación técnica militar me estaba arrinconando al grupo de los "papelucheros" de oficina, a lo que me resistía.

Habiendo cumplido un mes de permanecía sentado y sin hacer nada, me animé a solicitar un puesto para laborar y me dijeron que por orden de la superioridad en JATSOE (Jefatura de Administración de Técnicos y Suboficiales del Ejército) aun no decidían mi nuevo destino, entonces comprendí que mi situación era muy difícil y comenzó a moverse dentro de mí muchas ideas, me preguntaba ¿me someterán a consejo de investigación, me darán de baja o que me sucederá?, como sea quería salir de este largo castigo de inactividad e indiferencia, en el mismo rincón sobre la misma silla continué sentado recordando a cada instante mis labores en los batallones de combate, y los días felices que pasé sobre todo en el norte, dentro de los cuarteles de infantería, caballería e ingeniería; a cada instante se me presentaba mis vivencias en los batallones de infantería donde en mis buenos tiempos diariamente corría 10 kilómetros, extrañaba los ejercicios de tiro con fusiles, los disparos con morteros y el empleo del material de comunicaciones de campaña en el campo, recordando todo ese pasado permanecía sentado esperando ordenes de la superioridad. 

En la oficina de personal, durante todo el día me tenían muy controlado, para ir al baño pedía permiso, para salir al rancho del medio día pedía permiso, a mi retorno siempre tenía que dar cuenta; lapso de tiempo que en la Inspectoría de esta dependencia me sometieron a interrogatorios por terrorista y comunista, en el Perú ser anticorrupto y ser patriota es pues sinónimo de terrorista, este tipo de acusaciones es pues muy común sobre todo en el ámbito político peruano sobre todo en las épocas de elecciones presidenciales. En ese trance permanecí hasta el 30 de junio, en esos momentos me parecía que todos eran mis enemigos. Pero yo seguía reclamando, en todo momento insistía para retornar al Batallón de Ingeniería de Combate Motorizado N° 32 con sede en el distrito de Caraz, Huaylas o para ser enviado a un batallón de combate en el VRAEM, entonces en JATSOE me propusieron para laborar en el Batallón de la Policía Militar N° 511, querían verme puesto un casco blanco parado en la puerta de las oficinas, a lo que me negué por completo haciendo respetar mi especialidad como mecánico de comunicaciones y operador de comunicaciones del Ejército.

Ya tenía fama, "ya me habia peleado con oficiales de grados superiores"; por mis constantes reclamos para el pago de mis viáticos por mis labores en las elecciones presidenciales y municipales; por mis reclamos por el problema del rancho de tropa, por mis reclamos e informes del robo de combustibles y otros, me gané enemigos de mucho peso; ergo, hasta el mes de diciembre del año 2006 ya había acumulado buen historial como para ser tomado en cuenta por los Comandantes de Batallón y Generales al mando de las Brigadas. Todos los Comandantes de Batallón entrante y saliente se relevaba con mi persona, ya nadie quería tenerme como parte de su corporación. Comenzaron los ataques contra mi persona, siempre con mentiras, difamado y calumniado por desafecto y desleal, me han interrogado en todos los niveles de Inspectoría, me han atacado por terrorista, me han atacado por comunista, de todas las acusaciones siempre salí libre de "polvo y paja". No podían darme de baja pues como soldado no he sido mediocre, conozco a la perfección mi especialidad como mecánico de comunicaciones y electrónica y como operador de comunicaciones. En todos los exámenes de conocimientos mis notas siempre han oscilado entre noventa y cinco (95) a cien (100) puntos y en los exámenes de esfuerzo físico mis notas siempre se ha mantenido sobre los 100 puntos.

Durante la Guerra contrasubversiva en los años de 1990 me he desempeñado como Jefe de Base Contrasubversivo en el distrito de Pelejo, provincia de San Martín; en las zonas de la Sierra y Selva, muchas veces cumplí la misión como jefe de patrulla contrasubversivo.

En la Campaña Militar del Alto Cenepa 1995 he participado como jefe de patrulla en combate directo contra las tropas invasoras de Ecuador en la cota 1232 del Valle del Cenepa, lugar donde casi perdí la vida, quedando con la mano fracturada y con diversas cicatrices.

Mis antecedentes.- Desde el 1 de enero de 1997 hasta el 31 de diciembre del 2006, durante 10 años consecutivos trabajé en el Batallón de Ingeniería de Combate Motorizado N° 32, con sede en el distrito de Caraz, Huaylas, Unidad que pertenece a la 32a Brigada de Infantería con sede en la ciudad de Trujillo. Durante mi permanencia en este batallón, laboré como oficial de Comunicaciones, jefe del centro de comunicaciones, jefe de la sección comunicaciones, mecánico de comunicaciones y electrónica, operador de comunicaciones y criptógrafo. Además en este batallón, hasta el mes de diciembre del año 2005 trabajé en labores de Inteligencia, me lo sabía todo el RQ del personal del Batallón, fui informante directo de un elemento de Inteligencia de seudónimo "Zafra" que en aquellos tiempos recorría todas las zonas del departamento de Ancash, a él le informaba de todo lo relacionado del Frente Interno y del Frente Externo. 

Los batallones de ingeniería del Ejército del Perú, siempre han construido carreteras a nivel nacional. En el año de 1977 como Tropa SMO del batallón de Ingeniería de Combate "Huascarán" N° 112, trabajé como obrero, cargando tierra en los volquetes para afirmamiento de carretera desde el distrito de Caraz al distrito de Huallanca; en el año de 1978 trabajé en la construcción de carretera desde el Puente Pallar en Huamachuco hacía el caserío de Convento, provincia José Faustino Sánchez Carrión, La Libertad. Con el grado de suboficial durante 15 años he trabajado en tres batallones de ingeniería de combate a nivel nacional; por ende, conozco como se trabaja en estas Unidades en convenio con el Ministerio de Trasportes y Comunicaciones. 

En el año 2005, siendo presidente de la república el doctor Alejandro Toledo Manrique, en el mes de enero, el señor Teniente Coronel de Ingeniería don Carlos Orrego, recibió de parte del Estado presupuesto de varios millones de soles para ejecutar la construcción de carretera en uno de los distritos de extrema pobreza del departamento de Cajamarca, a través del convenio firmado entre el Ministerio de Transportes y Comunicaciones (MTC) y el Comando del Ejército peruano. Para la ejecución de esta obra desde el Batallón de Ingeniería de Combate Motorizado N° 32 acantonado en el distrito de Caraz, trasladaron maquinarias pesada (tractores a orruga), personal de Oficiales, Técnicos, Suboficiales, personal de Tropa servicio Militar Voluntario y personal civil contratado, algunas maquinarias también fueron trasladados desde el cuartel "Ramón Zavala" acantonado en la ciudad de Trujillo, departamento de La Libertad. 

El día lunes 24 de enero de 1995, el señor Teniente Coronel de Ingeniería don Carlos Orrego, en la hora de lista de Diana, delante de todo el personal de Oficiales, Técnicos, Suboficiales y Tropa, me nombró para ser su jefe de personal en la construcción de carretera en uno de los distritos del departamento de Cajamarca; ser jefe de personal significa, hacer la función de capataz de obra, tenía la misión de controlar a los tractoristas, chóferes, obreros y personal de Tropa, me ofreció un sueldo extra de S/ 800.00 soles mensuales y comida gratis, quien textualmente me dijo lo siguiente: "Técnico Pineda, usted ha sido nombrado como jefe de personal, labor que confió en su persona en los trabajos en el departamento de Cajamarca, donde el batallón ejecutará obras de construcción de carretera, ¿alguna pregunta?"; me había sorprendido con su propuesta, en ese momento acepté su pedido; pero aquella noche lo medité detalladamente en todo su pro y contra; por ende, al día siguiente, en la hora de la Lista de Diana, para dar mi respuesta definitiva, pedí la palabra y le dije al señor Comandante, que el trabajo como Jefe de personal no era de mi agrado por ser ajeno a mi especialidad, preferí quedarme en el Batallón cumpliendo mis actividades de siempre, es decir la función como Oficial de Comunicaciones y Jefe del Centro de Comunicaciones. El Comandante que se encontraba sonriente y muy optimista, ante mi respuesta se puso pensativo, quién nuevamente trató de convencerme para ser parte del grupo de trabajo, pero me negué obedeciendo a mi "corazonada" que me decía para no ensuciar mi vida siendo cómplice de la corrupción en busca del dinero fácil. Este tipo de trabajos, es un trabajo extra castrense, donde algunos Oficiales, Técnicos y suboficiales se aventuran para ganarse algunos soles extras y que muchas veces ni siquiera les pagan por la gran corrupción, sobre todo el personal de Tropa que trabaja como obrero durante todo el día, que según el convenio con el Ministerio de Transportes debería recibir un Sueldo Mínimo Vital; este personal es engañado, para la rendición de cuentas en las planillas de pago falsifican sus firmas, ergo, nunca reciben sus pagos del mes. Desde el mes enero del año 2005, hasta el mes de setiembre del año 2006, el Comandante Obregón, durante un mes permanecía en el departamento de Cajamarca y el siguiente mes retornaba a Caraz, así de manera alterna ejercía sus funciones; en los meses que el comandante se encontraba en Cajamarca, en Caraz el batallón se encontraba bajo el comando del mayor Corrales. 

Durante el Comando del señor Teniente Coronel de Ingeniería don Carlos Orrego, se llevó a cabo las elecciones presidenciales del año 2006, que se realizó el domingo 9 de abril y la segunda vuelta se llevó a cabo el domingo 4 de junio, en dicho año también se realizó el día domingo 19 de noviembre las elecciones municipales, por ende el Estado peruano a través de la ONPE entregó dinero a las Regiones Militares, Grandes Unidades de Combate y Unidades tipo batallón con la finalidad que el personal de Oficiales, Técnicos, Suboficiales y Tropa, reciban sus respectivos viáticos por sus labores durante el proceso electoral, este dinero se quedaba en el bolsillo de los señores Generales y de los señores Comandantes de Batallón, uno de los beneficiados con este dinero enviado por la ONPE fue el Teniente Coronel de Ingeniería don Carlos Orrego en complicidad con el señor General de Brigada Jorge Agreda Vargas (0-216107655-0) Comandante General de la 32a Brigada de Infantería, acantonado en la ciudad de Trujillo. Cuando ocurre este tipo de problemas en los batallones, todo los Oficiales, Técnicos y Suboficiales reniegan por la corrupción reinante, pero nadie es capaz de reclamar, nadie se atreve a denunciar porque primero piensan en sus calificaciones del fin de año, todos piensan en sus ascensos al grado inmediato, en estos casos el personal de oficiales de grados subalternos como cómplices guardan total silencio, los comandantes de sección traicionan al personal de tropa bajo su mando, ellos siempre han sido los eternos engañados; al final nadie recibe ni un céntimo. Es necesario aclarar, que para cada proceso electoral la ONPE envía dinero para el pago de viáticos un mes antes del proceso para reconocimiento de locales de votación en diferentes distritos y provincias, y una semana antes del proceso propiamente dicho para resguardo de locales durante el sufragio, es decir hay dos viáticos para la primera vuelta y dos viáticos para la segunda vuelta. Yo participé en las dos elecciones presidenciales del año 2006, en la primera vuelta que se realizó el domingo 9 de abril y en la segunda vuelta se llevó a cabo el domingo 4 de junio, en ambas fechas estuve a cargo del local de votación en el distrito de Llama, provincia de Piscobamba, por este trabajo no recibí viáticos. Pasaban los días, yo no me quedé con los brazos cruzados y reclamé mis viáticos que en total sumaban la cantidad de Mil Trescientos Veinte Soles (1320.00) correspondiente a la elección presidencial y Trescientos Treinta Soles (S/330.00) de las elecciones municipales. Y como se negaban a pagarme presenté mi denuncia vía FAX a la Inspectoría de la 32 a Brigada de Infantería con sede en la ciudad de Trujillo; por ende, con el firme propósito de silenciarme para no sacar a la luz toda la corrupción generalizada y por haber reclamado mis viáticos, el General de Brigada Jorge Agreda Vargas en su condición de Comandante General de la 32a Brigada de Infantería, inmediatamente me sancionó con una papeleta de ocho (8) días de arresto simple, con fecha 30 de noviembre del 2006, cuyo motivo inventado por venganza decía: "no asesorar oportunamente a su Comandante de Batallón en asuntos de Servicios Técnicos", no sé qué criterios habría tenido el mencionado General para inventar de manera tan drástica e injusta una sanción, remitiendo la copia de la sanción al JATSOE - Cuartel General del Ejército, San Borja, Lima; dicha sanción se encontraba bien archivado en mi Legajo Personal N° 1, fue una venganza del corrupto Comando de la Gran Unidad de esa época como para amedrentarme para no seguir reclamando mis derechos.

El día sábado 25 de noviembre el Comandante Orrego se encontraba hablando por celular fuera del cuartel, más o menos a cincuenta metros de distancia de la guardia de prevención, en la Avenida 9 de Octubre; en ese momento amparado en la información de los sargentos "plantón" relacionado al pago de viáticos a sus amigos e incondicionales, salí del cuartel y me presenté donde el mencionado comandante a seis pasos reglamentariamente, reclamé mis viáticos, a quien le dije: mi comandante me falta pago de mis viáticos por tres días por mis labores durante las elecciones y también me falta pago de viáticos de tres días por reconocimiento de locales en la provincia de Piscobamba, ante mi reclamo el mencionado comandante me dijo lo siguiente: "Técnico Pineda, para tu información desde la tesorería de la 32a Brigada de Infantería de la ciudad de Trujillo, he recibido dinero incompleto para un día de viatico y he cumplido con pagarles a todos, tu reclamo no tiene fundamentos, retírate", nos había pagado treinta soles (S/30.00) por tres días, nada mas, y nosotros sabíamos que nos correspondía la suma de ciento veinte (S/120.00) soles por día, es decir la suma de trescientos sesenta (S/360.00) soles. Se negaba rotundamente, ante su respuesta negativo lo insistí con más fuerza, a quien le dije lo siguiente: Mi comandante no trates de engañarme, en las elecciones para presidente te has quedado con todo el viatico del personal mandando falsificar firmas para justificar, ahora si tienes que pagarme completo, circunstancias que el mencionado oficial se alteró por el reclamo firme y decidido; muy contrariado mandó llamar al Mayor Corrales, ambos oficiales trataron de intimidarme, pero me puse firme en mis reclamos, a quienes le dije: Se niegan a pagarme todos mis viáticos, muy bien, presentaré una queja a la Inspectoría de la 32a Brigada de Infantería de Trujillo, si la Inspectoría no acciona, me presentaré en el Ministerio de Defensa, si el Ministerio no acciona inmediatamente me presentaré en la prensa, y me retiré.

Por los motivos expuestos en los párrafos anteriores, en el último trimestre del año 2006, el señor Teniente Coronel de Ingeniería don Carlos Orrego, fue relevado del Comando del Batallón de Ingeniería de Combate Motorizado N° 32. El dinero enviado por la ONPE como viatico para el personal de todos los grados se quedó en sus bolsillos y la otra parte de dinero se quedó en los bolsillos del General de Brigada Jorge Agreda Vargas en su condición de Comandante General de la 32a Brigada de Infantería con sede en la ciudad de Trujillo. Durante la construcción de la carretera en uno de los distritos de extrema pobreza del departamento de Cajamarca, robó el presupuesto asignado por el Estado, donde no hubo avance en kilómetros de acuerdo al presupuesto recibido; el tramo construido se encontraba mal hecho, no había pagado a los ingenieros residentes por varios meses, el personal de tractoristas no habían recibido sus pagos, el personal civil contratado como obrero estaba sin pago, el personal de Tropa SMV que trabajó como obrero durante un año y ochos meses de manera consecutivo no había recibido ni un céntimo como pago, pues inicialmente le habían ofrecido el sueldo Mínimo Vital de acuerdo al convenio firmado con el Ministerio de Transportes y Comunicaciones. En dicha construcción de carretera, todos robaron, desde el soldado cuidador de tanques de combustible de petróleo, el sargento almacenero de herramientas, los Oficiales, los Suboficiales, personal de Tropa y principalmente el técnico de seudónimo "papo" (Jefe de personal). 

Como recientemente había sucedido la rebelión del Teniente Coronel de Artillería Ollanta Moisés Humala Tasso, en la guarnición de Locumba en la Región Militar del Sur (alzamiento militar ocurrido el 29 de octubre del 2000), además con los antecedentes de la toma de la comisaría de Andahuaylas por los reservista del mayor del Ejército peruano Antauro Humala Tasso, el 31 de diciembre del 2005; por ende, en aquellos tiempos los altos mandos del Ejército se encontraban totalmente psicosiados por miedo ante cualquier levantamiento del personal subalterno; recuerdo que en aquellos tiempos los comandantes de batallón personalmente todos los días revisaban los armamentos y municiones, estaba prohibido la salida de los vehículos de apoyo de combate fuera del cuartel. Hubo miedo de oficiales de grados superiores, pero la corrupción continuo.

Un día lunes del mes de noviembre, en horas de la noche, en circunstancias cuando me retiraba del cuartel del distrito de Caraz para viajar desde Huaraz a la ciudad de Lima, en las inmediaciones de la guardia de prevención me había esperado el sargento 2do Héctor Tamara, uno de los que había trabajado en la construcción de carretera en Cajamarca, corrió a mi encuentro y me entregó un sobre manila, el sobre estaba lacrado, no vi su contenido, llegué a la ciudad de Lima en horas de la noche, el día martes temprano antes de dirigirme al Cuartel General del Ejército a la pasada dejé el sobre manila en la "Mesa de Partes" del Ministerio de Defensa, luego me retiré a realizar mis trámites administrativos en el "Petagonito". El día jueves en horas de la noche retorné al Batallón de Ingeniería de Combate Motorizado N° 32, pues dentro tenía mi alojamiento, cuando traspasé la puerta de la guardia de prevención, algunos Oficiales, Técnicos y Suboficiales me miraban totalmente asustados, después de algunos minutos se me acercaron y me dijeron que habían llegado personal del Ministerio de Defensa y que al Comandante don Carlos Orrego ya le habían relevado de la jefatura del Batallón, por ahí algunos me decían lo siguiente: "Usted si no cree en nadie, has presentado un documento pidiendo relevo del Comandante Orrego, ¡¿si o no?", ignorando sus preguntas yo me hice totalmente el desentendido. Ya le habian sacado de la jefatura del batallón al mencionado comandante, ya había sido depuesto. Pasaron los días y mandé llamar al sargento Tamara, a quién le pregunté lo siguiente: ¿Que documentos contenía el sobre que me encargaste para ser dejado en la "mesa de partes" del Ministerio de Defensa? y este sargento me respondió lo siguiente: Dijo, "mi Técnico, todo el personal de tropa que trabajó los 18 meses consecutivos en Cajamarca hicimos un memorial firmado por cada uno de nosotros, pedimos inmediato relevo del comandante Orrego", y sonriendo concluyó su manifestación: " Nadie pensó en la reacción efectiva de las autoridades del Ministerio de Defensa, de sorpresa llegaron, nos interrogaron, en el acto al comandante lo relevaron". 

En aquellos tiempos en todos los batallones, se nombraba un sargento 2do de Tropa que cumplía la función de “plantón”, este clase permanecía parado en la puerta de la oficina del comandante de batallón. El capitán jefe de la Companía Comando y Servicios tenía la misión de nombrar un sargento para esta función; este sargento, especialmente adiestrado, durante toda la semana permanecía bien uniformado en la puerta de la oficina, cumplía diversas funciones como: recibía la llamada telefónica, anunciaba al comandante de la llegada de algún visitante, es decir estaba ahí para cumplir cualquier orden del Comandante Jefe de Unidad. En horas del día y en algunos casos también en horas de la noche el personal de tropa "plantón" fue mi elemento de escucha e informante permanente, muchos de ellos pertenecían a la Sección de Comunicaciones bajo mi comando, desde luego ellos me informaban con todos los detalles del caso, todo lo que conversaba el Comandante con el personal de Oficiales, Técnicos, Suboficiales y civiles, sus conversaciones telefónicas, hasta de sus problemas íntimos del Comandante con su esposa y amantes. Un día uno de los "plantones" me dijo lo siguiente: "Mi Técnico, el Comandante Obregón mandó llamar a su oficina al Suboficial de Inteligencia de seudónimo Cari Cari Noriega  y al Teniente Julio Ludeña (Oficial de Inteligencia) y les ha gritado como si fuera su hijo, les dijo: ¿ cómo el Técnico Pineda sabe todos los problemas que ocurre en la Unidad y de los hechos que han ocurrido en Cajamarca y ustedes están por las santas huevas?. Según la información del "planton" el comandante le había botado de su oficina como si fuera un perro al suboficial Cari Cari Noriega. A través de los sargentos "planton" quienes lealmente me informaban, pues a través de ellos me enteré que el mencionado Comandante le había pagado los viáticos completos a sus amigos e incondicionales por su participación en el proceso electoral del año 2006, dos oficiales y al suboficial David Cheta, quienes habían participado en las elecciones presidenciales y elecciones municipales.

En los cuarteles, desde el año de 1990 a la fecha permanece en la superficie la miseria moral de algunos Comandantes y Generales del Ejército que se han enriquecido principalmente con el robo de combustible de los vehículos de combate y de apoyo de combate, y se justifica de mil formas el falso consumo presentando documentos falsos firmados, donde están involucrados los oficiales del Servicio de Intendencia, (S-4) de los batallones y el personal de los Servicios Técnicos (SSTT) principalmente de Material de Guerra y del Servicio de Ingeniería. Durante mi permanencia de 36 años de servicios en actividad he visto que algunos Comandantes de batallón durante sus dos años de Jefatura de Unidad no entregaban al personal de Tropa la dotación de uniformes de campaña, los borceguíes, zapatillas y otros, antes de las llegada de su relevo cargaban con toda la "cutra" o robo acumulado; el dinero para la compra de combustibles para la cocción de alimentos del personal de Tropa se quedaba en su totalidad para los Generales que comandaban Brigadas, en complicidad con subalternos de confianza de los Generales y Comandantes, especializados en fraguar documentos para aparentar que se había dado el uso adecuado a dicho combustible; mientras ocurría este tipo de robo, en los cuarteles el Oficial de Rancho cocinaba con leña comprado con el dinero que estaba destinado para la compra de vivires frescos del personal de tropa, en algunos casos también como Oficiales de Rancho teníamos que pedir colaboración a los potentados de la zona para que nos donen un árbol de eucalipto y se mandaba destrozar a medias, es decir la mitad para el dueño y la otra mitad para el cuartel para cocinar rancho para el personal de tropa; en mi condición de Oficial de Rancho también comprobé que el dinero destinado para los víveres frescos del personal de tropa la mitad se quedaba en la tesorería para el Comandante del Batallón, que es la caja chica de los comandantes de batallón bien administrado por el tesorero, que normalmente a fin de año es el mejor calificado con nota alta para el ascenso al grado inmediato superior. La mayoría de los Generales que han comandado Grandes Unidades y Comandantes de Batallón siempre se ha ensuciado las manos con el dinero de las Elecciones Municipales y Presidenciales que son enviados por la ONPE como parte de viatico del personal militar, tanto para reconocimiento de locales y por la participación del personal durante la votación. En los batallones todos ven de cerca estos males que se incrementó desde el año 1990, inclusive algunos rastreros son cómplices directos de los Jefes, pero nadie dice nada, es decir todos piensan en la calificación del fin de año, el silencio del personal vale una buena calificación para el ascenso al grado inmediato superior.

Los problemas de corrupción que ocurrió en el cuartel de Caraz, durante el comando del Comandante Carlos Obregón, es uno más del montón que he visto desde el año 1984. Finalizado la Campaña Militar del Alto Cenepa 1995, el Comando del Ejército compró radios HF/BLU Grinnell de origen sudáfricano de pésima calidad, en los batallones los Servicios Técnicos lo recibieron sin dudas ni murmuraciones, al respecto me negué a firmar el Acta de Recepción y no lo recibí; en aquellos años también el Ejército compró toneladas de munición de fabricación China de calibre 7.62 para FAL, (la pólvora no encendía), es decir la munición no servía para nada; estos artículos lo compraron para ser utilizados durante la invasión a Ecuador el 2 de agosto de 1998, ¿alguien está preso por esta mala compra?. En estas situaciones como elemento técnico presenté diversos informes siempre por conducto regular, en estos casos las Inspectorías se comportan como cómplices dando la razón a los denunciados, algunos por ahí decían que yo me encontraba loco; al respecto recuerdo que en el año 2002 me hicieron llamar a la Inspectoría de la 32a División de Infantería de Trujillo, cuando ingresé a la oficina del señor Coronel Inspector, un coronel reincorporado quien fue del grupo del General Jaime Salinas Sedó, este coronel me esperó junto con una psicóloga y un oficial de grado de mayor, me interrogaron por lapso de seis horas. Las inspectorías del Ejército no solucionan los problemas de casos de corrupción, no solucionan los problemas de derechos del personal; solo se limitan a solucionar los problemas de peleas del callejón, los líos de faldas del callejón que comenten los subalternos, nada más. Ante la denuncia de corrupción de un subalterno los oficiales de grados superiores se juntan como un solo puño y siempre confabulan contra el subordinado denunciante, en el batallón compran testigos y como nadie quiere chocar con la superioridad, te dejan solo, nadie quiere involucrarse en problemas, pues todos piensan en su buena calificación del fin de año para el ascenso al grado inmediato superior. Cuando los Generales y Comandantes corruptos se levantan todo un batallón ¿Dónde están las Inspectorías?, ¿por qué anticipadamente no accionan?, recién cuando la corrupción comienza a ventilarse a través de un medio de comunicación de fuente abierta el Ejército presenta su famoso COMUNICADO OFICIAL, los menos corruptos tibiamente marcan distancia de los corruptos como si fueran los inmaculados. En el Ejército del Perú ser disciplinado significa ser cómplice y vivir dentro de la cochinada. Por los informes y denuncias que presenté contra la superioridad, algunos Generales y Comandantes mafiosos y desleales a la institución como represalia mandaron abrir las páginas de mi historia en mi LP N° 1 en el JATSOE, ahí mandaron archivar todo el abuso, esparciendo mis antecedentes de rebeldía para ser considerado como un elemento apestado dentro del Ejército; por ende, como castigo con fecha uno de enero del año 2007, me cambiaron de empleo al Comando Administrativo del Cuartel General del Ejército con sede en el distrito de  San Borja, Lima.

Como es de conocimiento general, la mega y la mediana corrupción en el país se inició en el primer gobierno del presidente Alan García Pérez, se acentuó durante los dos periodos de gobierno del ingeniero Alberto Kenya Fujimori y se fortaleció durante los sucesivos gobernantes pseudo "democráticos" de turno (Paniagua, Alan García, Alejandro Toledo, Ollanta Humala, PPK y Vizcarra); por ende, el conjunto de instituciones del Estado peruano dentro de su organización se llenó de funcionarios públicos delincuentes y las instituciones castrenses también no fueron ajenos a estos males, ergo, la corrupción en los cuarteles se incrementó en todas las guarniciones por la culpa de malos elementos que comandaron Batallones, Grades Unidades de Combate y Regiones Militares. Es necesario aclarar que para combatir la corrupción en los diferentes cuarteles donde laboré yo siempre realizaba un trabajo silencioso de inteligencia, con fotos, vídeos, documentos, etc. Ni los "alfas" hacían este tipo de trabajo, correo electrónico de los suboficiales de inteligencia y del oficial de inteligencia lo tenía hackeado, en todo momento les hacía trabajos de contra inteligencia.

Con fecha uno de julio del 2007 JATSOE (Jefatura de Administración de Técnicos y Suboficiales del Ejército) decidió dejarme en el Comando Administrativo del Cuartel General del Ejército, en la sección de personal, ahí me dieron el puesto para trabajar como administrador de los empleados civiles (chófer) de los Generales y Coroneles en situación militar de actividad y situación militar de retiro, en total sumaban 375 chóferes entre nombrados y contratados. Cada chófer en su condición de empleado civil tiene un Legajo Personal conteniendo todo su historial como la partida de nacimiento, su carta declaratoria en caso de fallecimiento, su papeleta de vacaciones, documentos de contrato y otros. A este tipo de labores me arrinconó el Comando del Ejército, violaron mis derechos y mi situación laboral en mi especialidad. De tropero, me convertí en simple "papeluchero" y permanecí sentado todo el día detrás de un escritorio verificando y actualizando los legajos, además controlando las vacaciones de este personal. Este personal normalmente permanecía fuera de los cuarteles, en los domicilios de sus respectivos jefes. A fin de año a ellos también se le califica con una nota; por ende, me entregaron hojas de calificación con todo sus detalles como la puntualidad, la disciplina, la responsabilidad, lealtad, perseverancia y otros. Son tres hojas por persona que tenia que llenarla con letras y números, luego firmados por el primer calificador, segundo calificador y tercer calificador. Yo que había permanecido desde los 18 de edad en los batallones de combate, dedicado al campo de las comunicaciones, marchas de campaña, patrullajes, constante entrenamiento físico, ejercicio de tiro, horas de deporte y otros; de un momento a otro pasé a esta vida sedentaria, permanecía sentado durante todo el día. A lo largo de los años he visto que a los Oficiales del Ejército no les interesa la situación laboral de los Técnicos y Suboficiales, ellos nos convierten en oficinistas, luego en casos de Guerra cuando el mecánico de vehículos, el operador de comunicaciones, el mecánico de comunicaciones y otros no rinden en sus especialidades, los mismos que nos convirtieron en  "papelucheros" nos juzgan mal y luego maldicen al soldado Técnico egresado de la Escuela Técnica del Ejército.

Llegó el mes de diciembre, mes de cambios de empleo para el personal militar; por ende, nuevamente presenté mi reclamo verbal para ser enviado a un batallón de combate, por tercera vez me apersoné a JATSOE acompañado en esta oportunidad por un oficial del grado de Comandante para que vean mi situación administrativa para el año 2008. En el acto el Coronel Jefe del Negociado del personal de Mecánico de Comunicaciones y Electrónica, dando cumpliendo la orden de la superioridad decidió mi cambio de empleo al Centro de Estudios Históricos Militares del Perú, ubicado en la Avenida Paseo Colón, Cercado de Lima. 

Una mañana del 23 de enero del año 2008 me presenté al Centro de Estudios Históricos Militares del Perú, donde inicié mis labores con prenda civil como adjunto del señor General de Brigada en situación militar de retiro de 90 años de edad, Hermann Fritz Hamann Carrillo (presidente del Centro de Estudios Histórico Militares del Perú). De esta manera por completo me alejaron de los cuarteles y de mi especialidad como mecánico de comunicaciones y electrónica en material de campaña. En esta institución trabajé como civil durante cinco años consecutivos, lapso de tiempo que no tuve contacto con el material de comunicaciones ni armas. En aquellos tiempos en esta institución trabajaron 30 empleados civiles del sector Ministerio de Defensa y del Ministerio de Interior. La Junta Directiva lo conformaban cinco oficiales en situación militar de retiro. Más de cinco largos años laboré como civil en esta institución, las labores que realicé fueron: Controlar la hora de entrada y salida de los empleados civiles, controlar y realizar mantenimiento en el Panteón Nacional de los Próceres ubicado en el Parque Universitario, Cercado de Lima; y la Cripta de los Héroes de Guerra con Chile de 1879 ubicado en Barrios Altos, Cercado de Lima. Por la misma situación laboral por lapso de cinco años consecutivos me desactualicé en todos los aspectos de la vida castrense, sobre todo en mi especialidad. Como recuerdo de mi permanencia en esta institución presente un álbum de combatientes de la Campaña Militar del Alto Cenepa 1995, retoqué y amplié fotografías antiguas, presenté un libro de mis experiencias de la Campaña Militar del Alto Cenepa 1995. Por estos trabajos el señor General (presidente) en una ceremonia especial me reconoció como socio honorario de la institución. Como recuerdo tengo un diploma y una medalla de plata otorgado por esta institución. Con fecha 15 de abril del año 2013 abandoné está institución y me incorporé al Batallón de Comandos N° 19 de la Primera Brigada de Fuerzas Especiales con sede en el distrito de Chorrillos.

El Centro de Estudios Histórico Militares del Perú está ubicado en la avenida 9 de diciembre N° 150 del cercado de Lima, Perú; ex Avenida Paseo Colón, es una institución nacional creada por Decreto Ley N° 1126 del 2 de diciembre de 1949, bajo los auspicios del Ministerio de Defensa y el Ministerio del Interior. Sus estatutos han sido aprobados mediante Decreto Supremo. Institución Nacional destinada a cultivar, promover y divulgar la historia general y militar del Perú, así como a velar por el acervo patriótico concedido para su conservación. Tiene bajo su responsabilidad los santuarios patrióticos, el Panteón Nacional de los Próceres y la Cripta de los Héroes de Guerra con Chile de 1879. En la sede central están la Biblioteca, el Archivo, la Genealogía y Doctrina, la Galería Pictórica y la Hemeroteca, además de otras informaciones muy valiosa.

martes, 1 de octubre de 2019

LLEGADA DE 200 GUERRILLEROS DE SANTIAGO DE CHUCO A HUAMACHUCO CAMPAÑA DE LA BREÑA 9 JULIO 1883

El 9 de julio de 1883, siendo las 15:00 horas, 200 guerrilleros de la provincia de Santiago de Chuco acompañados por sus esposas e hijas llegaron al distrito de Huamachuco para reforzar a las fuerzas patriotas al mando del General Cáceres. Este grupo patriota en su mayoría integrado por campesinos llegó al mando del gobernador Ucedo, Santiago Calderón, José pinillos y los hermanos Porturas. 

En aquellos momentos difíciles para la patria los patriotas santiaguinos se presentaron a tomar un puesto en la defensa de la honra del Perú, y los que no pudieron hacerlo enviaron comida para la tropa, los santiaguinos llegaron con fiambres de pan, cancha de maíz, harina, coca y aguardiente que fue repartido inmediatamente a todo el personal de diferentes batallones, y Cáceres también pudo alimentarse luego de permanecer en ayunas durante tres días. 

Dejaron todo en su pueblo, las súplicas de sus padres, los ruegos de sus esposas e hijos, abandonaron sus trabajos por ir a defender a la nación bajo las ordenes del General Cáceres. Llegaron al cerro Cuyulga ubicado en el lado sur de la ciudad de Huamachuco, todos llenos de valor, dispuestos a participar en la batalla, y además fueron portadores de provisiones (víveres) tan necesarias para el ejército que pasaba hambre.  

El General Andres Avelino Cáceres Dorregaray tuvo palabras de homenaje para los santiaguinos, quienes finalizado la batalla padecerían por su patriotismo una salvaje represión de parte de las tropas chilenas: “En medio de la penuria general el pueblo santiaguino contribuyo con la sangre de sus hijos y con recursos para la defensa de la patria, desafiando la ira del enemigo que le castigó después, pero ganando un digno puesto al lado de los defensores del honor nacional”. 

En la foto vemos con mucho orgullo y admiración a cinco veteranos de aquella batalla, después de 50 años (10 de julio de 1933).