lunes, 26 de marzo de 2018

VERGONZOSA RETIRADA DEL EJÉRCITO CHILENO DESDE HUARAZ DEPARTAMENTO DE ANCASH 28 DE JUNIO DE 1883

El 22 de junio de 1883, siendo las 16:00 horas, el ejército chileno al mando del coronel Marco Aurelio Arriagada Palacios, llegó al distrito de Carhuaz, al norte de la ciudad de Huaraz en el departamento de Ancash. En el distrito de Carhuaz el coronel Arriagada recibió la falsa información de que las tropas del General Cáceres contramarchaban hacía el Sur y que los caminos del Norte habían sido totalmente destruidos; en ese momento de asombro el jefe chileno sospechando que el General Cáceres efectuando un rodeo extraordinario por la ruta del distrito de Chacas podría amenazar su posición en el distrito de Carhuaz; por ende, decide retornar a marcha forzada a la ciudad de Huaraz. Una vez más el jefe chileno había caído en el engaño.

24 de junio de 1883, siendo las 21:00 horas, el ejército chileno al mando del coronel Marco Aurelio Arriagada nuevamente ocupa la ciudad de Huaraz. A todas luces, el jefe chileno se encontraba totalmente confuso, no estaba totalmente convencido si el General Cáceres bajaba desde Chacas con destino a la ciudad de Huaraz o se dirigía hacía el Centro del Perú, pese a todos los inconvenientes en esta ciudad, ordenó cuatro días de descanso a sus tropas; y no tuvo escrúpulo en confesarlo: "Nunca tuve la convicción de que llegara a realizarse un encuentro entre las fuerzas bajo mi comando con las del enemigo, por lo tanto no me dí mucha prisa en seguir mi marcha, aprovechando el tiempo de permanecer en la ciudad de Huaraz para descansar mi ejército y atender a la solución de graves cuestiones que se suscitaba por el gran número de enfermos y la falta de medios para transportarlos o dejarlos en lugar seguro".

El 26 de junio en la ciudad de Huaraz el coronel Arriagada recibió una inesperada carta del coronel Alejandro Gorostiaga, quien le informó desde la provincia de Corongo su preocupación de que el ejército del General Cáceres estuviese ya en la provincia de Pomabamba, como en efecto sucedía. Con ello se demostraba que la contramarcha del ejército chileno desde el distrito de Carhuaz a la ciudad de Huaraz había sido un grave error, pero Arriagada ya no se atrevió a volver sobre sus pasos, dando por equivocada la información de Gorostiaga: Al respecto expresó "los datos que me suministra en esta carta es muy ambiguo y dudoso", dijo que no le era de confianza. Arriagada quedaba como el responsable directo del fracaso durante la persecución a las tropas de Cáceres. 


El 26 de junio, siendo las 07:00 horas, el coronel Arriagada en su condición de jefe de la expedición, le ordenó al coronel Estanislao Del Canto Arteaga su repliegue con destino al distrito de Aguamiro, hoy conocido como el distrito de La Unión, capital de la provincia de Dos de Mayo, que se encuentra en el departamento de Huánuco. El coronel Del Canto con su tropa desmoralizada emprendió una penosa marcha por la misma ruta que ya habitan recorrido durante el despliegue, es decir por las rutas de Ticapampa, Catac, Pachacoto, Pumapampa, Pasto Ruri, cordillera de Huarapasca, Yanashallas, Puna Torres, distrito de Huallanca y el distrito de Aguamiro; se desplazó al mando de una división ligera compuesta de los batallones Tacna, 2do de Línea, Arica, 4to de Línea, una companía de caballería y dos piezas de artillería, quien recibió facultad de avanzar mas al Sur si las circunstancias así lo requerían.


El 30 de junio, en horas de la tarde, el coronel Del Canto retornó en pésimas condiciones al distrito de Huallanca, pues durante el deslazamiento de repliegue desde la ciudad de Huaraz a la Puna Torres, había perdido cinco soldados, ocho caballos, algunas cargas de víveres y tenía 135 enfermos, al respecto un soldado chileno escribió lo siguiente: "Esta contramarcha resultó peor que la que hizo Napoleón I cuando se retiró su ejército desde Rusia". En tales condiciones era muy peligroso que continuara el avance al distrito de Aguamiro, sobre todo por el constate hostigamiento de muchos guerrilleros patriotas, por ende, el coronel Arriagada tuvo que ordenarle esperar en ese punto hasta su llegada con el grueso del ejército.


El día 28 de junio de 1883, siendo las 05:30 horas, el grueso del ejército chileno al mando del coronel Arriagada abandonó la ciudad de Huaraz y se desplazó con destino a la ciudad de Recuay, donde permaneció en descanso hasta el 2 de julio de 1883. Desde este distrito Arriagada se limitó a enviar diversas patrullas en misión de reconocimiento en distintas direcciones, y por los informes obtenidos, según mencionó con total cinismo, se reafirmó en el convencimiento de que las tropas del general Cáceres marchaban hacía el Centro del Perú. 

El 2 de julio, el grueso del ejército chileno abandona la ciudad de Recuay, trasladándose a pie y en caballos al distrito de Ticapampa, donde fueron atendidos en la hacienda de los judíos Sokoloski, polaco y Terry.

El día 3 de julio, abandonan el distrito de Ticapampa y se desplazan por las zonas del distrito de Catac, Pachacoto, recorriendo la apasible ruta de Pastoruri, para descansar en la hacienda Pumapampa.

El día 4 de julio, siendo las 07:00 horas, abandonan la hacienda Pumapampa, continuando el desplazamiento por la ruta de Pastoruri y atravesaron la cordillera de Huarapasca a mas de 5,200 m.s.n.m; totalmente extenuados, después de un día de penosa marcha en plena puna, en la tarde del mismo día llegaron a la Puna Torres (hacienda ganadera de Genaro Llanos), donde las tropas del coronel Arriagada recibió un alentador auxilio del coronel peruano Luis Milón Duarte, adepto al traidor General Miguel Iglesias, quien con la colaboración de algunos traidores del distrito de Huallanca había reunido abundante provisiones para socorrer a las tropas del enemigo, al respecto el jefe chileno escribió lo siguiente: "Interesado el señor coronel Luis Milón Duarte en nuestro buen suceso, ponía de su parte cuanto empeño era posible para adquirir datos e informaciones convenientes y seguir sobre el paradero e intenciones del General Cáceres, contando para ello con las autoridades y vecinos respetables de la localidad de Huallanca, que adhiriéndose a su representación ponían sus servicios y todo tipo de provisiones a disposición del ejercito pacificador" del Perú


En Huaraz, capital de departamento de Ancash, quedaron 308 enfermos, custodiados por dos companías del batallón Miraflores, apoyados en cuanto a alimentación por los partidarios del traidor Miguel Iglesias, con órdenes de desplazarse a la Costa en el breve plazo. En Huaraz mucho temor demostraron las tropas del batallón Miraflores por el hecho de no saber a ciencia cierta por dónde se hallaba el General Cáceres, y de miedo a que con ellos "sucediera otra masacre como lo ocurrido en Concepción el 9 y 10 de julio de 1882". El día 30 pese a la gravedad de varios de los enfermos, su jefe, el Comandante Zelaya, ordenó el viaje a la Costa por la ruta de Callan Punta, varios enfermos murieron durante penoso desplazamiento por las zonas de Yupash, Jirca, Yauca, Chacchau, Ruesca, Río de Oro, Bitoco, Pariacoto, Racras, Pira y Llautan. En este punto llegaron el 3 de julio, donde encontraron la tumba del teniente chileno Reinaldo Boltz, quien había jefaturado una vanguardia que fue emboscado por los guerrilleros, donde perdió la vida. También hallaron muerto a un connotado partidario del traidor Miguel Iglesias Pino, ayudante del coronel Luis Milón Duarte. Desenterraron el cadáver del oficial chileno y lo encajonaron para conducirlo a Casma. A fin de evitar un asalto de los guerrilleros, Zelaya llevó como rehenes al gobernador, alcalde y corregidor del distrito de Llautan y prosiguió la marcha por Cuiqui, Cachipampa, Pampa Colorada, Buenavista y Casma, llegando al puerto de Casma la noche del 5 de julio. En esa ruta fueron informados de que la guerrilla tenía sus bases en los pueblos de Nepeña y Moro. 

El ejército chileno al mando del coronel Marco Aurelio Arriagada entre los meses de junio y julio del año 1883, en los andes del departamento de Ancash perdió 175 soldados (fallecidos), la mayoría de los cadáveres quedaron abandonados en los caminos del ande, principalmente en las zonas de la cordillera de Huarapasca y la puna Torres.

El día 5 de julio de 1883, el coronel Arriagada y su tropa procedente de la Puna Torres de propiedad del señor Gerardo Llanos, retornó al distrito de Huallanca, donde permaneció hasta el 9. Desde este distrito le escribió a Patricio Lynch (jefe de la ocupación chilena instalado en el palacio de gobierno de Lima), sobre el estado calamitoso del personal de tropa y reiteró su solicitud inmediato de refuerzos en elementos. Para entonces ya se encontraba convencido de que la contramarcha había sido un gran error, al respecto dijo lo siguiente: "Retorné al distrito de Huallanca para cerrar el paso hacía el Sur de las fuerzas del General Cáceres que salió del Valle del Marañón, pues (Huallanca y Aguamiro) son pasos obligados para cualquiera de los caminos con destino al departamento de Junin, Huánuco, Cajatambo y zonas de la Costa, todas estas consideraciones me indujeron a seguir mi contramarcha hacía el Sur. Arriagada desconocía por completo que en esa fecha el General Cáceres de perseguido se había convertido en perseguidor del coronel Gorostiaga próximo a la ciudad de Huamachuco. Patricio Lynch creyó sólo a medias el informe del coronel Arriagada sobre que Cáceres contramarchaba del departamento de Ancash hacía el Sur. Sin embargo, acatando la sugerencia del jefe de Estado Mayor, remitió orden al coronel Urriola de marchar con su División a Cerro de Pasco. En consecuencia, el error de Arriagada había puesto en grave peligro a la División del coronel Alejandro Gorostiaga en Huamachuco, que había quedado totalmente aislado en los andes de La Libertad. 

Desde el distrito de Huallanca hacía el Centro del Perú si es digno de resaltar el accionar de los guerrilleros patriotas, pese al constante apoyo de los partidarios del traidor Miguel Iglesias, en esas zonas las tropas chilenas en su avance con destino al distrito de Aguamiro y Cerro de Pasco, sintieron el accionar muy agresivo de los pocos patriotas; quienes armados con armas rudimentarias y galgas, no permitieron avanzar con tranquilidad a las tropas chilenas. Pese a todo tipo de esfuerzo, la resistencia guerrillera de los campesinos durante el desplazamiento de las tropas del enemigo desde el distrito de Huallanca al distrito de Aguamiro no fue contundente, pues las primitivas armas de los patriotas de poco sirvieron cuando empezaron a funcionar los modernos fusiles y cañones Krupp de la artillería chilena. 

Arriagada totalmente hostilizado desde las partes altas de los cerros logró ingresar al distrito de Aguamiro, pero no pudo descansar tranquilamente, pues no tardó en renovarse los ataques de los guerrilleros, al respecto el jefe chileno dijo lo siguiente: "Durante toda la noche del 9 siguieron siempre los ataques de los guerrilleros indígenas desde las alturas de Aguamiro, arrojando galgas al campamento de Buin", circunstancias que nuevamente los afamados cañones Krupp vomitaron mortífero fuego, originando la retirada de los atacantes, fue en ese momento que se presentaron ante el coronel Arriagada dos pro iglesistas, Manuel Aguilar y Julian Lavado, ofreciéndose como guías para sorprender a los guerrilleros  en su base de Huánuco Viejo. A las 03.30 horas del 10 de julio el jefe chileno puso en movimiento a una companía del Buin, que secretamente conducida por aquellos traidores sorprendió a los guerrilleros que descansaban cerca de las ruinas incaicas. Más que un combate se produjo entonces una matanza, cayendo alrededor de sesenta patriotas, mientras los demás se dispersaron por todas las direcciones. La gran matanza de los guerrilleros campesinos no fue envano, pues el enemigo, sintiéndose totalmente inseguro en el distrito de Aguamiro, prosiguió aprisa su vergonzosa retirada hacia Cerro de Pasco. 

El día 14 de julio, después de los encuentros en el distrito de Aguamiro, la división del coronel Marco Aurelio Arriagada prosiguió su desastrosa retirada por Baños y Lauricocha, aquí permaneció hasta el 20 del mismo mes y en ese lapso discutió planes con el coronel Urriola, cuya división se hallaba a la sazón estacionado en Cerro de Pasco. El 20 de julio, tras ordenar al coronel Martiniano Urriola para que permanezca en su posición observando las desembocaduras de los caminos de Huarica y Ninacaca, el coronel Arriagada se trasladó a Ambo, con intenciones de controlar los caminos laterales a la quebrada de Huallaga. En Yanahuanca quedó parte de su desgastado división, custodiando el camino por el que había venido y observado el de Cajatambo. La finalidad de todas esas previsiones era la de tender una vasta línea de contención al ejército de Cáceres, puesto que, hasta entonces, ambos jefes chilenos lo suponían en retirada ordenada hacía el Sur, ignorando lo sucedido en Huamachuco el 10 de julio. Recién el 22  de julio estando ya en Ambo, Arriagada recibió con gran sorpresa el primer informe sobre el triunfo de Alejandro Gorostiaga, tardó mucho en creer que hubiese sido aniquilado el ejército que tanto temía y no tuvo reparo en dejar constancia escrita de ello, dijo lo siguiente: "Las exageradas proporciones que se daban al triunfo me hicieron dudar completamente de la efectividad de un combate", atribuyendo más bien el origen de estas noticias a algún motín militar en el ejército enemigo. Era sólo un mecanismo de defensa ante la evidencia de haber cometido el gravísimo error que estuvo a punto de cambiar incluso el curso de la guerra. Para entonces, Patricio Lynch (Jefe de la ocupación chilena) ya lo había despojado de todo mando militar en el interior, ordenando su inmediato regreso a Lima.

ES EL SOLDADO, NO LOS POLÍTICOS QUIEN GARANTIZA NUESTROS DERECHOS A LA VIDA Y LA LIBERTAD

martes, 13 de marzo de 2018

LA HISTORIA DEL BATALLÓN DE INGENIERIA DE COMBATE MOTORIZADO N° 32 CARAZ HUAYLAS (2005 - 2006)

En la primera semana del mes de enero del año 2005, llegó al distrito de Caraz, Huaylas, el señor el Teniente Coronel de Ingeniería conocido como don Carlos Orrego, oficial nacido en el distrito de "Caraz dulzura", quien por orden de la superioridad se hizo cargo del Comando del Batallón de Ingeniería de Combate Motorizado N° 32, para los periodos (2005 - 2006).

Los batallones de ingeniería del Ejército del Perú, siempre han construido carreteras a nivel nacional. En el año de 1977 como Tropa Servicio Militar Obligatorio del batallón de Ingeniería de Combate "Huascarán" N° 112, trabajé como obrero, cargando tierra en los volquetes para afirmamiento de la carretera desde el distrito de Caraz al distrito de Huallanca, provincia de Huaylas.

En el año de 1978 también como soldado obrero, trabajé en la construcción de carretera desde el Puente Pallar en Huamachuco hacía el caserío de Convento, provincia José Faustino Sánchez Carrión, departamento de La Libertad. Con el grado de suboficial durante 15 años he trabajado en tres batallones de ingeniería de combate a nivel nacional; por ende, conozco como se trabaja en estas Unidades en convenio con el Ministerio de Trasportes y Comunicaciones. 

En el mes de enero del año 2005, siendo presidente de la república el doctor Alejandro Toledo Manrique, el señor Teniente Coronel de Ingeniería don Carlos Orrego, a través del convenio firmado entre el Ministerio de Transportes y Comunicaciones (MTC) y el Comando del Ejército peruano, habría recibido de parte del Estado presupuesto de varios millones de soles para ejecutar la construcción de carretera en uno de los distritos de extrema pobreza del departamento de Cajamarca. Para la ejecución de esta obra desde el Batallón de Ingeniería de Combate Motorizado N° 32 acantonado en el distrito de Caraz, trasladaron maquinarias, personal de Oficiales, Técnicos, Suboficiales, personal de Tropa servicio Militar Voluntario y personal civil contratado, algunas maquinarias pesada también trasladaron desde el cuartel "Ramón Zavala" acantonado en la ciudad de Trujillo, departamento de La Libertad.

El día lunes 24 de enero de 1995, el señor Teniente Coronel de Ingeniería don Carlos Orrego en la hora de lista de Diana, delante de todo el personal de Oficiales, Técnicos, Suboficiales y Tropa, me nombró para ser su jefe de personal en la construcción de carretera en uno de los distritos del departamento de Cajamarca; ser jefe de personal significa, hacer la función de capataz de obra, tenía la misión de controlar a los tractoristas, chóferes, obreros y personal de Tropa, me ofreció un sueldo extra de S/ 800.00 soles mensuales y comida gratis, quien textualmente me dijo lo siguiente: "Técnico Pineda, usted ha sido nombrado como jefe de personal, labor que confió en su persona en los trabajos en el departamento de Cajamarca, donde el batallón ejecutará obras de construcción de carretera, ¿alguna pregunta?", en ese momento dando respuesta a su pregunta, le dije: "comprendido mi comandante"; pero aquella noche lo medité detalladamente en todo su pro y contra; por ende, al día siguiente, en la hora de la Lista de Diana, para dar mi respuesta definitiva, pedí la palabra y le dije al señor Comandante que el trabajo como jefe de personal en una obra no era de mi agrado por ser ajeno a mi especialidad, preferí quedarme en el Batallón cumpliendo mis actividades de siempre, es decir la función como Oficial de Comunicaciones y Jefe del Centro de Comunicaciones. El Comandante que se encontraba sonriente y muy optimista, ante mi respuesta se puso pensativo, quién nuevamente trató de convencerme para ser parte del grupo de trabajo, pero me negué obedeciendo a mi "corazonada" que me decía para no ensuciar mi vida siendo cómplice de la corrupción en busca del dinero fácil; me sacaron de la relación de viajeros a Cajamarca. Este tipo de trabajos, es un trabajo extra castrense, donde algunos Oficiales, Técnicos y suboficiales se aventuran para ganarse algunos soles extras y que muchas veces ni siquiera les pagan por la gran corrupción, sobre todo el personal de Tropa que trabaja como obrero durante todo el día, que según el convenio con el Ministerio de Transportes debería recibir un Sueldo Mínimo Vital; este personal es engañado, para la rendición de cuentas en las planillas de pago falsifican sus firmas, ergo, nunca reciben sus pagos del mes. Desde el mes enero del año 2005, hasta el mes de setiembre del año 2006, el Comandante Orrego, durante un mes permanecía en el departamento de Cajamarca y el siguiente mes retornaba a la guarnición de Caraz, así de manera alterna ejercía sus funciones; en los meses que el comandante se encontraba en Cajamarca, en Caraz el batallón se encontraba bajo el comando del mayor Francisco Corral. 

El 15 de marzo de 1995, ante la escasez de computadoras en los cargos del batallón, con mi dinero compré en la ciudad de Huaraz una computadora moderna, una Pentium 4 y una impresora matricial que me costó S/3,500.00 nuevos soles; por ende, el mencionado PC se convirtió como el más moderno dentro del cuartel, desde un principio lo utilicé para los trabajos en el Centro de Comunicaciones del Batallón, en este PC se instaló el programa “Chasqui” para la transmisión de mensajes al Centro de Comunicaciones de la 32a Brigada de Infantería con sede en la ciudad de Trujillo. 
En el mes de mayo del año en curso, haciendo uso de mi periodo vacacional viajé a la ciudad de Lima y me dirigí al Centro Comercial de Computadoras ubicado en la ex Avenida Wilson, hoy Avenida Garcilaso de la Vega, en el cercado de Lima, lugar donde en un par de horas me enseñaron hackear las redes sociales (correos electrónicos). Retornando al Batallón de Ingeniería de Combate N° 32 en el distrito de Caraz, comencé a  hackear el correo del comandante, el correo del suboficial de inteligencia de seudónimo "Cari Cari Noriega", y el correo del oficial de inteligencia (S-2). El comandante se dio cuenta que alguien le estaba hackeando su correo electrónico, un día en horas de la mañana, durante la lista de Diana, dijo lo siguiente: " A mi correo constantemente me llegan mensajes falsos, a la de mis sus contactos también"; se mostraba muy preocupado; en el acto le preguntó al sargento 1° reenganchado Oscar Quintana, quien había estudiado informática durante tres años consecutivos en un Instituto en la ciudad de Huaraz, a quien le preguntó lo siguiente: "¿Sargento Quintana, personas ajenas pueden ingresar a mi correo?", al respecto el mencionado sargento le dijo: "Si mi comandante, seguramente le están hackeando su correo, tienes que cambiar de passwor", escuchando la respuesta, el comandante se quedó muy pensativo, a quien le dijo: "Vete a mi casa, soluciona ese problema, me das cuenta".

Aquellos tiempos en todos los batallones se nombraba un sargento 2do que cumplía la función de “plantón”, este clase normalmente permanecía parado en la puerta de la oficina del comandante de batallón. El capitán jefe de la Companía Comando y Servicios tenía la misión de nombrar un sargento para esta función; este sargento, especialmente adiestrado, durante toda la semana permanecía bien uniformado en la puerta de la oficina, cumplía diversas funciones como: recibía la llamada telefónica, anunciaba al Comandante de la llegada de algún visitante, es decir estaba ahí para cumplir cualquier orden del Comandante Jefe de Unidad. En horas del día y en algunos casos también en horas de la noche el personal de tropa "plantón" fue mi elemento de escucha e informante permanente, muchos de ellos pertenecían a la Sección de Comunicaciones bajo mi comando, desde luego ellos me informaban con todos los detalles del caso todo lo que conversaba el Comandante con el personal de Oficiales, Técnicos, Suboficiales y civiles, sus conversaciones telefónicas, hasta de sus problemas íntimos del Comandante con su esposa y amantes. Un día uno de los "plantones" me dijo lo siguiente: "Mi Técnico, el Comandante Orrego mandó llamar a su oficina al Suboficial de Inteligencia y al Oficial de Inteligencia y les ha gritado como si fuera su hijo, les dijo: ¿Cómo el Técnico Pineda sabe todos los problemas que ocurre en la Unidad y de los hechos que han ocurrido en Cajamarca y ustedes están por las santas huevas?, el comandante había botado de su oficina como si fuera un perro al suboficial "alfa" de seudónimo "Cari Cari Noriega".  A través de los "plantones" quienes lealmente me informaban, pues a través de ellos me enteré que el mencionado Comandante le había pagado los viáticos completos a sus amigos, dos oficiales y al suboficial David Cheta quienes tambien habian participado en las elecciones presidenciales y elecciones municipales. En este batallón, antes del año 2005 trabajé en labores de Inteligencia, me lo sabía todo el RQ del personal del Batallón, fui informante directo de un elemento de Inteligencia de seudónimo "Zafra" que en aquellos tiempos recorría todas las zonas de Ancash, a él le informaba de todo lo relacionado al Frente Interno y del Frente Externo.

En el último trimestre del año 2006, el señor Teniente Coronel de Ingeniería don Carlos Orrego, fue relevado por motivos de corrupción y falta de comando con el personal bajo su mando. Hablando en claro y sin censuras, este comandante se lo había "tirado" todo el presupuesto que el Estado peruano le había entregado para la construcción de la carretera, en uno de los distritos del departamento de Cajamarca, no hubo avance en kilómetros de acuerdo al presupuesto, el tramo construido se encontraba completamente mal hecho, no había pagado a los ingenieros residentes, personal de tractoristas no habían recibido sus pagos por varios meses, personal civil contratado como obrero estaba sin pago, personal de Tropa SMV que trabajó como obrero durante un año y ochos meses de manera consecutivo no había recibido ni un céntimo como pago, pues inicialmente le habían ofrecido el sueldo Mínimo Vital de acuerdo al convenio con el MTC. En dicha construcción de carretera, todos robaron, desde el soldado cuidador de tanques de combustible de petróleo, el sargento almacenero de herramientas, los Oficiales, los Suboficiales, personal de Tropa y principalmente el técnico de seudónimo "papo" (Jefe de personal). Esta información me la brindo el suboficial David Cheta, quien fue uno de mis informantes destacado en el departamento de Cajamarca, el petróleo robado por cilindros en las noches lo vendían en los grifos en la ciudad de Cajamarca. Como consecuencia de todo los malos manejos a fines del mes de noviembre del año 2006, todo el personal militar y civil contratado retornaron a la ciudad de Caraz, entre el personal de Tropa había tres (3) soldados que pertenecían a la Sección de Comunicaciones bajo mi Comando, a ellos inmediatamente les interrogué que si le habían pagado el Sueldo Mínimo Vital  así como les prometieron en el mes de enero del año 2005, dando respuesta a mi pregunta ellos manifestaron que desde su llegada hasta su retorno no había recibido ni un céntimo. Todos retornaron sin pago, uno de los ingenieros residentes me buscó, quien tenía en la mano una planilla con la relación de los civiles obreros contratados y personal de Tropa SMV que no había recibido sus pagos, era como si fuera una carta de poder donde ellos manifestaban que no habían recibido sus pagos, avalado con sus respectivas firmas, el joven ingeniero me dijo lo siguiente: “Técnico, no me han pagado durante seis meses, me dicen que no hay plata, todos los civiles obreros están sin pago, todo el personal de Tropa está sin pago ¿Qué medidas puedo adoptar al respecto?, al respecto le dije lo siguiente:” No te hagas problemas, todo tiene solución, el día lunes viajo a Lima, estaré por allá durante tres días, si quieres viajamos juntos, lleva todo tus documentos y preséntalo en el Ministerio de Defensa, hazle conocer detalladamente como sucedieron las cosas durante los trabajo en Cajamarca y hazle la advertencia que si no accionan en lapso de 24 horas de recibido el documento, junto con el personal de Tropa tomaran el cuartel”, pero el Ingeniero se acobardó totalmente, dijo "esas acciones no los puedo realizar, no quiso viajar. Entonces, busqué a uno de los sargentos que había retornado desde Cajamarca, cuyo nombre y apellido no recuerdo a quien le dije lo siguiente: “Tengo conocimiento que el comandante Orrego no les ha pagado durante año y medio por los trabajos en la costrucción de carretera en Cajamarca, sí o no” y él reafirmando todo me dijo lo siguiente: “Nos engañó mi Técnico, no hemos recibido ni un céntimo”, a quien le dije, que bien, ¿Qué piensas hacer?, me contestó diciendo, pues nada mi Técnico, a quien inmediatamente le dije: "No seas cojudo, en estos momentos haz una relación de todo el personal de Tropa que ha trabajado como obrero a un lado que coloquen el número de su DNI y al costado la firma completa y con tus propias letras formula una carta dirigido al señor Ministro de Defensa y menciona que durante año y medio todo el personal firmante ha trabajado en la construcción de una carretera en el departamento de Cajamarca y no ha recibido pago por labores como obrero, en el último párrafo menciona que le das un plazo de 48 horas para que el Comando del Ejército solucione este grave problema, caso contrario tomaran las armas; como para finalizar le dije, yo viajo a la ciudad de Lima el día lunes en la noche, si todos ustedes lo desean llevaré el sobre a la ciudad de Lima para depositarlo en la "Mesa de Partes" del Ministerio de Defensa y ya veras el resultado, solo así recibirán sus pagos. 

Como recientemente había sucedido la rebelión del Teniente Coronel de Artillería Ollanta Moisés Humala Tasso, en la guarnición de Locumba en la Región Militar del Sur (alzamiento militar ocurrido el 29 de octubre del 2000), además con los antecedentes de la toma de la comisaría de Andahuaylas por los reservista del mayor del Ejército peruano Antauro Humala Tasso, el 31 de diciembre del 2005; por ende, en aquellos tiempos los altos mandos del Ejército se encontraban totalmente psicosiados por miedo ante cualquier levantamiento del personal subalterno. Un día lunes en horas de la noche viajé a la ciudad de Lima, en circunstancias cuando me retiraba del cuartel, en las inmediaciones de la guardia de prevención el sargento 2do Héctor Tarazona corrió a mi encuentro y me entregó un sobre manila, el sobre estaba lacrado, no vi su contenido, llegué a la ciudad de Lima en horas de la noche, el día martes temprano antes de dirigirme al Cuartel General del Ejército a la pasada dejé el sobre manila en la "Mesa de Partes" del Ministerio de Defensa, luego me retiré para realizar mis trámites administrativos en el "Petagonito". El día jueves en horas de la noche retorné al distrito de Caraz al Batallón de Ingeniería de Combate Motorizado N° 32, pues dentro tenía mi alojamiento, cuando traspasé la puerta de la guardia de prevención, algunos Oficiales, Técnicos y Suboficiales me miraban totalmente asustados, después de algunos minutos se me acercaron y me dijeron que habían llegado personal del Ministerio de Defensa y que al Comandante Carlos Orrego Díaz ya le habían relevado de la jefatura del Batallón, por ahí algunos me decían lo siguiente: "Usted si no cree en nadie, has presentado un documento pidiendo relevo del Comandante Orrego, ¡¿si o no?", al respecto relacionado a sus preguntas yo me hice totalmente el desentendido y continué caminando con dirección a mi alojamiento. 

Entre los años de 2005 y 2006 el Comandante General de la 32a Brigada de Infantería, acantonado en la ciudad de Trujillo, Región Militar del Norte, fue el  General de Brigada Jorge Agreda Vargas (0-216107655-0), el mencionado General como cómplice del Comandante don Carlos Orrego, en vez  de tomar las acciones correctivas contra el mencionado Comandante de Batallón, por los malos manejos en las obras en el departamento de Cajamarca y en la administración del dinero de la ONPE destinado para los viáticos del personal; por ende, con el firme propósito de silenciarme para no sacar a la luz toda la corrupción generalizada y por haber reclamado mis viáticos de las elecciones, me sancionó injustamente. El 30 noviembre del 2006 el General Agreda Vargas me hizo llegar desde el (G-1) de la 32a Brigada de Infantería acantonado en la ciudad de Trujillo, una papeleta de sanción como venganza contra mi persona, de manera tan injusta me sancionó con castigo de ocho (8) días de arresto de simple, cuyo motivo fue: "no asesorar oportunamente a su Comandante de Batallón en asuntos de Servicios Técnicos", fue un castigo inventado, fue un castigo por venganza, no se qué criterios habría tenido el General para sancionarme de esa manera tan drástica, remitiendo la copia de la sanción al JATSOE - Cuartel General del Ejército, San Borja, Lima; dicha sanción se encontraba bien archivado en mi Legajo Personal N° 1, fue una venganza del Comando de la Gran Unidad de esa época como para amedrentarme para no seguir reclamando de la corrupción existente bajo su Comando.        

Durante el Comando del señor Teniente Coronel don Carlos Orrego se llevó a cabo las elecciones presidenciales del 2006, que se realizó el domingo 9 de abril y la segunda vuelta se llevó a cabo el domingo 4 de junio, en dicho año también se realizó el día domingo 19 de noviembre las elecciones municipales; por ende, el Estado peruano a través de la ONPE entregó dinero a las Regiones Militares, Grandes Unidades de Combate y Unidades tipo batallón con la finalidad que el personal de Oficiales, Técnicos, Suboficiales y Tropa, reciban sus respectivos viáticos por sus labores durante el proceso electoral, sin embargo dicho dinero se quedaba en el bolsillo de los señores Generales y de los señores Comandantes de Batallón, uno de los beneficiados con este dinero enviado por la ONPE fue el Teniente Coronel de Ingeniería don Carlos Orrego; cuando ocurre este tipo de problemas todo los Oficiales, Técnicos y Suboficiales reniegan por la corrupción, pero nadie es capaz de reclamar, nadie se atreve porque primero piensan en sus calificaciones del fin de año, todos tienen miedo al castigo, en este caso el personal de oficiales de grados subalternos como cómplices guardan total silencio, mientras el personal de tropa SMV los eternos engañados viven su vida esperando el accionar de sus comandantes de sección, al final nadie es capaz presentar un reclamo ante la superioridad. Es necesario aclarar, que para cada proceso electoral la ONPE envía dinero un mes antes del proceso para reconocimiento de locales de votación en diferentes distritos y provincias, y una semana antes del proceso propiamente dicho para resguardo de locales durante el sufragio, es decir hay dos viáticos. Yo participé en las dos elecciones presidenciales del año 2006, en la primera vuelta que se realizó el domingo 9 de abril y la segunda vuelta se llevó a cabo el domingo 4 de junio, en ambas fechas estuve a cargo del local de votación en el distrito de Llama, provincia de Piscobamba, por este trabajo solamente me pagaron viatico por un solo día, la suma de S/120.00 soles, y me debían la suma de S/240.00 soles; lo mismo ocurrió también con todos los Oficiales, Técnicos, Suboficiales y Tropa. El reconocimiento de locales en diferentes distritos y provincias de Ancash, se llevó a cabo un mes antes del proceso electoral propiamente dicho, por este trabajo de parte del Comando del Batallón no recibimos ni un céntimo, dicho reconocimiento de locales de votación se llevó a cabo para la primera vuelta el 12 de marzo y para la segunda vuelta el 7 de mayo. Por dos reconocimiento de locales durante las elecciones presidenciales y por un reconocimiento del local durante las elecciones municipales me debían la suma de 360 X 3 = S/1080.00 soles 

El día domingo 19 de noviembre del 2006, época de intensa lluvia en toda la zona Sierra del departamento de Ancash, se llevó a cabo las elecciones municipales, el despliegue del personal de patrullas se llevó a cabo el día viernes 17 en horas de la mañana. Desde el distrito de Caraz viajamos en vehículos tipo combi, contratado con destino a diferentes distritos y provincias del Callejón de Conchucos del sector Norte, nos dirigimos principalmente a las provincias de Piscobamba y Pomabamba. Las patrullas con el efectivo de personal reducido a su mínima expresión iban quedando para ocupar el local de votación que normalmente se llevó cabo en los colegios y escuelas, en cuanto a mi persona ocupé el colegio en la capital de provincia de Piscobamba, como en anteriores oportunidades el señor Comandante de Batallón don Carlos Orrego nos pagó viatico solamente por un solo día y por el reconocimiento de locales que fue el 15 de octubre no recibimos ni un céntimo. 

El día miércoles 22 de noviembre, mediante el hacker le tendí una "trampa" al Comandante don Carlos Orrego, pues bien, como en todo grupo siempre hay amigos y hombres de confianza de los jefes; por ende, ingresé a su correo electrónico y me hice pasar como si fuera él y le escribí al suboficial Lucar Cheta, quién en aquellos tiempos además de ser su paisano era su incondicional, le escribí el siguiente mensaje: “ Suboficial Lucar falta completar el pago de tus viáticos de la primera y segunda vuelta de las elecciones presidenciales y también de las elecciones municipales, además que te paguen del reconocimiento de locales de votación, que son tres, me das cuenta cualquier problema con tus pagos. Como es normal, viendo este mensaje en su correo, el  suboficial Lucar Cheta se alegró e inmediatamente se presentó en la oficina de la tesorería y le dijo al teniente Luis Bejarano para que le pague, él tesorero no dudó y le pagó todo al incondicional del comandante, el teniente fue sorprendido y su reacción fue muy tarde. 

El día 25 de noviembre al suboficial Lucar también le tendí la "trampa" a quien le dije lo siguiente: "suboficial Lucar, que suerte tengo, el comandante ya me pagó todo, ayer le ordenó al tesorero para que me pague todo lo pendiente, dos días de viáticos que estaba pendiente de las elecciones presidenciales, he recibido la suma de S/ 480.00 y además me han pagado los viáticos de tres días correspondiente al reconocimiento de locales en la provincia de Piscobamba que son la suma de S/1080.00 soles ¿Qué te parece Lucar?", ante la falsa información que le proporcioné al mencionado suboficial, él sin dudarlo, en el acto me dijo lo siguiente: “Yo también ya recibí todo el pago mi Técnico, el comandante está ordenando pagar a sus amigos nada más, son cuatro o cinco que van a ser pagados, el resto caballero no más a llorar al río, así son las cosas mi jefe y no va ser”, al respecto mas no le pregunte ni indagué. 

El día sábado 25 de noviembre, siendo las 11:00 horas, el comandante don Carlos Orrego se encontraba hablando por celular fuera del cuartel, más o menos a cincuenta metros de distancia de la guardia de prevención, en la Avenida 9 de Octubre; en ese preciso momento amparado en la versión del Suboficial Lucar Cheta, salí del cuartel y me presenté donde el señor comandante, con porte a seis pasos, reclamé mis viáticos, le dije: "Mi comandante me falta completar el pago de mis viáticos por dos días y también me falta pago de viáticos de tres días por reconocimiento de locales en la provincia de Piscobamba; ante mi reclamo el mencionado comandante me dijo lo siguiente: "Técnico Pineda, para tu información desde la tesorería de la 32a Brigada de Infantería de la ciudad de Trujillo, solamente he recibido dinero para un día de viatico y he cumplido con pagarles a todos, tu reclamo no tiene fundamentos, retírate", ante su respuesta lo insistí con más fuerza, a quien le dije lo siguiente "Mi comandante no trates de engañarme, en las elecciones para presidente te has quedado con dos días de viatico de todo el personal, has mandado falsificar firmas, ahora si tienes que pagarme todo", circunstancia que el mencionado oficial se alteró, mandó llamar al mayor Francisco Corral, ambos oficiales trataron de intimidarme con amenazas de sanción de arresto simple, pero me puse firme en mis reclamos, a quienes le dije: "Se niegan a pagarme, muy bien se las verán con la Inspectoría de la 32a Brigada de Infantería de Trujillo, si la Inspectoría de Trujillo no acciona, me presentaré en el Ministerio de Defensa". En este batallón, desde el año 1999 todos los comandantes se ensuciaron las manos con el dinero de las Elecciones Municipales y Presidenciales que fueron enviados por la ONPE como parte del viatico del personal militar de menor jerarquía, tanto para el reconocimiento de locales y por la participación del personal durante la votación, nos enviaron a diferentes zonas prácticamente sin racionamiento ni viáticos, llegando a los lugares de votación teníamos que coordinar con algunos candidatos que de alguna manera simpatizaba con el personal del Ejército y también con autoridades de la localidad, quienes siempre nos apoyaban con algo de comida y hasta alojamiento, de esta manera el dinero del Estado entregado para los viáticos del personal militar de los batallones se quedaba en los bolsillos de mis Generales y Comandantes. Durante mis reclamos ante el señor comandante don Carlos Orrego, nadie me apoyó, el personal de Oficiales, Técnicos y Suboficiales, como cobardes permanecían callados, como es normal en el Ejército del Perú el personal mas piensa en sus calificaciones (notas) del fin de año; ergo, permanecían en completo silencio; finalizado la discusión no llegué a ningún acuerdo ni solución con el Comandante; por ende, en el acto me retiré para ocupar mi puesto en el Centro de Comunicaciones; siendo las 13:00 horas, aproveché la hora de rancho salí del cuartel, inmediatamente me apersoné a la oficina de mi abogado, desde esta oficina envié por FAX mi queja a la Inspectoría de la 32a Brigada de Infantería acantonado en la ciudad de Trujillo y también a la Inspectoría de la RMN, con sede en la ciudad de Piura.

El día lunes 27 de noviembre, siendo las 07:00 horas para la sorpresa de todos, procedente de la ciudad de Trujillo llegó el personal de la Inspectoría de la 32a Brigada de Infantería, quienes inmediatamente ordenaron formar en el patio de armas a todo el personal de Oficiales Técnicos, Suboficiales y Tropa Servicio Militar Voluntario; primero le preguntaron a la Tropa, quienes a una sola voz dijeron que solamente habían recibido S/40.00 de los S/120.00 que les correspondía por los tres días de viáticos, los suboficiales también dijeron que solamente habían recibido S/100.00 de los S/300.00 que les correspondía por tres días de viáticos, en seguida el personal de Técnicos dijeron que solamente habían recibido S/120.00 de los S/360.00 que les correspondía por tres días de viáticos, el personal de Oficiales subalternos también dijeron que solamente habían recibido la suma de S/140.00 de los S/420.00 que les correspondía por los tres días de viáticos, además todos dijeron que no les habían pagado del reconocimiento de locales de votación que se llevó a cabo un mes antes del sufragio, en ese momento ante los reclamos del personal el equipo de inspectores se quedaron totalmente sorprendidos con todas las evidencias. El coronel Inspector en voz alta dijo: "Comandante Orrego en estos momentos en mi presencia que se efectué el pago a todo el personal de Oiciales, Técnicos, Suboficiales y Tropa", en instantes el teniente tesorero y sus ayudantes con sus planillas y portado un maletín llegaron al patio de armas y procedieron a pagar a todo el personal, recibiendo sus pagos que feliz se sintieron todos, algunos Oficiales, Técnicos, Suboficiales y Tropa Servicio Militar Voluntario, me felicitaron. Por los problemas que ocurrió en la construcción de carretera en el departamento de Cajamarca, por los problemas con el dinero de la ONPE en las Elecciones Presidenciales y Municipales, el Comandante Orrego inmediatamente fue depuesto del Comando del Batallón de Ingeniería de Combate Motorizado N° 32 y como castigo enviado al Comando Administrativo del Cuartel Genera del Ejército en San Borja, Lima.

Como es de conocimiento general la mega y la mediana corrupción que se inició en el primer gobierno del presidente Alan García Pérez, se acentuó durante los dos periodos de gobierno del ingeniero Alberto Kenya Fujimori y se fortaleció durante los sucesivos gobernantes pseudo "democráticos" de turno empezando desde el presidente transitorio de Paniagua, después por los presidentes electos por cinco años, Alan García, Alejandro Toledo, Ollanta Humala y PPK); por ende, el conjunto de instituciones del Estado peruano dentro de su organización se llenó de funcionarios públicos delincuentes y las instituciones castrenses también no fueron ajenos a estos males; ergo, la corrupción en los cuarteles se incrementó en todas las guarniciones por la culpa de malos elementos que comandaron Batallones, Grandes Unidades de Combate y Comandos de las Regiones Militares. A partir del año 1990 a la fecha permanece en la superficie la miseria moral de los Comandantes y Generales del Ejército. Queda en la historia de los Batallones de Ingeniería del Ejército peruano a nivel nacional, que en el año 2006, casi todos los Comandantes cayeron por malos manejos en diversos tipos de trabajos en convenio con el Ministerio de Transportes y Comunicaciones, por actos de corrupción algunos comandantes fueron dados de baja y encarcelados, otros recibieron castigados de arresto, así por la culpa de los malos elementos del Ejército en estos últimos tiempos estamos siendo juzgados y somos mal vistos por toda la sociedad.