martes, 18 de enero de 2022

SOLDADOS CHILENOS MURIERON ENVENENADOS EN CHAVÍN DE HUÁNTAR ANCASH PERÚ 17 DE JUNIO DE 1883

El día viernes 15 de junio de 1883, las poderosas fuerzas chilenas de 3200 hombres llegaron a la puna Torres que pertenece al distrito de Huallanca, provincia de Bolognesi. En esta puna las fuerzas chilenas al mando del coronel Marco Aurelio Arriaga Palacios y coronel Juan León García se dividieron en dos, los mandos chilenos temiendo una contramarcha de las fuerzas peruanas hacia el Centro del Perú, enviaron el tercio de su ejército con destino al distrito de Chavín de Huántar, porque el General Cáceres se les había escapado desde Agua Miro, distrito de la Unión, capital de la provincia de Dos de Mayo, Huánuco.

El día sábado 16 de junio, siendo las 07:00 hora, el tercio de las fuerzas chilenas de 1200 hombres de las tres armas (infantería, caballería y artillería), al mando del coronel Juan León García abandona la puna Torres y se desplazan con destino al distrito de Chavín de Huántar, por la ruta de la puna Mashra, Huanquin, llegando hasta el caserío de Qunín, lugar donde pasaron la noche.

El día domingo 17 de junio, siendo las 07:00 horas, las fuerzas chilenas abandonan el caserío de Qunin, pasan por los caseríos de Pichiu, Machac, Mosna y Quercos, siendo las 13:00 horas, llegaron al distrito de Chavín de Huántar, provincia de Huari. En este distrito también como en todos los lugares por donde pasaron las tropas invasoras causaron muchos destrozos, saquearon comercios, incendiaron viviendas, robaron animales, casa por casa buscaron dinero y sobre todo alhajas, torturaron a inocentes y violaron a muchas mujeres. 

En los años de 1970 vivió en Huayrongha cerca al caserío de Challhuayaco, lado Sur del distrito de San Marcos, provincia de Huari, un anciano sobreviviente de la batalla de Tarapacá, este veterano de guerra se había desplazado desde la ciudad de Tarma, Junín como tropa de infantería del General Cáceres, a él lo dejaron en este desolado paraje porque se enfermó. Pasaron los años, el veterano hizo su vida en este lugar, él como muchos de mis familiares de esa época comentaban que, en el distrito de Chavín, como represalia por los abusos y robos que cometían las tropas invasoras, envenenaron a más de 70 soldados chilenos. Esas narraciones de mis antepasados que de alguna manera presenciaron el tránsito de las fuerzas chilenas por estas tierras las narro para conocimiento de las futuras generaciones.

"Muchos comentaban que, en aquellos años difíciles para la patria, vivía en el distrito de Chavín de Huántar una distinguida dama, doña Rosaura Beteta Solís, mujer joven, muy hermosa y de gran carácter. El 16 de junio en horas de la mañana llegó al distrito de Chavín de Huántar la noticia que un contingente de 1200 chilenos se acercaba por la ruta de la puna Mashra y Qunin persiguiendo a los guerrilleros del General Cáceres y de paso para abastecerse de alimentos y animales; entonces cundió un gran pánico por todo el pueblo y muchos huyeron a las zonas altas a esconderse.

La casa de doña Rosaura, estaba ubicada en el sector del antiguo mercado, frente a la plaza de armas, era muy amplia y las habitaciones principales conectaban con una galería subterránea muy antigua; en esas circunstancias ella ideó un plan; el día domingo 17 en horas de la mañana preparó un gran banquete que dejó listo para servir; y llenó en costales todo tipo de alimentos, dejó encostalado harinas de trigo, arvejas, habas; abundantes panes, bizcochos, gran cantidad de "charqui" (carne seca); luego doña Rosaura se escondió en su galería ancestral, que tenía a manera de sótano en su casa; y pidió a uno de sus sirvientes que cubriera la entrada con una gran laja de piedra y así esperó el desenlace. 

Siendo las 13:00 horas aproximadamente llegaron la vanguardia de hambrientos soldados invasores, grande fue la sorpresa que encontraron al ver el pueblo sin habitantes, las casas comerciales totalmente vacías, casas comunes vacías; excepto una grande que estaba ubicado en la misma plaza de armas; la casa de doña Rosaura; a este inmueble ingresaron los soldados chilenos desesperadamente buscando comida, encontrando un banquete que estaba caliente; dijeron: "Estos cobardes han abandonado sus casas y nos han dejado el almuerzo listo para servirnos y comenzaron a almorzar los ricos pucheros con jamones de chancho serrano, caldo de gallina, el picante de cuy con papas, el llushtu de trigo, mazamorra de calabaza, como para bajar la comida bebieron abundante chicha de jora, etc; habían quedado muy satisfechos con los deliciosos manjares de la tierra chavina. Después de tan opíparo almuerzo, uno a uno los soldados chilenos fueron cayendo muertos, como moscas ¿qué había pasado?, pues la hábil y astuta Rosaura había envenenado toda la comida, así todo un contingente muy hambriento de 70 soldados chilenos, incluidos sus oficiales murieron envenenados, gracias al ardid heroico de la gran Rosaura".