jueves, 17 de diciembre de 2020

LLEGADA DEL EJÉRCITO PATRIOTA AL DISTRITO DE AGUA MIRO HUÁNUCO CAMPAÑA DE LA BREÑA 7 DE JUNIO 1883

El 21 de mayo en horas de la tarde, desde la ciudad de Tarma, Junín, las debilitadas tropas peruanas de 2240 hombres pesimamente mal armados iniciaron el desplazamiento hacia el Norte del Perú, fueron perseguido por dos divisiones chilenas de 3200 hombres de las tres fuerzas y bien armados. Las fuerzas patriotas en su mayoría a pie y descalzos, después de un largo y penoso desplazamiento en las zonas del departamento de Junín y Cerro de Pasco llegó al departamento de Huánuco.

Entre los días 1 al 4 de junio, el Ejército del Centro permaneció en Huánuco, capital del departamento. Se ordenó el descanso prolongado por la necesidad de que las tropas se fortaleciesen para la difícil marcha por las cordilleras y punas que llevaría a la ciudad de Huaraz, capital del departamento de Ancash, y a la de procurar algunos recursos económicos. Esto último fue difícil de conseguir, pues los grandes potentados de la provincias se hallaban escondidos en sus haciendas del interior, y fue ínfima la suma de dinero que se logró reunir, proporcionada mayormente por los pobladores de modesta condición: Al respecto los secretarios de Cáceres apuntaron, "desgraciadamente todos los esfuerzos fueron inútiles, y apenas se tuvo pequeña suma de soles en billetes; las personas adineradas que pudieron prestar algunos auxilios a nuestro ejército se encontraban escondidos en sus fundos y no era posible estimular su patriotismo". Poco dinero que se obtuvo apenas sirvió para la adquisición de algunas subsistencias para las tropas. 

El 4 de junio, siendo las 13:00 horas, en creencia de que las poderosas tropas chilenas ocupaban Ambo, el ejército peruano abandona la ciudad de Huánuco, marchando hacia la quebrada de Higueras, punto designado para pernoctar pues adelante seguía una zona montuosa inconveniente para la marcha nocturna. El coronel Secada que se desplazaba en vanguardia al mando de dos divisiones no ocupa la hoyada de Higueras y continuó su marcha hacía Mito, cuando ya caía la noche, esa noche aprovechando la oscuridad algunos elementos de tropa se extraviaron en el camino y otros se desertaron dejando sus fusiles, las armas y municiones se veían tirados en los potreros de maíz, dando como resultado de mas de 100 desertores, que produjo el error de Secada. El ejército se había dividido, algunas divisiones pernoctaron en Higueras y otros en Mito. Recién a media mañana del día 5 de junio llegó al caserío de  Mito el resto del Ejército, y tras consumir un frugal rancho se continuó la marcha hacía el paraje de Chasqui. Fueron 9 leguas de marcha forzada, por las "repetidas cuestas y fragosidades del terreno". Chasqui era un caserío carente de recursos, situado en plena puna donde no encontraron pasto para las bestias. En Cajas Chico la tropa pernoctó a la intemperie, soportando un fuerte aguacero.

El día miércoles 6 de junio, siendo las 06:00 horas, las fuerzas peruanas abandonan Chasqui y se trasladan a Sulluyacu, a donde llegaron siendo las 18:00 horas, en este caserío pernoctaron. Durante este desplazamiento lo más saltante de la jornada fue el paso del rio Marañón, que corría tranquilo por entre los cerros.

El día 7 de junio, tras un ligero desayuno en Sulluyacu, el ejército patriota prosiguió la marcha cruzando pantanos y muchas abras donde se fatigó la tropa. Se ordenó un breve descanso en Malpo, al reanudar la marcha, para cubrir el tramo que conducía a Aguamiro se presentaron a Cáceres los curas de Carhuamayo y Aguamiro, portando botellas de vino blanco que en ese difícil trance reconfortaron bastante a los jefes. Dos horas duró la subida por una quebrada llamada De las Siete Estaciones, porque se pasaba siete veces el riachuelo que corría por esos cerros. Desde estos caminos los combatientes de la breña contemplaron las ruinas incaicas de Huánuco Viejo, situadas en una inmensa llanura sobre Aguamiro.

El día jueves 7 de junio de 1883, siendo las 20:00 horas, el ejército peruano de 2240 hombres hacía su ingreso al distrito de Aguamiro, soportando torrencial lluvia. Nadie pudo descansar esa noche, pues "torrentes de agua pasaban por los pies de la tropa" además no encontraron comida, pese a que se ordenó a las autoridades del lugar tenerlas preparadas. El General Cáceres, sumamente contrariado, ordenó la prisión del subprefecto, que fue acusado por los pobladores de haberse opuesto a la preparación del rancho; en el acto se le sometió a juicio y fue destituido. Asimismo se levantaron cargos contra el gobernador pero éste no fue hallado; hubo informe de habérsele visto ocultando alimentos en su casa, y en efecto, al ordenar el General su allanamiento pudo encontrarse almacenadas gran cantidad de papas, ollucos, granos, y coca, productos que de inmediato fueron distribuidos entre la tropa para levantarle la moral. Atendiendo las sugerencias de los pobladores patriotas Cáceres en el acto nombró un nuevo gobernador, y gracias a sus servicios pudo mantenerse la tropa durante las tres noches y dos días que duró allí su estancia. En este distrito Cáceres nuevamente se reunió con su esposa e hijas que siempre habían marchado por delante del grueso del ejército, como es normal en situaciones de mucho peligro, el General a fin de no exponer a su familia, ordenó que, en algunas rutas, tomase la delantera, siempre protegida por una escolta conformada por oficiales y guerrilleros. En el distrito de Aguamiro el Ejército del Centro descansó dos días, 8 y 9 de junio de 1883. 

El día 10 de junio en horas de la mañana continuaron el desplazamiento con destino al distrito de Chavín de Huántar, por la ruta del Camino Inca de Tambillos y Taparaco, en este último paraje pasaron la noche; el día 11 continuaron la marcha por las zonas de Andachupa y por la planicie de Jatum Kolla, Ichik Kolla, llegado en una tarde radiante de sol hasta el encajonado paraje de Coyllur cerca al caserío de Challhuayaco, lado Sur del distrito de San Marcos, provincia de Huari, lugar donde pernoctaron.

En el mes de abril de 1883, el contraalmirante Patricio Lynch Solo, jefe de la ocupación chilena, instalado cómodamente en el palacio de gobierno de Lima, despliega 15 mil hombres bien armados por diferentes frentes con destino al Centro y Norte del Perú, hubo divisiones chilenas en las zonas de Junín, Huancavelica, en la zonas de la costa ocuparon todos los puertos del litoral desde Ica hasta Paita en el departamento de Piura; la finalidad de los invasores fue rodear y aniquilar a las debilitadas fuerzas peruanas; que en esas circunstancias difíciles para la patria como parte de la estrategia con fecha 20 de mayo por la decisión de la Juta de Tarma se retiraban con destino al Norte del Perú, para la captura del General traidor Miguel Iglesias Pino, quien se había rendido disolviendo al Ejército del Norte, luego entró en negociaciones de paz con los chilenos para la sesión territorial de Tarapacá, Tacna y Arica . 

En esta etapa de la guerra, principalmente después del grito o manifiesto en la hacienda Montan en Cajamarca llevado a cabo el 31 de agosto de 1882, la situación para el Perú se puso muy difícil, debido a la presencia claudicante de muchos oficiales y civiles del grupo de poder económico, adeptos al General traidor Miguel Iglesias Pino, quienes a nivel nacional comenzaron a colaborar con los altos mandos del Ejército chileno, ya no querían que se prosiga la guerra, porque la permanencia de los chilenos en el Perú a los grupos de poder económico no les convenía por que los invasores les imponía fuertes cupos. Grupos de poder como los grandes hacendados, mineros, guaneros, grandes comerciantes, como apátridas se unieron al bando enemigo como parte del "Ejército Pacificador del Perú", estos traidores sirvieron como propagandistas, guías, acopiadores de provisiones y principalmente como informantes en contra de sus propios connacionales que luchaban al mando del General Cáceres para expulsar a las fuerzas invasoras.

No hay comentarios.:

Publicar un comentario