miércoles, 29 de mayo de 2019

LLEGADA DEL EJÉRCITO PATRIOTA A CHAVÍN DE HUÁNTAR HUARI ANCASH CAMPAÑA DE LA BREÑA 12 JUNIO 1,883

La tercera etapa de la Campaña de la Breña, comprendido desde el (06 de mayo de 1883 - 02 de agosto 1883). En esta etapa de la guerra las fuerzas peruanas del Centro del Perú, procedente de la ciudad de Tarma, Junín de 2260 hombres al mando del General Cáceres llegaron a este milenario distrito el día martes 12 de junio de 1883, antes del medio día. Las fuerzas peruanas se dirigían a Cajamarca para la captura del General traidor Miguel Iglesias Pino.

El 21 de mayo de mayo de 1883, cumpliendo la decisión de la Junta de Tarma, las fuerzas peruanas del Ejército del Centro de 2260 hombres al mando del General Cáceres, abandonan la ciudad de Tarma, Junín, iniciando el largo y penoso desplazamiento a pie hacia el Norte del Perú con la misión de capturar al traidor de Cajamarca General Miguel Iglesias Pino, quien disolviendo al Ejército del Norte bajo su mando había entrado en negociaciones de paz con los jefes chilenos para la entrega de Tarapacá, Tacna y Arica.

Las fuerzas peruanas de 2260 hombres después de pasar por Cerro de Pasco y Huánuco, el día jueves siete de junio de 1883, en la noche, llegaron al distrito de Agua Miro, hoy conocido como el distrito de La Unión, capital de la provincia de Dos de Mayo. El día domingo 10 de junio, siendo las 07:00 horas, inició el desplazamiento desde el distrito de Aguamiro, con destino al distrito de Chavín de Huántar, provincia de Huari. Cuando finalizó el despliegue del último soldado, una hora después salió el General, acompañado de sus ayudantes, secretarios y la escolta. Desde un principio el camino se les presentó muy difícil, pedregoso y con muchos atolladeros, pero en ciertos tramos el antiguo camino de los Incas les presentó un trazo admirable, llano y muy espacioso, que los combatientes breñeros admiraron. Al respecto el combatiente De los Heros, anotó lo siguiente: "Parece una calle ancha, horizontal y bien alineada, y en ella se notan claramente los vestigios de esa gran obra de la civilización imperial, tanto más asombrosa por las inmensas dificultades que vencieron para construirla". Después de un sacrificado marcha de seis leguas por las rutas de Tambillo, llegaron a la puna Taparaco en el sector de Andachupa, lugar donde pasaron la noche soportando el intenso frió del verano serrano, lugar donde también hallaron tres chozas de paja abandonada, careciendo de leña hubo necesidad de deshacer esas casuchas, cuyo material sirvió de combustible para tostar un poco de cacha, que otro alimento no pudieron consumir los soldados en aquel inhóspito paraje. El General, por su parte, se conformó con un poco de infusión de hojas de coca, bebida a la que se habituó para soportar el rigor de la marcha en las altas punas.

El día lunes 11 de junio, siendo las 06:00 horas, se reanudó la marcha desde la puna Taparaco con destino al distrito de Chavín de Huántar. Esta jornada fue de las más penosas, según la versión de todos los cronistas, por ejemplo, el combatiente Pedro Manuel Rodríguez, habló de un "camino infernal" y el combatiente De Los Heros lo describió como laderas resbaladizas, bajadas muy pendientes, quebradas y atolladeros a cada paso, el combatiente huamachuquino Abelardo Gamarra por su parte recordó que anduvieron por el "peor camino imaginable, cubierto de profundos pantanos, en algunos de los cuales fue preciso colmar con piedras y fajina para que pudiera pasar los animales con sus cargas de artillería, cajas de municiones y otros. Relacionado a este desplazamiento el general Cáceres mencionó en sus memorias que "se despeñaron algunas mulas en los barrancos, o quedaron sumidas en el cieno, perdiéndose con ellas la carga que llevaban, la artillería se trasladó con mucho cuidado y las bestias cuidadosamente guiadas por sus acemileros". 

El ejército patriota conformado en su mayoría por aguerridos soldados huancayinos y ayacuchanos, aprovisionados con la infaltable coca y cancha tostada que les servía como alimento, en su mayoría a pie, armados con fusiles obsoletos, en plena puna, recorrieron por la llanura de Ichic Kolla y Jatum Kolla, una distancia de 40 kilómetros, sobre los 4000 metros de altura sobre nivel del mar. Venciendo todo tipo de obstáculos, una tarde soleado, siendo las 15:00 horas, el Ejército patriota de 2260 hombres llegó al paraje de Huayrongha, cerca al caserío de Chalhuayaco, lado Sur del distrito de San Marcos. En este hermoso paraje encajonado, cubierto de abundantes árboles quinual, soportando en horas de la noche la temperatura de 10° grados bajo cero, pernoctó el grueso del Ejército, como es normal aquella noche el General Cáceres, su esposa e hijas, permanecieron junto a la Tropa. 

El día marte 12 de junio, siendo las 07:00 horas, el General Cáceres abandonó el paraje de Huayrongha, ubicado en el sector del caserío de Chalhuayaco, lado Sur del distrito de San Marcos, provincia de Huari, Ancash. Al respecto en los años de 1970 algunos familiares, entre ellos mi abuelo Eliceo Ramírez Cadillo quien en aquellos tempos tenía la edad de 8 años, testigos presenciales de dicho desplazamiento me comentaron, que habían visto al General Cáceres bajar desde el encajonado paraje de Huayrongha montado en un hermoso caballo negro de frente blanca, en el caserío de Challhuayaco los campesinos le recibieron con abundante chicha de jora, el General había brindado con sus escoltas y ayudantes, luego pasó por el caserío de Chullus, pasó por el caserío de Quercos; en la retaguardia del grueso del ejército se desplazaba la señora Antonia Moreno Leyva y sus tres hijas, acompañadas por 15 campesinas, todas bien resguardadas por los guerrilleros. En el distrito de Chavín, gracias a las actividades del subprefecto Boubi, los pobladores del distrito y sus caseríos acudieron a tributar y recibieron entre aplausos a todos los combatientes, para este acontecimiento histórico habían "adornaron las calles con vistosos arcos y banderas, además prepararon abundante rancho para los combatientes". 

En el distrito de Chavín de Huántar, recibieron caballos y mulas para el traslado de cargas, tropa enferma y para el traslado de oficiales, pues muchos de ellos se desplazaban a pie la dura marcha. Cáceres pensó entonces lo bueno que hubiese sido que esos elementos de movilidad los hubiese logrado antes, pues en el tránsito desde el distrito de Aguamiro, sobre todo en los sectores de Ichik Kolla y Jatum Kolla por falta de ellos, dejó varias cargas de municiones y algunos enfermos que luego serían víctimas de la barbarie chilena, como el subprefecto Pardo, que moriría cruelmente asesinado en el distrito de Aguamiro. Posiblemente su asesinato fue ordenado por el coronel del ejército peruano traidor Luis Milón Duarte, fiel aliado de los chilenos. 

El 12 y 13 de junio de 1883, el histórico distrito de Chavín de Huántar, de clima agradable y de habitantes patriotas, colaboró con el Ejército del Centro y sirvió de campamento al General Cáceres y sus Tropas, para un reparador descanso. Como era de esperarse el monumento arqueológico del Antiguo Perú que se desarrolló durante el Horizonte Temprano que tuvo su centro de desarrollo en este hermoso valle entre los ríos Mosna y Huachecsa a 3185 metros sobre el nivel del mar, le impresionó a las tropas patriotas. El río Mosna (nace en las alturas de la puna Taruscancha y recorre de Sur a Norte por Recudo, caseríos de Qunin, caserío de Mosna, Machac y Quercos); y el río Huachecsa (nace al pie del famoso nevado Huantsán y baja por las zonas del pintoresco caserío de Jato, caserío de Chichucancha, Chacpar y Lanchan, que está en el lado Oeste del distrito de Chavín de Huántar.

El día miércoles 13 de junio, algunos oficiales y secretarios del General le solicitaron autorización para visitar el monumento arqueológico del Antiguo Perú que se desarrolló durante el Horizonte Temprano que tuvo su centro de desarrollo en las inmediaciones de este distrito, lógicamente, el permiso fue concedido, dando nueva ocasión a los combatientes De los Heros y Rodríguez para fungir de arqueólogos aficionados, siendo muy aceptables sus comentarios: Escribieron lo siguiente. "Este monumento que ha sido visitado por muchos viajeros según se ve en las inscripciones que han dejado cada uno de ellos, pertenece sin duda a la época anterior a los incas, pues su construcción no tiene semejanza con las del imperio. Es todo de piedra, grandes masas toscamente labradas, pero perfectamente unidas. Se compone de una serie de callejones estrechos y cruzados en diversas direcciones; a cortas distancias, también hay espacios, también estrechos, que parecen cuartos. En el centro se eleva una mole, como especie de columna, de forma prismática y con grabados por los lados, representando cabezas de dragones, cadenas, manos y caras humanas. El comandante La Puente y el amanuense Cortés sacaron un dibujo, que fue arreglado después por el señor Paz, profesor de la Escuela de Ingenieros, fue fotografiado por el ingeniero Remy, profesor del mismo establecimiento. El palacio consta de dos pisos; se dice que se comunica por debajo del río con un cerro vecino. Es un verdadero laberinto, se necesita penetrar con un guía para no perderse; tiene más bien el aspecto y forma de prisión, que de palacio. En muchos puntos está destruido por las excavaciones que se han hecho buscando tesoros. El puente del río, que atraviesa el pueblo, es de una sola piedra de once metros de largo y de cerca de dos metros de ancho, que ha sido extraída del mismo palacio. Siguiendo la costumbre de los visitantes antes de retirarse dejamos algunas inscripciones como recuerdo del paso por ese pueblo del ejército en época tan angustiosa".

El día miércoles 13 de junio en el distrito de Aguamiro, el coronel chileno Marco Aurelio Arriagada, recibió información precisa de sus colabores peruanos que las fuerzas del General Cáceres se encontraban descansando en el distrito de Chavín de Huántar. En aquellos días el General Cáceres desconocía por completo la ubicación y la ruta por donde se desplazaban las fuerzas chilenas. El mando chileno no decide seguir a las fuerzas peruanas por el mismo camino, es decir por las rutas de Tambillos, Taparaco, Andachupa, Ichic Kolla y Jatun Kolla, etc; optando la ruta hacía el distrito de Huallanca, llegando a la puna Torres de la familia LLanos el 15 de junio.

En Chavín de Huántar, el General Cáceres desconocía por completo el desplazamiento del tercio del ejército enemigo hacía este distrito, pues de haberlo sabido seguramente lo hubiese esperado a las fuerzas del coronel León García, cuyo tercio de sus tropas, lo superaban ampliamente las tropas peruanas, y no habría tenido mayor problema en aniquilarlo, pues las tropas peruanas acostumbrados a este tipo de desplazamientos a pie más aun teniendo en cuenta que la gran mayoría de los combatientes lo conformaban los campesinos del ande, mal armados en su mayoría pero incomparables en cuanto al valor, moral  y sacrificio.

El día jueves 14 de junio de 1883, siendo las 07:00 horas, el Ejército del Centro, ignorando lo que sucedía en su retaguardia con las fuerzas invasoras, abandonó el distrito de Chavín de Huántar. El General Cáceres y su escolta, como siempre salió en retaguardia, dos horas más tarde. La tropa se encontraba con la moral en lo más alto, pues mucho había mejorado la moral del personal con el apoyo brindado por los chavinenses. Desde el distrito de Chavín prosiguieron la marcha por la ruta ancestral pre Inca por los sectores de los caseríos de Nunupata, Chuna, Lanchan, Chacpar y Chichucancha; después de recorrer la puna Shongo, siendo las 12:00 horas llegaron a la cordillera de Yanashallas sobre los 4700 m.s.n.m, cuya ascensión se había presentado como un verdadero reto, teniendo al frente el nevado Huantsán de 6,370 metros de altura. El ejército patriota siendo las 
17:00 horas de una tarde radiante de sol, en un esfuerzo por demás admirable, había avanzado hasta el otro lado de la cordillera de los andes, plantando campamento en las faldas de la puna Arhuaycancha bajo los rigores de un congelante frío de verano serrano sobre los 4500 m.s.n.m. Cuando todos los incansables combatientes breñeros alcanzaron la cumbre, se les presentó un espectáculo impresionante: "desde allí se divisaba el nevado Huascarán, el hermoso Callejón de Huaylas, formado por las cordilleras Negra y Blanca". Desde este lugar, el General Cáceres envió en comisión de servicio a De los Heros, Manuel Rodríguez y Elespuro, con encargo de que, llegando al distrito de Olleros, solicitasen acémilas de carga a las autoridades del distrito de Recuay y de la provincia de Huaraz, caso contrario tendrían que abandonar más cajas de municiones y demás equipaje pesado sobre todo de la artillería. Poca cantidad de mulas y caballos pudo enviar Jesús Elías desde el distrito de Olleros, y nuevamente los oficiales debieron desmontar para permitir el acarreo de los pertrechos. 

Nuestro ejército que no conocía dificultades, subió esta larga y empinada cuesta de camino ancestral pre Inca desde Chavín hasta la cumbre de Yanashallas, ubicado a 4700 metros de altura sobre nivel del mar, un camino empinado, cubierto de atolladeros y otros obstáculos sumamente peligrosas. En muchos tramos la artillería y las municiones lo trasladaron en hombros y sobre las espaldas, pues no había bestia que pudiese resistir esa subida como de cinco leguas. La arenga pronunciada por el General en ese difícil momento fue oportuno acicate para vencer los obstáculos en esos caminos de inmensas montañas. 

El día viernes 15 de junio, siendo las 06:00 horas, reanudaron la marcha desde el paraje de Arhuaycancha, pasaron por el caserío de Huaripampa, siendo las 11:00 horas, el General Cáceres y su Ejército entraron al caserío de Canray Chico y distrito de Olleros, donde sólo permanecieron una hora para consumo de rancho que preparó el generoso y patriota pueblo. En horas de la tarde el grueso del ejército bajó desde el distrito de Olleros hasta el puente Bedoya y se desplazaron por el camino llano con destino a la ciudad de Huaraz, Ancash, presentándose durante el trayecto el jefe político y militar del Norte, don Jesús Elías; y el prefecto de la ciudad de Lima, don Elías Mujica. Las fuerzas peruanas llegaron a la ciudad de Huaraz, el día viernes 15 de junio de 1883.

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