lunes, 25 de septiembre de 2017

LA HISTORIA DE INFILTRADOS SENDERISTAS EN LAS FILAS DEL EJÉRCITO PERUANO (1982 - 2000)

Desde el año de 1982 el Partido Comunista del Perú Sendero Luminoso (PCP-SL) comenzó a infiltrar su personal en las filas de Ejército peruano, por ende se recomendó que “no se capte reclutas oriundos de las zonas declarados en estado de emergencia debido a que al poco tiempo este personal infiltrado se desertaba llevándose los armamentos que tenían bajo su responsabilidad", así como documentación de alta clasificación para ser entregado a los grupos subversivos. 

Uno de los casos más divulgados fue el del sargento 1° EP conocido con el seudónimo “Cholo negro”, quien tras cumplir su Servicio Militar Obligatorio se reenganchó en el Ejército peruano con el grado de sargento 1°, ganándose la confianza del personal de Oficiales, Técnicos y suboficiales del Batallón Contrasubversivo “Mariscal Cáceres” N° 43 del distrito de Pampas, provincia de Tayacaja, departamento de Huancavelica. En esta Base Contrasubversivo el sargento infiltrado recibió el curso de operación de material de comunicaciones de alta frecuencia (HF) Thomson TRC 372 y cifrado y descifrado de mensajes enclavados, es decir tenía acceso a documentación “Estrictamente Secreto”.


El 10 de octubre de 1988, el sargento 1° con el seudónimo “Cholo Negro” en su condición de infiltrado, atacó con granada de mano a 27 soldados de la Base Contrasubversivo N° 43 de Tayacaja. De manera secreta había coordinado con los subversivos el área por donde dirigiría a los efectivos bajo su mando (Tropa). Los hechos ocurrieron al mediodía, el “cholo negro” ordenó guardar los fusiles en el almacén de armamentos y luego el personal de Tropa se dirigió a pasar rancho del medio día. A todo esto, algunos dicen que el mismo almacenero de armamentos también había sido infiltrado, que producido el ataque tenía la misión de abrir el almacén de armas y entregar todo a los grupos subversivos, sin embargo producido el ataque él se había arrepentido y por ende reaccionó defendiendo su puesto con mucho valor empleando para la defensa una ametralladora MAG y no permitió la sustracción de armamentos, justamente él  es el único sobreviviente que narró las acciones del “Cholo negro”, quien dijo a los investigadores que el sargento infiltrado antes de iniciar las acciones primero había eliminado al jefe de la Base Contrasubversivo y luego arrojó una granada de mano dentro el personal de tropa desarmado, pero uno de los perros que se encontraba en las inmediaciones había cogido el artefacto con la boca y que en instantes voló, de esta manera algunos individuos de la Tropa se habían salvado. En esas circunstancias había aparecido por la puerta principal un camión con personal subversivo a bordo, bajó del vehículo un supuesto capitán, quién dijo soy capitán, vengo como relevo del personal de la Base” en ese momento cuando el centinela de la puerta principal solicitó su identificación, sin haberla mostrado, a la fuerza intentó traspasar la tranquera, en ese momento el “Cholo negro” aventó la granada de mano contra los desarmados elementos de Tropa que se encontraban formados con sus bandejas en la zona de rancho, asesinando en el acto a sus 18 subordinados. El soldado almacenero de armamentos sólo en su puesto no permitió el ingreso de los subversivos ni permitió robo de los fusiles, ante el fracaso de sus planes el “Cholo negro” huyo vestido con uniforme militar de campaña, llevándose consigo su fusil FAL de dotación.

En el mes de julio de 1993 la patrulla “Huascaran” de 21 hombres bajo mi comando, procedentes de la Base Contrasubversivo N° 323 procedente del distrito de Tayabamba provincia de Pataz, juntamente con la patrulla de la Base Contrasubversivo de la Mina Marsa, al mando de un oficial del grado de teniente; persigue a una columna de 120 combatientes del Partido Comunista del Perú (PCP-SL) en los empinados cerros que está al frente del caserío de Arcaypata, donde en hábil maniobra los combatientes subversivos en un cerro de forma cónica nos hizo un engaño admirable, en estos cerros ellos no caminan, este personal corre a toda velocidad tanto en subida y bajada, desde el otro lado del cerro nos gritaban diciendo “corran si pueden, nosotros somos mas tigre que ustedes”. A este grupo subversivo le perseguimos, ellos nos habían sacado buena ventaja en el desplazamiento en un terreno agreste y difícil e intentaron bajar con destino al distrito de Huaylillas, circunstancias en que no nos dimos cuenta que en el mismo cerro habían girado en forma circular, y lo perdimos de vista, cuando subían asustados hacía el caserío de Ucrumarca apareció el helicóptero MI 8 para bombardearlos, se metieron a las chacras de trigo simulando ser campesinos en cosecha y otros se escondieron en las casas y se salvaron. Durante la persecución se escapó el camarada Peter y el camarada Martín, ambos jóvenes campesinos que habían sido reclutados por los grupos subversivos cuando estos trabajaban en las chacras de coca en el departamento de San Martín, ellos se arrepintieron y se presentaron al cuartel del Batallón Contrasubversivo N° 323 con sede en el distrito de Huamachuco provincia José Faustino Sánchez Carrión departamento de La Libertad, allí los encontré como unos soldados mas, en horas de la instrucción a estos les interrogué, al respecto Peter que fue el más instruido, quien me dijo lo siguiente: “Cuando ustedes dispararon el lanzacohetes RPG los mandos se asustaron, como nos perseguían por el mismo camino, el mando que iba adelante giró en el mismo cerro y ustedes se fueron defrente al distrito de Huaylillas, durante esa persecución arrojé mi fusil y nos escapamos con Martín, luego toda la noche y todo el día de hambre hemos caminado hasta llegar al cuartel. En las filas al mando del camarada “Gerardo” habían dos ex sargentos reenganchados del ejército, uno manejaba la ametralladora MAG y el otro manejaba el lanza cohetes RPG, armas sustraídas de las patrullas del Ejército en las emboscadas; había 30 licenciados que en su mayoría habían sido infiltrados en el Ejército, quienes finalizado el Servicio Militar se reintegraron a las filas del partido, algunos se incorporaron porque les gusta la ideología, otros simplemente porque les gusta estar en acción de armas, otros porque les pagan en dólares”

En los años de 1980 y 1990, se dieron un sinnúmero de deserciones del personal de Tropa Servicio Militar Obligatorio, sobre todo durante el primer gobierno del doctor Alan García Pérez y durante el gobierno del régimen de Alberto Kenya Fujimori Fujimori y terminaron enrolados en el Partido Comunista de Perú Sendero Luminoso, como combatientes. Como es de conocimiento general en las zonas de la Selva los grupos subversivos aliados con los narcotraficantes, hasta la fecha mueven millones de dólares para la compra de adeptos, quienes a través del dinero captan al personal licenciado del Ejército, en su mayoría este personal luego de finalizar el Servicio Militar quedan como desocupados y abandonados por el Estado peruano. 
   

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