viernes, 2 de septiembre de 2016

TROPAS PERUANAS Y CHILENAS EN EL DEPARTAMENTO DE ANCASH CAMPAÑA DE LA BREÑA JUNIO DE 1883

La Guerra del Pacifico (1879 - 1883) de Chile contra Bolivia y Perú, dejó heridas muy profundas en nuestros pueblos; que a la fecha pese al tiempo transcurrido los asesinatos, abusos y los robos cometidos por las tropas del invasor aún no ha logrado cicatrizar la memoria de las grandes mayorías. Culminada la campaña naval y la campaña terrestre en el sur, los chilenos ocuparon casi toda la zona Costa del Perú y después de la batalla de San Juan y Miraflores en enero de 1881, ocuparon el palacio de gobierno en Lima, después se desparramaron a sus anchas por las diferentes provincias de la costa y sierra del Perú. 

El General ayacuchano don Andrés Avelino Cáceres Dorregaray, Brujo de los Andes para los chilenos y conocido como el tayta Cáceres por los campesinos del ande peruano, lideró la resistencia nacional en la sierra central. En la primera etapa y segunda etapa de la Campaña de la Breña con el apoyo de los campesinos organizados como guerrilleros en todo el Valle del Mantaro tuvo en jaque a los invasores chilenos durante dos años y medio, en esas circunstancias cuando se necesitaba la unión de todos los peruanos, comenzaron a renacer las viejas alianzas de los traidores peruanos con los líderes de las fuerzas enemigas, hechos que puso en total peligro a las fuerzas peruanas en el Centro del Perú. 

En la tercera etapa de la Campaña de la Breña, el 21 de mayo de 1883 el General Cáceres organiza la heroica y estratégica retirada hacía los departamentos del Norte, desplazándose desde la ciudad de Tarma, pasa por Cerro de Pasco, Huánuco viejo, Aguamiro hoy conocido como el distrito de la Unión provincia de Dos de Mayo. Ingresando al estratégico departamento de Ancash las Tropas patriotas se desplazaron por las rutas del paraje de Huayrongha, Coyllur, caseríos de Challhuayaco, chullus, Quercos, distrito de Chavín de Huántar, caserío de Jato, caserío de Lanchan, Nunupata, Chacpar, caserío de Chichucancha, la puna Shongu, el famoso paso de Yanashallas punta sobre los 4700 metros de altura sobre el nivel de mar, la puna Arhuaycancha, caserío de Huaripampa, distrito de Olleros, provincia de Huaraz, Carhuaz, Yungay, distrito de Yanama, Llumpa, Lucma, provincia de Pomabamba, Sihuas, Corongo, Pallasca. En el mes de julio hicieron su ingreso al departamento de la Libertad, recorriendo las zonas de Santiago de Chuco, Angasmarca, Mollepata, Tres Cruces, localidad de Tres Ríos y la ciudad de Huamachuco. Después de 48 días de penosa y sacrificada marcha llegaron a Huamachuco, ocupando el cerro Cuyulga, el cerro Santa Barbara y el cerro Tucupina. 

En la tercera etapa de la Campaña de la Breña, Patricio Lynch (jefe de la ocupación chilena), a nivel nacional envía a 15 mil hombres bien armados para derrotar a las debilitadas huestes de Cáceres. En esta etapa de la guerra, el comando chileno se la jugo con todo su poderío. Ya se podía advertir la gran preocupación por no haber podido en tanto tiempo doblegar la resistencia de las tropas peruanas en el Centro del Perú. Políticamente, el hecho de no haber llegado todavía a una paz ventajosa, preocupaba a la clase política chilena, hechos que había puesto en grave problema al gobierno de Chile. Por otro lado la resistencia de 2 años y medio de las fuerzas peruanas al mando de Cáceres ya manifestaba total descontento en las fuerzas chilenas y en la masa popular que enviaba a sus hijos al sacrificio. 

En el mes de junio de 1883 las poderosas fuerzas chilenas ingresaron al departamento de Ancash, dos divisiones de 3200 hombres al mando del Coronel Marco Aurelio Arriagada palacios ingresó por el lado sur del departamento de Ancash, por la ruta del distrito de Huallanca, Bolognesi; por el Norte hacía su aproximación las fuerzas chilenas de 1500 hombres al mando del Coronel Alejandro Gorostiaga Orrego, estas fuerzas ya se encontraban en la localidad de Yuracmarca, distrito de Huallanca, provincia de Huaylas; por el sector Oeste subía por la ruta de Casma, distrito de Quillo una fuerza de 600 hombres al mando del Comandante Herminio Gonzales, las tres fuerzas chilenas sumaban 5300 hombres de las tres armas, el objetivo de las fuerzas invasoras había sido rodear por los tres frentes a las fuerzas peruanas en el distrito de Yungay y aniquilarlos. Las fuerzas peruanas dinamitaron todos los puentes sobre el rio Santa y los caminos de uno y otro lado, dejando aislado a los invasores, los chileno fracasaron por completo por los tres frentes.     

En la tercera etapa de la Campaña de la Breña los chilenos creyeron que había llegado el momento para aniquilar a las fuerzas peruanas, poniendo precio a la cabeza de Cáceres, cuyo precio fue la suma de treinta mil soles plata, en ello coincidieron con los militares peruanos traidores que ya se habían unido al ejercito enemigo, juntos formado el ejército que lo denominaron "Ejército Pacificador del Perú". Aquellos oficiales peruanos y civiles que se pasaron al ejercito enemigo fueron los siguientes: Coronel Luis Milón Duarte, coronel Manuel Encarnación Vento, Mariano Castro Zaldívar, Vidal García y García, coronel Lorenzo Iglesias Pino, coronel Joaquín Iglesias Pino, coronel Mariano Vargas Quintanilla, Teodoro Simón Antay, Julio Santiago Hernández, Maximiliano Frías, coronel Gregorio Relayze, coronel Arnaldo Panizo, General Miguel Iglesias Pino y otros, quienes cumplieron la función de espías, guías, acopiadores de ganado y víveres, proveedores de vestuario para las tropas de Chile. Después del manifiesto en la hacienda Montan en Cajamarca el 31 de agosto de 1882., los grandes hacendados y sus peones también se pasaron al bando enemigo

El coronel chileno Juan León García, durante su desplazamiento al distrito de Chavín de Huántar y Huaraz llevó como guía al coronel peruano Luis Milón Duarte, quien aparte también cumplía la función de trabajo psicosocial en los pueblos para lograr el apoyo a las fuerzas chilenas a fin de conseguir abastecimiento por medio de coacción, imponiendo cupos a los pueblos que intentasen resistir.


Durante la Tercera Etapa de la Campaña de la Breña, el ejército chileno conformado por 3200 combatientes de las tres armas, al mando de los coroneles Marco Aurelio Arriagada y Juan León García, después de larga marcha desde Tarma, Cerro de Pasco y Huánuco Viejo, ingresaron al departamento de Ancash. Acostumbrados a los abusos y robos como en el Centro del Perú, las tropas de Chile, causaron muchos destrozos materiales y violaciones a la mujeres, en los lugares por donde pasaban, saquearon comercios, incendiaron viviendas; y maltrataban a los pobladores, tal es así como represalia muchos fueron envenenados. En el distrito de Chavín de Huántar ocurrió uno de los mejores envenamientos a las fuerzas invasoras. En aquellos años difíciles para la patria, vivió en Chavín una distinguida dama, doña Rosaura Beteta Solís, mujer  joven,  muy hermosa y de gran carácter; así llegó  al distrito de Chavín de Huántar la noticia que un contingente de 1200 chilenos se acercaban, persiguiendo a los guerrilleros del general Andrés Avelino Cáceres Dorregaray y de paso para abastecerse de alimentos y animales; entonces cundió un gran pánico por todo el pueblo y muchos huyeron a las tierras altas a esconderse; la casa de doña Rosaura, estaba ubicada en el actual mercado, frente a la plaza de armas, era muy amplia y las habitaciones principales, conectaban con una galería subterránea, muy antigua;  así ideó un plan; preparó un gran banquete, que dejó listo para servir; y organizó todo tipo de alimentos, en pequeñas costales dejó harinas de trigo, alverja, habas;  abundantes panes, bizcochos; gran cantidad de "charqui" (carne seca); luego doña Rosaura, se escondió en su galería ancestral, que tenía a manera de sótano en su  casa; y pidió a unos de sus sirvientes, que cubriera con una gran laja de piedra, la entrada y así esperó el desenlace. Llegaron los invasores, grande fue su sorpresa al ver al pueblo sin habitantes, las casas vacías, algunas incendiadas; excepto una grande que estaba en la plaza de armas; la casa de doña Rosaura; a este inmueble ingresaron desesperadamente buscando comida, que estaba caliente; dijeron: "estos cobardes han abandonado sus casas y nos han dejado el almuerzo listo para servirnos y engulleron los ricos jamones de chanco, los pucheros, los picantes de cuy, etc, los deliciosos manjares de la tierra chavina. Después de tan opíparo almuerzo, uno a uno los invasores chilenos fueron cayendo muertos, como moscas ¿qué había pasado?, pues la hábil y astuta Rosaura había envenenado toda la comida, así todo un contingente de 70 soldados incluidos sus oficiales murieron, gracias al ardid heroico de la gran Rosaura.

Mis familiares de parte de padre, los Pineda, también no se quedaron atrás, activamente colaboraron con los patriotas del Ejército del Centro, desde Chavín apoyaron a los combatientes con sus mulas y caballos para su traslado hasta Huaraz. Montado en estos animales se trasladó la señora Antonia Moreno de Cáceres y sus tres hijas desde Huaraz hasta Casma, para enrumbar secretamente a Lima, donde se asiló en la embajada de España. 

El 10 de julio de 1883, entra en combate contra las fuerzas chilenas, cuyo resultado es hartamente conocido por todos los peruanos.

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