lunes, 10 de julio de 2017

LLEGADA DEL EJÉRCITO CHILENO A LA CIUDAD DE HUARAZ ANCASH CAMPAÑA DE LA BREÑA 19 DE JUNIO DE 1883

El día martes 19 de junio de 1883, siendo las 16:00 horas, las tropas del ejército chileno de 3200 hombres de las tres fuerzas, al mando del coronel Marco Aurelio Arriagada Palacios, efectuaron su entrada en la ciudad de Huaraz, capital del departamento de Ancash, donde aparte de los notables nadie se presentó a recibirlos. Advirtiendo la obvia hostilidad del pueblo huaracino, un soldado chileno anotó lo siguiente: " Huaraz, capital del departamento de Ancash, es una ciudad fea y de sucias calles; en una palabra, es como todas las de la Sierra"

El coronel peruano traidor Luis Milón Duarte, ingresó al lado del coronel y jefe chileno Arriagada, quien no tardó en convencer a esos vecinos notables para que proclamaran su adhesión al gobierno del General Miguel Iglesias Pino de Arce. Al respecto el coronel chileno Arriagada apuntó lo siguiente: "El señor coronel Luis Milón Duarte ha podido organizar un gobierno local y departamental sin obstáculo alguno". A la reunión convocada por el coronel chileno Arriagada y el coronel peruano Luis Milón Duarte, acudieron cuarenta (40) personas locales leales al traidor Miguel Iglesias, encabezado por el doctor Luis Bueno Guzmán, que ejercía la alcaldía que pronunció un furibundo discurso elogiando a las fuerzas pacificadoras. Luis Bueno, al hacer la entrega de las medallas al coronel Arriagada, jefes y oficiales, expresó: " Recibid, pues, señor coronel jefe del Ejército pacificador, recibid señores jefes y oficiales, que habéis conducido con honor al ejército victorioso, una prenda de gratitud que en su valor material es pequeño; pero grande en su significación moral, porque con ellos os lleváis el corazón de todo un pueblo, representado por este pequeño signo que se os va colocar a vuestros pechos para que recordéis su paso por el departamento de Ancash". Esa noche los notables huaracinos y algunos extranjeros le presentaron a los mandos chilenos una fastuosa cena y prometieron colaborar y auxiliar al Ejército "Pacificador del Perú" con los escasos recursos de que podían disponer después de las exacciones que el General Cáceres les había impuesto. La consecuencia de esto fue que se adhirieron por medio de actas a la política del presidente traidor Miguel Iglesias Pino. Desde su ingreso y permanencia en la ciudad de Huaraz, Arriagada mencionó lo siguiente: " Los notables, la colonia extranjera y el alcalde, que fue la única autoridad que no huyó, me aseguraron por medio de una comunicación que el pueblo no tenía miras ni intenciones de hostilizarme y gracias a las informaciones y auxilio de ellos fueron evitados las minas, aviso oportuno de los vecinos de esta ciudad nos salvaron del peligro". Una versión pro iglesista añadiría que los notables huaracinos constituyeron comisionados que acercándose a la vanguardia de las tropas pacificadoras (chilenas - peruanas), señalaron el peligro y tomaron medidas para inutilizar los torpedos y/o minas". De igual forma, esos traidores comunicaron al jefe enemigo que el General Cáceres se fortificaba en el distrito de Yungay, dispuesto quizá a empeñar combate contra las fuerzas chilenas.

Enterado el coronel Marco Aurelio Arriagada Palacios, de la reunión del General Cáceres y el Coronel Recavarren en el distrito de Yungay y preocupado al no haber recibido la noticia del coronel Alejandro Gorostiaga, despachó correos a este jefe, exigiéndole avanzase a Corongo, creyendo todavía posible encerrar a las tropas peruanas en el Callejón de Huaylas. 

El 21 de junio, previendo que se frustraba el plan, manifestó sus temores de que Cáceres hubiese optado marchar por la ruta “del Amazonas ejecutando por el Oriente de la cordillera una contramarcha hacía el Sur”, comunicando entonces al jede de la expedición Patricio Lynch que proseguirá la persecución el 22, aunque temiendo ya el fracaso hizo un elogio de admiración al General Cáceres: “bastante difícil es, señor, dar caza al famoso Cáceres, desde que tiene tantos elementos de movilidad y está acostumbrado a hacer larguísimas jornadas de marcha. Sin embargo, no cesaré de perseguirlo, aunque sea a costa de los mayores sacrificios".

El 22 de junio en horas de la mañana el coronel Arriagada movió su ejército con destino al distrito de Carhuaz, llegando a este pueblo siendo las 18:00 horas. Tuvo allí un frío recibimiento, ni con amenazas pudo recibir apoyo de provisiones. En Carhuaz, el coronel Arriagada recibió los primeros informes sobre la marcha del Ejército peruano por detrás de la cordillera Blanca con destino al Sur. Por ende, destinó inmediatamente personal de exploradores hacía el distrito de Yungay, quienes regresaron a la primera hora del 23 de junio, confirmando la noticia, añadiendo que el movimiento del General Cáceres al Oriente obedecía al plan de contramarchar al Sur, y que todos los caminos y puentes que conectan hacia el Norte habían sido destruidos por completo. En ese momento de asombro, el coronel Arriagada totalmente asombrado temió que Cáceres, efectuando un extraordinario rodeo por la zona del distrito de Chacas, amenazase su posición en el distrito de Carhuaz. Nuevos exploradores enviados al distrito de Yungay certificaron el movimiento del General Cáceres al Oriente, añadiendo que había destruido el único y angosto sendero que hubiese permitido su seguimiento por las inmediaciones de la laguna de Llanganuco. Nada había dejado al azar el jefe de la fuerzas peruanas y una vez más el enemigo hubo de reconocer su genio y estrategia.

El coronel Marco Aurelio Arriagada, que queriendo justificarse, escribió por su parte: "El ejército peruano marchando en su propio territorio, formado por gente acostumbrado a vivir en las punas, no estaba expuesto como el nuestro a rendirse de cansancio por los efectos del soroche. Su escasa alimentación consiste principalmente en coca y maíz tostado (cancha), este artículo es de fácil transporte y abundante en cualquier localidad. bajo todos los aspectos, el Ejército de Cáceres tiene mejores medios que el nuestro para soportar los rigores de una campaña pesada"Le faltó añadir al jefe chileno que las fuerzas peruanas le superaban también a las fuerzas chilenas en valor, disciplina, moral y coraje, porque el ejército agresor no se rendiría por el soroche, como dijo Arriagada, sino de puro miedo. En efecto, las tropas que salieron en vanguardia hacía Quebrada Honda se amotinaron al llegar al pie de la cordillera, siendo apoyados en la defección por quien las comanda, el tantas veces derrotado coronel Del Canto. "Al llegar a la Quebrada Honda, cuatro leguas al noreste de Huaraz, a las fuerzas chilenas, se les presentó a la vista la formidable montaña de nieve de esta parte de la cadena de los andes, todos aterrados, la tropa chilena se resintió a no continuar la marcha, deteniéndose en ese punto".

El coronel Del Canto regresó a la ciudad Carhuaz, informando de lo sucedido al coronel Arriagada, quien intentó reconvenirlo. Protestó de inmediato el irrespetuoso coronel, señalando:  "Que no era posible avanzar, porque la Tropa se resistía a ello, y el opinaba igualmente, porque no debía exponerse al ejército a perder más gente atravesando cordilleras como la que se presenta, y sin la seguridad ni de la ruta que el General Cáceres llevaba; que él asumiría la responsabilidad ante el gobierno de Chile". Arriagada, una vez mas demostró claramente su falta de autoridad, convocó entonces a una junta de jefes y oficiales, quienes le apoyaron a las decisiones del coronel Del Canto, tal como refiere la versión iglesista "la marcha iba a ser espantosa, según el dictamen de los jefes de los cuerpos". Y el propio Arriagada terminó avalando esa opinión, escribiendo a Lynch, esa misma noche del 23 de junio, sus justificaciones: "El cansancio de mi división y la falta de bagajes no me permitía hacer una marcha forzada y penosa para atravesar la cordillera más al Sur de Carhuaz, tomando el valle de Marañón para atajar a Cáceres más directamente. Los informes que pude obtener del camino más adecuado a este objeto eran pésimos, además de ser largo y cubierto de nieve en su mayor parte, había pasos difíciles, llenos de obstáculos y caminos destruidos por el ejército enemigo"Entonces, pasado por encima de las instrucciones de Patricio Lynch y sin importarle lo que pudiese suceder a la división del coronel Alejandro Gorostiaga si el General Cáceres tomaba la ruta del Norte, circunstancias en que el coronel Arriagada resolvió la contramarcha a Junín, medida que llenó de entusiasmo a su desmoralizado ejército. Se manifestó totalmente convencido de que Cáceres efectuaría el mismo movimiento, y aduciendo frágiles razones pretendió también justificar que necesariamente su marcha sería lenta; Arriagada escribió lo siguiente: "Mis temores han sido confirmados desgraciadamente, pues Cáceres, después de un simulacro en Yungay ha pasado la cordillera por la ruta de la laguna de Llaganuco, distrito de Yanama y se dirige al Sur. Aunque previsto este caso, pues se le puede cortar el paso contramarchando hacía Chavín de Huántar o Aguamiro (con mas seguridad en este último punto), su realización, que pongo en práctica desde luego, tropieza para que sea con la rapidez requerida, con lo cansada de la tropa y la cabalgaduras de la división de mi mando. De este punto (Carhuaz) a Aguamiro hay siete jornadas que no baja cada una de diez leguas chilenas, incluso el paso de la cordillera. Este trayecto demandaría siete días de continua marcha, si las tropas no estuvieran tan cansadas, por lo que es prudente presupuestar uno o dos días más para descansar. Cáceres en su desplazamiento con destino a  Aguamiro, debe realizar una marcha en semicírculo que aumentará en tres o cuatro jornadas más el camino que tiene que recorrer con relación al que he trazado; pero es necesario considerar que sus fuerzas son capaces de hacer jornadas más largas que las nuestras y con menos fatiga"

Lo único cierto de esta explicación era su párrafo final. A efecto de tranquilizar su conciencia, Arriagada despachó nuevos mensajes con los guías adeptos al traidor Miguel Iglesias, estos traidores peruanos fueron los responsables de traslado de mensajes para el coronel Gorostiaga, notificándole su contramarcha con destino al Sur. Como queda demostrado esta vez se valió de la colaboración de los traidores, pero éstos tampoco lograron  cumplir su misión, pues en el tránsito fueron capturados y fusilados por los patriotas adeptos al General Cáceres. Arriagada, que en un principio desconoció lo sucedido creyó que los mensajeros peruanos habían defeccionado, por ende optó entonces por despachar, como expresos a peruanos guías y 3 oficiales chilenos disfrazados de paisanos, pero éstos también corrieron a misma suerte que los primeros. Un último mensajero, el sobrino del general Lynch, tuvo noticia de todo ello antes de llegar a Yungay, y volvió apresuramente.

Antes emprender la contramarcha hacia el Centro del Perú, el coronel Arriagada comunicó a Patricio Lynch la necesidad de que la división del coronel Martiniano Urriola se estacione en Cerro de Pasco, al igual que las fuerzas acantonadas en Huacho, pues no descartaba que el General Cáceres pudiese burlar su persecución en Huánuco.


Engañado por el brujo de los andes, en la noche del 24 de junio la división Arriagada ocupó nuevamente la ciudad de Huaraz. En esta ciudad a sus fatigadas tropas le ordenó descanso de 4 días, luego inició el repliegue al Centro del Perú, por la misma ruta que se había desplazado durante el despliegue, es decir nuevamente pasaron por Recuay, Ticapampa, Huarapasca, Hacienda Torres, distrito de Huallanca, Aguamiro, Huánuco y Junín.


La versión oral del señor Víctor Valenzuela Guardia (Alcalde de la ciudad de Huaraz, ex docente, julio 1983.- Permítanme señores, antes de empezar a contarles algunas anécdotas de la presencia del General Cáceres y de las fuerzas chilenas en esta ciudad durante la Guerra con Chile, expresar por vuestro intermedio mi saludo al glorioso Ejército del Perú, así como felicitación por el afán que los anima; rescatar la figura mas importante de la Guerra de 1879, el General Andres Avelino Cáceres.

Voy a narrarle a Usted un pasaje que me refirió mi padre, quien en esa época contaba con 12 años de edad y fue testigo de las peripecias que pasaron su padre o sea mi abuelo, don Felipe Valenzuela y mi abuela la señora Francisca Hinostroza de Valenzuela. Ocurrió que cuando el ejército chileno llegó a esta ciudad en persecución del "Brujo de los andes", se estacionaron acá en Huaraz, y de inmediato iniciaron casa por casa el pedido de cupos.

Mi abuelo, que era un músico de renombre y dirigía por ello la Banda de Músicos del Concejo Provincial de Huaraz, fue buscado por los jefes chilenos tanto por ello como por su apellidos de ascendencia chilena. El se hacía negar repetidamente hasta que un día llegó a la casa un oficial chileno que en forma prepotente quiso llevarlo al cuartel. El aceptó ir pero le pidió al emisario que regresara al día siguiente, que lo disculpara y que tenía problemas familiares que atender. Según lo convenido, al día siguiente un oficial en companía de dos soldados chilenos se acercó a la casa de mi abuelo don Felipe Valenzuela para llevárselo. Para esto, él (mi abuelo), ya había acordado un plan con mi abuela: Tan luego vinieran a buscarlo, ella debería fugar e irse a las alturas de Huaraz (Pucaventana), en donde ellos tenían una pequeña propiedad. Así fue que mi abuela escapó, y mi abuelo, con el pretexto de haberse olvidado de traer las llaves de la casa, consiguió volver a ella en companía del oficial chileno, a quien luego de arrebatarle la espada lo victimó para luego escapar y reunirse con su esposa en Pucaventana. Luego de unos días de intensa búsqueda por parte de la tropa chilena, hallaron el cadáver del oficial encerrado en casa de mis abuelos. Mis abuelos, retornaron a casa recién cuando se retiraron las fuerzas chilenas desde Huaraz. 

¿Qué otra versión nos podría relatar?.- Además, mi padre me contaba que el coronel en jefe del ejército chileno Marco Aurelio Arriagada Palacios cuando estuvo en Huaraz, venía con dos mujeres de raza negra que le daban de lactar, una especie de nodrizas, el jefe chileno era un hombre enfermo, seguramente enfermo de estomago. Eso es todo lo que sé, referido por mis antepasados. 

1 comentario:

  1. Interesante blog, muy bien documentado. Como chileno me hace reflexionar en lo terrible que fue para ambas partes, considerando que la guerra, a fin de cuentas, fue ganada por capitales extranjeros ( Principalmente inglaterra) al costo de sangre de jóvenes soldados de todos los bandos, y aun genera una distancia y odiosidades entre naciones vecinas y, supuestamente hermanas mientras los mismos imperialistas siguen aprovechándose de nuestros recursos. Saludos.

    ResponderBorrar